Udo: «Si dejo de hacer música ¿qué hago? Ir a por un café por la mañana y mirar las noticias. No lo concibo. No sabría qué hacer»
Si bien el título de su nuevo disco es ‘Game Over’, U.D.O. está lejos de finalizar la partida.Que a un artista que bordea los setenta años de edad le tengas que entrevistar dos veces al año porque tiene muchos proyectos es una muestra clara de quién hace esta música por amor a la causa.
Udo Dirkschneider es el heavy metal en persona y, pese a superar la edad de pensionista, no se amilana con el paso de los años: ahora edita un nuevo disco con su banda U.D.O. tras sacar un EP caritativo titulado ‘Arising’ hace escasos meses junto a viejos amigos bajo el nombre Dirkschneider & The Old Gang.
Sus giras de grandes éxitos de Accept bajo el apelativo Dirkschneider han llenado salas en todo el mundo durante años y, ahora que le apetece, vuelve a editar disco con su propia banda de siempre. Como él mismo dice ante la posibilidad de una retirada: “¿qué voy a hacer? ¿Tomar café y ver las noticias?”. Pues no. Y ‘Game Over’ sirve para certificarlo.
Hablamos hace apenas unos meses y me dijiste incluso que ya estabas vacunado. ¿Cómo te trata la vida?
No podemos esperar para salir a la carretera. Hicimos dos shows este año, los dos en festivales. Uno en Bélgica en el Alcatraz y otro en la República Checa y eso ha sido todo. Teníamos que girar por Rusia y hemos tenido que aplazarlo a 2022 y parece ser que tendremos que mover la primera mitad de la gira por Europa hasta el próximo año. Creo que eso será todo éste año. Lo único que parece seguir en pie es el Metal Hammer Paradise, un festival alemán en el que también participaremos.
Parece que ahora hemos aprendido aquello de apreciar lo que tenemos no sea que un día lo echemos de menos.
Exacto. Es lo mismo para las bandas también. Ahora el disco está hecho, las entrevistas están prácticamente hechas y lo que nos queda es salir de gira y no podemos esperar. Y el resto del año va a ser de vacaciones, por así decirlo. Espero que todo funcione con normalidad el año que viene. Si eso sucede, el año va a estar repleto de giras de principio a fin.
El disco es positivo y melódico pero su título y temáticas no lo son tanto. ¿Por qué ‘Game Over’?
La grabación fue difícil porque no podíamos estar en una misma habitación juntos. Normalmente trabajamos en las canciones junto con el productor. En la grabación principal solo podía estar el ingeniero y un músico. Tuvimos que apañarnos con Skype, Zoom y WhatsApp para hacer el disco. Alguien vino en algún momento y dijo, en alemán: “todo esta ‘game over’” con una palabra que tiene ese mismo significado en nuestro idioma. Y eso me dio la idea para un título. No tiene un significado profundo, sino que hace mención a que todo estaba “game over” durante las grabaciones. No, no es el último disco ni la última gira.
El año que viene cumples 70 años. Te has ido reinventando, tanto haciendo la gira de Dirkschneider como ahora volviendo con UDO o tocando con Peter Baltes en algunas nuevas canciones. Pero nunca has jugado exactamente la carta de la retirada total. ¿Qué opinión te merecen los artistas que usan el miedo de los fans para vender más entradas?
¿Qué puedo decirte? No se me pasa por la cabeza retirarme, la verdad. ¿Qué voy a hacer todo el día en casa? Puedo ir al supermercado… pero si lo pienso, sería mi fin. Si dejo de hacer música ¿qué hago? Ir a por un café por la mañana y mirar las noticias. No lo concibo. No sabría qué hacer. Y esto le pasa a muchos músicos.
El disco es mucho más melódico. ¿Influyó de algún modo el trabajo con Peter Baltes en el EP de Dirkschneider & The Old Gang?
No, porque fue algo totalmente distinto. Este line-up nunca ha estado de gira, por ejemplo. Lo de Dirkschneider & The Old Gang fue algo caritativo. Stefan Kauffman tuvo la idea de hacer algunas canciones y darle el dinero generado a los miembros de la banda U.D.O. y a los técnicos de gira ya que si no salíamos de gira no tenían ingresos. Además del aspecto caritativo me gustó mucho volver a trabajar con Stefan y con Peter, así como con mi antiguo guitarrista Mathias Dieth y también con Manuela Bibert, que ya estuvo en el disco ‘We are One’. También estuvo mi hijo Sven y yo, y eso fue tan solo crear música para ayudar a los nuestros. Pero no afectó de ningún modo a la composición de éste disco de U.D.O.
“No tendría problema si quisiese dejar de tocar música. Podría seguir viviendo sin problema” (Udo Dirkschneider)
‘Game Over’ es un disco de banda. Todo el mundo aportó buenas ideas y los nuevos miembros aportaron demos muy trabajadas. Además, era la primera vez en que trabajaba con mi hijo en las letras de las canciones. Él me trajo algunas melodías vocales y mi sensación es que este es un disco mucho más “de banda” que otros anteriores. Y no quiero olvidarme de Andrey Smirnov, que lleva trabajando conmigo diez años.
