HAMLET: «»Inferno» es totalmente atemporal, y el disco que refleja a la perfección lo que es Hamlet»
Tratar con HAMLET siempre ha sido un placer, siempre abiertos a cualquier entrevista o reportaje. Pero que abran su local de cara al concierto que tienen entre manos, es aún más satisfactorio y especial. Tras un día de ensayo, a solo tres días del concierto de la entrega de sus tres discos de oro, nos reciben Luis Tárraga y Alberto Marín para recordar el pasado, tratar el presente y mirar hacia el futuro.
Antes de nada, dar la enhorabuena por el triple disco de oro. ¿Cómo y cuando surge la idea de esta especie de homenaje y fiesta? Yo lo veo más de esa manera y no como un concierto normal…
Luis: Los tres discos llevan años ya desde que llegaron a disco de oro. La idea de que nos lo dieron venía de hace tiempo, pero no encontrábamos el momento adecuado: o teníamos un disco entre las manos, o estábamos en Locomotive y quizá no era adecuado, luego está el asunto de que eran de Zero Records… Se intentó antes de la salida de ‘La Puta Y El Diablo’, pero tampoco llegó a buen puerto. Y ahora era el momento, que llevábamos ya un tiempo con los temas nuevos, habiendo terminado la gira y con el disco nuevo en el horizonte para el año que viene.
Alberto: Casi se llega a truncar de nuevo; lo hablamos después del final de la gira de ‘La Puta Y El Diablo’, pero nos encontramos con el problema de encontrar sala.
Luis: Al final ha sido la que había libre, y se ha quedado pequeña. Tampoco queríamos hacer un llenazo ni reventar una sala, ni hacer algo a lo grande. No sabíamos lo que iba a pasar, porque aunque siempre nos responde la gente, ya hace dos semanas que agotamos las entradas. No he visto esa sala llena, y estamos algo preocupados de cómo podamos sonar, y de que la gente nos vea bien…
Alberto: Por otro lado siendo una fiesta y un concierto así, vamos a estar casi juntos con el público, y esa cercanía se agradecerá.
Luis: Hubo un concierto que a mí me encantó el ambiente que había, el benéfico de Gruta 77. Nos motivó muchísimo, aquello era una olla a presión, y esta vez puede ser algo parecido.
Supongo que seríais conscientes de que hubo muchos seguidores del grupo que tenían unas ganas tremendas de algo así, y que ya hubo comentarios en la gira del aniversario de que molaría la posibilidad de hacer lo mismo con ‘Insomnio’ e ‘Inferno’.
Luis: Somos conscientes, y la prueba es que son los discos que más hemos vendido. Quizá teníamos abandonados algo más los dos primeros discos; de Revolución siempre cae ‘JF’, pero quizá tocábamos solo dos o tres más. Y de Sanatorio igual con ‘Irracional’, junto a alguna otra. Pero sabemos que a ‘Inferno’ e ‘Insomnio’ la gente les tiene mucho cariño, y por eso vendieron. Viendo lo que ha pasado y como suenan los temas, hemos hablado de extender algo esta actuación; funcionaría bien una gira así, pero no lo hemos planteado como tal, solo pensar entre la grabación del disco, la salida y demás… No hay hablado nada formal, pero si hay demanda, ¿por qué no hacerlo?
Alberto: De Revolución apenas tocamos temas, de hecho. Teniendo reciente la gira del aniversario, solo rescatamos tres canciones: ‘Egoísmo’, ‘El color de los pañuelos’ y ‘Habitación 106’.
¿Es una especie de situación para quitaros la presión de todos esos temas que no os para de pedir la gente, pero que no tienen hueco a la hora de una gira de presentación de disco nuevo?
Luis: No es quitarse presión, pero cuando sacamos un disco intentamos tocar muchos temas nuevos, y no hacer lo mismo de siempre. Ahora que no hay, es la hora de hacer caso a la gente de recuperar esas canciones. Pero no siempre se puede contentar a todo el mundo, pero esto es una forma de intentarlo.
