Decía una de sus canciones que "Queda mucho por hacer". Pues bien, con este nuevo disco, parece que siguen teniendo muchas cosas por hacer, y por demostrar. No ya a ellos mismos, sino al público. Molly, Luis Tárraga, y su nuevo guitarra, Alberto Marín, contestan a diferentes cuestiones con la misma naturalidad que hicieron los diez temas que componen "La Puta Y El Diablo", su primera obra con Roadrunner, que seguró que dará mucho que hablar.

The Metal Circus: ¿Como definiriais HAMLET a día de hoy?

Luis: Tú, el nuevo!

Alberto: Que pregunta…

Molly: Consolidación absoluta.

Luis: En este disco es un poco todo. Lucha, constancia, fuerza, creo que estamos ganando mucha personalidad…

Alberto: Yo que acabo de entrar, creo que es un momento muy importante para la banda, y estamos como una piña.

Molly: Creo que ante todo tenemos mucha confianza, y una paz y tranquilidad entre comillas, que viene con el paso de los años. Sabemos lo que hay, tenemos el control de la nave, sabemos donde queremos ir, estamos muy seguros de lo que queremos y de donde estamos. Además hemos tenido el respaldo de nosotros mismos, nuestra agencia, esperemos que la compañía… Pero lo más importante es, existiendo el feeling de tocar juntos y pasándolo bien, lo demás da igual.

T.M.C.: ¿De donde viene la idea de un título como «La Puta Y El Diablo?

Luis: El tema es que llega un momento que, teniendo tantos discos como nosotros, llegas a tener muchos títulos, teníamos una lista. Algunos de ellos pegan con la música y las letras, pero nos sonaban demasiado utilizados. Así que preferíamos algo para que la gente diga «me gusta» o «no me gusta», o pase totalmente del tema, no crear indiferencia.

Alberto: Eramos conscientes de que daría que hablar, y nos gustaba. Que la gente hablaría de ello, porque es provocativo. La portada también queríamos que fuera diferente y que diera sentido al nombre.

Luis: Y la portada que se ha visto no es la definitiva, hay perfilados, matices y sombras que no se ven aquí. Pero queríamos mostrar un adelanto.

T.M.C.: ¿Hasta que punto han influido tanto la salida de Pedro y entrada de Alberto, como la gira de aniversario?

Luis: Un poco todo. Cuando hicimos Sanatorio y Revolución son los discos menos pensado de Hamlet, porque no tienes presión, son tus inicios y no eres absolutamente nada. En Sanatorio había solos que muchas veces después dejamos de meter… No se, canciones de Sanatorio fueron en Revolución, como J.F; y recuperándolas, nos dimos cuenta de la espontaneidad y la vida que tenían.

T.M.C.: ¿Podríais elegir entre uno de los dos?

Molly: Me pondrías en un aprieto mayor si fuera entre los últimos…

Luis: Revolución.

Molly: Sí, quizá sí…

Luis: Es que fue un disco muy rápido, hecho en diez días. Pero como músico, lo veo de manera diferente, y meto todo en un conjunto. A las canciones las tengo el mismo cariño, por igual; pero como producto final, veo mejor a Revolución.

T.M.C.: Igual que para «Syberia» entró Álvaro y fue el sustituto ideal de Augusto, ahora con Alberto ha pasado exactamente lo mismo.

Molly: Yo estaba por aquel entonces enfermo en la cama, y lo visualicé enseguida (risas). Fue una decisión unánime entre Luis y yo.

Luis: Nos daba miedo meter a alguien que tocara muy bien, pero que no tuviera relación con nosotros, porque luego se convive mucho.

Alberto: Fue todo como tenía que ser, muy natural. Me llamaron para hablar del tema y fue un halago. Desde el principio decidimos darnos tiempo, sin precipitaciones; hacer la gira, conocernos más musicalmente, girar… Pero desde los ensayos al primer concierto ya hubo una química enorme, y en Septiembre me dieron la oportunidad de entrar definitivamente y no me lo pensé.

T.M.C.: Se dijo que esto iba a ser un disco menos accesible, pero es muy directo. Y eso a pesar de la duración de los temas, que la mayoría llegan pasan de los cinco minutos.

Alberto: Es muy directo y salvaje, pero las estructuras y arreglos son diferentes. No nos cortamos nada.

Luis: Nos preocupaba aburrir los temas, pero también nos preguntábamos por qué no hacer un desarollo en algunas canciones… que iba a quedar todo demasiado típico, de estrofa/estribillo y con un puente. Simplemente nos hemos limitado a tocar.

