Aparentemente inclasificables, los noruegos Kvelertak son una de las bandas más interesantes que han aparecido en los últimos años. No son rock, no son metal, no son hardcore. Son todo. Una muralla de guitarras con la incandescente voz de Erlend Hjelvik como elemento separador y que, con solo dos discos bajo el brazo, se ha colado en los principales festivales y giras. El respeto que le profieren los grandes es casi tan grande como el futuro que tienen por delante.

Aparentemente inclasificables, los noruegos Kvelertak son una de las bandas más interesantes que han aparecido en los últimos años. No son rock, no son metal, no son hardcore. Son todo. Una muralla de guitarras con la incandescente voz de Erlend Hjelvik como elemento separador y que, con solo dos discos bajo el brazo, se ha colado en los principales festivales y giras. El respeto que le profieren los grandes es casi tan grande como el futuro que tienen por delante. Actuaron en el Azkena Rock dejando a todo el mundo con ganas de más y ahora se pasearán por toda nuestra geografía acompañando a Slayer y Anthrax en la que promete ser la gira más bruta de la temporada. Si alguna de las dos bandas se retira, culpad a Kvelertak.

Es muy divertido ver cómo la gente intenta cantar vuestras canciones sin tener ni idea de noruego. ¿Me podrías decir cuáles son los principales temas que tratáis en las canciones?

«Hablamos sobre cosas distintas. Canto sobre cualquier cosa que me parece interesante. Hablamos sobre mitología, el espacio, y cualquier cosa que nos venga a la cabeza».

Existen rumores de que este año ibais a tocar en el Resurrection Fest pero parece ser que vuestro agente tuvo alguna disputa con la organización y finalmente no pudo ser ¿qué hay de cierto en esto?

«Si. Pasó alguna cosa bastante estúpida. Creo que el trato era que ellos tenían que pagar los tickets de avión para que fuésemos al festival pero al día siguiente teníamos otro festival en Noruega y no querían pagar el ticket para que volviésemos allí a tiempo y pudiésemos tocar en el siguiente festival. Una tontería por el estilo. Una situación absurda, porque nos encanta ir a España, aunque finalmente acabamos tocando en otro festival».

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Os vi tocar el año pasado en el Primavera Sound de Barcelona. Es un festival con un cartel increíblemente variado y fue curioso veros en ese evento.

«Me gustan los festivales como ese, porque podemos tocar delante de públicos muy variados que no son típicamente aficionados al metal. Es bueno actuar en eventos así de diversos.»

Una de las cosas que me sorprenden de la banda es que contáis con tres guitarristas, algo que hoy en día sólo hacen con cierto éxito Iron Maiden. ¿Porqué?

«Todo comenzó porque quizá yo tenía una idea y la mostraba a los demás con la guitarra y al final yo me ocupaba del patrón básico. Los otros guitarristas comenzaban a tocar armonías por encima de mi riff y al final lo más indicado era que estuviésemos los tres tocando a la vez. A nosotros nos suena mejor y nos permite que el riff continue pese a que haya solos o armonías en algún momento de la canción».

¿Tenéis planes para editar un nuevo disco este año?

«Con un poco de suerte tendremos el disco finalizado este año, de manera que podamos tenerlo editado a finales o como mucho a principios de 2016».

¿Cómo lleváis el proceso de composición?

«Actualmente estamos trabajando en varias ideas. Veremos lo rápido que somos capaces de hacerlo. No tardamos mucho en hacer el anterior disco, somos bastante buenos con los tiempos»

¿Habéis pensado en dónde vais a grabarlo?

«Creo que esta vez vamos a grabarlo en Noruega, de modo que sea más cómodo para todos nosotros. Las cosas se hacen mucho más fáciles cuando estás cerca de casa . Grabar de nuevo en Estados Unidos sería bastante caro y no le vemos el sentido».

Si puedes grabar en Noruega con una producción americana ¿Para qué pagar esos caros billetes de avión?

«Exactamente. Queremos hacer las cosas de manera diferente en esta ocasión».

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Como valoraríais la recepción que tuvisteis con vuestro segundo disco en relación a vuestro debut?

«Creo que la recepción de la gente ha sido distinta, porque el primer disco vino de la nada y nadie nos conocía. En este caso la gente ya tiene expectativas formadas, pero hemos tenido buenas reseñas, buenas críticas y a los fans les ha gustado, que es lo importante.»

¿Gozáis de buen reconocimiento en vuestro país natal?

«Sí, a la gente le gustan las nuevas canciones y, en ocasiones, las escuchamos en la radio. El último disco llegó al número uno de las listas de ventas en Noruega, lo cual es significativo. Una de las cosas muy buenas que tiene venir de Noruega es que recibimos subvenciones para salir de gira y promocionar la música del país fuera de sus fronteras».

En España sería impensable escuchar a una banda con voces tan agresivas en la radio.

«En Noruega pasan esas cosas. Incluso puedes llegar a ganar un Grammy noruego en reconocimiento al trabajo que haces!»

Aquí, en nuestro país, sólo tenemos una emisora de radio dedicada a la música rock que es Rock FM. Lo que se puede escuchar generalmente va de Kiss a Dire Straits pero nunca escucharías a bandas con un sonido tan agresivo como el vuestro.

«En Noruega, formamos parte del mainstream. Cuando tocamos shows allí vienen desde moteros hasta fans muy jóvenes pasando por un montón de chicas. Es un público muy variado.»

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Tenéis una imaginería muy reconocible ¿en qué está inspirada?

«Generalmente está inspirada en las letras del disco. Solemos coger un par de elementos de las letras del disco y ofrecérselos a la gente que se ocupa de la imagen, las portadas, etc. De momento los resultados están siendo muy buenos. Nos ocupamos de esto el bajista, Marvin, y yo. Intento tener los ojos abiertos y guardar todas las ideas que puedo. Cuando llega el momento de hacer las portadas, ya tenemos una idea definida nuestra cabeza.»

¿Quien diseña las portadas de vuestros discos?

«Pues es John Dyer Baizley de Baroness. El se ocupa de crear esas imágenes».

No paráis de girar. ¿Cuál es la anécdota más divertida que os ha sucedido en la carretera?

«Creo que el show más salvaje que hemos hecho jamás fue en San Francisco cuando hicimos la última gira en Estados Unidos. Aproximadamente una semana antes del show nos llamaron desde la embajada Noruega para avisarnos de que el príncipe de Noruega, Haakon Magnus, y su esposa, Mette-Marit, querían asistir a nuestro show allí. Contactamos con el recinto para ver si era posible hacerlo con garantías de seguridad y vinieron al show con dos guardaespaldas. Esto salió en la prensa Noruega y tuvimos que hacer alguna entrevista al respecto. A la vez, teníamos por allí a Rob Flynn de Machine Head que estaba haciendo fotos de todo el asunto. Y ese mismo día por la mañana el jefe de la sala nos avisó de que seguramente vendría James Hetfield de Metallica a vernos. Le dije «ya, claro». No pensaba que fuese a venir. Durante el concierto, miré hacia el lado del escenario y, en efecto, allí estaba. Fue impresionante. Aquel día fue como un sueño.»