Anthrax tienen a la vuelta de la esquina su nuevo disco, “For All Kings”, que saldrá a la luz pública el próximo 26 de febrero. Se trata del segundo trabajo de la banda desde la vuelta de Joey Belladonna tras unos años algo convulsos para la formación thrashera americana. El disco será, en parte, sorpresivo, pues muestra una vertiente más actualizada del sonido de la banda pero manteniendo todos los elementos que hacen de Anthrax una banda “old school”.

Anthrax tienen a la vuelta de la esquina su nuevo disco, “For All Kings”, que saldrá a la luz pública el próximo 26 de febrero. Se trata del segundo trabajo de la banda desde la vuelta de Joey Belladonna tras unos años algo convulsos para la formación thrashera americana. El disco será, en parte, sorpresivo, pues muestra una vertiente más actualizada del sonido de la banda pero manteniendo todos los elementos que hacen de Anthrax una banda “old school”. No cabe duda de que Belladonna es una parte totalmente necesaria del sonido clásico y por todos conocido y en este nuevo trabajo brilla especialmente.

Durante la gira con Slayer del pasado mes de noviembre tuvimos la oportunidad de sentarnos a tomar un café con el vocalista y preguntarle por muchos aspectos de su relación con la banda y sus miembros. Sergi Ramos os traslada sus palabras.

Viendo lo que venden los discos hoy en día, ir al estudio ¿es un placer o una obligación para darle una mano de pintura al repertorio de la banda?

“Personalmente sigo disfrutando de crear una canción y un disco. Me gusta grabar un disco, mezclarlo y escucharlo finalizado. Es parte de lo que significa ser músico para mi y para el resto de la banda. Obviamente mola salir de gira con algo nuevo bajo el brazo, porque te obliga a estar alerta y no convertirlo todo en una rutina insufrible. Las ventas no afectan tanto, porque al final ya sabemos lo que hay. Internet se ha llevado las ventas grandes del pasado, pero sigue habiendo un componente romántico en ver la portada, las letras, el diseño y todo el rollo. Sigue siendo divertido”.

“Si además tienes música que consideras que debe ver la luz del día y ser escuchada, mejor que mejor”.

He podido escuchar las canciones una sola vez de momento. Lo que más me ha sorprendido es el sonido más americanizado de los nuevos temas: desde las líneas vocales a los riffs y la producción. No es que sonéis como Avenged Sevenfold pero tampoco sonáis a los Anthrax de la vieja escuela per se. Hay un cierto componente novedoso.

“Obviamente hay una mezcla de todo tipo de estilos. Cuando yo grabo mi voz tengo una idea de lo que el resto de la banda quiere pero no llevo todo preparado, sino que se desarrolla sobre la marcha. No es que me pidan “canta así”. Lo dejo fluir. Hay temas más abiertos, más cercanos a ese sonido que comentas pero no está planeado de esa manera. Hay un montón de thrash y heavy metal en el disco y todo va evolucionando, no podemos hacer siempre lo mismo de manera exacta. No he cambiado mi manera de enfocar las voces, créeme”.

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¿Es cansino “ser” Anthrax? La gente espera ciertas cosas de vosotros y que sonéis de una determinada manera. Pero tu no eres la misma persona que hace treinta años.

“Si no tuviésemos ideas más evolucionadas y ambiciones no podríamos salir adelante como banda. Obviamente sabemos qué es lo que hacemos mejor y vamos a por ello pero tenemos la habilidad para hacer otro tipo de estilos y canciones también. No somos Anthrax por necesidad sino por gusto. Estamos abiertos a la variedad. Hay bandas que no pueden hacerlo.”

¿Compones las líneas vocales por tu parte?

“Scott viene con algunas letras ya preparadas y entre los dos consensuamos las partes vocales. Donde entrar, donde salir y todo eso. Yo y el productor (Jay Ruston) somos los que terminamos de darle forma al tema.”

Cuando saliste de la banda en los 90 se dijo que tu rango ya no era el adecuado, entre otras cosas. Pero tu voz hace que Anthrax suenen a Anthrax.

“Yo salgo y canto. No le doy muchas vueltas. En su momento querían algo diferente…”

Hoy en día usas un rango medio muy confortable.

