Se fueron cuando el death metal perdió brillo tras editar varias demos y volvieron cuando el death metal comenzaba un dominio que lleva durando los últimos diez años y que no tiene pinta de acabar a corto plazo. Los suecos EVOCATION prueban ahora, tras veinte años de historia, lo que significa estar en un sello potente y lo celebran con la edición de “Illusions of Grandeur”, un disco lleno de caña, pero también de letras muy personales de su vocalista Thomas Joseffson. Sergi Ramos habla con él sobre la historia de la banda.

 

A principios de año, firmasteis con Century Media, quien edita ahora vuestro nuevo disco “Illusions of Grandeur”. ¿Cómo fue la situación? ¿Os persiguieron para meteros en la compañía o recibieron demos vuestras y ofrecieron un contrato?

“El caso es que conocimos a la gente del sello hace un par de años y siempre habían estado alrededor de una manera u otra. Les gustaba nuestra música y nuestros shows, aunque nunca comentaron nada de firmar con Century Media. Desde que nuestro contrato se acabó con la gente de Cyclone Empire pensamos que en lugar de volver a firmar de seguidillo quizá estaría bien probar con otros sellos. Century Media nos dijo hace un par de años que estaban buscando a una banda de nuestro estilo para trabajar con ellos, pero no era nada seguro. Miramos ofertas con otros sellos, pero Century vino y nos dijo que fuéramos con ellos, sin más complicaciones. Y la verdad es que no podríamos haber tomado una mejor decisión. Mientras que la mayoría de sellos están en problemas ahora mismo, Century Media sigue creciendo y reforzándose. Siempre toman buenas decisiones y creo que funcionará bien esta cooperación”.

Es un sello muy apto para bandas de death metal, realmente. Les sigue importando el estilo y siguen editando a bandas como MORGOTH o GRAVE por ejemplo. Lo que me parece más suicida es que iniciaran la cooperación con EVOCATION editando una recopilación de demos. Es cuanto menos, temerario. ¿Cómo funcionó ese lanzamiento?

“No se nada e los números aún, pero estaban encantados de editarla y para nosotros era una buena idea. Editamos un primer disco recopilando las viejas demos allá por 2005 con Merciless / Breath of Night y aunque el lanzamiento quedó bien, la distribución falló. Ahora que tenemos un sello potente pensamos que sería buena idea poner en circulación ese material con un alcance más extenso.”

“La cuestión es que muchos de los fans más jóvenes piensan que somos una nueva banda que intenta sonar old school. No tienen ni idea de nuestra historia, así que reeditar el disco con las demos era una buena idea para situarlos. Creo que ha funcionado bien pero no se los números de venta”.

“Hubo una historia divertida. Cuando estaban limpiando y ordenando su viejo almacén, se encontraron con nuestras viejas demos que les enviamos a principios de los ’90. En aquel entonces, nos rechazaron y nos dijeron que no era lo que buscaban. Veinte años después, en una limpieza, encontraron nuestras viejas demos y nos dijeron ‘¿en qué estábamos pensando por entonces?’ (risas). Para que veas lo que son las cosas. Decían que tendrían que habernos fichado hace veinte años. Ahora es su segunda oportunidad (risas).”

¿Guardabais los masters originales de aquellas grabaciones o para la compilación de demos tirasteis de alguna copia en CD que teníais guardada?

“No teníamos ninguno de los masters. Creo que los masters de las demos deben estar en algún lugar de los Sunlight Studios, donde lo grabamos. Intentamos localizarles y nos llevó casi un mes encontrar a la persona responsable y otras tres semanas conseguir contactar con ella. Cuando lo conseguimos nos dijo ‘ah, si, creo que tengo los masters en algún lugar, os los buscaré’. Nos dijo que los tenía y nos los envió. Los encontró en su armario de casa. Nos los envió y pudimos sacar el disco directamente de los masters. Queríamos el mejor sonido posible y añadir algunas cosas que teníamos guardadas, de ensayos, bonus tracks y demás. Pensamos que la producción era buena, pero que podíamos mejorar el resultado con los sistemas de sonido actuales.”

A la hora de hacer “Illusions of Grandeur” ¿cuándo comenzasteis a preparar el material? ¿Teníais material de “Apocalyptic” aún guardado?

“Tal y como volvimos de la gira con AMON AMARTH nos tomamos el verano de descanso. Luego nos pusimos a pensar en ir al estudio, alrededor de septiembre u octubre del 2011. Grabamos algunas cosas y comenzamos a construir el disco lentamente. Juntamos algunos riffs y nos líamos con la pre-producción, que se hizo justo antes de entrar al estudio en septiembre. Nos tomamos otro descanso en navidades y ya nos liamos a acabarlo todo”.

“No usamos canciones guardadas para éste disco. Siempre hay una canción que nos guardamos por si hay que hacer alguna edición especial o algo así. Teníamos una canción de “Dead Calm Chaos” y otra de “Apocalyptic”, pero no las llegamos a usar.”

