Kino: el ruído de Mitchell y Trewavas, trece años después
No le menciones el primer disco de Kino a John Mitchell. Lo olvidó en el mismo momento que grabó la última nota. Ahora vuelve a recuperar ese nombre de culto para los seguidores del prog-rock en un nuevo trabajo de estudio junto al gran Pete Trewavas de Marillion y hablamos con él al respecto.
Para los fans del rock progresivo, Kino es una especie de proyecto de culto que vino y se fue en lo que fue el año 2005. Un disco, titulado “Picture”, les situó en la escena -aunque no era necesario. Kino, a fin de cuentas, era la banda de John Mitchell de Arena (luego conocido por It Bites) y Pete Trewavas de Marillion. Juntos dieron forma a una pequeña joya del prog-rock y trece años después, a petición del sello InsideOut, han vuelto a poner en marcha el proyecto sin un plan demasiado premeditado en mente, como indica el propio Mitchell en esta entrevista con Sergi Ramos.
De ese retorno sale en estos días el fruto esperado, un disco titulado “Radio Voltaire” que está repleto de grandes temas de progresivo actual, complejo pero de melodías deliciosas en los momentos adecuados. Se edita el próximo 23 de marzo y no podemos dejar de recomendarlo.
El primer disco de Kino se convirtió en una especie de clásico de culto con el paso de los años. ¿Es éste nuevo disco una manera de recuperar el tiempo perdido?
“No te sabría decir, realmente. Es una pregunta que me suelen hacer y no tengo una respuesta para ella. Yo nunca pensé que trece años después iba a hacer un nuevo disco de Kino. Simplemente seguí adelante con mi vida y con mis otras bandas, como It Bites. El tema lo propuso Thomas, de InsideOut, nuestro sello. Fue el quien me dijo que había un hueco en la agenda de lanzamientos del sello y me propuso trabajar de nuevo con Pete Trewavas, John y compañía. Me puse manos a la obra y eso fue todo. No había un plan maestro. Nunca pensé ‘oh, en 2018 haré un disco de Kino’.”
¿Tenías material guardado del primer disco de Kino?
“Todo lo he hecho desde cero. Han pasado trece años desde el primer disco y yo -y todos- hemos cambiado mucho como personas. En el mundo del rock progresivo la gente se pone nostálgica sobre ciertos discos y corres el riesgo de repetirte a ti mismo para intentar contentar a la gente que guarda buenos recuerdos del anterior disco.”
“Nunca uso material sobrante de sesiones previas o discos anteriores, porque son momentos concretos en el tiempo que no se pueden repetir. Cuando un momento ha pasado, lo mejor es olvidarse de él. Yo compongo en el momento, no vuelvo a ideas pasadas. Todos los temas de este disco están hechos exactamente para este disco, no hay nada de hace trece años”.
¿Te daba cierto respeto llamarlo Kino en un primer momento? Eso te obligaba, en parte, a sonar como el primer disco.
“Para serte totalmente honesto, tienes que llamarlo de alguna manera. Desde un punto de vista de marketing (y te recuerdo que yo no soy la discográfica) una colaboración entre Pete, John Beck y yo se va a tener que llamar Kino. En este disco no está Chris Maitland a la batería, sino Craig Bundell y la verdad es que hace trece años que no veo a Chris, desde que hicimos el primer disco. Tras ese disco se comprometió a ir de gira con el musical ‘We Will Rock You’ y ahí le perdí la pista. En los últimos diez años he tocado con Craig y era el batería idóneo para este disco”.
“Al final es mi decisión porque puedo hacer el disco que quiera, realmente. Pero si están estos músicos, se va a terminar llamando Kino, no hay duda. No me importan demasiado las expectativas de la gente sobre el disco. Claro que si todo el mundo dice que es una basura mis sentimientos se van a ver heridos, pero al final has de hacer el disco que quieres hacer. Si alguien quiere que Kino suene distinto a como lo hace en ‘Radio Voltaire’ puede hacer su propio disco y llamar a la banda Kino. Tiene mi permiso. No soy muy nostálgico, la verdad. Para mi aquel primer disco fue un momento determinado en el tiempo que ya pasó y al que no le guardo ningún tipo de nostalgia. Al final, yo lo que quería era volver a trabajar con Pete!”.
