MIKE TERRANA
Venerado como uno de los baterías con más potencia del tan florido mundo de los instrumentistas metálicos, Mike Terrana es todo un personaje. Sergi Ramos lo recoge a la salida de los camerinos de la sala Razzmatazz en una tarde de noviembre y se lo lleva a comer a un céntrico bar de Barcelona para sacarle todo lo posible sobre su carrera, su técnica, y sus planes de futuro.
T.M.C.: ¿Qué ocurrió en 1960 a parte de tu nacimiento?
Mike Terrana: (Risas) Bien…no puedo recordar demasiado, porque era un bebé. Creo que los años 60 fueron una buena época, definitivamente. Cuando tenía entre cinco y seis años comencé a escuchar música, y en esos años comenzó a salir muy buena música: el rock n’ roll, Elvis, el material de las big bands, Sinatra… mis padres escuchaban todo eso. Creo que fue una buena época en la que crecer. De todas formas no soy muy consciente de mi infancia hasta los 6 o 7 años.
T.M.C.: ¿Cómo era América en aquellos años?
M.T.: América en aquellos tiempos venía a ser como Europa en la actualidad. Esa es la razón por la que me terminé por mudar a Europa. En los 60 y 70 hubo muy buena música en los States, la mentalidad social era mucho mas abierta… actualmente, únicamente se trata de ser cool. De hacer lo que te dice la televisión. En aquellos años, la actitud era mucho más individualista y puedes escucharlo en la música y en las letras.
Cuando vine a Europa, me mudé a Holanda originalmente. Y al llegar me dio la impresión de que era como un deja-vu de Estados Unidos en los años 60 y 70. Una mentalidad muy abierta y más despreocupada. Durante los años 80 y 90, las cosas cambiaron en América y no me gustó, la verdad. Hace poco volví a USA, hace tres meses, y no me ha gustado. Todo el mundo está nervioso, imagino que por la amenaza terrorista.
T.M.C.: ¿Acabaste tus estudios básicos?
M.T.: Acabé el colegio y estuve yendo al instituto, pero no lo encontraba interesante. Creo que está bien estudiar, es necesario tener una educación amplia, pero siempre estaba centrado en tocar la batería. Cuando era mas joven siempre hacía todo tipo de deportes pero jamás dejaba de tocar la batería. Alrededor de los dieciséis años pensé por mi cuenta que debía ser un batería profesional, pero no se lo dije a nadie. Sabía que mi familia no lo iba a entender. No era algo normal, especialmente en el año 1976. Los músicos eran drogadictos y hippies y estaban mal considerados. Seguí en mis trece y lo conseguí. Si tuviera que volver a repetirlo, sería doloroso. No querría volver a pasar por esa época.
T.M.C.: Y formaste Zillion.
M.T.: Estuve tocando en una buena cantidad de bandas de rock locales, y cuando tenía unos veinte años, conseguí montar junto a unos amigos una banda llamada Zillion en New York. De hecho, la banda consiguió crecer relativamente rápido. Conseguimos un contrato discográfico, tuvimos algo de presencia en la radio de la época, y pudimos ganar una competición de bandas de Heavy Metal en New York. Los ganadores se llevaban algo de dinero, platos, cuerdas de guitarra y esas cosas. Con el dinero, grabamos una demo, y esa demo comenzó a sonar los sábados por la noche en el show “Metal Shop” de Carol Russo. Hicimos algunos shows, y más de mil chicos venían a vernos.
T.M.C.: Eran otros tiempos…Ahora Rage toca para ochocientas personas como mucho y es una banda con una carrera de mas de veinte años.
M.T.: Cierto…pero para una banda que no tenía ni un contrato discográfico, el salir en la radio y que la gente nos escuchara era algo muy serio.
T.M.C.: ¿Qué ocurrió con la banda entonces?
M.T.: Tocamos durante tres años y medio. Estuvimos mucho en la carretera, especialmente en Canadá. Tocábamos en bares, clubs y todo tipo de locales. Solíamos hacer versiones de Dio, Judas Priest y los grupos habituales de entonces, pero también teníamos nuestro propio repertorio. Cada vez se estaba volviendo más difícil sobrevivir en la carretera, y en cierto momento, el guitarrista se marchó, yo me frustré, me invitaron a entrar en una banda de Toronto (Canadá) llamada Hannover Fist y entre a tocar con ellos.