Incluso ideas muy marcianas como “Holy Invaders”, con melodías muy rebuscadas, funcionan. Es uno de los discos más pegadizos de U.D.O. que he escuchado en los últimos veinte años.
Eso es bueno. Es un disco con mucha melodía. “Unbroken”, “Fear Detector” o la que me comentas tienen buenas melodías que son fáciles de recordar. Normalmente tengo la mente abierta, pero en esta ocasión también estaba rodeado de gente muy joven. El más mayor es Andrey y tiene 35 años. Los demás tienen 27 o 28 años y vienen de otra generación. Eso fue interesante para mí: el poder ver cómo trabajaban en las canciones y cómo generaban las ideas.
¿Cómo es lo de trabajar con tu hijo en la banda? Hay artistas que, a partir de cierta edad, quieren llevar a su familia de gira o, en tu caso, trabajan con su hijo en el grupo. ¿Es una fuente de motivación para ti? ¿Cuándo dejas de ser “papá” y eres un compañero de banda?
Pongámoslo así: solo soy tu padre si tengo que hablar algo privado contigo. Lo demás es como en cualquier otra banda. Es una amistad. Al principio, cuando entró en la banda, los otros miembros del grupo pensaron “uhhh, tengamos cuidado, ahora está el hijo de Udo”, pero les dije “es un miembro más del grupo, podéis hablar con total libertad y no hay problema”. De momento todo funciona muy bien. Además, ahora está involucrándose más en las composiciones, como te decía. Estoy contento de tenerle en una banda conmigo.
¿Soléis trabajar juntos antes de ir a trabajar con el resto de la banda?
Normalmente recopilo todas las ideas de guitarra. Tras eso pongo las melodías y eso es lo que esta vez he hecho con mi hijo. Tenemos suerte porque pudimos trabajar en su estudio casero. Hubo unas inundaciones en Alemania que dejaron inutilizado el estudio en el que estábamos trabajando así que pudimos seguir trabajando en casa.
Después de una carrera tan larga, me imagino que no necesitas seguir haciendo esto. ¿Fuiste listo financieramente en tus buenos años?
Digamos lo siguiente: no tendría problema si quisiese dejar de tocar música. Podría seguir viviendo sin problema. Nunca he sido un tío que gaste mucho, tampoco cuando era joven. Nunca me compré Ferraris. Nunca estuve metido en las drogas, que consumen mucho dinero. Ahorré mucho. Quizá un día esto se acaba porque nunca sabes lo que puede pasar pero, si llega ese día, no tengo problemas económicos.
“Kids & Guns” habla de la problemática de las armas en Estados Unidos. ¿Qué te inspiró a componerla?
Ves tantas cosas pasando en Estados Unidos, ves tantos tiroteos en escuelas… la idea me vino porque en África cogen a chavales jóvenes y les envían a la guerra armados con 15 años o menos. En general, la canción es anti-armas. Siempre he pensado que es mejor hablarnos que matarnos. Ese es todo el significado.
Con 70 años, ¿cuál es el factor más complicado de las giras? ¿La parte física? ¿La parte psicológica?
Lo peor es esperar y esperar hasta que llega el show. Todavía me divierte salir de gira. Claro que me lleva un par de días ajustarme a la rutina de la gira. No estoy en las condiciones de hace treinta años. Lo que hago ahora es que, en cuanto tengo uno o dos días sin conciertos, me meto en un hotel o, si tenemos viajes de larga distancia, suelo volar. Pero lo demás es como siempre: tenemos un buen bus de gira y me gusta estar junto a la banda y la crew. Llevo trabajando con mi crew muchos, muchos años y para mí son como familia.
¿Qué molesta más a Udo Dirkschneider?
Hay una cosa: mira que llevo años en esto e intento hacer mi trabajo. Cada tarde salgo al escenario y lo intento hacer bien. Pero no me gustan los periodistas que, cuando lees lo que han escrito, descubres que nunca han escuchado un disco tuyo. Escriben estupideces. No tengo problema con las críticas, claro que no. Pero el de periodista es un trabajo que debes hacer y debes hacer bien. No me importa que no te guste el disco, lo que quiero es que al menos lo escuches.
Lo que veo es que, como periodista profesional que lleva 20 años en el negocio, hay mucha gente amateur que tan solo quiere tener contacto con los artistas que idolatra y, para ello, se meten en algún medio a colaborar.
Lo sé.
¿Crees que la precariedad del periodismo musical es uno de los problemas? En los ’80 había dinero, había grandes periodistas musicales bien pagados que sabían de lo que hablaban. Ahora la cosa está bastante peor.
Tú mismo te has respondido. Hay mucha gente que hace esto como complemento o como hobby y simplemente son fans del artista. Es algo que cada vez va a más. En ocasiones he tenido entrevistas donde digo “pero tío…”. Pero has de vivir con ello. No paro la entrevista. Sigo adelante con ella e intento dar buenas respuestas. Cuando hablo con entrevistadores puedo determinar si están bien informados o no. Según lo que veo, cojo una actitud ante la entrevista u otra. Pero no puedes hacer nada.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.