Pain acaban de finalizar su nuevo disco, después de un parón discográfico de un lustro. «Coming Home» es, por ende, lo que la banda hace con este nuevo trabajo, después de que Peter Tagtgren haya estado liado con el bueno de Till Lindemann de Rammstein durante buena parte de los últimos dos años. Ahora toca centrarse en su propia banda y volver a girar, cosa que hará cuando visite España a finales de octubre con fechas en Madrid, Barcelona y Bilbao. De momento, el 9 de septiembre llega a todas partes este «Coming Home» y es un buen momento para hablar por teléfono con el productor y músico del apellido impronunciable.

¿De donde sacas la energía entre producciones, grabaciones, composición y giras?

«Imagino que de mis propias ganas de probar que puedo hacer esto (risas). Tengo que estar siempre 100% satisfecho y si no lo consigo, sigo intentándolo. Eso es lo que me conduce a hacer lo que hago.»

¿Eres competitivo contigo mismo?

«Correcto. No compito con otra gente, compito conmigo mismo y eso puede ser realmente truculento, en realidad».

¿Nunca estás contento? ¿Odias ya «Coming Home» o aún no?

«No, todavía no pero no tardaré. En el proceso terminaré odiándolo. Lo único que me motiva es hacer la música y hacer el disco. Es lo único que busco. En muchas ocasiones te das contra un muro porque estás muy cansado y tu cabeza no da de si y entras en un bucle donde no estás satisfecho con nada. Al final hay una recompensa, que es el producto final. Pero llegar hasta ahí puede ser una tortura».

¿Sueles trabajar completamente aislado o chequeas tus ideas con otras personas?

«Trabajo aislado. Quizá se lo muestro a mis amigos o familia cuando todo está casi acabado, pero cuando las ideas están en preparación no se lo enseño a nadie. Estoy produciendo a la vez que compongo la música y las cosas pueden ser algo raras: quizá tengo que cambiar una canción por completo desde que la compongo hasta que la acabo grabando. Enseñárselo a alguien no haría más que confundirle».

Solo te ha llevado cinco años hacer este nuevo disco de Pain (risas)

«Hombre, pero en esos cinco años he hecho cuatro discos con otros proyectos, entre Hypocrisy, Lindemann, etc. De hecho, este disco debería haber estado acabado hace un año y pico pero un tio alemán me llamó y me cambió los planes por completo (risas). Till tenía algo de tiempo de descanso con Rammstein y nos lanzamos a la aventura. Eso implicó poner a Pain en descanso temporal y concentrarnos en Lindemann. La idea de este disco de Pain comenzó a gestarse en 2013 pero tuve que aparcarla.»

 pain 2016

¿Has usado los temas que ya tenías preparados en aquel entonces?

«La verdad es que pude componer dos canciones antes de que Till me llamase. Cuando acabé con Till abrí de nuevo los archivos y comencé a cambiar cosas y a añadir todos los temas nuevos».

¿Fue el proyecto con Lindemann lo que esperabas? ¿Funcionó bien? Rammstein salieron inesperadamente a la carretera este verano, cuando Till debería haber estado promocionando su disco…

«Funcionó bien en el sentido de que es sorprendente que dos idiotas puedan hacer un disco. Fue todo bastante positivo y tuvimos pocas criticas malas, pero eso es parte del trabajo. Además, hicimos el disco principalmente para nosotros y en ese sentido fue todo positivo».

¿De que modo crees que beneficia a Pain el hecho de ser un músico y productor tan respetado?

«Posiblemente, si no hubiese sido un productor tan ocupado en el pasado, habría trabajado más en las giras y habría tenido más público. Nunca puedes saber esas cosas. Este es el camino que he escogido».

En el disco has trabajado con tu hijo, Sebastian Tagtgren, como baterista. ¿Por qué?

«No. La verdad es que era una situación rara, porque David se supone que tenía que grabar el disco, como hizo en el último trabajo. Yo había tocado la batería en los discos anteriores. Lo que pasa es que yo hace tiempo que no toco y me habría llevado un tiempo estar al nivel óptimo y Sebastian podía hacerlo mejor. Sebastian vive en casa, conoce las canciones por la pre-producción, es un gran batería y era la decisión más lógica».

¿Tocará en la gira?

«Si, el estará en la gira en lugar de David. David se toma el resto del año libre porque tiene algunos compromisos personales de los que ocuparse».

Tenéis fechas para otoño en Europa, incluyendo España. ¿Cuál es el plan después de eso?

«Queremos ir a todos los países que podamos, realmente. Solo hemos hecho unos pocos festivales este año.  El fin de semana próximo tocaremos en el Summer Breeze y eso es todo de momento. Tenemos que prepararnos para la gira, donde vamos a llevar un montón de material visual que estamos preparando. Vamos a estar muy ocupados, porque hay festivales en América, en Sudamérica y en Europa para el año que viene.»

En el videoclip de «Call Me», es interesante como retratáis al manager como un drogadicto y un crápula. ¿Alguna experiencia divertida con antiguos managers que haya inspirado el personaje?

«Bueno, simplemente es un video divertido. Yo no estuve muy involucrado en él, pero Ville, quien hace mis otros vídeos tuvo la idea de usar marionetas. Pensé que estaba muy bien y el escribió la historia. Muchos managers hoy en día son estrellas del rock frustradas que no lograron conseguir lo que querían en la vida, así que son managers.»