Hannover Fist estaban a punto de hacer una gira nacional por Estados Unidos como teloneros de Saxon. En ese momento tenía veinticuatro años y era mi primera experiencia “seria” en el negocio. Hice una audición con la banda, conseguí el puesto, cobraba bien cada semana, giraba por todo el país…eso fue el primer paso. Recuerdo que estaba realmente excitado acerca de meterme en un autocar de gira. Era un sueño hecho realidad.
T.M.C.: Posteriormente tuviste una colaboración bastante prolongada con Tony McAlpine. ¿Cómo fue tu época tocando con él? Has estado tocando con Yngwie Malmsteen, el cual es percibido por mucha gente como un Dios de la guitarra. McAlpine es igualmente considerado como un guitarrista extraordinario. ¿Cómo fue tu experiencia con él en comparación con la que tuviste con Yngwie?
M.T.: Muy diferente. Trabajando con Tony…el me daba las demos de los temas y me decía “toca lo que quieras”. Cuando trabajas con Yngwie, él lo controla todo y te dice lo que has de tocar. De esa manera, todo se vuelve muy aburrido en el lado creativo. Súbitamente, es como si la música dejara de tener alma. Con Tony, podía respirar música y creatividad durante el proceso de grabación. Pero con Yngwie fue como trabajar con un dictador. Y no es divertido trabajar con dictadores.
T.M.C.: La gente te percibe como esa gran bestia tras la batería…
M.T.: La bestia se queda sobre el escenario. Cuando estoy en casa, soy muy tranquilo, una persona muy relajada que disfruta de un buen libro y de la soledad o de dedicarse a cocinar. Me gusta la compañía de otra gente, pero no hago las locuras que puede parecer que estoy dispuesto a hacer cuando alguien me ve sobre el escenario. No se siquiera como mi estilo acabo siendo tan exagerado tras la batería. Me imagino que fue algo que fue evolucionando con el tiempo. Cuando era joven no podía tocar como ahora bajo ningún concepto.
Estoy loco en algún sentido. Todos lo estamos. Pero no soy una persona destructiva. La gente me percibe como un personaje enorme en escena, pero cuando me ven cara a cara me dicen ‘ah, pues no eres tan grande’ (risas). En el escenario todo el mundo cree que mides dos metros (risas).
T.M.C.: Debes prepararte de manera muy sólida para mantenerte en forma de manera que puedas tocar de la manera que lo haces.
M.T.: Por la mañana trabajo con pesas. Tengo dos rutinas básicas: un mes levanto pesas de más kilos, con menos repeticiones, para crear músculo y hacerme más fuerte y al mes siguiente práctico con menos peso y más repeticiones para definir el músculo y ganar en resistencia. Si repites mucho un ejercicio, el cuerpo se acostumbra y no evolucionas muscularmente, especialmente a la edad que tengo ahora. Tengo 43 años. A esta edad, la fluctuación de hormonas cambia, y los niveles testosterona bajan. Ahora, simplemente, intento mantener todo lo que he conseguido en años anteriores (risas). Lo que hago muy a menudo es correr. Correr te proporciona mucha resistencia cardiovascular y ayuda mucho a tocar la batería. Además de todo eso, practico con la batería de manera habitual y por eso la gente no entiende como puedo hacer semejantes locuras tras el kit. Cuando corres quince kilómetros, la experiencia es tan dolorosa…a veces me cuesta mucho acabar. Comparado con eso, tocar la batería durante dos horas no es tan duro. Es mas duro correr esos quince kilómetros.
T.M.C.: ¿Haces los quince kilómetros seguidos? ¿Sin ningún tipo de pausa?
M.T.: No, de golpe. Tengo un método de entrenamiento muy militarizado, tengo una auto-disciplina muy desarrollada.
T.M.C.: Siempre he visto la labor de los mercenarios como la de un hombre infiel que tiene una relación estable que le alimenta sentimentalmente pero que va teniendo aventuras con todo el que le gusta. Tu “relación” principal es Rage, pero tienes un montón de proyectos y trabajo de sesión.
