Habitualmente, las bandas tienen una agenda determinada cuando conceden entrevistas. O promocionan un disco o promocionan una gira, pero rara vez se relajan y hablan de lo que a todos nos interesa: su pasado, su creación y las anécdotas. Por eso cuando nos sentamos en el backstage de Sonisphere con Robb Flynn y Phil Demmel el plan no era otro que pararnos a analizar estos 20 años de carrera de MACHINE HEAD como uno de los pesos pesados del metal de tiempos recientes. Lamentablemente, como siempre suele pasar en las entrevistas festivaleras, el tiempo era limitado y la entrevista se tuvo que quedar a medias. Aun así, lo que nos contaron fue interesante y ver la relación de amigos-de-toda-la-vida entre Robb y Phil fue cuanto menos inspirador. Sergi Ramos y Varo Andrés se sientan a hablar con la pareja de hachas.

 

Hace unos meses publicasteis un diario en vuestra web conmemorando los 20 años de historia de MACHINE HEAD. ¿Qué sientes 20 años después? ¿Has conseguido lo que querías con MACHINE HEAD?

Robb Flynn: “Si, eso lo publicamos en octubre de 2011. Celebrábamos los 20 de la “concepción” de la banda, por así decirlo. En aquel entonces ni habíamos tocado juntos. Fue en aquel entonces cuando le dije a los demás “voy a comenzar una banda, queréis ser parte de ella?”. Estábamos en un show de METALLICA que se llevaba a cabo como parte del Day on the Green, que era un evento al estilo Sonisphere, en un gran estadio. Tras eso nos pusimos a buscar bateristas y no fue hasta ese momento que comenzamos a ser una banda y a congeniar musicalmente.”

“Por aquel entonces me pidieron que tocara la guitarra en MINISTRY como músico de apoyo. Hice el intento con ellos, puesto que me pidieron una demostración de algún tipo. Terminé haciendo una jam con Chris Kontos y Adam Duce. Hicimos una jam con “Fuck it All”, “Blood for Blood” y “Death Church” y la grabamos en un radiocasete de mala manera. Se la envié a MINISTRY y no supe nada de ellos nunca más (risas). Pero esa fue la primera vez que toqué con Chris y, de hecho, la primera vez que tocamos con un baterista. Fue genial poder escuchar las canciones cobrando vida de esa manera, pero el caso es que Chris estaba en como otras cinco bandas simultáneamente y no le queríamos en nuestra banda porque estaba siempre cambiando de una banda a otra. Así que fichamos a otro baterista llamado Tony Constanza. Eso pasó justo sobre estas fechas, en mayo, pero de 1992, hace 20 años. Comenzamos a ensayar con él en un local que compartíamos con otras cinco bandas de punk rock y allí guardábamos nuestro material en un rincón. Cuando ensayábamos nosotros lo movíamos todo al centro e íbamos haciéndolo todo así. Es alucinante que nunca nos robaran nada, teniendo en cuenta que lo dejábamos todo allí. En agosto de 1992 hicimos nuestro primer show. De hecho, cuando toquemos en el festival de Bloodstock de este año será el 20 aniversario de nuestra primera actuación en directo. Fue en una fiesta en casa de nuestro roadie Mike Scum en Oakland. De hecho, Phil Demmel estaba allí, entre el público, si se podía llamar público a aquello”.

¿Recuerdas aquello Phil?

Phil: “Lo recuerdo totalmente. Estaba tocando en una banda local que intentaba imitar lo que Robb y sus colegas estaban haciendo. Yo y mi colega Shack fuimos allí a esa fiesta en Oakland. Se escuchaba un montón de ruido fuera y no paraba de entrar y salir gente, una pasada. Era una fiesta casera, tio, era lo que hacíamos en aquel entonces (risas). Fue alucinante. Tenían mucha energía y podías ver claramente que tenían algo bueno entre manos. Salí de aquella fiesta no solo cantando ‘Fuck It Aaaall’ sino diciéndome a mi mismo ‘mierda, tengo que bajar la afinación’ (risas). Bajé la afinación en 1985 porque me gustaba tocar siguiendo un disco de SAVATAGE que salió por entonces. Incluso hice que mi banda de aquel entonces bajara la afinación a Do por sonar como aquel disco. Pero lo de la banda de Robb era una afinación incluso más baja y por tanto sonaba incluso más agresivo. Fueron las dos impresiones que me llevé esa noche”.

