Perdió un brazo y en cuestión de semanas estaba tocando de nuevo la batería. Inspiración para muchos, el es Rick Allen de DEF LEPPARD. Sergi Ramos habla con el mítico baterista en una auténtica exclusiva mundial.

DEF LEPPARD nacieron en Sheffield, Inglaterra, alrededor de 1977, en medio de todo el caos y la bilis del punk de la época. Como respuesta al movimiento, el Reino Unido dio lugar a su propia ola de grupos de heavy metal, la conocida New Wave of British Heavy Metal, una corriente musical que paradójicamente influída por la inmediatez del punk  puso el cerrojazo a la tumba de dicho genero. Grandes bandas abrazaron la NWOBHM, como IRON MAIDEN, SAXON, VENOM, DIAMOND HEAD, URCHIN, PRAYING MANTIS, DEMON, SAMSON, TANK, SWEET SAVAGE, GRIM REAPER, GIRLSCHOOL,  AVENGER o RAVEN. Pero ninguna representó tan bien el orgullo nacional del género como DEF LEPPARD, un grupo de adolescentes compuesto por el bajista Rick Savage, el baterista Tony Kenning y el guitarrista Pete Willis. Estos ficharon al vocalista Joe Elliot después de conocerle en un autobús (como siempre pasa en las grandes bandas, benditos autobuses) y posteriormente, ya en 1978, al bueno de Steve Clark como segundo guitarrista. Con un EP homónimo en marcha, Tony Kenning abandonó inesperadamente la banda y fue sustituido en las sesiones por Frank Noon, antes de que la banda decidiera fichar al por entonces quinceañero Rick Allen, el auténtico bebé de la banda (sigue siéndolo a día de hoy). No tardarían en despertar el interés del sello Phonogram, que ofreció un contrato que daría pie a un gran disco como “On Through the Night”, editado en 1980 ante gran aclamación en Estados Unidos, a donde fueron de gira con Pat Travers y AC/DC entre otros.  Fue allí donde capturaron la atención del productor Robert John “Mutt” Lange, que había trabajado con estos últimos en discos como “Highway to Hell” y “Back in Black”. Se ocupó de producir el segundo trabajo de la banda, titulado “High N’Dry”. A partir de ahí, la carrera de la banda comenzó a dispararse, echando a Willis y fichando a Phil Collen como guitarrista para la grabación del definitivo “Pyromania” de 1983. Y luego todo se tiñó de negro.

Tras una espectacular gira y un éxito sin precedentes propulsado por canciones ya legendarias como “Photograph” o “Rock of Ages”, la banda se decidió a preparar su siguiente disco, “Hysteria”. Pero en la noche de fin de año de 1984, mientras conducía su Corvette, Allen se encontró con un Alfa Romeo que le adelantó y que luego no le dejaba pasar. En su obcecación por adelantar al conductor, Allen no vio una rotonda y perdió el control de su coche, que voló por encima de un muro y terminó en un descampado cercano, boca abajo. El horrible golpe seccionó el brazo izquierdo de Allen al estar mal atado el cinturón de seguridad. Su novia de entonces, quedó bien asegurada por su cinturón y resultó ilesa. Allen fue llevado al hospital y los doctores intentaron recuperar su brazo, pero una infección les obligó a descartar la idea durante los días que Allen pasó inconsciente tras el percance. Impertérrito, Allen volvió a Holanda con DEF LEPPARD tres semanas y media después, con un brazo menos pero con la determinación de seguir siendo el baterista de la banda. Con el lema “querer es poder” en mente, Allen divisó un sistema mediante el cual tocaba con su pie izquierdo –a menudo poco usado en los bateristas de rock- las cosas que antes tocaba con su mano izquierda. Con la ayuda de la compañía Simmons, construyó un kit a medida que le ofrecía los sonidos y facilidades necesarias. Ni corto ni perezoso, Allen grabó “Hysteria”, el siguiente disco de la banda. Subió con ellos como baterista en el concierto del festival de Donington de 1986. Y no ha parado desde entonces.

