Jordi Bianciotto es uno de los grandes nombres del periodismo estatal. Ha escrito varios libros sobre música y escribe en El Periódico de Catalunya y en la revista Enderrock entre muchas otras publicaciones. Esta vez el motivo que nos ha hecho contactar con él ha sido su nuevo libro sobre Deep Purple. A pesar de que ya existe alguna referencia en la lengua de Cervantes a Lord, Blackmore, Paice y compañía Bianciotto ha realizado un buen trabajo, esmerado y completo. La entrevista empieza con el libro como tema de fondo, pero avanza como una charla entre dos fans de Deep Purple repasando las cumbres y valles de la trayectoria de la saga púrpura. Whitesnake, Gillan, Rainbow Hughes, Lynn Truner… Un largo repaso y mucha crítica por parte del autor y también de Jordi Tàrrega. Eso sí, la hora de entrevista se hizo corta y Bianciotto accedió a hacer otra sobre la historia del periodismo rockero en España. En breve en Themetalcircus.

TMC – ¿Cuándo y por qué decidiste escribir un libro sobre Deep Purple? La verdad es que allí fuera hay mucho material ya escrito sobre la banda.

JB: “Bueno… sí que hay bastante material escrito. Sobretodo en inglés. En castellano hubo uno a mitad de los 90, aunque, sinceramente, no me acuerdo de quién era el autor. También existe una obra reciente de José Galván: “Un mundo púrpura”. Mi libro ha coincidido un poco en el tiempo con el suyo, pero ya estaba encargado hace tres años. Pero no quería hacer carreras a ver quién lo sacaba antes”.

“Yo en este libro lo que quería conseguir es que fuera una mirada desde aquí; desde Barcelona y desde el Estado Español. En el libro existe el apartado de La saga Purple en España, y eso claro, en los libros anglosajones no lo vas a encontrar. Y luego hay una mirada personal mía. Es un libro que no pretende ser objetivo, principalmente porque creo que la objetividad no existe, es un mito. Y luego porque el punto de partida es mi vivencia personal y mi antigua pasión por el grupo cuando yo era adolescente. “Y para bien o para mal, los distintos episodios relatados de la saga Purple pasan a través de mi mirada. Eso siempre conlleva algunos riesgos, pues siempre va a haber lectores que en según que cosas no van a estar de acuerdo”.

TMC – Supongo que cuando eras un quinceañero Purple era una de tus bandas fetiche. ¿Qué recuerdas de la primera vez que les escuchaste?

JB: “Fu a principios del año 79. Yo tenía 15 años; y en el colegio de la Salle Condal, hicieron una asignatura llamada Cinefórum. De vez en cuando nos ponían una película, y esta se comentaba. Ese día hubo un “fallo en el sistema” y un alumno coló un video de Deep Purple. Concretamente el directo “Deep Purple Rises Over Japan”. Del Mark IV, la formación con Tommy Bolin. Sorprendentemente los profesores lo toleraron pues el directo apenas sobrepasa la media hora. La verdad es que me impactó muchísimo. Nunca había visto a una banda de ese estilo. Esa música y esa imagen me impactaron muchísimo”.

“Inmediatamente empecé a preguntar a compañeros de clase o a los mayores, a ver si conocían a alguien que tuviese información sobe ese grupo. Me contaron que la banda ya no existía pero que el “Made in Japan” era su disco fundamental. Conseguí ese disco y entonces empezó la historia… Durante uno o dos años mi mundo fue exclusivamente Deep Purple y me obsesioné en tenerlo absolutamente todo. Tanto del grupo como de la saga: los Rainbow, Gillan y Whitesnake. Recuerdo que en esa época en España los discos llegaban con retraso, y sólo estaba disponible el “Trouble”. Esa mística de que haya discos que realmente fueran difíciles de encontrar engancha mucho.

TMC – Dime qué otras bandas, por edad, te han marcado como Deep Purple. Yo creo que todos con 14 ó 15 años se nos aparece una banda que nos descubre todo un mundo.

