Nueva Orleans es el nuevo Vietnam: el resurgir de Eyehategod
Una banda esencial para cualquier amante del sludge. Discos como «Dopesick» marcaron un capítulo importante en la historia de los sonidos más guarros de la industria de la música, y es que la carrera de Eyehategod fue altamente envidiable hasta el año 2000, a partir del cual las cosas empezaron a torcerse. Sin ningún larga duración publicado en casi década y media y tras pasar por una tortuosa debacle para grabar nuevo material, este mes de mayo se publica, por fin, el quinto álbum de los de Nueva Orleans, un trabajo titulado del mismo modo que la banda. “Definitivamente este álbum representa nuestra esencia. Es como una declaración: estos somos nosotros, esto es Eyehategod. Seguimos aquí después de tantos años, no te vas a deshacer tan fácilmente de esta banda. Creo que el hecho de que este sea un disco homónimo fue un movimiento lógico. Teníamos un montón de posibles títulos, y no conseguíamos que ninguno nos convenciera al cien por cien. Podríamos haberle puesto el nombre de alguna de las canciones que hay dentro, pero eso habría alejado el álbum de su significado central, que es que volvemos a la carga después de catorce años. No queríamos que la gente lo viese como “otro título loco de Eyehategod”. Esto es un nuevo comienzo, y creo que no lo podríamos haber expresado mejor.”
Como la mayoría sabréis, la banda no ha estado inactiva durante todo este tiempo. Las giras han sido constantes, y se han publicado compilaciones, directos, singles… pero no álbumes. De modo que volver al estudio después de tanto tiempo para publicar un larga duración fue una gran experiencia, según nos cuenta. “Gran parte de estas canciones llevaban mucho tiempo compuestas, varias ya las habíamos interpretado en directo. Hubo varios problemas en las primeras sesiones de grabación, pero cuando todos los instrumentos estuvieron listos y pasamos a las voces, sin duda aquello fue un gran momento para mí. Estaba muy emocionado por el hecho de grabar nuevo material de Eyehategod, durante estos años he estado en el estudio, obviamente, con algunas otras bandas: Arson Anthem, Corrections House, Outlaw Order… he grabado mucho, he colaborado en discos de otra gente, pero no hay nada similar a esto. Hemos intentado publicar este álbum durante años, y te diré que lo desechamos todo menos las baterías. Mantuvimos esas pistas porque sonaban genial, eran perfectas. Al final re-grabamos todo lo demás y dejamos aquellas grabaciones de Joe, y doy gracias de que fuera así. Este disco es un tributo a él, y es la última pieza de su legado, estamos muy contentos de poder publicar un último trabajo juntos, incluso después de su muerte.”
Housecore Records (discográfica fundada por Phil Anselmo) han sido, junto a Century Media, los principales encargados de distribuir este disco. “Nosotros hemos financiado completamente este trabajo: la grabación, la producción, todo eso ha salido de nuestro bolsillo. Una vez lo teníamos acabado, pasamos la licencia a Housecore, Century Media y una discográfica japonesa. Housecore es una discográfica muy importante, aquí en Nueva Orleans siempre había habido muchas, pero ninguna de ese tamaño. Ahora mismo es toda una referencia en nuestra ciudad. Hay una gran cantidad de discográficas más pequeñas, centradas en géneros concretos como el punk, pero Phil está haciendo un trabajo fenomenal porque no trabaja en un espectro cerrado: hay hardcore, hay doom, hay rock alternativo… es muy importante que exista una entidad así, y saber que fue incitativa de un buen amigo es genial.”
En pocas regiones del mundo la herencia cultural está tan presente en las bandas locales como en Nueva Orleans, que tiene una escena enormemente reconocida y alabada. “El hecho de vivir en Nueva Orleans siempre ha sido algo que nos ha influenciado profundamente, tanto en el aspecto de las canciones como en nuestra actitud. Eyehategod es un producto de nuestro entorno, si viniéramos de otra ciudad no sé cómo sonaríamos, la verdad. La influencia del blues está muy presente, y esta ciudad siempre ha sido un lugar donde conviven y confluyen muchos estilos distintos. Es un foco de cultura, un constante intercambio libre de ideas. Claro que hay leyes, y los polis son unos capullos (risas), pero hay una gran sensación de libertad en las calles. También tiene un lado oscuro, no te lo voy a negar, parece que esta ciudad esté basada en el culto a la muerte.” Mike es muy consciente de la historia de su región, y nos habla de algo que precisamente ha sido dado a conocer a un mayor público recientemente gracias a la serie de televisión American Horror Story: Coven. “No podemos pasar por alto las raíces de la cultura vudú. Más allá del gran uso turístico que se le está dando, esa religión fue muy importante aquí. Creo que todo esto acaba por formar parte del sonido de Eyehategod, es nuestra herencia, de ahí es de donde venimos.”
