Tras la edición de su disco homónimo, la banda se ha embarcado en una exitosa gira que recaló en España a finales de septiembre ante audiencias extasiadas en recintos llenos. ¿Como le sienta todo esto a Mike Portnoy, capitán de tantos barcos? Sergi Ramos se lo pregunta por teléfono mientras el gran baterista se encuentra en Suiza.

Han firmado el que posiblemente sea el disco de rock del año. Ahora que BLACK COUNTRY COMMUNION parecen destinados al olvido tras la ruptura entre sus miembros más importantes, THE WINERY DOGS son el único supergrupo capaz de devolver la esperanza a un mundo, el del rock, falto de estímulos y de discos con canciones que vayan más allá del mero relleno. Tras la edición de su disco homónimo, la banda se ha embarcado en una exitosa gira que recaló en España a finales de septiembre ante audiencias extasiadas en recintos llenos. ¿Como le sienta todo esto a Mike Portnoy, capitán de tantos barcos? Sergi Ramos se lo pregunta por teléfono mientras el gran baterista se encuentra en Suiza.

¿Por donde andas Mike? ¿En Suiza no? ¿Qué tal está yendo la gira?

“Esta siendo alucinante, la verdad. Comenzamos en Japón, pasamos a América y ahora estamos en Europa. La mayoría de shows están agotando entradas, así que está siendo una gira muy positiva”.

Imagino que ha sido un respiro, tras los problemas en los últimos años, encontrar una banda con la que escalar de nuevo hasta una posición muy buena. Tres años después de la salida de DREAM THEATER ¿Estás feliz de ver que las cosas tienen cara y ojos de nuevo?

“Sabía, cuando hice el cambio hace tres años, que me tenía que preparar para cosas que no son fáciles. Iba a tener que hacer sacrificios, desde el principio, y construir las cosas desde abajo. Lo hice y poco a poco, esta dando sus resultados. Disfruto haciendo distintas cosas, como FLYING COLOURS, ADRENALINE MOB, TRANSATLANTIC o THE WINERY DOGS. Cada banda es distinta a las demás, y eso me ayuda a poder estar equilibrado. THE WINERY DOGS, en concreto, tiene el aspecto de una banda que podría durar y mantenerse en pie a lo largo del tiempo, así que estamos trabajando en nutrir esto y hacerlo grande”.

Cualquier que siga tu música sabe que no eres solo un metalero, sino que tratas muchos estilos musicales distintos. Me sorprende la cantidad de funk que hay en THE WINERY DOGS. ¿Mirabais hacia un periodo concreto de la música rock cuando pusisteis la banda en marcha?

“No había una dirección o estilo predeterminado cuando pusimos en marcha la banda. La banda se puso en marcha porque quería trabajar con Billy y Richie, dejando de lado el estilo o la dirección. El talento involucrado era lo importante, el unir las tres cabezas para ver qué salía de ahí. Lo que salió fue natural.”

El asunto de los supergrupos es siempre curioso: muchos aparecen, hacen un gran disco, y no aguantan ni un año juntos. Por otra parte, la percepción del público en sí, hace que nadie los tome en serio como bandas con un futuro por delante. ¿Crees que THE WINERY DOGS tienen futuro como banda? ¿Piensas que la gente lo ve como un proyecto temporal y nada más?

“Bueno…tenemos que decirlo en prácticamente cada entrevista. La gente suele decir que los supergrupos no duran. Todo lo que podemos hacer es seguir haciendo lo que nos gusta, seguir tocando la música que tocamos y seguir intentando que esto sea una banda de verdad. Queremos ver hasta donde llegamos en el futuro, pero no podemos preverlo. De momento, tan solo podemos intentar ser la mejor banda que podamos ser.”

¿Donde situarías el inicio de THE WINERY DOGS? ¿Quien hizo la primera llamada? Por así decirlo.

“La primera vez que los tres quedamos fue en enero de 2012. Quedamos en casa de Richie y estuvimos tres días componiendo. En el primer día habíamos hecho cuatro cinco canciones. En el segundo día, teníamos un par más. Tras un par de sesiones más como esa, vimos que podíamos funcionar como banda. A lo largo de 2012 grabamos el disco y ahora, un año después, aquí estamos en la carretera”.