Si os parece, voy a echar la vista atrás a cada disco, mas o menos con el mismo tipo de preguntas para cada uno ¿Fue Revolución una especie de ‘Sanatorio de Muñecos’ mejorado y más maduro?
‘Sanatorio de Muñecos’ y ‘Peligroso’ son mucho más cercanos en el tiempo de lo que la gente se cree. Lo digo millones de veces, no renegamos de ‘Peligroso’, sino que ‘Sanatorio’ es lo que queríamos haber hecho en el otro; seis o siete temas de la época del primero están en el segundo. La diferencia con ‘Revolución’ es el ritmo de meterse en la carretera, las tablas, dedicar horas… en el fondo, ser mejores músicos por dedicarle tiempo y atrevernos a hacer más cosas. Intentar llevar al límite la música que nos gustaba, el crossover, el hardcore… desde Pantera a Biohazard pasando por Sick of it All; nos gustaban las nuevas tendencias, un rollo distinto. Nos atrevimos a mezclar siendo agresivos, y con una producción mejor y más cruda.
Alberto: En el momento que salió yo estaba más centrado en otro rollo, heavy clásico, cosas más extremas…
¿Un recuerdo imborrable de Revolución?
Luis: No somos de metas ni cosas así, pero recuerdo que hicimos un Festimad, el primero, y un concierto en la sala Canciller de San Blas, con entradas agotadas… aquello te choca, porque te dabas cuenta de que tenías más público siguiéndote del que pensabas. Además también ves lo que es vivir la vida de un grupo, su significado, el empezar a hacer cosas, tener una responsabilidad…
¿Qué canción os gusta más a la hora de tocarla en directo?
Alberto: Quizá ‘El color de los pañuelos’.
Luis: Sí, y a mí siempre me gusta ‘Habitación 106’… pero sobre todo ‘Egoísmo’. Engloba el concepto de ‘Revolución’.
Alberto: Es la más representativa, con partes salvajes, una parte caída… y una letra muy agresiva tratando un tema de manera directa.
Con ‘Insomnio’ os abristeis a un sonido más melódico y mucho más completo, apareciendo por primera vez en los conciertos de Radio 3 en televisión.
Luis: Fue curioso lo que pasó con ‘Insomnio’. Grabamos una cinta de casette en el local, y la escuchó Colin Richardson y nos quiso producir; nos enseñó mucho, como concretar las canciones, y de buscar más ‘la canción’ en sí. Por entonces fue el boom de la música alternativa, y muchos medios se abrieron a ese tipo de música, empezaron todos los macrofestivales en España de esa música… Yo no lo veo tan distinto a ‘Revolución’, sino que la producción y las canciones son más redondas, simplemente que estábamos abiertos a todo. En relación a lo de Radio3, nos apoyó muchísimo… igual que otros nos dieron de lado. Nosotros fuimos encajando en festivales como el Espárrago, Viñarock, y aquello era una mezcla explosiva, con grupos heavys, de rock and roll o punk. Por eso nunca nos ha gustado estar en ninguna etiqueta.
Yo veo más problema de que si hay un grupo que no es sencillo de etiquetar, se le da de lado.
Luis: Muchas veces se etiqueta por etiquetar. Si caes en gracia a alguien y te apoyan porque les da la gana, puede haber otros que se piquen o te etiqueten de otra manera.
Alberto: Yo de lo que me he dado cuenta es que para mucha gente hay distintos Hamlet. Hay seguidores que ven al grupo como los de los dos primeros discos; otros como los de ‘Insomnio’, otros de otra manera distinta…
Luis: Yo es que no veo tanta diferencia entre ‘El color de los pañuelos’, ‘Egoísmo’, ‘El mejor amigo de nadie’ o ‘Tu medicina’… No sé, si me pongo a mezclar canciones, las grabamos de nuevo y las metemos en el mismo disco, y no aprecias diferencia de estilo en sí. A nosotros nos gusta plantear los discos con una actitud distinta, con contrastes. Hacer lo mismo siempre sería un rollo, y no nos gusta hacer segundas partes de nuestros discos…
Alberto: Hay grupos que pueden hacer discos semejantes, pero son ellos. Motorhead, por ejemplo, pero es que son así… y Hamlet no son así.