Alberto: Hemos tocado mucho. Este no es un disco de procesar miles de efectos; hemos experimentado e indagar mucho, pero a la hora de tocar, y sonando espontáneo. Lo más importante es que suena a Hamlet, pero con elementos distintos.

Luis: La canción sigue primando. Sin que suene recargado, sino de manera natural.

Molly: Alguien me comentaba hace poco que, sobre todo para gente que esté empezando, va a ser difícil que hagan versiones.

Luis: Queda mal que lo digamos nosotros, pero es así.

T.M.C.: También se dijo que tenía cosas de «Inferno», y eso puede llevar a engaño. Es un disco muy rápido y agresivo, pero quizá algunas atmósferas sí que pueden recordar, sobre todo la angustia e intensidad que desprende, igual que el registro de Molly. Por ejemplo, «No habrá Final» encajaría a la perfección en aquel álbum.

Luis: Eso es. Hay algunas estructuras que sí pueden recordar. En el local ensayando, lo comentamos, que la intensidad, si hay algún disco con el que se siente identificado, sea «Inferno». Ese era un disco más experimental, muy personal…

Alberto: Este es un disco difícil de etiquetar, porque es salvaje, es intenso, a veces melódico, es rápido… Es «La Puta y El Diablo», y ya está.

T.M.C.: Las letras suenan muy agresivas e incluso amenazantes. ¿De donde han salido estas letras?

Molly: Pues en Madrid, Granada… (risas). Es otra prueba de fuego, y otra responsabilidad. La música te da un principio, y te da un feeling para tratar algunas historias, vas escribiendo, te va saliendo, me inspiro en cosas que leo, en cosas que veo… Sabíamos que era un disco agresivo, rabioso y crudo, y quería tirar hacia ese punto.

Luis: Que cada uno se haga su historia. A mí lo que me gusta de Molly es que no personifica demasiado las letras, y eso es lo mejor.

Molly: No quiero caer en las típicas letras. Puedo contar algo muy personal e íntimo sin necesidad de hacerlo ver; pero es normal, porque sobre lo que te ocurre, escribes. Podría decir que esto va de esta manera, pero no te lo voy a contar (risas). Enriquece mucho más una letra escrita de esa forma, con un mensaje abierto.

T.M.C.: Cuatro canciones en concreto me han llamado la atención. «Siete Historias Diferentes» es la más melódica y pegadiza.

Alberto: Está nominada a ser el single.

Molly: Está envenenada.

T.M.C.: «No Habrá Final», por la atmósfera, su duración… y que casi parece instrumental.

Alberto: Es uno de mis temas favoritos, por la ambientación que tiene.

Luis: La idea era hacer creer que era instrumental, la voz entra pasados los cuatro minutos.

T.M.C.: «En El Nombre De Dios», es la más completa en cuanto a cambios de ritmo.

Luis: Es muy intenso, y la que más costó que saliera.

Alberto: Tuvimos que encontrar el tempo perfecto. Luis apoyó los estribillos con guitarras clásicas, un sonido setentero.

T.M.C.: Y «Escupe Tu Vanidad» es la que más puede recordar a Revolución, tanto por la música como por la letra.

Luis: Es un trallazo, la llamábamos nuestra «Fucking Hostile».

Molly: Moló mucho hacer esa canción; bueno, todas en realidad

.T.M.C.: ¿Creéis que a grandes rasgos, lo que más sorprenderá a la gente son los riffs agresivos, el registro de Molly y la batería de Paco.

Luis: Yo quiero que la gente escuche los temas enteros. Estábamos haciendo un disco muy metalero, pero de repente queríamos meter algunas pinceladas más antiguas, con una strato y un ampli antiguo.

Molly: Ojalá este disco hubiera salido en la época que solo había vinilos. No por el formato, sino poner el vinilo, escuchar los cinco temas, y después dar la vuelta… No directamente ponerlo en iTunes, y en treinta segundos haber escuchado. cada tema. Se está perdiendo eso…

Alberto: Nos gustaría editarlo en vinilo, la verdad. Como dice Luis, esto es un disco para escucharlo entero, porque hay que dejar que terminen las canciones antes de pasarlas, porque se pueden convertir en algo distinto, como el final de «En El Nombre De Dios».

T.M.C.: Hace tiempo se decía que si había un grupo español que encajaba en Roadrunner, eráis vosotros. Y ahora estais junto a S.A. ¿Como os sentís?

Molly: Una oportunidad de abrirse a nuevos mercados; lo intentamos en su día… Es que es Roadrunner, mira como están ahora, y llevan veintinco años, es La Compañía.

