NECROBERUS: «Aunque estemos en contra de toda religión, nos gusta utilizar algunos elementos para, en cierto modo, escribir nuestra biblia particular»
Después de la "Génesis" ha llegado el "Éxodo". Así continúan NECROBERUS escribiendo su historia en forma musical. Sergio Amor, cantante, guitarrista y compositor del grupo de Gualadajara nos contesta por mail a las preguntas para presentar esta segunda obra donde han dado un paso de gigante, tanto a nivel compositivo como de sonido, contando con la producción de Carlos Santos.
– Antes de meternos con el nuevo disco, me gustaría que me comentaras como fue toda la experiencia en México en Septiembre del año pasado, tanto a nivel musical como personal (acogida, infraestructura, público, diferencias con España…)
– ¡Hola Varo! Sin duda alguna fue una experiencia inolvidable y que volvería a repetir. Antes de ir a México ya había gente que nos seguía por las redes sociales, que ya conocían nuestra música por la radio o porque se pudieron descargar nuestro primer disco. Todo esto hizo que fuera algo más fácil el lanzarnos a esa aventura. Una vez allí nos dimos cuenta de que hay muchas diferencias. El público es mucho más pasional que aquí y vive más el rock y el metal. El mercadillo de El Chopo en Ciudad de México es algo envidiable. Todos los sábados se juntan cientos de personas para visitar sus puestos y para escuchar nuevas bandas que actúan allí, tal como hicimos nosotros. En cuanto a infraestructura pasamos de sitios con muy buen equipo, que aún ni hemos visto por aquí, como a lugares que no tenían casi nada, algo que en España también pasa, y me refiero a esos bares que se hacen llamar salas…
Nuestro mayor miedo era por la aceptación del grupo, de ver cómo reaccionaría el público mexicano ante nuestra música, y sinceramente nos marchamos muy contentos, plantamos una semilla que está creciendo con la salida de nuestro disco allí y de nuestro primer videoclip, ‘La Huida’, en bastantes televisiones de toda Iberoamérica.
– En la entrevista que os hacía hace un año escogí como titular “Es interesante defender el idioma en el que hablamos”. ¿Qué se sentía al estar a miles de kilómetros de casa y ver que el público de habla hispana estaba en vuestros conciertos?
– La primera sensación fue extraña, de decir “Joder, estamos a miles de kilómetros de casa y les está gustando nuestra música, escuchan lo que cantamos”. Debo reconocer que se me ponían los pelos de punta al pensar en lo que estábamos consiguiendo. Sigo pensando que es nuestro público, ya que nuestras letras pueden llegar mejor al público de habla hispana, hacemos letras que hacen pensar y en las que cualquier persona se puede sentir identificada, por eso sigo pensando que no tendría sentido cantar en otro idioma.
– Para esta segunda obra habéis grabado junto a Carlos Santos en Sadman. ¿Cómo ha sido la experiencia y qué me podéis decir de su labor? De primeras ya se nota su mano en la producción… no sé qué tendrá, pero tanto grupos de larga trayectoria como más nuevos deciden grabar con él.
– Carlos tiene el Metal en las venas, tiene una capacidad asombrosa para entenderlo todo y por eso es tan fácil grabar con él… Bueno, fácil no te creas… Es muy exigente y no te pasa ni una, por eso sus discos suenan perfectos. Esa es la razón por la que queríamos grabar con él, para esta ocasión no nos podíamos permitir una producción mediocre, hemos conseguido muchas cosas como grupo y este disco tenía que sonar brutal. Volvería a grabar con él el próximo disco. Además el sonido de guitarras es muy propio, grabamos con el 5150 mío y Jorge se llevó el Mesa Boogie Roadster con el que grabó, así que seguimos teniendo en directo el sonido del disco.
– Comparado con ‘Génesis’, ¿el mayor cambio ha sido el sonido?
– En absoluto, creo que la composición de los temas ha evolucionado mucho. Son mucho más complejos por la experiencia adquirida durante este tiempo. Han sido muchos conciertos y muchas vivencias juntos, y eso se nota en el disco. Es un disco más contundente, más complejo, sigue teniendo ese halo de oscuridad pero las letras son más esperanzadoras, más conceptuales… hay mucho trabajo detrás de estos temas y sobre todo son un reflejo de lo que hemos vivido: alegría, rabia, decepciones…
– Además, muchas veces “el pack” (por llamarlo de alguna manera) hace que la masterización corra a cargo de Mika Jussila, que últimamente hace a muchos grupos españoles. ¿Qué pensáis que ha aportado al producto final?
– Le aportó el toque final. Las mezclas de Carlos ya sonaban mejor que nuestro anterior disco y la masterización de Mika Jussila hizo que todo estuviera en su sitio, bien definido y con una claridad asombrosa. Se notó mucho el cambio entre la mezcla y el resultado final. Desde el principio fue la persona en la que pensábamos para la masterización, aunque una vez en estudio consultamos a Carlos cual era la mejor opción para el sonido que buscábamos, y Mika Jussila fue la respuesta. Estamos muy contentos con el resultado.