JB – “Bueno… de eso hace ya 35 años y yo he pasado por muchas etapas. A mi me gustan muchísimas cosas, tanto de rock como de fuera del rock. De Purple pasé a otras bandas de hard rock coetáneas: Led Zeppelin, Black Sabbath, Uriah Heep, Thin Lizzy o UFO. Me engancharon muchísimo cuando tenía 16 ó 17 años. De allí a otras bandas de rock como Lou Reed, Neil Young, Bruce Springsteen… y de ahí a cosas Pop de los 80 que también me gustaron como Echo and the Bunnymen, que poco tienen que ver con Purple. En épocas más adultas he pasado a bandas que ya no son ni rock como la canción francesa, el kraut rock alemán, el tango o la bossanova. Piensa también que soy crítico de un periódico desde hace 17 años… y eso te pone en una situación en la que tienes que ser muy abierto de miras”.

“De todas formas cada uno tiene su forma de relacionarse con la música. También conozco a otros compañeros de profesión, que respeto mucho, pero que siempre se han centrado en una cosa muy concreta y no han salido de allí porque no les ha interesado. Han optado por profundizar en las bandas de su vida, en su estética y en un estilo y se han desinteresado del resto porque creen que no vale la pena. Yo soy de otro estilo: amplitud de miras”.

TMC – Hay una cosa que me ha gustado mucho que has escrito. Purple, a diferencia de otras grandes bandas de los 70, nunca ha cuidado la edición de productos que salían bajo su nombre. Hay discos realmente horribles. Compilaciones de la familia Purple y directos con sección de vientos.

JB: “En Deep Purple ha habido una falta de control enorme. Creo que en su momento se les escapó de las manos por temas contractuales y poco han podido hacer. Nunca han podido reconducirlo. O esto o negligencia. Espero que sea la primera opción… Cuando vas a la tienda y rebuscas encuentras cosas bajo el nombre de Deep Purple que restan más que suman. En esta última etapa con Steve Morse se han publicado demasiados directos. Posiblemente para rellenar huecos que correspondían a discos en estudio. Para la persona que quiere adentrarse en el mundo Purple lo mejor no es un directo en DVD con Morse en el 2002. Este exceso es un error grave pues acaba desprestigiando a la marca Deep Purple”.

TMC – El mejor ejemplo de ello es la edición del disco doble WhoCares. Con dos temas nuevos con Lord, Gillan y Jason Newsted (exMetallica), pero el resto es un refrito de cortes de la saga Purple.

JB – “Muy decepcionante. Creí que sería algo mucho más interesante. Esperaba un disco entero, completo”.

TMC – Es intentar venderte la enésima compilación de la familia Purple pero con otros nombres grandes de Metallica y Iron Maiden. Incluso con el nombre WhoCares ya esquivas los derechos de la marca Purple.

JB – “Sí, todo esto es muy desafortunado. Es una cosa por la que creo que el nombre Deep Purple está desprestigiado desde hace muchos años”.

TMC – Aparte de “Machine Head”, “In Rock” y “Made in Japan”, ¿qué disco crees que es el más injustamente infravalorado? Para mi todo el Mark I está absolutamente infravalorado.

JB – “No nos engañemos… Seguramente estos tres son los discos claves del grupo. “In Rock “ es la obra que les abrió hacia el mundo del hard rock. La primera formación era mucho más dispersa. “Machine Head” es el que tiene la colección de títulos definitivos: “Highway Star, “Lazy”, “Speed Truckin”, “Smoke on the Water”… Y “Made in Japan porque es el disco en directo por excelencia. El favorito de mucha gente. Luego hay mucho material interesante de la era clásica (años 68-76) que creo que son muy buenos. A veces por motivos extramusicales del momento en que ven la luz no poseen esa dimensión mítica, pero hay grandes obras. A mi el Mark III me gusta mucho. Personalmente tengo cierta debilidad por esa formación. Creo que “Burn” es un gran disco… Posiblemente sería el cuarto mejor”.

Jordi Zelig Tàrrega