Dos años después de su debut y habiéndose convertido en una de las bandas con más peso del deathcore nacional, HYDE ABBEY publican su segundo álbum, "Ooparts". Esteban Portero habla con los de Mataró sobre este lanzamiento y el presente de la banda.

Han pasado dos años desde vuestro álbum debut “Hall of Shame”. ¿Qué creéis que ofrece el nuevo álbum respecto al anterior?

“Bueno, «Ooparts» es una evolución natural de «Hall of Shame». Es un disco más meditado, trabajado y con más presupuesto. Invertimos muchas horas en la composición y le prestamos mucha atención a las estructuras de las canciones. En la parte musical quisimos ir un paso mas allá respecto a «Hall of Shame», queríamos que las partes duras lo fueran mucho más y que las melodías de guitarra fueran mucho más evidentes. “

El título de álbum hace referencia a los “artefactos fuera de lugar”, y se trata ciertamente de un concepto muy vinculado a las letras de las canciones de “Ooparts”: se habla de mitos, enigmas y artefactos del mundo antiguo. ¿Quién se encarga de las letras? ¿Cómo llegasteis a centraros en este interesante enfoque lírico? Debo decir que habéis logrado trasladar esa aura de misterio a la música, está en perfecta comunión con las letras.

“¡Fue un concepto que vino a nosotros! Justo empezábamos la composición del disco y supimos del tema, a todos nos encantó y decidimos envolver los temas con este aire “misterioso”. Las letras corren de parte de los cantantes, son ellos quienes se ocupan de hacerlas y después es David (guitarrista) quien hace las correcciones, ¡por algo es filólogo inglés!”

Como pequeña curiosidad respecto a los ooparts, ¿La imagen de la galleta del CD representa el cráneo Mitchell-Hedges?

«¡No podía faltar!»

No puedo evitar preguntarlo, pero viendo la temática… ¿Alguno de vosotros estudia historia o arqueología? ¿O simplemente os interesa y nada más?

«Somos muy fans de todo este tipo de “mitología”, pero no nos dedicamos a ello. Tal vez deberíamos, ¿no? (risas)»

“Nazca Lines” llama la atención por su construcción musical, que se acerca a la del post-metal. ¿Tenéis influencias de este género o simplemente queríais crear una intro repetitiva y bien ambientada para “The Mowling Devil”?

«No, no, Nazca Lines es un tema más del disco, se trabajó igual que con cualquier otro, aunque también es cierto que ninguno de nosotros es especialmente fan del post-metal . Nos apetecía poder hacer un tema así, sabemos que no es lo más habitual en este tipo de discos y queríamos meter un tema en el álbum que pusiera los pelos de punta sonando por una P.A. como intro y así lo hicimos.»

¿Cómo es el proceso compositivo en HYDE ABBEY? ¿Soléis trabajar las canciones desde cero todos juntos o se basan en ideas individuales que luego mejoráis entre los seis?

«Es muy difícil, en nuestro caso por lo menos, componer los seis a la vez. Normalmente partimos de una idea individual y después se desarrolla en el local todos juntos.»

Cuando una banda joven publica sus primeros álbumes es inevitable preguntar por las raíces musicales de la misma, pero en esta ocasión quiero que me habléis de otro tipo de influencias. Desde que se formó HYDE ABBEY habréis estado en contacto con muchas bandas, pero, ¿en cuáles os fijáis cuando se trata de definir vuestra manera de trabajar? ¿Hay alguna agrupación que os haya marcado en cuanto a cómo hacer las cosas?

«Bueno, intentamos hacer nuestro propio camino sin fijarnos mucho en que hacen (con todo el respeto) las bandas que tenemos por aquí. Si tuviera que decirte algún grupo que sería un ejemplo de trabajo bien hecho no dudaría en decirte que CRISIX, ¡son unos currantes de cojones! Y ellos nos han demostrado que si trabajas y lo das todo, puedes conseguir grandes cosas.»

El álbum ha sido producido por Edgar Beltrí. ¿Cómo ha sido trabajar con él?

«¡ODIAMOS A EDGAR BELTRÍ! (risas) No, no, realmente fue nuestro gurú. Se involucró al máximo, nos aguantó las rayadas, los enfados, y nos ayudó mucho a guiarnos para poder sacar el disco en condiciones. Él tiene una manera de trabajar bastante «hardcore», es un tío que no se lo piensa dos veces cuando tiene que decirte lo mal que has tocado o que te estás comportando como un gilipollas. En un principio eso hizo que la presión fuera extrema, pero consiguió lo que queríamos, que era dar el máximo en la grabación. Le estamos muy agradecidos por todo lo que hizo por nosotros, incluso, ahora somos amigos (risas).»

Algunos productores se ponen al margen del trabajo creativo de la banda y prefieren no tocar nada de las canciones, mientras que otros prefieren aportar ideas para mejorarlas. ¿Ha colaborado Edgar en los arreglos de los temas u os habéis cerrado a lo que traíais preparado en ese sentido?

«Sí, sí, sí. Se trabajó mucho con él en ese tipo de aspectos. Era nuestras orejas externas, nos decía si un riff funcionaba o no, si teníamos que cambiar tal estructura o tal otra, guitarras de relleno, terceras guitarras, melodías, etc.»

