Lacuna Coil y la temible incerteza del mundo actual

Si hay una banda constante en la escena europea, Lacuna Coil es probablemente la que más. Cada dos años editan un nuevo trabajo, giran, recorren los mayores festivales y vuelven a empezar. Una rutina que podría ser matadora para otras bandas a ellos tan solo les ha reforzado y les ha dado el dividendo añadido de inspirar confianza a una base de fans que se mantiene e incluso crece disco a disco.

Si hay una banda constante en la escena europea, Lacuna Coil es probablemente la que más. Cada dos años editan un nuevo trabajo, giran, recorren los mayores festivales y vuelven a empezar. Una rutina que podría ser matadora para otras bandas a ellos tan solo les ha reforzado y les ha dado el dividendo añadido de inspirar confianza a una base de fans que se mantiene e incluso crece disco a disco. Ahora es el turno de «Delirium», un disco que viene en el año 17 de su carrera, que se dice pronto. Sergi Ramos habla con Andrea Ferro sobre la actualidad del grupo.

¿Cómo enfoca Lacuna Coil el proceso de composición cuando vais a un nuevo disco cada par de años sin apenas descansos entre giras?

«El proceso de composición ha ido cambiando en los últimos dos o tres discos porque Marco, nuestro bajista, se ha comenzado a encargar más y más de la composición. Ya solía hacerlo pero cada vez está tomando un papel más prominente y autónomo en ese sentido. Por otra parte, tuvo que alejarse de las giras una temporada debido a que sufrió daños en su brazo y tuvo que reposar, así que cuando no giraba se dedicaba a componer. Mientras nosotros girábamos, el tenía mucho material en preparación. Eso nos ha ayudado a tener un ritmo de edición de discos bastante constante en los últimos años.»

¿Sois una banda rápida a la hora de grabar?

«Sabemos que hace falta un cierto tiempo para trabajar en un disco, pero cada vez vamos más rápido. Tener a un productor interno en la banda nos ayuda a que las canciones tomen una forma muy definitiva antes de llegar al estudio. Cambiar el método de trabajo nos ha ido bien, así como el hecho de que Marco componga todo mientras nosotros giramos».

¿Tenía Marco responsabilidad final en la confección de «Delirium» como productor o ‘la confianza da asco’ y estaba expuesto a vuestras modificaciones constantes?

«Él era el tío con más responsabilidad en el disco. Además de trabajar con Lacuna Coil, el produce a algunas bandas locales en Italia. Lo que pasa es que es muy distinto trabajar con tu banda que con otras. Debo decir que nos hemos equilibrado muy bien y que nos ha gustado mucho el material que nos ha aportado Marco. A veces hay que hacer ajustes pero estamos en una línea y vibración musical parecida. Queríamos un disco algo más agresivo, con más doble bombo y voces guturales.»

¿Es esto un adiós a los productores externos como Don Gilmore?

«Después de haber trabajado con muchos productores, Marco ha aprendido mucho y ahora lo está aplicando a su propia banda. Era el momento adecuado y creo que lo ha hecho muy bien».

El disco comienza con «House of Shame», un tema que es lo más anti-Lacuna Coil que habéis hecho en los últimos trabajos. ¿Queríais fomentar el factor sorpresa?

«Pusimos ‘House of Shame’ la primera de todas porque era totalmente diferente a lo que hemos estado haciendo en los últimos discos. Después de unos cuantos discos, la gente espera una cierta fórmula por tu parte. Queríamos que este disco tuviese variedad y que descolocase a la gente en algunos momentos. Queríamos que la gente entendiese que este es un nuevo principio para la banda y que, aunque siguen permaneciendo elementos de siempre, tenemos ganas de hacer las cosas de una manera diferente».

«Esto no quiere decir que vayamos a hacer un disco de black metal ultra-chungo, pero queremos tener cierta variedad en el disco y si eso implica tener canciones más agresivas, pues fantástico. Tenemos a un nuevo batería que es muy bueno con el doble bombo y sería una pena desaprovecharlo. Las canciones son agresivas y encajan con las voces guturales. ¿Porqué no hacerlo? Queremos mantenernos frescos y en forma. No queremos estancarnos».

«Al final, el contraste entre lo agresivo y lo melódico siempre ha sido el santo y seña de esta banda. No podemos decir que no lo hayamos hecho en el pasado. Los riffs son groovies y los estribillos son melódicos y lo único que estamos haciendo es forzarlo un poco más en algunas canciones».

Los títulos de las canciones dan a entender cierta conexión temática o conceptual. ¿Es el caso?

