Lizzies son un fenómeno dentro del rock y el metal más clásico en nuestro país. Firmaron por la discográfica The Sign Records y se convirtieron en una de las sorpresas del circuito de la temporada pasada. Con “Good Luck” consiguieron situar su nombre en el viejo continente y ahora el grupo prepara su nuevo asalto.

Lizzies son un fenómeno dentro del rock y el metal más clásico en nuestro país. Firmaron por la discográfica The Sign Records y se convirtieron en una de las sorpresas del circuito de la temporada pasada. Con “Good Luck” consiguieron situar su nombre en el viejo continente y ahora el grupo prepara su nuevo asalto. Sergi Ramos habla con la banda para saber como están viviendo y qué preparan estas herederas directas de la NWOBHM. 

Ya ha pasado un año y pico desde la edición de “Good Luck”. ¿Como veis el disco ahora y como ha funcionado a nivel de ventas e impacto? ¿Están contentos en The Sign como para optar a un futuro disco?

Lo vemos con mucho cariño y orgullo puesto que fue el resultado de todo nuestro esfuerzo e ilusión, de poner toda la carne en el asador. La verdad es que la venta ha ido genial, se tuvo que hacer una segunda tirada de Cds y ahora mismo nosotras tenemos las últimas copias de esa reedición y de los vinilos.

The Sign Records están muy contentos con nosotras y nosotras con ellos. Hemos hecho un buen equipo hasta ahora y todo apunta a que quieran publicarnos otro disco, ¡pero aún es pronto para asegurar si lo sacaremos con ellos o no!

La banda bebe tanto de Motorhead como del punk rock como de la New Wave of British Heavy Metal. ¿Qué bandas son un referente para Lizzies?

Cada una tiene unas bandas predilectas y distintas influencias, pero siempre decimos que las piezas clave comunes son Judas Priest, Motörhead y Iron Maiden. Aunque no sonemos totalmente como ellos, cada uno nos aporta cosas muy importantes, y no solo a nivel musical.

En “End of Time” la banda iba por derroteros más heavy metal ochentero puro y duro. ¿Por qué vino dado ese refinamiento más rockero del sonido en “Good Luck”? ¿Ganas de llegar a un público más amplio?

No fue nada planeado aunque pueda parecer lo contrario, simplemente fue una evolución natural. Ya cuando sacamos el single de «Viper» nos dimos cuenta de que no sonaba igual que «End of Time», pero no le dimos mucha importancia porque lo que buscábamos era estar contentas con lo que componíamos. Por otra parte en la época de «End of Time» aún estábamos empezando y la forma de componer no era igual, además de que con el tiempo escuchas más música y se amplían las influencias. Lo que sí que es cierto es que nos gustaría recuperar un poco de velocidad y «cabreo» en los temas, pero sin dejar de lado ese toque rockero y alegre.

Habéis tocado mucho desde la edición del disco. ¿Cuales han sido las plazas fuertes para Lizzies?

Ya desde antes del disco Alemania ha sido como nuestra segunda casa, y después de la gira europea con Dead Lord aún más. Hamburgo fue la última fecha de la gira y estaba plagado de gente con nuestras camisetas y cantando los temas. Suecia también nos ha acogido siempre bien, especialmente en el Muskelrock. Hemos tocado dos veces y la segunda fue todavía más especial. Tocamos ya de noche y la gente se volvió literalmente loca, fue una pasada.

Habéis girado por Europa con este disco. ¿Cuál es el mayor cambio que habéis observado respecto a los shows en España? A nivel de instalaciones, de acogida, de efecto posterior en redes, etc…

Ha habido de todo. En algunos sitios las salas eran mejores y otras veces peores que aquí. La acogida también dependía mucho de cada país, de qué día de la semana fuera… no es lo mismo un sábado en Alemania que un miércoles en Polonia, jajaja. La acogida a veces era discreta porque no nos conocían y simplemente estaban prestando atención al concierto, pero luego siempre se acercaba alguien a felicitarnos o a comprar cosas. Sobre las redes, obviamente después de la gira la familia ha aumentado. Un montón de gente que no nos conocía antes ahora están al tanto a ver si volvemos a sus ciudades.

Para bandas como Lizzies el merch es absolutamente necesario para mantener la banda a flote. ¿Qué porcentaje de vuestros ingresos viene del merch?

Efectivamente el merch tiene un papel fundamental en eso. Depende del concierto, más o menos, pero casi siempre es una parte importante de nuestros ingresos.

El hecho de ser una banda compuesta por mujeres ya no es una novedad en la escena y se podría decir que el rock and roll se ha vuelto más igualitario. ¿Qué cosas deberían cambiar aún para una plena normalización?

El rock and roll será igualitario cuando la sociedad sea igualitaria, y aún no lo es, por mucho que nos intenten hacer creer, ya que vivimos en una sociedad machista. La gente debería informarse bien sobre feminismo y perderle miedo, las chicas deberían deconstruirse, empoderarse y permanecer unidas para hacer frente a una lacra que no descansa ni un día, que no deja de denigrarnos, asesinarnos, invisibilizarnos y tratarnos como objetos de consumo.

Algo se está haciendo mal cuando volvemos a toda prisa a casa de madrugada por miedo a que nos violen, algo se ha hecho mal cuando parece que la intervención de la mujer en la Historia es algo puntual, y por supuesto, algo se está haciendo mal, cuando por conseguir tocar en este o a aquel festival, insinúan -si no afirman- que te has tenido que tirar a media organización.

Hace unos años, los grandes festivales españoles no contaban para nada o tan solo anecdóticamente con los grupos más o menos emergentes del país. ¿Qué ha cambiado en estos últimos nueve o diez años para que bandas como Lizzies puedan acabar actuando en una gran cita como el Download? ¿Se ha perdido la vergüenza hacia el producto autóctono?

La verdad es que la situación ha cambiado bastante poco. Muy lentamente nos vamos quitando el estigma de no llevar a bandas pequeñas a festivales grandes. Grupos como Angelus Apatrida o Crisix han abierto muchas puertas y cerrado muchas bocas. Parece que a algunos les ofende -casi hasta personalmente- que una banda joven vaya a un festi como el Download, otros se quejan hasta la saciedad de que en vez de contratar a 20 bandas «mediocres que no conoce ni su puta madre» (y que probablemente ni ha escuchado), podrían haberse dejado la pasta en unos ricos y novedosos Iron Maiden. Luego está el clásico «vaya mierda de cartel nacional, no conozco a ninguno, vendo boli”.

Hay grupos jóvenes a patadas, muchos de ellos muy buenos y merecedores de estar en puestos muy altos de cualquier cartel, pero con esta actitud tan rancia que tenemos, somos más un freno que un impulso para nuestras bandas. Que festivales como el Download hayan apostado por un gran número de grupos jóvenes dice mucho de ellos y deberíamos agradecérselo en lugar de lapidarles. No sé qué habría sido de Maiden si hubieran sido un grupo novel en España a día de hoy.

¿Qué planes hay de cara al próximo disco de Lizzies? ¿Tenéis algo ya compuesto y preparado?

La idea es grabarlo a finales de este año y sacarlo al siguiente. Estamos escribiendo todo lo que se nos ocurre y, aunque ya hemos empezado a dar forma a algunas canciones, en breves nos meteremos de lleno con la preproducción del disco.