“Cuando estábamos preparando el material de “Evoked From Demonic Depths” y vimos el video del concierto en el Gamlestaden de Gothenburg, nos quedamos atontados con una canción que no reconocíamos y que se llama “Genesis”. Fue finalmente Marko, el guitarrista, quien cogió y dijo “tío, creo que esto se llama ‘Genesis’ y es el último tema que compusimos antes de separarnos’. Pero no recordábamos las letras ni nada…solo la canté en ese show creo. Ese es un ejemplo de lo que hacemos con nuestros temas sobrantes: olvidarlos. Aunque siempre es bueno tenerlos”.

Ha habido un cambio de enfoque en como se graban los discos y en como se produce la música. ¿Cuáles son los mayores cambios que habéis observado desde los tiempos de vuestras demos a los discos que habéis grabado desde vuestra reunión? ¿Es todo mejor ahora?

“Creo que es mejor. La técnica está mucho más desarrollada. Cuando grababas en aquel entonces tenías un cierto tiempo para grabar en el estudio y podías tardar entre 3 y 6 semanas y era muy caro. No obstante, en aquel entonces los discos se vendían bien y las discográficas podían invertir en grabaciones. Por entonces tenías que estar preparado a tope al entrar en el estudio, porque debías aprovechar aquel tiempo al máximo. Ahora trabajamos mucho con QBase en la fase de preproducción y cuando llegamos al estudio estamos absolutamente listos. Vamos trabajando en casa y en el local y asentamos mucho mejor los temas. El gran problema es que las bandas pulen demasiado el resultado final de su música y parece que estés escuchando un producto sintético al final. Se ha vuelto más barato, si, pero también más sintético”.

¿Qué planes de gira tenéis en la actualidad?

“El plan maestro que tenemos es ponernos a ensayar con nuestro nuevo bajista, Gustaf Jorde. Ahora estamos en el estudio y mañana vamos a Copenhague a tocar un show como cabezas de cartel. Tocaremos todo el set de la gira “Illusions of Grandeur” aunque el disco no haya salido a la venta aún, así vamos practicando. Luego hacemos una fiesta de edición el 28 de septiembre y un par de shows en Suecia, una semana de shows en Alemania y entonces esperamos a que se termine de cerrar nuestra gira europea. Hemos tenido varias ideas y ofertas para girar a partir de año nuevo por Europa, llegando a la mayoría de países, pero aun no está confirmado. De momento, vamos a hacer tantos shows como podamos y veamos qué tal funciona el disco.”

“Ha habido mucho trabajo y frustraciones en la confección de este disco y tenemos ganas de salir de gira y quitarnos la tensión de encima”.

¿Frustración en qué sentido? Se que recientemente habéis cambiado de bajista pero ¿ha habido más problemas en la banda o algo por el estilo?

“Si hablamos del bajista…Vessa Kenttakümpu tuvo que hacer todo su trabajo. Sus guitarras solistas, el bajo de Martin Toresson…tenía mucho peso en sus hombros. Pero bueno, como resultado, el sonido de bajo es mucho mejor que en discos anteriores. Sonamos mucho más compactos ahora que nunca antes”.

“La batería fue algo rápido, por ejemplo. En el primer día de estudio, Janne Kenttakümpu grabó seis pistas, el segundo día grabó tres mas y en el tercer día el resto. Fue muy efectivo. Yo estuve cuatro días y medio grabando voces. La verdad es que la parte de estudio fue fácil, pero personalmente, componer las letras fue algo muy jodido para mi. Una auténtica pesadilla. Odio escribir letras, porque me pongo mucha presión y este año me quemé y me vine abajo. Cuando volví a casa de mis vacaciones en marzo, me lié a trabajar en las letras. Tenía algunos problemas con mi novia y se me juntó todo y me vine abajo. Tuve que ir al psicólogo durante dos meses y poco a poco fui encontrándome para volver a ponerme con las letras. Tal y como acabé el disco, me sentí mucho mejor, pero el proceso de composición de las letras me mata, me destruye. Me vuelvo loco, literalmente. Necesito estar centrado y no lo consigo”.

¿Tuviste un bloqueo, pues? ¿Acudiste al psicólogo solo por lo del bloqueo o también por tus problemas de pareja?

“Fue una mezcla de ambas cosas. Mitad y mitad. Debido a mis problemas en la relación no podía centrarme bien. Pero durante mis vacaciones en Filipinas, donde estuve cinco semanas, estaba todo el rato pensando que tenía que hacer las letras y poniéndome nervioso. Cuando llegué aquí estaba histérico. Es algo muy típico de mi. Siempre veo lo peor de las cosas y me estreso. La presión psicológica me puede. Intento mantener mi estilo cuando compongo pero me empeño en ser mejor o más fresco que el disco anterior. Al final lo que pasa es que cuando acabo el disco digo ‘ya está, se acabó, este es el último disco’ y dos años después cambio de opinión y vuelvo a acabar enfermo (risas)”.

“Siempre quiero que mi inglés sea mejor, que el tema sea más interesante y que mi voz suene mejor. Intento hacerlo lo mejor que puedo, porque no me gusta caer en clichés líricos sobre matar perros, invertir cruces y todo eso. Me gusta mantenerme al margen de todo eso. Lo que hago tiene que sonar maduro, tiene que mostrar lo que pienso. No quiero hablar de gilipolleces de críos”.

 

 

Texto: Sergi Ramos