Toundra han editado “Vortex” y se han vuelto a ir a la cumbre del rock instrumental más original y enérgico que se puede escuchar en la actualidad. Tras un paron necesario para trabajar en el proyecto Exquirla, la banda ha vuelto con más ganas que nunca al estudio y ha dado lugar a un disco lleno de matices y de energía bruta contenida.

Pero luego son chicos majos. Sentados en un bar de Pacos en el centro de Madrid, con ruido de partida de dominó y olor al pelotazo de las 16:45, Esteban Girón y el temible David “Macón” se abren a hablar con un Sergi Ramos que no sabe donde se está metiendo en esta entrevista a Toundra.

En algo menos de un mes, el próximo miércoles 15 de noviembre, se podrá ver a la banda en el concierto de Toundra en Madrid (sala La Riviera) junto a It It Anita. Puedes comprar las entradas aquí.

Lo de “Vortex” era porque había que meter la “V” del quinto disco por algún lado para seguir la broma, ¿no?

Esteban: Ha habido dos coincidencias con el nombre. Una que comenzaba con V, que no fue buscado, pero nos gustó. Y la otra que el primer día que empezamos a grabar las baterías del disco había un libro sobre Led Zeppelin que era mío y Álex tenía en su casa desde hace ocho años. Lo abrí por el capítulo de ‘Houses Of The Holy’ y resulta que pusieron el título del disco en homenaje a las salas donde habían empezado a tocar, por lo que nos gustó el concepto y así seguimos la coña de Led Zeppelin.

Toundra Vortex

Nos gustó ‘Vortex’ porque la primera vez que tocamos allí era la tercera de David (cuando no era miembro del grupo y estaba sustituyendo) y hemos tocado seis veces allí más otra en un festival que ellos mismos organizan. Nos falta ser los hijos adoptivos. En la prueba de sonido hay colas de gente que no puede venir al concierto porque no han conseguido entrada o babysitter, y es pequeña. Nos abrieron las puertas de su casa cuando no tenían por qué hacerlo, después de un concierto que tenían ya cerrado. Es un homenaje a la gente que nos ha ayudado sin buscar nada a cambio y ha sido más importante para el grupo de lo que creen.

El poder de la rareza

Para ser una banda tan no accesible como sois, desde una perspectiva pop, habéis conseguido un alcance considerable. Funcionáis muy bien para ser un grupo puramente instrumental. ¿Crees que la rareza juega a vuestro favor?

David: Hemos sido muy pesados, hemos tocado mucho. Cuando sales de España y ven que ya vas teniendo fans fuera, te ven de otra manera aquí y se lo plantean de otra forma cuando te ven. Siempre que hemos tenido un momento libre hemos tocado, es nuestra actitud.

¿Crees que las bandas en España están un poco malacostumbradas? Al final hay que tragar carretera, salas de mierdas y agujeros. ¿Crees que en la escena española falta ese punto de compromiso sin miramientos?

Esteban: No sé. Las bandas que conozco a mi alrededor son como nosotros, como Adrift y demás. Otros grupos que conozco tienen una gran repercusión con nuestro mismo público pero no se como les va por Europa o siquiera si quieren salir, si es su objetivo.

El hecho de no cantar hace que nos facilite las cosas en el sentido de que no hay problemas con las barreras de idioma y nos escuchan igual en Oslo que en Sevilla. Paradójicamente se pensaba que este era un estilo que iba a hacer caso a las modas y al contrario. El post metal o el post rock parecían muertos hace unos años, pero en Europa no deja de haber festival y escena. Nos hemos beneficiado de todo eso.

No somos divos ni nada que se les parezca. Hemos ido en una furgoneta enana y no se nos caen los anillos por dormir en el suelo. Cuando hemos ido a un hotel de cinco estrellas, que también hemos hecho, hemos acabado saliendo a algún tugurio, por lo que no somos muy exquisitos en ese aspecto.

Este disco es una vuelta de tuerca más agresiva. ¿Es algo premeditado o es como os ha salido todo en el local de ensayo?

David: Está premeditado, muy pensado. Cada vez que nos ponemos a componer algo pensamos cómo tiene que empezar cada canción, cada disco, etc. El anterior disco fue más de medios tiempos y con mucho juego de melodías, había dos o tres minutos de desarrollo del tema hasta que explotaba… y aquí en ‘Vortex’ lo hacen desde el principio. Seguimos teniendo nuestra parte de paja mental, de contrastes, pero hemos intentado volver a las raíces de Toundra y hacer un compendio de lo que han sido todos los discos de la banda.

Uno podría pensar que la música instrumental es más fácil de componer o más ligera, pero a mi me impacta lo colosal de los muros de sonido que levantáis. Eso no sucede casualmente. Me recuerda a cuando fui a ver a Oransi Pazuzu y salí de allí como si me hubiesen dado una paliza. Con este disco de Toundra me ha pasado lo mismo. Es tan agresivo que es hasta desconsiderado (risas).