La historia de DEF LEPPARD ha sido la de una banda a la cual el éxito le ha sonreído especialmente. “Hysteria” llegaría a vender más de diez millones de copias en Estados Unidos y aun hoy sigue siendo el disco más querido de la historia de la banda. Otros como “Adrenalize” generaron enormes éxitos como “Let’s Get Rocked” o “Make Love Like a Man”, mientras que otros como “Slang” o “Euphoria” llevaron a la banda por derroteros más experimentales. En cualquier caso, con el más clásico “Songs from the Sparkle Lounge” la banda se acercó a su sonido de toda la vida y los fans lo agradecieron y lo siguen agradeciendo llenando los recintos en los que tocan. En su último disco, el directo “Mirrorball” la banda reúne por primera vez sus mayores clásicos en vivo y lo acompaña de un espectacular DVD que muestra la (rockera) realidad de un show de DEF LEPPARD en la actualidad, además de aportar tres nuevas canciones que suenan muy, muy clásicas y que seguramente marcarán el camino que la banda seguirá en su próximo trabajo de estudio. Tan imparables como su propio baterista.

Contactamos telefónicamente con Rick Allen, que se encontraba en un hotel estadounidense descansando entre shows, para que nos hable de la trágica pero positiva historia de su vida.

¿Qué tal va todo estos días? ¿Qué tal está resultando la gira actual de DEF LEPPARD?

“Voy mejorando (risas). Mi estilo como baterista mejora cada vez más. Actualmente acabo de introducir un nuevo sistema electrónico basado en el último CPU de Intel. Un gran equipo de gente ha ayudado a poner esto en marcha y sirve para ofrecerme un sonido mucho más preciso en un kit acústico, con mucha más dinámica y de un modo más divertido.”

Hace unos años comenzaste a usar elementos acústicos en tu set, dejando de lado la electrónica pura, de la que habías comenzado a cansarte bastante. ¿Es esto una vuelta a un kit electrónico aunque cargado con sonidos acústicos mucho más precisos?

“No, porque el sonido que usaba en el pasado era un híbrido. Por ejemplo, en el nuevo CD de DEF LEPPARD, el directo “Mirrorball”, lo que uso es un sonido inspirado en el híbrido que solía usar en discos anteriores entre acústico y electrónico”.

¿Siempre usas los mismos sonidos en cada canción? Por ejemplo, el sonido de batería que usas en directo cuando tocas el material del disco “Hysteria” no es el mismo que usas en el material de facturación más reciente, o al menos eso me parece.

“Si, uso  sonidos ligeramente distintos a lo largo del set de directo. Distintas canciones necesitan distintos sonidos. Las canciones más lentas necesitan más resonancia, sonidos más gruesos. En las canciones más rápidas uso sonidos más cortos y agresivos”.

Muchos de esos sonidos son samples directos de lo que tu tocas. ¿Cómo los grabaste? ¿Qué proceso seguiste?

“Pues la verdad es que trabajé con mi ingeniero. El fue quien me ayudó a sacar los sonidos idóneos para las distintas canciones de la banda, especialmente cuando me encontré en mi nueva situación física mientras preparábamos el disco “Hysteria”. Luego, esos mismos sonidos los pasamos a través de un gran sistema de PA para ver como sonaban en ese contexto. Nos llevó algún tiempo desarrollarlos, pero una vez conseguimos los sonidos que queríamos, conseguimos algo que podíamos aplicar en muchos sentidos distintos”.

En este punto de tu carrera ¿cómo intentas mejorar tu estilo? La mayoría de bateristas, tengan dos brazos o no, cuando llegan a cierta edad se acomodan, musicalmente hablando. ¿Cómo te mantienes a ti mismo interesado en mejorar técnicamente?

“Incluso habiendo perdido mi brazo izquierdo, la información que yo envío desde mi cabeza es prácticamente la misma. El truco para mi reside en continuar desarrollando la independencia con el pie derecho, la mano derecha y el pie izquierdo. Algo tan simple como tocar rudimentos es de gran ayuda en mi caso”.

¿Sueles llevar un pad en la carretera para practicar con tu mano derecha?

“Si. Tengo el mismo kit montado en casa, el mismo kit que uso en la carretera. Es difícil tocar golpes consecutivos sobre una misma pieza de la batería con un solo sonido, de modo que si no puedo tocar algo limpiamente con mi mano derecha, lo sustituyo por un toque distinto en una pieza distinta de la batería”.

Cuando el accidente sucedió, pese a que tu brazo izquierdo desapareció, tu cerebro seguía enviando las señales correspondientes a esa extremidad. ¿Cómo conseguiste reconducir la información que tu cerebro enviaba a la extremidad inexistente y reeducarte?