– Aquí habéis optado por sólo ocho temas. Un par de ellos bajan de los cinco minutos pero en general son composiciones más elaboradas. ¿Estas son todas las canciones que teníais preparadas para esta obra? ¿Preferíais incluir las justas y necesarias para que no hubiera relleno?
– Si, estos eran los ocho temas sobre los que estuvimos trabajando. Preferimos trabajar sobre estos temas y que quedaran de puta madre a seguir trabajando sobre otras ideas y por añadir un tema más no quedaran bien. Pienso que más vale un buen disco de 43 minutos con ocho buenos temas de los que no eliminarías ninguno, como los buenos discos de los 70’, a hacer uno de 50 minutos con canciones de relleno. Tenemos más ideas para canciones, pero es mejor elaborarlos poco a poco y sacarlos en su punto… Ya estamos empezando a crear cosas para un tercer disco.
– Con las primeras escuchas hay un nombre que me viene a la mente en la parte musical: MEGADETH en la década de los 90, cuando dejaron un poco de lado su velocidad para centrarse en otras cosas en sus composiciones. ¿Son una influencia? ¿Cuáles habéis tenido de cara a crear este álbum?
– Si, MEGADETH ha sido siempre una influencia para mí sobre todo del ‘Countdown to Extinction’ y del ‘Youthanasia’, pero no deja de ser una más. Siempre he tenido muy dentro la contundencia de RAMMSTEIN, la energía de METALLICA, la oscuridad de MARILYN MANSON, el buen hacer de DREAM THEATER o la caña de CHILDREN OF BODOM o ARCH ENEMY… O sin duda la música de bandas españolas como HAMLET, HÉROES DEL SILENCIO o SOBER… Y de mis compañeros se pueden añadir grupos como IRON MAIDEN, SARATOGA, IN FLAMES, PARADISE LOST… Es algo que está ahí y de una forma u otra sale en los temas, supongo que es inevitable, aunque siempre hemos tenido un afán por no parecernos a nadie; es algo que personalmente odio y me hace evolucionar y buscar una personalidad propia.
– Por ejemplo, lo noto en detalles como el doble bombo de ‘En el fin del Mundo’ ‘La Huida’, y otros, que no tiene que sonar a mil revoluciones para aportar algo. Y de hecho la batería tiene bastante peso en muchos temas. ¿Estás de acuerdo?
– Sí, estoy de acuerdo. En esta ocasión queríamos una batería atronadora, en la que el doble bombo hiciera temblar el suelo, es una de las cosas que más rabia nos dieron del primer disco, que ni sonaba. Hemos analizado muchos discos desde entonces para pensar como queríamos que sonara ‘Éxodo’ en la grabación y la parte rítmica era un punto muy importante. Estamos muy contentos con el resultado y con el trabajo de Javi a las baquetas. Nos encontramos muy a gusto con los medios tiempos y ahí la batería es primordial.
– Además habéis hecho algunas canciones más oscuras. No hay más que ver el título de ‘Oscuridad’; tanto esa como ‘Un Nuevo Amanecer’ son posiblemente de atmósfera más distinta, quizá un poco más en el estilo del primer álbum.
– Ese lado más oscuro es una seña de identidad del grupo y creo que siempre estará con nosotros. Son dos temas que me encanta tocar en directo ya no sólo por la oscuridad que transmiten, si no por la energía que nos dan. Es cierto que el primer disco era bastante oscuro, tenía temas lentos y en este se sigue notando esa faceta nuestra, aunque con más rabia y contundencia. Sin duda es un disco más para directo.
– Desconociendo el dato, pero viendo los títulos y leyendo las letras… supongo que se trata de un disco conceptual. ¿De dónde surge toda la historia para darlo forma?
– En esta ocasión quise reflejar en todos los aspectos del disco todo lo que estamos viviendo nosotros mismos, no sólo en las letras, sino en la portada y el título del disco. Estamos en un momento en el que la banda camina sola siguiendo su propio camino, escribiendo nuestra propia historia, luchando por llegar a lo más alto, buscando nuevos horizontes, y huyendo de ataduras y de todo aquello que no nos pueda dejar de ser nosotros mismos. Quizás por eso sea un disco más auténtico y natural. En el anterior eran experiencias vividas durante bastantes años y quizás por eso no tengan tanta homogeneidad como en este disco, aunque también tenían mucha relación con el concepto de portada. Nos gusta que todo tenga relación en el disco. Que no nos hagan una portada que quede de puta madre y punto, todo tiene una razón dentro de NECROBERUS.