M.T.: Tengo mucha suerte de tener una banda como Rage, porque he sido un mercenario prácticamente desde que comencé a tocar la batería. Siempre he estado en un montón de bandas, y todo el mundo me consideraba una “puta” entre los baterías. Pero no era el caso. Simplemente me gusta tocar música, y ganarme la vida con ello. Nunca tuve la suerte de entrar en Metallica y crecer con ellos, así que me he de ganar la vida como puedo. Lo bueno es que ahora puedo estar en Rage y tener una estabilidad y una unidad, pero puedo mantener mi trabajo en varios proyectos como músico de sesión, aunque Rage es la prioridad. Estar en la banda tiene su lado bueno: puedo dar ideas sobre la portada, la composición y muchas otras cosas. Está bien, nunca había hecho eso. Siempre era en plan “toca y vete a tomar por culo”.
T.M.C.: ¿Crees que Lars Ratz de Metalium utilizó tu nombre para hacer crecer inicialmente a su propia banda?
M.T.: En esa banda, comencé pensando que iba a ser un miembro permanente. Ayudé mucho en la composición, en el concepto y los arreglos. Hice muchas partes de narración en el disco, y al final, lo que sucedía es que Lars no me quería dar crédito por mi trabajo en el disco. Me pareció extraño. Las cosas se fueron yendo a pique progresivamente y el comenzó a dirigir la banda dictatorialmente. Pensé para mí mismo que lo más probable es que no pudiera trabajar con esa persona. No quiero hablar mal de él. Soy un profesional, y me marché como profesional. Me marché porque no estaba recibiendo el respeto que creo que requiere el trabajar con otra gente. No soy alguien arrogante y no abuso de la confianza de la gente. Intenté encontrar un terreno común para trabajar con esa persona, pero si no quería, yo no estaba dispuesto a seguir el juego. No soy un chiquillo. Soy una persona madura. El resto de gente que quedó en la banda eran más jóvenes y acogían bien las órdenes. Como resultado, la banda esta vendiendo cada vez menos.
El primer disco, “Millenium Metal”, estaba muy bien y podría haber llegado muy lejos, pero creo que de la manera en que trató a la gente, como yo o Chris Caffery (Savatage) no podía salir bien. Es una pena. Me gustaba el disco y puse mucho esfuerzo en él. Creo que cuando comenzó a hablar mal de mí en las entrevistas fue un intento barato de arrastrar mi nombre por el fango, un nombre que he ido construyendo durante treinta años. He estado haciendo cosas en este negocio durante bastante más años que él. Por eso la gente me conoce más a mí que a él. No sé que decirte, creo que cometió un gran jodido error conmigo.
Al principio me afectó y me ponía nervioso que hablara mal de mí. Pero luego pensé que el tiempo lo pondría en su lugar. ¿Pero sabes qué? Yo soy una persona de verdad. Yo subo al escenario y toco mirando a los ojos de la gente. El tiene el problema que mucha gente en el Heavy Metal tiene. Tocan para su ego. Están en el escenario pensando ‘soy el mejor, mira, estoy en el escenario, ¿no desearías estar en mi piel?’ (Risas). Y una mierda. Cuando tocó, le doy las gracias a la gente por mirarme. Es otra razón por la que no me gusta tocar con Yngwie Malmsteen. Él mira por encima del hombro a todo el mundo. Yo no miro por encima del hombro a nadie.
T.M.C.: ¿Qué hay acerca de Peavey? Se supone que es el líder indiscutible de Rage pero antes me hablabas de que tú y Victor tenéis mucho a decir sobre las portadas, composición, y demás…
M.T.: Está claro que él lleva veinte años en la banda, pero ahora todo funciona de manera que los tres llevamos adelante la banda con respeto mutuo. El no quiere ser el único lider de la banda, eso le proporciona mucho stress. Ahora compartimos la presión cuando la hay y, créeme, es mucho mejor que no una persona tome la decisión y los otros dos le echen las culpas de tomar la decisión menos acertada. Ahora, cuando la cagamos en algo, nos miramos los unos a los otros y decimos ‘um…la hemos cagado, somos gilipollas’.
Volviendo a lo de antes, no entiendo porque Lars necesitaba hablar mal de mí en las revistas y decir que tenía problemas mentales.
T.M.C.: Yo puse esas declaraciones en el antiguo fanzine que hacía. Alguien te lo dio en una firma de discos en una tienda y te volviste loco al leer las declaraciones de Lars.
M.T.: Cierto, recuerdo que Peavey me enseñó la revista y me volví loco. ¿Sabes qué? No lo encontré adecuado por su parte. Pero es igual, ya no importa.
T.M.C.: Me sorprendió bastante que escucharas a la Mahavishnu Orchestra y jazz y fusión… ¿qué hay acerca de eso?