¿Hubo interés inicial por parte de alguna discográfica o agencia de contratación en unir vuestros tres nombres y eso motivó el inició del grupo?

“No hubo nada de eso. Nadie estuvo involucrado hasta que el disco estuvo finalizado. Fue entonces cuando buscamos un manager, un agente y una discográfica. Todo eso vino después. La música y las personalidades vinieron en primer lugar. Si eso no hubiera funcionado, seguramente no habríamos seguido adelante”.

Acabas de mencionar algo que es importante: las personalidades. Los tres venís de bandas que han funcionado a gran nivel y los tres tenéis las cosas muy claras. Eso te puede convertir en un gilipollas megalomaníaco o puede darte una buena perspectiva de como hacer las cosas para que funcionen. ¿Hubo que sentarse a tratar el tema de los egos en algún momento? ¿Te preocupaba la adaptación entre vosotros?

“Es un ajuste que todos tenemos que hacer. Yo estoy acostumbrado, porque llevo mucho tiempo tocando en bandas donde hay múltiples personas de múltiples bandas. En TRANSATLANTIC es así, en FLYING COLOURS también, en ADRENALINE MOB también… Estoy acostumbrado a ello. Yo tanteo la situación y las personalidades y me adapto lo mejor que puedo para trabajar lo mejor posible. La gente encuentra su lugar y la química aparece. Quizá Richie es el que menos acostumbrado estaba, porque lleva mucho tiempo trabajando como artista en solitario y se ha tenido que adaptar a tratar con otros músicos que tienen opiniones y una voz dentro de la banda. Pero eso pasa en cualquier banda, sea nueva o establecida. El compromiso es la clave”.

¿Los tres componéis y compartís los ingresos de manera acorde? El principal problema en las bandas suele ser precisamente ese: la distribución del dinero y los royalties y los derechos de publishing.

“Desde el principio decidimos que todo debía ser igual a tres bandas. Todos componemos. En ocasiones alguien aporta más a una canción que los demás, pero no importa, se reparte entre tres igualmente. A veces alguien compone más, pero otro atrae más a los fans. Al final, todo interesa a la banda. La mejor manera de tener a todo el mundo feliz y mantener las cosas equilibradas es equilibrar la parte económica.”

Tu eres el miembro más mediático de la banda. De hecho, siempre lo fuiste en DREAM THEATER también. Richie es más discreto y Billy es muy conocido, pero tu eres el más reconocido entre el público hoy en día. ¿Se decidió que tu ibas a ocuparte en mayor medida de la prensa y las relaciones públicas cuando pusisteis la banda en marcha?

“Todo el mundo en esta banda tiene su sitio y cada persona tiene sus puntos fuertes y necesita su espacio. Billy y Richie se dieron cuenta de que yo tengo ciertas características que son ventajas, del mismo modo que ellos tienen las suyas. Cada uno ha ido aprendiendo cuales son los puntos fuertes y flacos de los demás. Me gusta, no obstante, no ser el único que hace entrevistas. Ellos dos también hacen muchas y me siento cómodo con lo que dicen y con cómo lo dicen. Intentamos ser considerados unos con otros y respetuosos, ante todo”.

Tu carácter abierto y receptivo con los fans y la prensa provoca que la gente tenga ciertas expectativas de como debes ser cuando te conocen en persona. En ocasiones tienes un mal día, estás enfermo o necesitas hacer tus necesidades y no tienes donde mientras estás de gira. ¿Te molesta ser “Mike Portnoy, personaje público” todo el tiempo y tener que ser lo que la gente espera después de ver un DVD donde apareces?

“No es solo algo que me pase a mi. Cuando estás en este negocio, seas un músico o un actor, parte del negocio es acostumbrarte a estar alrededor de la gente. Es importante que los fans se sientan cómodos a mi lado. Pero no importa cuanto tiempo dedique, siempre habrá alguna ocasión en la que estaré enfermo, o cansado o necesito soledad y la gente debe respetarlo. Este es mi trabajo y es con lo que me gano la vida. Pero no soy tan diferente de un doctor que a veces tan solo quiere hacer su trabajo y ya está, porque no tiene el mejor día. Intento ser lo mejor que puedo y ser majo con los fans. Es complicado en la era de internet, donde todos tus movimientos son escrutados continuamente. Cada vez es más complicado tener privacidad. Pero vaya, no me quejo. Estoy muy agradecido por la vida que tengo. Al final todo es en mi propio beneficio”.