Alberto: Tienen un catálogo… mira ahora con grupos clásicos como Opeth, Dream Theater…

Luis: Ha habido compañeros tuyos que nos han preguntado por el tema, y nosotros tenemos los pies en el suelo, porque no queremos darnos un batacazo, pero es un gran paso. Cada país tiene su mundo y su gente que lo promociona, pero es una oportunidad.

Alberto: Nos interesa tocar fuera, sabemos que vamos a tener distribución en más países, pero siempre con los pies en la tierra.

T.M.C.: En la gira de «Pura Vida» tocábais el disco entero, luego recuperásteis los dos primeros discos para la gira de Aniversario… ¿Qué se puede esperar la gente ahora de vuestros conciertos?

Molly: Comenzamos el cuatro de Abril, haremos gira de festivales… y tendremos un set basado en la discografía de la banda, retomamos más cosas de Inferno e Insomnio. A mí como fan, me encanta que toquen un disco entero. Y este me gustaría tocarlo, por eso lo hicimos con «Pura Vida», es defenderlo a muerte.

Luis: El grueso no será del disco nuevo. Alberto es miembro con este disco, y vive mucho más estas canciones que las antiguas, que es lógico. De momento iremos tranquilamente, según el tiempo que tengamos, podremos tocar dos, tres o cuatro temas.

Alberto: A mí también me gustaría tocarlo entero. Hay cosas que recuperamos

T.M.C.: El hecho de tocar las canciones antiguas ¿Os hizo recordar como eran aquellos años? ¿Alguna diferencia de público?

Luis: Era curioso, porque la gira de «Pura Vida» y la de aniversario fueron casi seguidas, y veíamos a gente distinta. Respecto al público actual, es lo que te decía: a mí me da miedo es que no escuchen las canciones enteras por tenerlo tan a mano, porque este disco no se puede escuchar con pocos segundos.

Alberto: Yo noto eso, pero por otra parte también noto una nueva ola de chavales que vienen a los conciertos.

Luis: El problema es que los menores no pueda ir a un concierto

T.M.C.: Cuando más se puede disfrutar la música es quizá de los quince a los veinte.

Luis: Nosotros los públicos más salvajes que hemos tenido han sido cuando por lo que sea podían entrar menores a una sala.

Molly: Estamos perdiendo formación en ese aspecto. Es una educación, una formación… A mí lo más grande que me pasó fue poder ir a un concierto; es lamentable que hasta la mayoría de edad no puedas ir a un concierto, y no se yo si tiene arreglo.

Luis: A los doce están jugando a videjuegos de música, y no pueden disfrutar de eso en un concierto.

T.M.C.: Después de tantos años, ¿Que os queda por hacer?

Molly: Muchas cosas. La canción del negro sigue estando vigente. No nos ponemos cosas inalcanzables, pero tenemos todo el mundo para tocar por ahí.

Luis: Aquí hemos hecho muchísimas giras, y pocas cosas fuera. La gente nos preguntaba si no fue un trauma tocar en Chicago en un garito pequeño en Chicago, como cuando empezábamos, y fue lo mejor.

Molly: Si hemos sido capaces de hacer «La Puta Y El Diablo», aún queda mucha tela por cortar.

T.M.C.: Para terminar, ¿este disco está llamado a tapar bocas?

Alberto: Nos da igual…

Luis: Yo cuando llego a casa, lo hago emocionado por haber ensayado. Yo ante todo soy fan de la música, y no hago nada forzado.

Alberto: A mí me gustaría destacar que he flipado después de ver los años que llevan y los discos que han grabado, ver la ilusión que tenían al hacer el disco. Es muy digno de admirar.

T.M.C.: Al fin y al cabo «Vivir es Una Ilusión». ¿Algo que añadir?

Luis: ¡Esa es una de las canciones que recuperamos!

Molly: Esta mañana nos venían a decir el trabajo de Paco en este disco, que es impresionante. Él es el primero que pasa de toda esta mierda, pero que un tio como él, como Luis, Alberto o Álvaro, que no tengan el reconocimiento que merecen… La verdad es que no nos preocupamos ni pensamos en esas cosas, pero al menos para mí, están en la Galaxia ocho. Simplemente esperamos que a la gente le guste «La Puta y El Diablo».

Alberto: Remarcar lo que decía Luis, que escuchen el disco tranquilamente, que hemos puesto todo en él, y esperamos que la gente lo aprecie y lo disfrute.

Varo (varo@themetalcircus.com)