M.T.: Cuando era mas joven escuchaba mucha fusión. Banda como Weather Report, Passport, Al DiMeola…
T.M.C.: ¿Conoces Colosseum?
M.T.: Por supuesto, la banda de John Hiseman y Gary Moore. Era genial. En los 70 había montones de gente yendo a ver en directo a estas bandas. Es un estilo que me encanta, pero es difícil hacer algo rentable. Intenté venir a España con mi banda de fusión, Taboo Voodoo, pero no fue posible. Pierre Sabbag nos intentó traer a tocar, el promotor, pero no se que ocurrió al final. Imagino que volveremos a intentarlo como teloneros de alguna banda en vez de intentarlo como cabezas de cartel. La gente conoce a Mike Terrana pero Taboo Voodoo no le suena de nada, así que es comprensible.
Sigo haciendo clinics de batería de todas maneras. Hace poco hice un clinic en Moscú para dos mil personas y se grabó en directo, así que lo editaré en breve. Quiero hacer un disco de swing!
T.M.C.: En los solos utilizas muchos elementos tribales. Incluso en el solo que hacías en el Dvd de Axel Rudi Pell intentabas hacer algo de jazz cantando mientras tocabas.
M.T.: Tienes razón. Estoy muy metido en Frank Sinatra, Sammy Davies Jr…. todo lo que es secciones de viento, el material de las big bands…me encanta. De pequeño veía muchas bandas de swing en mi ciudad. En mí solo de batería, intento mostrar los diferentes estilos que me gustan: utilizo reggae, utilizo elementos africanos, elementos cubanos…puedes aplicar todo ello al Heavy Metal. Has de hacerlo. Quizá por eso destaco para el público español como batería.
T.M.C.: ¿Cómo ha cambiado tu kit durante todos estos años? Ahora es bastante complejo. LA parte frontal de los bombos esta elevada y lo tienes todo montado en una plataforma movil.
M.T.: Lo tengo todo montado en una plataforma porque al ser una banda telonera es más fácil desmontar la batería fuera del escenario. El kit ha cambiado mucho a lo largo de los años, a medida que he ido mejorando mi vocabulario de la percusión y he ido aprendiendo diferentes conceptos. Ahora se exactamente lo que quiero porque conozco mi instrumento a la perfección. El kit actualmente es un monstruo muy interesante, pero lo utilizo completamente. Necesito todas las partes que ves en él.
T.M.C.: ¿Qué trabajo de sesión vas a hacer en el futuro?
M.T.: Lo siguiente que haré será un Dvd con Rage, y luego un disco acústico con ellos probablemente, al estilo de lo que hacíamos con la Lingua Motis Orchestra. También grabaré el disco homenaje a Bach de Victor Smolski, con una orquesta. He de leer toda la música y es bastante complicado. También he puesto en marcha otra banda de rock un poco mas moderno, llamada Zillion, como la primera banda que tuve. La banda no tiene contrato aún, pero está bastante bien. Tengo que hacer un disco de swing, un disco con Taboo Voodoo, y algunos conciertos con ellos por Moscú y Holanda. Giraré con Axel Rudi Pell y en el otoño de 2004 haré una gira europea con Rage con bastante componente acústico para celebrar el vigésimo aniversario de la banda.
T.M.C.: ¿Cómo construyes un solo de batería?
M.T.: Lo suelo cambiar bastante a menudo. Utilizo una estructura básica, es mas o menos como una canción, con puntos álgidos y puntos más tranquilos. El solo que hago actualmente viene a durar unos cuatro minutos y tiene bastantes partes diferentes.
El solo va evolucionando con el tiempo. Comencé a hacer solos en los clubs cuando era joven, pero entonces no sabía que estaba haciendo, simplemente iba tocando. Luego fui encontrando partes que estaban bien y las fui incorporando a mi solo y desarrollándolas. Actualmente puedo hacer un solo de quince minutos sin ningún problema!
T.M.C.: Uno de mis solos favoritos es el de Neil Peart, es sencillamente impresionante.
M.T.: El mió también. Me influenció mucho el solo que Peart hizo en el primer disco en directo de Rush, “All The World’s a Stage”. Salió en 1976. Esa fue la primera ocasión en que escuché a Neil Peart y he aprendido y robado mucho de él en todos estos años. Ha sido una de mis principales influencias a la hora de crear solos, junto a Cozy Powell, Tommy Aldridge, John Bonham y Ginger Baker.
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