– Una cosa que me ha gustado mucho es la chispa que aporta el interludio de guitarra acústica en ‘Días Inciertos’. ¿Esos detalles están pensados antes de entrar al estudio o surgieron sobre la marcha?
– Esa guitarra acústica se me ocurrió en el local unos meses antes de entrar a estudio. ‘Días Inciertos’ es un tema de Jorge y Pablo, pero siempre todos intentamos aportar algo nuestro y en esa ocasión pensé que era lo más apropiado para el tema. Personalmente es algo que también me encanta, como el estribillo que prácticamente lo hice en la grabación, con lo que tiene ese punto de improvisación. Hay detalles de algunos temas que surgieron en el estudio de grabación y que han quedado muy bien, siempre es bueno que alguien de fuera escuche nuestros temas y nos diga: “Ey, ahí quedaría bien esto…” Ya es cosa nuestra decir si aceptamos o no.
– Cerrando el disco se encuentra el tema que lo da título y que se desmarca un poco de las demás, empezando por la intro de piano y ese ritmo en constante in-crescendo. ¿Cómo fue su concepción y qué me puedes decir de ella?
– Quería hacer otro tema en la onda de ‘Luna callada’ del primer disco. Quizás me quedé con la espina clavada de que un tema tan bueno como ese no quedara bien reflejado en la grabación y como siempre estoy incordiando con la guitarra acústica empecé a crear el punteo del piano y la progresión de acordes de ‘Éxodo’. Este tipo de temas me recuerda a los temas largos de los 70’ tipo LED ZEPPELIN, y da mucho juego para crear buenas sensaciones. Sé que se desmarca del resto del disco, pero me parecía un buen final. Para darle otro toque le dije a Jorge que tocara en piano la intro, le pasé las partituras y él hizo todos los arreglos. Para el solo elegí algo más bluesero, ya que me lo pedía el tema. Aún recuerdo el día que grabé la acústica y mientras lo tocaba en la cabina, cerré los ojos y me dejé llevar por todo lo que me transmite ese tema. Como curiosidad, la letra habla de nosotros, de la banda, de lo que hemos vivido y estamos viviendo. De hecho la terminé nada más llegar de México por lo que es un tema muy especial. Cuando recibimos el máster fue el tema que más veces escuché del disco.
– Volviendo al tema tratado al principio, supongo que la idea de volver a México ya está en vuestras cabezas, ¿no es así? ¿Esperáis ampliar horizontes más allá?
– Sin duda alguna. El disco ha sido editado allí a través de Carpe Diem Records y se está moviendo todo con más alcance que con el primero. A la gente le está gustando mucho los nuevos temas. Se nota que la banda está consiguiendo cosas importantes en México y que poco a poco está aumentando a otros países como El Salvador, Honduras, Venezuela, Perú… Nuestra intención es volver próximamente a México y esperar que la banda siga creciendo en otros países para poder organizar más giras.
– Y de fechas por aquí, ¿cómo andáis?
– Aquí nos lo tomamos con calma, la situación no es buena y el público no acude mucho a los conciertos. Aún así queremos girar por casi toda España, pero sin ir a lo loco. En cuanto a festivales, la cosa sigue igual, es complicado entrar aunque han contado con nosotros para el próximo Lechurock (Loeches-Madrid) junto a Barón Rojo.
- 2 de junio – Alcalá de Guadaira – Sevilla – Sala Underground + Struendo
- 9 de junio – San Fernando – Cádiz – Sala El Refugio del Rock
- 16 de junio – Madrid – Sala Audio Rock + Dark Mind + Demon
- 1 de septiembre – Loeches – Madrid – Festival Lechurock + Barón Rojo + Unsouled + Matadero
– En la otra entrevista me hablabais de algunas bandas de Guadalajara, haciendo ver que cada vez hay más grupos en la provincia. Pero me asalta una duda al respecto: el estar al lado de Madrid ¿es algo que favorece, o que perjudica?
– Yo creo que favorece, ya que la cercanía a Madrid nos da la posibilidad de hacer todos los conciertos que queramos en la capital con la posibilidad de volver a casa nada más acabar el concierto, con lo que nos quitamos muchos costes. También nos ayuda por el hecho de estar más cerca de los medios de comunicación que hay en Madrid.
– Para cerrar la entrevista, si para empezar tuvisteis ‘Génesis’ y ahora un ‘Éxodo’… ¿qué será lo próximo, el Levítico? Por eso de seguir la trayectoria bíblica…
– (risas) Nooo, ¡¡¡es un nombre horrible para un disco!!! Pero si es más que probable que sigamos con esa trayectoria bíblica. El tema de la religión es algo que aparece en casi todas las letras, y aunque estemos en contra de toda religión, por su capacidad de anular o sugestionar las mentes, nos gusta utilizar esos elementos y de cierto modo, escribir nuestra biblia particular.
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