Luis: Por ejemplo, a mí me gustaban los Beatles de pequeño. Pero había discos que no tenían nada que ver, pasaban del pop al rock como si nada manteniendo su identidad. Mi cultura musical es variada, y ahora me gusta por ejemplo el último de Gallows, o me puede gustar Accept. Pero hay gente que no le entra en la cabeza… y cuando hago canciones me gusta tener esa mezcla y esa mentalidad. Del disco negro pasamos a ‘Syberia’, por ejemplo. Una de las razones de que Alberto esté con nosotros es que tiene esa misma mentalidad. Podemos hablar de ir a ver a Roger Walters, o a Napalm Death…
Alberto: O a Muse, o a Depeche Mode… A mí me encanta Queen, que también te pasaban del rock al pop con mucha facilidad.
Alberto: Yo desde fuera era algo que siempre alababa, que un grupo de rock tocara tantos palos distintos, que tuvieran discos variados. Cuando salió ‘Syberia’, que yo estaba en Skunk D.F. flipé, me encantó y pensé: ole sus cojones.
Luis: Una de las críticas que hacen al grupo es la de subirnos al carro. Llegó un momento en que ya me daba igual lo que dijeran. Es que no tiene más misterio que el querer crear algo nuevo y distinto.
¿Un recuerdo imborrable de Insomnio?
Luis: La grabación en sí, con Colin Richardson. Yo tenía el ‘Burn my eyes’, los discos de Carcass y todo eso, y tener la oportunidad de grabarlo con él y su posterior amistad es lo más.
¿Cual es vuestra canción favorita de cara a un concierto?
Luis: No tengo duda, ‘Tu Medicina’.
Alberto: Yo diría ‘Antes y Después’, es un himno.
¿Creéis que es un tema que puede reflejar muchas etapas de HAMLET?
Luis: Es la primera canción que conjugamos a la perfección la melodía y partes más cañeras, esa dualidad que siempre nos ha gustado.
Alberto: También hay que tener en cuenta la letra… más íntimista, sin denuncia social.
Luis: Nos atrevimos a hacer estrofas melódicas con estribillos más fuertes.
Para terminar el trío de ases tenemos ‘Inferno’. ¿Cuándo lo editasteis sentíais como si estuvierais en un ascenso constante sin saber donde tocaríais techo?
Luis: Se empezaron a crear muchas expectativas, porque ‘Insomnio’ ya nos puso en el panorama, con mucho crecimiento y grandes ventas. Antes de ‘Inferno’ arrastrábamos halagos, pero muchas ostias, y de ahí viene el título del disco. Que si vidas privadas, que si unas cosas, que si copiar a Deftones… Ahora lo ves y nos dan un disco de oro por ‘Insomnio’, y entiendes menos aún ese odio y tirria que había por mucha gente, echando mierda sin sentido. ‘Inferno’ salió así, muy especial…
Muy sentimental.
Luis: Eso es. Es totalmente atemporal, y el disco que refleja a la perfección lo que es Hamlet y lo que significa este grupo. Lo puedes grabar ahora, y no desentonaría; y nos hemos dado más cuenta al preparar muchos de sus temas. Creamos ambientes en las canciones sin estar etiquetados a nada, pero con el sello propio de nuestra intensidad y energía.
Alberto: Personalmente lo estoy disfrutando muchísimo. Gran parte de estos temas no los había tocado, y algunos parecen más sencillos de lo que son. Pillar el punto intimista y meterse en situación… es complicado.
Luis: En este mejoramos el sentimiento como grupo. No hacía falta tocar muchos acordes para llegar al oyente.
Haciendo un poco mezcla de los tres, ¿‘Inferno’ fue quizá el que menos repercusión tuvo en su momento, pero el más querido por muchos fans en la actualidad? ¿Fue frustrante el tener un disco con tanto potencial sin que la discográfica hiciera mucho por promocionarlo?