“Es una pregunta muy interesante. Y no tengo la respuesta que probablemente esperas. Algo natural sucedió. Comencé a hacer cosas con mi mano derecha que nunca antes había podido hacer, sin aprender nada, sin practicar nada. Cuando era un niño, siempre jugaba al futbol. Siempre chutaba con mi pierna derecha. Pero de golpe, podía chutar con mi pierna izquierda. El cuerpo respondió naturalmente a la perdida de mi extremidad reconduciendo por sí solo la información a otras partes de mi cuerpo, sin más. He escuchado, por parte de mucha gente que ha perdido una extremidad, que algo muy especial sucede cuando te sucede algo así. La información que hay en el cerebro es expulsada hacia otras extremidades, sin más. Tienes un periodo de aprendizaje, eso es cierto, has de aprender a valerte de otra manera. Pero el periodo de aprendizaje viene después de esa respuesta natural inicial”.

Bueno, siempre se ha dicho que quien pierde un sentido como la vista desarrolla fuertemente otros sentidos como el olfato o el tacto. Y esto vendría a ser una variación de esto.

“Exacto. Lo has clavado. Dicen que si eres sordo, tienes más despiertos los otros sentidos. Que si pierdes la vista, oyes mejor. Y siempre había escuchado eso, pero viendo lo que me pasó a mi, me lo creo totalmente. Eso fue lo que pasó conmigo y con mi estilo tocando la batería. Instintivamente supe como volver a tocar la batería pese a tener una extremidad menos. No tuve que estudiarlo o aprenderlo, sucedió espontáneamente.”

El accidente sucedió en la nochevieja de 1984. Tuviste unas semanas en las cuales estuviste muy mal, ya que tu brazo derecho también sufrió daños graves y corrió peligro. ¿Cuánto tiempo real pasó hasta que comenzaste a intentar tocar de nuevo o a realizar rutinas de percusión? Y cuando digo “rutinas de percusión” hablo incluso de golpear cosas estando en tu cama de hospital.

“Estuve inconsciente durante unas dos semanas después del accidente. Cuando volví a la realidad, me di cuenta de que tenía una pieza de espuma, una especie de cojín, al pie de mi camilla de hospital. En aquel momento, mi brazo derecho estaba muy mal y estaba pegado a mi cuerpo para que se mantuviera inmovilizado. No podía empujarme a mi mismo hacia arriba en la camilla para sentarme, así que me pusieron ese cojín de espuma en la camilla para que pudiera empujarme yo solo hacia arriba e incorporarme en una postura más cómoda. Cuando me quise dar cuenta, estaba dando golpes con mis pies en ese cojín de espuma y con ellos me di cuenta de que podía tocar un montón de ritmos básicos con los pies. Mi amigo, que resultaba ser ingeniero electrónico, me vio tocando con los pies y me dijo ‘creo que podría desarrollar algo que te ayudaría a tocar, unos pedales especiales’. Y le dije ‘genial, hazlo’. Se fue, comenzó a trabajar en esos pedales y luego le dije a mi hermano que se trajera mi equipo de sonido a la habitación de hospital. Allí, comencé a escuchar toda la música que solía disfrutar cuando estaba creciendo. Rápidamente me di cuenta de que podía tocar la mayoría de ritmos básicos usando mi pie izquierdo y derecho”.

¿Te rompiste el brazo derecho en el accidente, decías? ¿O fue una contusión simplemente?

“No, estaba muy roto. Me lo rompí desde arriba. Incluso a día de hoy no tengo el rango de movilidad completo en mi brazo derecho. Ese es uno de los motivos por el que mi kit está tan concentrado en cuanto a espacio. Por ejemplo el charles, el ride y demás no está a una gran distancia. Eso me permite tocar correctamente sin tener que realizar movimientos exagerados que me sean incómodos o poco naturales para mi movilidad actual”.

Imagino que dentro del brazo derecho tienes placas, tornillos y demás.

“Si. Lo que hicieron fue poner un clavo de acero para aguantarlo todo mientras el hueso volvía a unirse y reformarse. Eso es lo que hace que no tenga el rango de movimiento completo, pero lo que ha hecho que pueda tocar aún, y eso es lo más importante a día de hoy”.

Precisamente imaginaba que tu rango de movilidad no era completo al fijarme en la situación espacial de las piezas de tu kit. ¿De que modo cuidas la tensión adicional a la que sometes tu espalda y tu brazo derecho? ¿Llevas un fisioterapeuta en el equipo de gira?