“No quiero ser negativo sino que…puede que me disparen por esto, pero los seguidores del prog rock son como los seguidores de la música folk: se ponen muy nostálgicos con lo de los viejos tiempos y todo eso. Genesis, para ellos, nunca han hecho un tema mejor que ‘Supper’s Ready’ porque evidentemente “Foxtrot” es su disco definitivo y después de eso no han podido hacer nada mejor. Los discos son instantáneas, momentos en el tiempo. Si escucho a Genesis no quiero escuchar ‘Supper’s Ready’, sino que quiero escuchar algo con grandes estribillos y coros como ‘Invisible Touch’. No tengo ese sentimiento nostálgico acerca de la música pasada que tienen la mayoría de seguidores del prog. Lo que pasó hace cuarenta años da igual. Nosotros hemos llamado a esto Kino porque es lo que era, es el nombre que recibe una colaboración entre este grupo de músicos y es lo que es.”
¿Has vuelto a escuchar ‘Picture’ después de todos estos años?
“No. Lo que disfrutas haciendo un disco es el proceso de hacerlo, el proceso de crear música. Yo disfruto finalizando los discos. A partir de ese momento no necesito volver a escucharlo. Es la gente la que debe disfrutarlo y valorarlo.”
“Tuve que escuchar recientemente el primer disco de Kino, eso si, para una remasterización de cara a un vinilo. Pero no lo escucho pensando ‘joder, que inteligente y que bueno era yo componiendo en el año 2005”, sino que lo escucho desde una perspectiva puramente de sonido, para hacer que suene bien en vinilo. No me gusta descansar sobre mis propios laureles. Salvo que esté borracho, en cuyo caso quizá si que me pongo a escuchar mi propia música. Pero eso solo sucede cuando soy un borracho estúpido. Mi yo sobrio no suele hacer esas cosas”.
¿Dirías que ‘Radio Voltaire’ es un disco más aperturista?
“Hay elementos que han cambiado. Desde un punto de vista de producción, aquel primer disco fue hecho de manera muy ajustada, en mi propio estudio. Desde entonces me he convertido en un mejor ingeniero de sonido y se más cosas, como productor y como ingeniero. Sónicamente, es mejor. La tecnología ha mejorado. Parte de aquel primer disco se grabó sobre cinta analógica y por entonces lo que teníamos para trabajar era un Mac G3 o algo así. Ahora las cosas son mucho mejores.”
“A nivel compositivo, ya no tengo la misma edad, no soy la misma persona y he compuesto muchas más canciones desde entonces. Debería pensar en estas cosas de cara a las entrevistas para dar respuestas inteligentes pero la realidad es que he hecho unos ruidos junto a Pete Trewavas y los he publicado en un disco bajo el nombre de Kino y eso es todo lo que hay. Es el ruido que hacemos en 2018.”
¿Hay alguna clase de temática tras las canciones de “Radio Voltaire”?
“¿Me preguntas si hay un concepto? La realidad es que simplemente es una colección de canciones organizada en un orden que sonaba bien. Me hace reir la gente que habla de discos conceptuales, porque generalmente son conceptos tenues por decirlo finamente. Me gustan las historias en la música, me gusta explicar historias en las letras, pero lo de los conceptos suele ser risible. Hombre descubre banana. Descubre que banana posee el poder de… Es absurdo. He tenido mi experiencia con los conceptos en el disco que hice con It Bites, “Map of the Past”, así puedo decir que he hecho uno. Pero este es el mundo prog en el que vivimos! (Risas)”.
¿Fue complicado grabar con Pete y John debido a sus agendas?
“No, no hemos hecho nada a través de Skype. Hace años giré con una banda y me explicaban que ellos componían los discos a través de Skype porque vivian en lugares distintos por el mundo. Pensé que era una locura y sigo pensándolo hoy en día. Pete coge su coche y viene a mi casa y John también. No nos sentamos en una habitación a hacer jams tampoco pero al menos quedamos para componer juntos”.
¿Hay alguna intención de girar con este disco?
“La realidad es que la última vez hicimos un par de giras y no fueron especialmente exitosas. No entiendo por qué después de tantos años la gente tiene nostalgia de aquel disco y quiere que salgamos de gira (risas). La idea de ir de gira con 31 años es atractiva. Hoy en día prefiero quedarme en casa y ver la tele. No diría que no, realmente, pero… Mira, cuando este disco se anunció lo primero que preguntó la gente fue ‘¿va a haber una gira?’. Si ni siquiera han escuchado el disco! Quizá es una basura, una completa basura. ¿Cuál sería el sentido de una gira entonces? Disfrutad el disco! Y si no salimos de gira, ponte el disco en casa muy alto, invita a tus colegas y bebed cerveza como haríais en un concierto. Es más fácil y menos costoso!”
“No me importaría hacer algún festival o algún concierto aquí y allá. Pasarme un mes sentado en un autocar de gira no me apetece demasiado, la verdad”.
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