“En esta última década, la escena ha cambiado completamente. Parece que sucediera ayer, pero ya hace ni más ni menos que nueve años de la catástrofe del huracán Katrina. Muchísima gente murió, y la gran mayoría de los supervivientes se quedaron sin hogar y se marcharon de la ciudad o directamente del estado. Una gran cantidad de bandas se separaron por ello, y esto causó que de la nada surgieran constantemente nuevas agrupaciones. Creo que una de las cosas que sucedieron después de recuperarnos del tremendo shock que supuso vivir algo así fue el hecho de que con toda esa disgregación, los que quedábamos allí empezamos a montar nuevas bandas a diestro y siniestro. Ya te lo puedes imaginar: el cantante y el bajista de X grupo se han quedado solos y se juntan con el batería de Z y el guitarrista de Y para formar un nuevo proyecto, y así continuamente. Y no sólo surgieron muchas agrupaciones, sino todo lo que las rodea. Se abrieron nuevos clubs donde podíamos dar conciertos, esas cosas. Todo esto sucedió a nivel general, en todos los estilos: jazz, blues, country, rhythm n’ blues, hip-hop…”
Precisamente, una canción de los propios Eyehategod luce el título de «New Orleans is the New Vietnam». Le preguntamos a Mike qué quiere decir esa impactante comparación. “Ese tema habla sobre las secuelas del Katrina, y las consecuencias que tuvo en la ciudad, cómo aquello parecía un maldito campo de batalla. Después de la tormenta nadie vino a ayudarnos. Yo estuve allí durante el huracán, en mi apartamento, y vi todos esos horrores en primera persona. Gente saqueando comercios, policías disparando al aire, casas en llamas, un cadáver en la esquina que estuvo allí una semana. Nadie lo tocó, nadie lo movió de allí, nadie lo recogió. Los putos policías estaban tan descontrolados como los ciudadanos, fue una locura. La ciudad estaba en llamas, estabas allí en medio y observabas a tu alrededor y tan sólo veías humo en cualquier dirección hacia la que mirases. Era como estar en Vietnam. Por otro lado, sobrevivir a eso me cambió la vida. Después de algo así, tu perspectiva del mundo cambia totalmente. Incluso siendo una persona bastante negativa, siempre he intentado ver lo positivo de las malas situaciones, y definitivamente esto me cambió para bien como persona.”
Además de su faceta como músico, Mike también es escritor, y su último libro se publicó el año pasado bajo el título de «El cáncer como actividad social – La afirmación del fin del mundo». “Es un libro de poesía y letras de canciones, todo bastante oscuro y negativo. Le he dado un enfoque abstracto, extraño e incluso diría que alucinógeno. Aquí mis influencias son todos esos autores que me encantan, como William Burroughs, Charles Bukowski o William Buhlman, pero también gente del panorama musical como Nick Cave o Darby Crash. Mis experiencias vitales son lo que me han empujado a escribir sobre esto.” En cuanto al significado del título, declara: “Podría significar cualquier cosa, pero es un título que me vino a la cabeza andando por la ciudad y viendo a tanta gente con un cigarro en la mano, incluyéndome a mí mismo. Ya no fumo, pero durante mucho tiempo estuve igual de adicto que toda esa gente. Vas paseando por ahí y lo ves constantemente, es algo social. Nos sedamos con cáncer.”
“La literatura lo ha acompañado desde pequeño, y ha sido una de sus mayores aficiones junto a la música, pese a que no se haya podido dedicar con el mismo nivel de compromiso a ambas. Siempre he querido ser poeta, desde que era un crío. Odiaba los deportes, nunca fui ese tipo de niño que se moría de ganas por entrar en el equipo, sino más bien solitario y aislado. Pasaba muchísimo tiempo en la biblioteca, hasta el punto en que mis padres me echaban la bronca por ello (risas). Me decían «sal fuera y haz algo, maldita sea», pero yo sólo quería leer. Esa afición fue la que me llevó a querer empezar a escribir por mi cuenta, aunque por supuesto mis primeros trabajos eran bastante estúpidos, como los de la mayoría de jóvenes que empiezan sin tener ni idea de cómo hacerlo. Eso coincidió más o menos con los inicios de mi primera banda, alrededor del 82. Nos llamábamos «Teenage Waste», tocábamos hardcore punk y yo me encargaba de escribir las letras, que eran las típicas letras tontas de música punk (risas). A partir de ahí seguí escribiendo más y más, y nunca tuve miedo a enseñarle mi trabajo a la gente. Incluso cuando pensaba «quizá esto no es demasiado bueno», no estaba avergonzado de que mis amigos lo vieran y me dijeran que era terrible. Creo que eso me ayudó muchísimo.”
Si con lo que estáis leyendo os habéis interesado en su obra, tenéis un pequeño problema, y es que no es excesivamente fácil conseguir un ejemplar de sus libros. “Desafortunadamente no ha tenido mucha distribución. Lo vendo a través de mi página web, y preparo los envíos yo mismo. Ni siquiera hay una tienda online o algo así, simplemente me escriben a mi dirección de mail y lo hablamos, porque yo mismo me encargo, hablo con el cliente y miramos cómo lo podemos hacer. Tengo otros dos libros, con el mismo tipo de material, pero para el siguiente quiero hacer un cambio y salirme de esa tónica. También espero conseguir algo más de distribución, llevarlo a Europa, esas cosas.” Aprovechando que nos habla de llevarlo a Europa, recuperamos el tema principal para cerrar la entrevista preguntándole por la gira de presentación del último álbum de Eyehategod en nuestro continente. “Definitivamente hay planes, pero de momento nada confirmado. Acabamos de firmar por una nueva agencia de booking, así que nos estamos amoldando al cambio, hay que ver qué pueden hacer por nosotros. Estamos pensando hacerlo sobre noviembre, espero que no sea más tarde. Y también espero que visitemos muchos países. Muchas veces hacemos «giras europeas» en las que tocamos en Alemania, Holanda, Bélgica y el Reino Unido, y volvemos a casa. Y yo me quedo en plan: ¿y qué pasa con España, Italia, Finlandia, Suecia o Noruega? Hemos tocado allí antes, pero hay que volver. Tocamos en Atenas hace unos años y fue absolutamente increíble. La zona mediterránea de Europa es genial para dar conciertos, y espero que volvamos pronto.”
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