“Lo más importante para mi, te lo creas o no, es mi dieta. Soy un completo vegetariano. Bebo zumo diariamente, como espinacas, lechuga, zanahoria… todo ese cuidado en mi dieta hace que mi cuerpo funcione mucho mejor. Por otra parte, los masajes son muy importantes. Intento recibir un masaje cada día. Suelo dedicar una hora a darme un masaje diario y eso hace que la sangre fluya hacia las partes de mi cuerpo que resultaron dañadas”.

¿Levantas pesas con el brazo derecho o no te gusta cargarlo mucho?

“No demasiado, porque mi hombro derecho quedó bastante dañado, pero hace un tiempo comencé a hacer entrenamiento de contracción de bíceps, lo que me ayuda a ganar más fuerza. Siempre y cuando pueda hacer ejercicio sentado, puedo relajarme. Y si estoy relajado, daño menos mi cuerpo.”

La posición de la espalda, en tu caso, es especialmente importante, especialmente en giras largas y exigentes, donde tus extremidades y espalda quedan más maltrechas. Me imagino que, además, sigues intentando compensar ciertos movimientos y eso te lleva a coger malas posturas ¿no? ¿Recibes clases posturales de algún tipo para conservar tu espalda en condiciones óptimas?

“Si, aunque no es demasiado práctico cuando estoy de gira por el mundo. En ese caso, mi dieta y mis ejercicios y masajes habituales suelen ser suficientes. Intento ver a mi quiromasajista tanto como puedo, pero no siempre es posible, porque reside en California. Cuando estoy en casa, le veo una o dos veces por semana y lo que hace conmigo me va muy bien”.

¿Qué edad tienes actualmente?

“47 años. Cumpliré 48 en noviembre”.

Cuando hablo con bateristas maduros de hard rock y heavy metal suele aparecer el tema de cuál es la vida óptima que puede tener un baterista en un grupo del estilo, ya que la exigencia física es mucho más amplia que la que recae sobre un baterista de jazz o blues. ¿Te puedes imaginar siguiendo como baterista en un grupo de rock como DEF LEPPARD pasada cierta barrera de edad, como los 55 o 60 años? Plantéatelo teniendo en cuenta tu estado actual, tus limitaciones y la expectativa de trabajo de la banda en los próximos años. ¿Ves el retiro en el horizonte o no lo planteas?

“La verdad es que no he pensado en ello. Mi estilo tocando es potente, no toco más de la cuenta y puedo mantenerme en mi nivel sin grandes problemas. Siempre y cuando pueda hacer esto relajadamente, podré seguir. Para mi tocar es casi como entrar en un estado de meditación, por lo que no hago más de lo que debo. Muchos bateristas de heavy metal tocan demasiado fuerte, queriendo impresionar a la gente, pero si sigues haciendo las cosas así a partir de cierta edad, puedes sostener ciertos daños musculares y óseos que no son nada recomendables”.

Quizá esto te puede resultar irrespetuoso, pero de algún modo, tu accidente y la perdida de tu brazo fue lo que terminó de hacer de DEF LEPPARD una banda legendaria. Y no lo digo por la publicidad que generó tu nueva realidad de cara a la banda. Sino porque, al no poder tocar cosas excesivamente complejas con un solo brazo, le diste a la banda un simplismo musical que los encumbró del todo, porque cuanto más simple es el planteamiento, más suele conectar con la gente. Casualmente, “Hysteria”, el primer disco que grabasteis después de tu percance, vendió millones y millones de copias e hizo reventar la fama de la banda especialmente en Estados Unidos.

“En cierta manera, estoy de acuerdo contigo. Mira, estoy en una posición privilegiada. Uso los sonidos que quiero usar y la manera en que golpeo la batería no está directamente relacionada con la manera en que esta suena y con los patrones que creo. Quizá si tocara una batería totalmente acústica me comportaría de otro modo. Cuando toco baterías acústicas en los actos de mi fundación, lo hago en el contexto de un Drum Circle, por ejemplo. Y nunca tocó ni remotamente tan duro como cuando toco con DEF LEPPARD”.

¿Es importante la velocidad cuando tocas? ¿Es algo que te preocupa o que intentas mejorar?

“En la mayoría de canciones que tocamos en directo nada pasa de 150bpm, lo cual es rápido, pero la mayoría de canciones populares de la banda son medios tiempos. Las cosas se van desarrollando. A medida que sigo tocando voy viendo que hay cosas que puedo hacer y que nadie más puede. Tampoco significa eso que deba forzarme a niveles en los cuales me voy a hacer daño o me voy a frustrar físicamente. Estoy contento en el rango de velocidad en el que me muevo”.