«Si, hay una cierta continuidad entre las canciones del disco. No es un concepto, en sí, no es un disco conceptual. Hay una temática común entre las canciones, el artwork, los videos y la ropa de escenario. Queremos comparar la locura del mundo actual (la era digital, el terrorismo, lo que sucede en el día a día) y la locura mental. Lo que está pasando no deja de ser una enfermedad, como es el caso de lo otro. Cada día vemos cosas que son fruto de la locura y queríamos hacer un disco sobre ello. Hemos estado visitando algunos manicomios antiguos en Italia y eso nos ha servido para inspirarnos y coger la vibración adecuada de cara a la música y las letras.»

«Creo que el momento actual, con toda su violencia y locura, encajaba bien con el tema que queríamos usar en las letras del disco y nos permitía hacer una comparativa adecuada».

Como observadores: ¿es el mundo un lugar peor para vivir en 2016 respecto a 1999?

«Vivimos en un mundo más incierto, quizá no peor. Creemos que tenemos más información, porque estamos continuamente conectados, pero no sabemos tanto como creemos. Es un mundo excitante y más terrorífico, por así decirlo, pero mucho más incierto de lo que solía ser. Las cosas eran más simples cuando comenzamos. Por entonces, en nuestra primera gira, no teníamos ni teléfonos móviles. Solo lo tenía el tour manager, porque era carísimo llamar desde cualquier lugar a Italia. Es un mundo diferente, el de ahora, e incierto.»

Los sucesos terroristas recientes ¿hacen más agrio o paranoico el trabajo de tocar en directo?

«No es agradable ver lo que está pasando. Nosotros tocamos en el Bataclan de París hace unos años así que es terrorífico escuchar historias como la que pasó en noviembre. Al final, lo único que puedes hacer es tener los ojos abiertos y ser vigilante, pero no puedes parar tu pida y meterte en una burbuja. No deberías dejar que el miedo domine tu vida. Es la única manera de hacer que los terroristas entiendan que no van a conseguir nada con esos actos».

¿Qué planes de gira hay para la banda?

«Empezaremos la gira a finales de abril en Asia, tocando en un gran festival en Manila. Luego actuaremos en China en otro gran festival. Tras eso volamos a Estados Unidos para algunos shows alrededor de la edición del disco y posteriormente volveremos a Europa para actuar en los festivales veraniegos en Italia, Francia y otros territorios».

¿Existe una amistad real con Myles Kennedy, quien colabora en el disco, o le llamásteis solo porque queríais su nombre involucrado?

«No, conocemos a estos tipos. Myles es un amigo, porque Cristina colaboró con Alter Bridge en una canción y cuando pasamos por Spokane, siempre nos vemos. Myles vino con su esposa al último show y más adelante coincidimos también durante su gira con Slash y volvimos a vernos en su concierto. Nos vamos viendo y estas cosas salen solas. Ryan, nuestro batería, también es de Spokane y le conoce y todo ha salido desde la amistad. Myles es un gran cantante pero también es un tremendo guitarrista. No tuvo problema en echarnos una mano.»

¿Se mantiene a flote el negocio para Lacuna Coil o ha caído en los últimos años después del boom de 2005 y 2007?

«El nombre de la banda se ha mantenido al mismo nivel o ha crecido en ciertas áreas. Las ventas han caído drásticamente, así como la entrada de dinero por royalties. De todos modos, siempre hemos encontrado una manera de mantenernos a flote, de ir abriendo nuevos mercados y funcionar como banda. Ahora tocamos más en Asia y eso nos ayuda. Obviamente que cuando editamos ‘Comalies’ o ‘Karmacode’ el negocio era mucho mejor para nosotros, pero eso ha cambiado.»

¿Qué porcentaje de vuestros ingresos representa la venta de merchandise?

«Es difícil de decirlo, pero no somos una banda que gane mucho dinero con el merch, aunque algo ganamos. Nuestro principal negocio siguen siendo los shows en directo, pero el merch supone algo así como el 20%.»

¿Cuál es la mejor decisión que jamás habéis tomado como banda?

«No se si alguna vez hemos tomado alguna buena decisión (risas). Repartirlo todo equitativamente en la banda ha sido muy bueno para nosotros. Hemos podido evitar los problemas de egos y mantenernos razonablemente estables hasta este reciente cambio de formación. Pero aún así, ha sido porque alguien quería cambiar su vida y no seguir en la carretera. Es comprensible. Nosotros siempre hemos sido proclives a repartir todo y que todo el mundo se gane la vida, en lugar de tener a un líder de la banda rico y a un montón de músicos viviendo en la miseria.»