¿Echáis de menos la hermandad de aquella época? Ya sabes, compartir local con otras bandas, la energía de los principios antes de que el negocio tome relevancia en la vida de una banda…

Robb: “No hay muchas bandas de aquella era que sigan en marcha. Hicimos algunas fechas con COAL CHAMBER por entonces, que se han reunido hace poco, y son de aquella época; salieron en 1995. Pero poco más. También hicimos algunos shows con RANCID y de vez en cuando me los sigo encontrando y nos lo pasamos bien. Me alegro porque siguen funcionando muy bien y estoy contento de que ambos consiguiéramos llegar a alguna parte con nuestra música. Pero la verdad es que había un montón de bandas de punk rock y otras del estilo de DOWNSET o BIOHAZARD, que era rap mezclado con hardcore, algo que ahora parece una tontería pero por entonces nadie había hecho algo así (risas). Era algo nuevo, igual que el sonido de RAGE AGAINST THE MACHINE. Tocábamos con BIOHAZARD y nos dieron algunos de nuestros primeros shows. Nuestra segunda gira de la historia fue con BIOHAZARD. También hicimos shows con los DEFTONES.”

“Si que aun quedan cuatro o cinco bandas de aquella era, pero casi todo el mundo se fue por su lado, lo cual está bien. Creo que me siento más cercano a las bandas con las que hemos girado en años recientes que con las bandas que eran contemporáneas nuestras”.

¿Os sentís reflejados en muchas de las bandas más nuevas con las que giráis hoy en día?

Robb: “Totalmente. El primer concierto de metal de Matt Heafy de TRIVIUM fue uno de MACHINE HEAD. Tras eso ya se quedó enganchado. Los chicos de KILLSWITCH ENGAGE igual. Jesse Leach me explicó que solían calentar antes de salir a tocar con “The More Things Change”. Calentaban con esas canciones. Escuchar que juegas ese papel inspirador es reconfortante. Nosotros también llevamos nuestras influencias con orgullo y escuchar como otras bandas te mencionan en ese sentido es un orgullo. Es una pasada”.

Cuando “Burn My Eyes” se editó fue etiquetado como “el metal del futuro” o algo por el estilo. Ahora el futuro ya está aquí y es obvio que MACHINE HEAD ha influido a toda una nueva ola de bandas en años recientes. La cuestión es ¿cuándo estábais haciendo ese disco pensabais que lo que componíais era tan innovador o capaz de cambiar la cara del heavy metal?

Robb: “Nosotros solo estábamos componiendo lo que nos sonaba bien. Queríamos sonar distintos, eso está claro. En aquel momento, toda la música que había nos parecía una mierda y queríamos hacer algo que no tuviera nada que ver con aquello. Lo más habitual en aquella época era el funk-metal, gracias a bandas como FAITH NO MORE o PRIMUS. El thrash metal estaba muerto en la zona de la que nosotros veníamos, la Bay Area. Las bandas, como mucho, intentaban replicar el “Black Album” de METALLICA. A nosotros no nos gustaba eso. Nosotros queríamos cosas más heavies, algo como GODFLESH, SEPULTURA, FEAR FACTORY, MINISTRY y bandas así. Eran bandas que no hacían necesariamente metal sino que aportaban un rollo muy heavy a otros estilos y variantes. Queríamos coger eso y llevarlo incluso más lejos. GODFLESH fueron una ENORME influencia en ‘Burn My Eyes’. Era algo realmente distinto y pionero.”

Pasasteis de un disco debut muy violento a discos que fueron criticados originalmente por su apertura de miras, como “The Burning Red” o “Supercharger”. ¿Es irónico ver como ahora la gente se vuelve loca con el material de esos discos en vuestros directos?

(Risas) Robb: “¿Sabes? Creo que es un mito. No creo que todo el mundo odiara esos discos. Lo petamos en Madrid cuando vinimos y agotamos las entradas. Agotamos el Brixton Academy de Londres…esos discos que la gente supuestamente odiaba llevaron a montones de gente a nuestros shows y la gente disfrutaba de las canciones. Creo que son discos que en directo cobran mucha más vida, especialmente “Supercharger”. Ahí tuvimos a Johnny K produciendo y los tonos de guitarra eran un poco mierdosos. En directo gana mucho. La ironía es dulce (risas). Tocar esas canciones y ver a todo el mundo perdiendo la cabeza es divertido. Son temas que han aguantado bien el paso del tiempo. Pero también pienso que mucha gente esperaba que lo aguantaran”.