Volvamos a 1985, cuando no sabías qué iba a pasar con tu carrera como baterista y con tu posición en DEF LEPPARD. ¿Te apoyó siempre la banda? ¿Te dejaron claro que querían que siguieras siendo el batería de DEF LEPPARD o hubo alguna duda por su parte?

“Fue interesante, porque me dejaron esa decisión a mi. Nadie lo dijo abiertamente, pero se que si no hubiera podido hacerlo, tendrían que haber encontrado a alguien nuevo. Durante un breve lapso de tiempo de tiempo trabajaron con otro baterista, un tipo llamado Jeff Rich, que había trabajado con STATUS QUO. El y yo tocamos juntos, practicando, porque el concepto de tocar baterías electrónicas era algo muy novedoso y siempre hacia falta un apoyo adicional. Justo antes de hacer el show de Donington en 1986 hicimos unos shows de calentamiento en Irlanda. El primer show fue bien, los dos tocamos juntos sobre el escenario. Luego tuvimos un día de descanso y el tuvo que volver a Inglaterra. Para el segundo show, el avión que Jeff debía coger resultó cancelado. Tuvimos que montar ambos kits sobre el escenario, pero no fue hasta la mitad del show que Jeff pudo llegar y subirse al escenario. Los otros miembros de la banda me dijeron, al acabar el concierto, que apenas habían notado cuando había vuelto Jeff y se había puesto a tocar. La siguiente noche tocamos en un lugar tan pequeño que no cabían los dos kits de batería así que me preguntaron si quería intentar tocar yo solo. Dije que me encantaría. Lo hice y tras el show, Jeff vino y me dijo ‘imagino que me he quedado sin trabajo, no?” (risas). Me dijo ‘puedes hacer esto solo, yo puedo volver a casa, me ha encantado compartir esto contigo y te deseo toda la suerte del mundo’. El tío más elegante que he conocido.”

Cuando volviste a trabajar con la banda ¿te trataban de un modo distinto? ¿Eran sobreprotectores ante tu nueva situación? Todos los miembros de DEF LEPPARD sois amigos de la adolescencia, un grupo muy unido.

“No pienso que me trataran de manera distinta necesariamente, pero fue una situación difícil para todos nosotros. Teníamos ciertas conversaciones que eran sencillamente incómodas. Pero los hechos son los que perduran en el tiempo y tu lo has referido muy bien antes. La hermandad que teníamos fue lo que nos motivó a salir adelante y olvidarnos del accidente y de las dificultades, tratándolo todo como un grupo de amigos, que es como debe ser. Eso fue lo que nos hizo continuar con todo”.

A día de hoy, llevas más años tocando la batería con un brazo que con dos. ¿Te resulta un poco marciano ver los antiguos videoclips de la banda donde te ves a ti mismo tocando antes del accidente?

“Cuando me veo tocando con dos brazos es como ver algo de una vida anterior. Es como si fuera otra persona la que toca. Incluso teniendo en cuenta que lo que me pasó fue algo horrible, se ha convertido en algo muy positivo con el paso de los años, especialmente gracias a lo que he podido hacer fuera de DEF LEPPARD, como es compartir la historia de mi vida e inspirar a otras personas a sobreponerse a las adversidades. Hablar con soldados e inspirarles a sobreponerse a los problemas. Lo hago a través de una organización llamada Wounded Warriors y ellos ayudan a muchos hombres y mujeres que vuelven heridos de la guerra y se encuentran ante nuevas situaciones que deben asumir. Les explico mi historia y eso les ayuda a salir hacia delante en sus propias vidas”.

Después del accidente te volviste una persona muy espiritual. ¿De qué modo te ayudó eso en tu progreso físico y en tu progreso musical?

“Te vuelves más conocedor de ti mismo y de cómo afectas al mundo que te rodea. Uno de los motivos por los que me hice vegetariano fue porque no quiero dejar más devastación tras de mi en el mundo animal. Ya dejamos suficiente devastación detrás de nosotros como seres humanos! Quiero que la manera en que yo afecte el mundo que me rodea sea lo más positiva posible.”

A través de tu propia fundación, la Raven Drum Foundation, también intentas despertar conciencias hacia situaciones como la que a ti te afectó en su momento y que a día de hoy afecta a otras personas. ¿Es más importante ese lado social y participativo que tu propia labor con DEF LEPPARD hoy en día?