Edgar tocaba en THE EYES, una banda que practicaba un estilo similar al vuestro y que era toda una referencia antes de separarse. Sabemos que las comparaciones son odiosas, pero ¿sentís el peso de haberlos reemplazado de algún modo como máximos exponentes de ese género en Cataluña?

«Uf, eso son palabras mayores. Ellos eran muy grandes como banda (y como personas), hicieron cosas inimaginables para una banda de metal extremo en España, abrieron las puertas para todos los que estamos detrás y nosotros estamos a años luz de eso. Somos conscientes que la banda funciona y que podemos hacer grandes cosas, pero aún tenemos que mucho por demostrar. Esperamos poder ser el relevo natural de THE EYES, pero hoy por hoy no creemos que sea así.»

¿Qué os hizo decantaros por Fair Warning como sello para publicar este “Ooparts”?

«Confiaron en nosotros desde el principio y se interesaron por escucharnos, vernos y saber qué queríamos hacer. Decidimos apostar por ellos porque demostraron que tenían interés en la banda y que creían en ella. Tuvimos una oferta de una gran discográfica de metal en España, pero no parecía interesarles mucho qué aspiraciones teníamos o cómo queríamos enfocar el proyecto. Además, el feedback no era muy fluido, cosa que no pasó con Fair Warning.»

Desde las bandas noveles muchas veces se ve con recelo el trabajo de sellos y productoras, ¿qué les diríais a aquellos que desconfían del trabajo de terceros para su banda?

«Eso es una decisión de cada uno, es interesante trabajar con terceros si realmente este aporta algo a tu banda. Tener una discográfica que te hace pagar los discos, no hace promo, no distribuye tu disco en sitios que funcionen, no saben qué haces, no te han visto tocar y sólo te ponen el sello… no sirve de nada. Lo mismo con los bookings o los managements, tener un mánager que sólo se llena la boca diciendo que lo es pero hace nada por tu banda es una tontería y una manera absurda de perder dinero. También es cierto que, si trabajas con gente seria, el proyecto crece y el trabajo se hace algo mas cómodo. Hoy en día no es una mala opción auto editar y ser tu propio booker.»

Os caracterizáis por tener dos cantantes, pero recientemente Jon dejó la banda. ¿Cómo encajó la banda este golpe? ¿Vais a buscar un sustituto o pasaréis todas las tareas vocales a Presta?

«Fue un golpe duro, la verdad. Jon estaba en el grupo desde el principio y te podemos asegurar que los últimos dos años han sido intensos, costó despedirse de él pero su situación profesional lo requería, no quedó otra que respetarlo y apoyarlo. En cuando al sustituto, es algo que está en el aire. Presta no cantará solo, pero de momento tiraremos de favores de amigos.»

Muchas veces parece que haya cierto resquemor desde la comunidad metal hacia el mundillo “-core”. ¿A qué creéis que se debe? ¿Os habéis sentido discriminados alguna vez por ello o creéis que ya está superado y que vuestra integración al panorama metálico nacional es competa?

«Supongo que todo depende de tu actitud respecto a tu banda y al resto de ellas. Nunca hemos tenido ningún problema, y mira que hemos tocado con grandes bandas nacionales de rollos muy distintos al nuestro. Creo que todo depende de lo auténtico que seas, eso la gente lo ve y lo nota. Hemos visto grupos tocando que no se creen su propia música, llevan el tattoo de turno y la camiseta de tirantes porque es lo que toca. Algunos de nosotros vestimos así pero otros no, no será raro que veas a David tocando con un polo o a Presta cantando con un chaleco motero a lo VALIENT THORR. Eso no nos hace menos core, somos así y es una gilipollez cambiarte sólo porque no te pareces al cantante de PARKWAY DRIVE. Eso pasa en todos los estilos de música, pero en el mundo del “core” parece que es más evidente o menos “creíble”.»

La primera parte de la gira de presentación será entre septiembre y octubre. ¿Qué expectativas tenéis con estos conciertos? ¿Qué les diríais a aquellos que dudan si ir a veros?

«¡Expectativas todas! Vamos a darlo todo, sabemos que nos toca “picar piedra” y tocar en salas pequeñas, sabemos que habrá conciertos con poca gente, sabemos que en alguna fecha perderemos dinero, ¡pero nos da igual! Quien venga a vernos verá que queremos comernos el mundo, y daremos el máximo de nosotros en cada fecha. Es lo más importante de todo.»

Muchas veces hay grandes temas que no funcionan en los conciertos. Dejando de lado la novedad de esta última entrega y desde un punto de vista neutral, ¿qué canciones creéis que funcionan mejor en directo, las de “Hall of Shame” o las de “Ooparts”?

«Hm… Eso es como preguntarle a un padre cuál de sus dos hijos saca mejores notas: lo sabes pero da cosa decirlo (risas). Las de «Ooparts» se hicieron teniendo en cuenta el directo y funcionan muy bien, aunque hay algunas de «Hall of Shame» que son imprescindibles en nuestros conciertos.»

¿Cuáles son los principales objetivos de HYDE ABBEY actualmente?

«Queremos disfrutar la gira, pasarlo bien y ganarnos a los seguidores uno a uno en los conciertos. El gran objetivo de este año… hacer algún festival grande en verano..»

Muchas gracias por dedicarnos vuestro tiempo, y enhorabuena por haber sacado un disco de semejante nivel. ¡Nos vemos en vuestra fecha en Barcelona!

«¡Gracias a ti, Esteban! Un abrazo.»