Phil ¿qué fue lo primero que te sorprendió de Robb como guitarrista?

Phil: “Cuando yo le conocí el estaba en otra banda que ensayaba en el mismo edificio que yo por entonces. Lo que me llamó la atención, además de la tia buena que era su amiga por entonces, fue su precisión con los solos. Parecía el líder musical de aquella banda. Calentaba con el ‘Black Magic’ de SLAYER y cuando pasaba a los solos tenía una posición de los dedos que le hacía parecer tremendamente preciso. Me recordaba a Jake E. Lee y sus extrañas formas a la hora de hacer solos, algo con lo que yo no estaba familiarizado por aquel entonces.”

“Cuando comenzó a cantar observé que tenía una enorme voz, muy heavy. Uno de los motivos por los que no me gusta el death o el black metal es por el aspecto vocal. Me gusta la música, pero no la voz. Robb tiene una mezcla ideal de agresividad y de melodía. Agrelodía o melodividad, o como quieras llamarlo (risas). Era una mezcla perfecta para mi oído. Sigue manteniendo ese tono que te hace recordarle”.

Robb ¿tuviste que ponerte las pilas cuando entró Phil en la banda? ¿Competíais como guitarristas?

Robb: “Si te digo la verdad, estaba flipado. Dos solistas!!! (Risas) Podía comenzar a hacer locuras con la guitarra y el me seguía, no se extrañaba. No había armonía lo suficientemente anormal (risas). No dejábamos de añadir cosas nuevas a nuestra música”.

Cuando comenzasteis a trabajar juntos ¿tuvisteis que reeducaros como guitarristas en cuanto a los roles concretos que tenía cada uno dentro de la banda?

Phil: “No lo veo de esa manera. Creo que fue un complemento idóneo para él y para mí. Ya sabes: ‘este solo mola, podrías ponerle esta parte aquí o hacer esta armonía allí’. Ciertos solos venían dados por la guitarra rítmica en primer lugar y según la estructura rítmica se adivinaba quien iba a hacer el solo. Creo que nunca hubo un problema con el reparto de tareas. Siempre fue algo muy natural, realmente. Creo que es alucinante que pudiéramos trabajar así de bien juntos y es una muestra de lo complementaria que es nuestra relación musical y personal. Sabemos cual es rol del otro y trabajamos en torno a ello orgánicamente”.

Venís de una era en la música, finales de los ’80, que estaba dominada por la masturbación guitarrera. Curiosamente, es un elemento que nunca se ha dejado entrever en la música de MACHINE HEAD. ¿Despreciabais conscientemente a esos guitarristas ultra-técnicos de finales de los ’80? Ya sabes, todo el rollo shredder de aquel entonces…

Phil: “Probablemente nos hemos extendido más con el tema del shredding en tiempos recientes que en los inicios. Para mi oído, mientras lo que haces tenga un sentido, mientras añada algo a la canción, merece la pena. Bravo, hazlo. Toca rápido. Pero ha de volver a un riff, ha de ser parte de una canción. De lo que más orgullosos nos podemos sentir es que pese a tener canciones largas, pese a tener solos épicos, siempre volvemos a la canción en el sentido pop. No son treinta riffs enlazados, sino que siempre vamos a alguna parte y unimos las partes para que tengan un sentido. Cuando tenemos un solo largo, siempre nos ocupamos de que vuelva a una estructura familiar para el oyente, algo poderoso”.

Antes de irnos ¿qué equipo lleváis cada uno de vosotros?

Phil: “Usamos lo último en cuanto a amplis (risas). Usamos el material de Cosmoaudio para control electrónico, guitarras Jackson entre ellas la signature Demmelition que uso en la actualidad, puas y cuerdas Dunlop y pastillas EMG”.

Robb: “En mi caso, lo mismo. Dunlop para púas y cuerdas, EMG para pastillas, y guitarras Epiphone y Gibson. Mayoritariamente uso una “Love Death” de Epiphone, una barítono Flying V, así como otras Gibsons”

Sergi Ramos / Varo (sergi@themetalcircus.com / varo@themetalcircus.com )