“Al principio, en los primeros cuatro o cinco discos estaba intentando encontrarme a mi mismo. De hecho, algunos de los temas eran muy difíciles de cantar para mi. Y lo más importante: por entonces estábamos todos en el estudio durante muchísimas horas. Hoy en día somos dos personas: el productor y yo. No está toda la banda. Cuando te pasas todo el día en el estudio salen tensiones y ahora trabajo más confortable. Hago lo que he de hacer, lo que puedo hacer. Pero sin nadie más en la habitación conmigo en ese momento excepto el productor. En los últimos dos discos ha sido así. Sesiones de tres o cuatro horas para canción y listos”.

¿Te hacían bullying los otros miembros de Anthrax en el estudio?

“Bueno, había muchas ideas flotando y cuando estás grabando y te van interrumpiendo o juzgando, tiendes a fatigarte. Yo, además, estaba encontrando mi sitio como vocalista y era todo complicado. Ahora ya no tengo a nadie mirándome por encima del hombro y tengo la confianza necesaria. Tengo mi propio estilo y esto es lo que hago. No puedes cambiarme. Cuando me fui de la banda ellos querían a otra persona y yo no podía ser otra persona. Es complicado ser diferente cuando eres la misma persona. Hago lo que hago”.

¿Es parte del motivo por el que volviste a la banda? ¿Buscaban “el sonido clásico” de Anthrax?

“Bueno, si quitas los años en los que no estuve en la banda y simplemente enganchas donde nos quedamos y donde hemos seguido tienes una idea de lo que podría haber sido Anthrax en esos años. Si volvía a la banda era para ser yo. No podía ser alguien distinto. La combinación funciona y a la gente le gusta”.

Aún a día de hoy sigue habiendo cierta división entre fans de los Anthrax de Belladonna y los Anthrax de John Bush. Igual que sucede con Helloween y Kiske/Deris o AC/DC con Scott/Johnson. ¿Cuál es tu opinión como fan y seguidor de la banda respecto a los años de John Bush en Anthrax?

“Obviamente no era la misma banda. Se podía percibir el estilo pero los valores compositivos cambiaron en búsqueda de algo más noventero. Fue decepcionante no estar en la banda para que esta pudiese mejorar y que lo que hiciesen no fuese necesariamente mejor después de todo. No creo que hiciesen nada que yo no pudiese hacer con ellos. Simplemente distinto.”

“Estuve fuera trece años. Yo no iba a pelear por volver a la banda, eso lo tenía claro. Soy quien soy”.

Cuando estuviste fuera de Anthrax tuviste que enfrentarte a clubs más pequeños y a una escena que en aquel momento estaba en plena contracción. ¿Qué pensabas? ¿Como te sentías en aquella época?

“Quería seguir en la música aunque quizá no en el contexto de una banda. No estar en Anthrax significaba no tener grandes buses de gira y grandes cifras de público pero yo ya conocía eso, porque antes de Anthrax ya había tocado en bandas más pequeñas. Es más, a día de hoy, sigo teniendo un trio con el que toco en pequeños clubs. Me habría gustado estar en la banda, obviamente, pero no estaba y tocaba acostumbrarse”.

“La gente esperaba un cierto estilo por mi parte y eso me condicionaba un poco. Lo que componía en esos años no era thrash sino que era más metal y hard rock. Componía con gente distinta y sonaba distinto, como es lógico. Me daba igual tener un sello o tener un disco, yo quería seguir tocando música. Obviamente me hería no estar en la banda. Sería un hipócrita si te dijese lo contrario”.

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¿Te dolió toda la situación?

“Obviamente, no te voy a mentir.”

Cuando te identificas con algo durante mucho tiempo y eres “Joey de Anthrax” es muy complicado dejar de serlo.

“Pues imagínate cuando te llaman para que vuelvas. La gente se pregunta porqué volví las dos veces. Especialmente la segunda vez, cuando tenían a alguien en mente en plena reunión conmigo. No puedes hacer esas cosas”.

¿Hubo algún punto en el que, por puro ego, les dijeses ‘tíos, no vuelvo, dejad de jugar a lo que estáis jugando’?

“Yo nunca he sido así, soy un tío fácil de tratar. Solo pido que las cosas sean equilibradas, que sean correctas. Quería un trato equitativo. Me da igual la opinión, si el otro cantante era mejor o peor. Lo que quiero es igualdad en el trato conmigo. Incluso hoy en día quiero tener voz y voto dentro de la banda, no ser un simple músico que canta y se calla. Se lo que quiero en la vida y quiero confianza y compromiso”.

¿Significa eso que eres un partner empresarial con Anthrax ahora?