Luis: Esto no es una crítica para Zero, porque además ahora no hay nadie de entonces. De hecho, la mejor persona que hemos tenido a nivel discográfico fue Juan Hermida en su momento, que llevaba el sello. Sabía lo que queríamos, nos puso ahí… pero en aquella época faltó un empujón que quizá Zero no llegaba. ‘Inferno’ llegó a número 7 de AFYVE, cuando las ventas eran reales y no todo lo que aparece ahora, y fue un shock. Hicimos una firma y un concierto en un sótano, y se juntaron como setecientas personas en una cola enorme que hasta vino la policía. Un chico que estuvo poco tiempo en Zero, nos dijo después que él cuando llegó dijo que había que apostar por nosotros como fuera. Pero era una compañía pequeña, y no se pudo llegar a más.
¿Un recuerdo imborrable de Inferno?
Luis: El concierto de La Riviera con ese llenazo real… y con menores. Que parece una tontería, pero esa traba que hay en Madrid pesa mucho. Los que vivimos en el mundillo lo vemos y lo notamos, porque yo cuando tenía dieciséis años iba a tope a los conciertos a tragarme todo lo que podía cada fin de semana.
¿Y una canción favorita de cara a un concierto?
Alberto: ‘Mi nombre es yo’.
Luis: ‘Buena suerte’ mola… pero ‘Perdóname’. Recuerdo una gira de ‘Insomnio’ por Europa junto a Pleymo, y estábamos preparando las canciones de ‘Inferno’, y la tocábamos en alguna prueba de sonido, porque fue la primera que tuvimos entera. Fue el embrión de por qué salió todo así. Además, lo bonito es de que las letras son abiertas a que cada persona la lleve a una situación o persona concreta, no a alguien en concreto.
En vuestro facebook hace poco se ha publicado un mensaje que decía ‘Buena Suerte, Porqué, Mi nombre es Yo, Perdóname, No Soy Igual, Torturavision, Odio, El Color de los Pañuelos, No me Arrepiento’… ¿Como notáis que han envejecido los temas? ¿Alguno de los más olvidados os ha sorprendido a la hora de recuperarlo?
Luis: Sorprende mucho tocar los temas de ‘Inferno’. Pillar la actitud especial de ese disco… es complicado, por ejemplo ‘Buena Suerte’. Son tempos distintos, empiezas a hacer cosas más distintas…
Alberto: Quizá sea un disco minimalista, y tiene un rollo muy especial y original. Menos es más. Cuando salió ese disco dije ‘¡pero esto que es, que animalada de guitarras!’.
Luis: Queríamos unas atmósferas oscuras, a la par que agresivas y melódicas.
En vuestra carrera, ¿cuál ha sido el disco más difícil de llevar a escena?
Luis: De tocar, ‘La Puta y El Diablo’.
Alberto: Puedes estar tocándolo en directo y disfrutando… pero no puedes perder la concentración, atento a las notas que das.
Luis: Yo lo recuerdo más en los ensayos, porque empezamos haciéndolo cuatro, y cuando vino Alberto teníamos muchas canciones hechas. Era complicado coger todos los cambios de ritmo y el hilo a todo.
Alberto: Pero también era muy divertido. Lo bonito es tener un repertorio donde te lo pasas bien tocando ‘Perdóname’, y pasas a ‘Sacrificio’ y te lo sigues pasando de puta madre.
Luis: Por ejemplo, hay cosas del disco nuevo que pueden ser igual de difíciles que ‘La puta y el diablo’… pero lo son menos tras esa experiencia, lo que hemos creado y como lo hicimos. Lo hemos enfocado de otra manera…
Alberto: No es tan largo, hay más estribillos, más melódico…
Luis: Hay más espacio para que Molly haga más gala de sus registros y de melodía. En el anterior apenas le dejamos hueco para la voz, pedía mucha agresividad, y en este volvemos a cambiarlo. Cada disco tiene su aquel y su cosa especial.
En un grupo tan veterano como vosotros, ¿como vienen las ideas de cara a escribir nuevos temas? Seguís teniendo influencias, ¿o vosotros mismos sois vuestro principal referente?
Luis: Nosotros mismos. Pero escucho tantas cosas diferentes, que si rock antiguo, época metalera… que luego sale como conjunto. Voy más así, que como un estilo como tal.