“Mi vida se ha vuelto mucho más grande que solo DEF LEPPARD. Tengo una hija de catorce años, tengo una recién nacida de ocho meses, tengo una gran esposa, una muy buena familia que me apoya en todo y una fundación muy exitosa. Hacemos mucho trabajo, esencialmente en Estados Unidos, pero me gustaría llegar a otras partes del mundo. Siento que mi vida está muy completa. Me encantan DEF LEPPARD porque es toda una bendición tocar conciertos a ese nivel. No mucha gente puede hacer lo que yo hago, sea cual sea su estado físico”.

“Una de las cosas que celebro es ser único. No me gusta compararme con como solía ser en el pasado o con como son otros bateristas. Es un terreno de arenas movedizas en el que no me gusta estar, mentalmente. Cuando te comparas con tu yo anterior o con otros, puedes llegar a un punto de frustración. Si celebras tus características únicas estás en un buen camino hacia la recuperación.”

“Es muy complicado aceptar que ya no eres la misma persona, pero te has de mover a ti mismo a un nuevo lugar, un lugar donde la aceptación sea lo que mande. La aceptación implica aceptar todos los privilegios que sigues teniendo: yo sigo pudiendo tocar, aunque no de la misma manera. Pero la manera en que toco es única. La mayoría de bateristas del planeta no pueden hacer lo que yo hago en mi estado físico presente. Es una bendición”.

¿Alguna vez has pensado que el accidente fue para mejor?

“Es una respuesta muy compleja. En muchos sentidos te diré que si. Me siento más completo. Pasar por algo tan traumático, tan inasumible, me hizo entenderme mucho mejor a mi mismo. Pero es una paradoja. No siempre consigues el beneficio si no pasas por la experiencia en si misma. Siento que el accidente me hizo mejor persona. Mi actitud hacia mí y hacia los demás es distinta hoy en día y creo que soy una persona más fácil con la que estar y convivir. Tengo más cosas que compartir con los demás y podríamos decir que lo que me pasó fue una suerte”.

Hay una gran comunidad de bateristas alrededor de todo el mundo, pero tu pareces un poco alejado de ella, como si funcionaras con máxima independencia y no te mezclaras demasiado con “la escena” de la batería a nivel internacional. ¿Lo ves del mismo modo?

“Hum… cuando no estoy de gira, tiendo a alejarme de los conciertos y de las obligaciones. Me concentro en pasar tiempo con mi familia. Conozco a muchos músicos, muchos bateristas en todo el mundo, que tienen un gran respeto por mi y hacia quienes yo tengo un gran respeto, pero intento usar mi tiempo para ser un hombre de familia en lugar de ser una celebridad de la batería”.

Las nuevas canciones de estudio que hay en el directo “Mirrorball” (“Undefeated”, “It’s All About Believing” y “Kings of the World”) son temas positivos y muy cercanos a la era más clásica de DEF LEPPARD. ¿Es el tipo de material que escucharemos en el próximo disco de estudio de la banda?

“Es una buena pregunta. No tenemos mucha idea de hacia donde va a ir el sonido en el próximo disco de la banda. En ocasiones, se te pasa una idea por la cabeza y es la que es. Es un regalo. No la eliges. Debes aceptarla tal y como es. Es bueno pensar que puedes influir en la manera que suenan las canciones, pero la mayoría de veces no sabes que es lo que va a salir. Tenemos muchas canciones propias que escuchar para influenciarnos a nosotros mismos, y eso es una suerte”.

Tras la gira americana de este verano ¿qué vais a hacer? Habéis girado constantemente en el último lustro.

“Bueno, nos tomamos el 2009 de descanso (risas). Después de esa gira, nos iremos a Australia y Nueva Zelanda y tras ello haremos una breve gira por Japón. Tras ello, posiblemente hagamos una gira por Europa en algún momento del 2012. El año que viene queremos trabajar en un par de canciones para una película, las cuales están influenciadas por una obra de Broadway titulada “Rock of Ages”. Tenemos un par de canciones para la película, así que girar en el 2012 tiene bastante sentido”.

La pregunta es obvia: han pasado quince años desde la última gira de DEF LEPPARD en España. ¿Os veremos por aquí?

“Lo se, lo se. Ha pasado mucho tiempo. Me encanta estar en España. De hecho, grabamos uno de nuestros mejores discos en España, “Slang”. Grabamos el disco en el sur de tu país y fue una experiencia fantástica.”

Nos vemos aquí pues!

“Muchas gracias por la entrevista y por tomarte el tiempo de hacer preguntas interesantes."

Texto: Sergi Ramos / Fotos: Jonathan Beswick