“Bueno, quería estar en el mismo barco que ellos porque sino no tiene sentido. No quiero ser un músico a sueldo a estas alturas con ellos. Quiero ser parte de la banda”.

“A partir de cierta edad no quieres estar siempre pisando huevos y preguntándote qué harás el año que viene. Quieres cierta seguridad. También quería que todo fuese divertido y equilibrado en lo personal, porque hemos de pasar muchas horas juntos y quieres que haya un buen ambiente.”

¿Pudiste sobrevivir con la música durante los años en que estuviste fuera de Anthrax? ¿Fuiste inteligente con tu dinero de los años de grandes shows y giras? ¿Tuviste que ponerte a trabajar en un trabajo normal quizá para salir adelante?

“Tuve que trabajar, porque no quería estar sentado. Tocaba en directo, trabajaba con un entrenador de caballos en un complejo de establos gigante donde entrenaban competidores…ahí estaba trabajando con mi esposa. Hacía de todo. Luego por la noche tocaba en directo. Iba compaginando ambas cosas”.

¿Como ves la industria de la música hoy en día? Viviste la época de la abundancia e imagino que el cambio debe haber sido impactante.

“Mi meta siempre fue ser bueno en lo que hago. Es un proceso que se desarrolla cada día. Eso es lo principal. Ahora estamos en la carretera siete semanas y media y no paso por casa en todo ese tiempo, lo cual es duro. Es más duro estar en la carretera cuando ya tienes una familia, sin poder contactar con ellos. Es difícil. Pero girar sigue siendo divertido, aunque ahora se algunas cosas que antes no sabía acerca de como sobrevivir en ese ambiente. Las cosas no son tan diferentes, realmente, respecto a la época ‘dorada’”.

¿Te sorprende poder seguir tocando en grandes recintos con bandas como Slayer en el año 2016?

“Bueno, cada banda es un mundo. Algunas tienen tres, dos o un miembro original…nosotros seguimos siendo cuatro de los cinco miembros originales y no me sorprende seguir en esto porque amamos la música y eso transpira y la gente lo nota”.

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Recuerdo ir a una listening session del disco anterior, “Worship Music”, en Madrid. Cuando Dan Nelson aún era el presunto vocalista de Anthrax.

“¿En serio? No puede ser! Escuchaste esa versión del disco? Ni yo la he escuchado! ¿Pero no pudiste tener una copia no?”

No, era todo ultra-secreto. Lo escuchamos en un disc-man en un hotel, imagínate. Pero vaya, que fue una escucha única previa a la entrevista y recuerdo más bien poco de aquello. Luego vino todo el drama, la salida de Dan de la banda y lo que ya conocemos…

“Cúlpame a mi! (risas) Estábamos en plena reunión todavía y me llega alguien y me dice que Anthrax acaban de anunciar a un nuevo vocalista. Te puedes imaginar mi cara. ¿Qué hacen estos sitios? No tengo ningún problema con Dan Nelson pero pensé ‘¿qué le ven a este tio?’.”

Siempre he oído que muchos de los problemas de Anthrax venían derivados del management.

“Bueno, debes recordar que detrás de un manager siempre hay una banda que toma decisiones por su cuenta. No quiero liarla, pero eso es todo lo que puedo decir. Hay gente que no entiende como puedo volver a Anthrax pero eso es porque no me paro a pensar y a hacerme mala sangre. Se lo buenos que somos todos juntos y eso es todo.”

“Cuando grabé ‘Worship Music’ no había escuchado nada de lo de Dan Nelson. Me dieron las letras, canté y eso es todo. No escuché nada previo. Ni ensayé. Fui grabando una canción por día y punto”.

¿Os veis en el estudio hoy en día?

“Voy grabando por mi cuenta. Un tema al día, quizá en un día grabo un par. Me voy del estudio, al día siguiente por la mañana tengo un email del productor diciendo “hey, les mola, siguiente tema”. Así es. Más fácil todo”.

¿Hay algún cantante que te llame la atención hoy en día?

“No escucho mucha música nueva. Sigo escuchando a Deep Purple, Journey, Kansas, Bad Company y The Who. Mi trio solo toca música añeja, nada de música nueva. Es lo que me gusta. Cuando vengo a cantar con Anthrax vengo con una frescura distinta. No intento competir contra otros vocalistas de metal actuales porque no los escucho. Puedo escuchar buenos riffs ocasionalmente pero no escucho demasiadas buenas canciones.”