En los últimos discos que grabaste con DREAM THEATER, la música se estaba volviendo cada vez más dura e inaccesible, más agresiva. Con THE WINERY DOGS has hecho un giro de 180 grados. Es música para evadirte y disfrutar, música con la que uno puede salir a correr o mover los pies mientras espera el tren. ¿Te cansaste de las tesituras agresivas que tomaba la música de tu antigua banda? ¿Ha habido algún cambio en tu mentalidad en los últimos tres años que ha afectado a tu manera de hacer música?

“Bueno…hace cuestión de un par de años, al final de lo de DREAM THEATER, todo se volvió rutinario. Cada dos años componíamos, grabábamos, girábamos, componíamos, grabábamos, girábamos. Tocábamos en los mismos recintos, en la misma época del año, con la misma gente, en el mismo camerino…llegó un momento en el cual no hacíamos las cosas por disfrute o por pasión. Parecía que debíamos hacerlo, por obligación. Yo me hice músico porque quería sentir inspiración, quería la excitación de tocar música, de girar, de tocar para la gente. Necesitaba cambiar de perspectiva y volver a sentir todo eso de nuevo. Todo lo que he hecho en los últimos dos años ha ido enfocado a ese fin. Estoy haciendo cosas que me inspiran y me llenan. Salgo de gira con gente que disfruta con lo que hace. En el caso de los WINERY DOGS en particular, estamos muy excitados con todo lo que está pasando alrededor de la banda. Con el resto de bandas, pasa lo mismo. En TRANSATLANTIC todo el mundo es muy positivo y la experiencia es enriquecedora. Esto es lo que necesito en este momento de mi vida: trabajar con gente que me inspire y sean una influencia positiva”.

Me fijo en que cuando se anuncia tu participación en cualquier banda, en los materiales oficiales (carteles, anuncios, etc) no suele aparecer el nombre de DREAM THEATER, algo que sería bastante lógico que sucediera (“Mike Portnoy, ex-DREAM THEATER”). ¿Llegaste a algún compromiso legal con los restantes miembros de la banda que no te permite usar el nombre comercialmente?

“La verdad es que la mayoría de revistas, anuncios y demás usan las bandas en las que he estado como reclamo. Personalmente, no me gusta remarcar en qué bandas he estado. He estado en tantas bandas y proyectos que sería ridículo comenzar a nombrarlas. Por otra parte, todas esas bandas son parte de mi identidad, pero me gusta que se me reconozca por quien soy. Llevo veinticinco años tocando y quiero pensar que mi nombre es suficiente. No quiero que se me asocie solo con una banda. Llegas a un punto en tu vida en el que quieres ser un individuo, no parte de una entidad. Obviamente, DREAM THEATER siempre van a ser una parte gigante de mi vida y de mi legado pero prefiero ser Mike Portnoy, de momento. Las revistas siguen hablando de mi como un ex-miembro DREAM THEATER, no obstante. No puedo evitar eso.”

¿Fueron muy prolíficas las sesiones de composición con Kotzen y Sheehan? ¿Sacásteis material para más de un disco?

“Básicamente compusimos catorce canciones y con eso ya teníamos para un disco. En lugar de seguir componiendo, hicimos el disco, lo grabamos y salimos de gira. No es que nos falten ideas. Quiero decir, medio disco se compuso en dos días. Estaremos de gira este año y el siguiente y nos pondremos a preparar el nuevo disco”.

A lo largo de los años has sido un tipo muy barroco en tu estilo como baterista. Para THE WINERY DOGS el estilo ha quedado mucho más simplificado. ¿Lo prefieres así?

“Sigo estando involucrado en bandas progresivas. El próximo disco de TRANSATLANTIC es ultra-progresivo. THE WINERY DOGS es más rockero, igual que ADRENALINE MOB es más metal. Poder salir al escenario y simplemente rockear, sin pensar más allá, es genial. Pero no se si podría hacer eso exclusivamente. Necesito el prog, el metal y el rock en mi vida y lo consigo a través de distintas bandas y proyectos”.