¿Donde vais a grabar el disco nuevo y quién se va a encargar de hacerlo y de masterizar?
Alberto: En Sandman, con Carlos Santos.
Luis: Y la mezcla y mastering con Fredrik Nordström. La primera idea fue Colin Richardson, y nos ha pasado como con ‘La Puta y el Diablo’, que también quisimos. Pero va a hacer lo nuevo de Trivium, y no tiene tiempo. Nosotros queremos tener el disco acabado para Marzo mas o menos.
Alberto: Pensamos en opciones, y nos apetece probar cosas nuevas. Nos gusta mucho el trabajo de Fredrik porque mantiene la esencia del grupo. No tiene que ver que sean Dimmu Borgir, Evergrey, Bring Me The Horizon… consigue unas guitarras espectaculares, y unas voces enormes.
Luis: Queremos que entienda lo que queremos hacer con las voces, que es uno de los pocos peros que podemos poner a Logan Mader con algún efecto que metió…
No puedo evitar preguntaros por la experiencia de ir de gira con CROWBAR y SEPULTURA. ¿Cómo calificaríais la experiencia de estar tocando tres semanas todos los días?
Alberto: Yo estaría tocando cuatro meses más, espectacular. Te piensas que vas a cansarte mucho más, que va a ser una paliza… y el que más lo iba a sufrir era Molly, pero todo lo contrario. Fue de menos a más, dosificando y acabó como un animal. Disfrutamos cada noche tocando en países distintos y con salas llenas.
Luis: Fue gracias a Sepultura… y gracias a la cultura musical de otros países ir a ver a los teloneros.
Alberto: A las siete de la tarde en la República Checa había una sala llena para ver al primer grupo.
De hecho, a raíz de esa gira empezaron a salir críticas de vuestro disco en medios extranjeros. ¿Fue una siembra para recoger de cara al futuro?
Luis: Nos tomamos ‘La Puta y el Diablo’ como el primer paso para que nos conocieran. Tener un mini-éxito fuera es impensable. Quizá dentro de dos discos podamos ser algo más conocidos fuera…
Alberto: Otra cosa que nos llamó la atención es que durante la gira venía a saludarnos tras los conciertos, y como reaccionaban ante cantar en castellano; les sonaba bien, pero con algo exótico y distinto.
Luis: No hemos tenido ningún problema por cantar en nuestro idioma. Les parecía que lo hacíamos con dos cojones.
Alberto: Una noche me lo comentó Andreas Kisser, que le parecía de puta madre ese hecho.
¿Hay algún planteamiento de un nuevo disco/dvd en directo?
Luis: Lo hemos hablado, pero solo conversaciones nuestras. A nosotros nos gusta comprar dvds y todo el rollo, pero viendo como está el panorama musical y los presupuestos… intentamos tirar con un disco nuevo. Ojalá fuera el año que viene el momento, porque canciones tenemos de sobra, y ya hace tiempo del otro. Que hay grupos que casi sacan uno cada año… Pero hacerlo bien es muy caro, y el mercado actual es para pensárselo todo muy bien.
Alberto: Echas toda la carne en el asador para un disco nuevo, pero si llega la oportunidad en el futuro, se verá. Yo por soñar que no quede: me encantaría hacerlo si pudiéramos tocar en un gran festival europeo.
Luis: El nuevo disco va a estar chulo, vamos a tener repertorio con Alberto aún teniendo que meter canciones antiguas… Veremos si tras este disco es el momento.
Ya con el lleno del día 26 asegurado, mandad un mensaje tanto a quienes vayan a estar ahí como a los que por unas cosas o por otras se vayan a quedar con las ganas.
Luis: Nosotros queremos que eso sea una fiesta y que la gente vaya a disfrutar. Un homenaje a discos que todos los que van a ir sabemos que lo tienen. El repertorio es cojonudo, y no vamos a buscar el concierto perfecto, sino una fiesta total.
Alberto: Vamos a vivirlo y a disfrutar un momento muy especial, que hay que compartirlo con todo el mundo.
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