Esteban: Muchas veces no te das cuenta de una realidad hasta que hablas sobre ello. Haciendo entrevistas también te das cuenta de cosas. El otro día comentábamos que nosotros no componemos en casa por separado como hacen otras muchas bandas, pero nosotros no podemos hacer eso. Sin todos los instrumentos y los amplificadores no podemos componer, necesitamos el componente físico del sonido de todos. Esa presión física es lo que te dice si una idea va para adelante o no.

Toundra al final es una experiencia sensorial. ¿De qué modo influye el estado anímico y personal cuando tocáis en directo para lograr construir esas sensaciones y esa presión física en el oyente? Una cosa es ejecutar acordes como un robot y otra provocar reacciones.

David: Dependemos mucho del público. A veces estás de bajón y cuesta un poco, pero cuando subimos y el público desde la primera nota está a tope te da mucha energía vital.

Esteban: En otras ocasiones, si el público no está a tope, eso te motiva para excitarles y tocar en plan: «vais a flipar, hijos de puta”. Cuando te subes te sientes mejor aunque estés mal con un resacón horrible y lo das todo. Es una música en la que el estado anímico importa, pero estoy contento de no tener un espectáculo teatralizado como el de muchas otras bandas. Me encanta AC/DC, mi gato se llama Angus, pero nosotros no tenemos un guión como ellos. Cuando no lo tienes se nota y es más natural.

¿Quién es el público de Toundra?

¿Escuchan vuestros padres lo que hacéis con Toundra?

David: Mi padre sí. Escucha todo y está pendiente y además viene a los conciertos cuando puede. Le encanta. Conecta mucho con la música y opina, se le ve con muchísimas ganas. Me encanta cuando opina porque no tiene ni puta idea, pero le echa ganas.

Toundra Tsunami Xixón

Cuando haces música tan visceral asumes que vas a conectar solo con público más joven, no con el más mayor.

David: Desde la primera gira europea lo hemos visto más claro. Hay más costumbre de gente mayor siguiendo conciertos que son los que han visto a King Crimson, a Yes, y que a ti te ven como les veían a ellos. Nunca pensamos en compararnos con un estilo como ese, pero el hecho de que ese tipo de público te vea como a esas bandas me flipa.

Aquí cuesta un poco más, pero mira, en Albacete había cuatro señores, nuestro público maduro y más duro. Podemos llegar a la gente joven y también a personas que han disfrutado de un estilo de música donde cada vez hay menos grupos y si los hay no llegan a esa gente. Por suerte, podemos conseguir llegar a ellos.

¿Habéis observado una diversificación del público a base de trabajar con sellos como InsideOut? Un público más progresivo, por así decirlo.

Esteban: Hemos crecido mogollón. Se ha incorporado gente del progresivo, sobre todo en Gran Bretaña, pero en Alemania seguimos siendo parte del público que puede tener el Deserfest. La gente nos ve así. Pero es que esa gente escucha progresivo también, aunque nos ven como algo más punk en ciertos momentos.

David: La gente ve la música como Yes, King Crimson, con sus diferencias evidentes. Sin embargo cuando nos ven en directo esperan que estemos ahí mirándonos los pies y con los ojitos cerrados pero la interacción con el público es salvaje y eso les choca mucho. El público del progresivo queda sorprendido con eso siempre.

El futuro

¿Hacia donde te gustaría que fuesen Toundra? ¿Os gustaría que la banda se masificase o alcanzase un gran éxito?

David: Nunca se va a masificar, pero me gustaría que se consolidase cada vez más Europa y llegar a otros países en los que no hemos estado como América del Norte y del Sur, Japón… Es algo que molaría, lo de empezar a meter baza por ahí.

Esteban: Yo no tengo problema con las masas.

A ti te mola.

Esteban: A mí me mola crecer como músico.

David: Quien diga que no quiere que se pete la sala donde toca es mentira. Todo el mundo quiere que le vayan a ver a los conciertos.

Esteban: Evidentemente cuanta más gente que comprenda lo que haces en tu proyecto y te siga, mas cerca estás de una victoria, pero si no son conscientes o entienden lo que haces es distinto. Si ahora nos meten a tocar con Taylor Swift, que ojalá, que tiene temazos, no tengo problema. Nadie nos va a decir qué es íntegro o qué no es integro desde su silla escribiendo en las redes sociales. Mientras ellos hacen eso nosotros descargamos la furgoneta y nos lo pasamos mucho mejor.

¿Ha sobrado material de “Vortex” para un próximo disco?

David: En ese sentido somos inteligentes y hacemos una criba antes de grabar. A lo mejor estamos componiendo un tema y alguien dice que no le llena y eliminamos el tema entero. Solemos grabar una maquetilla antes de grabar el disco para escuchar y ver si funciona o si se puede cambiar algo. Si no es así, se elimina.

Esteban: Las canciones reflejan un momento de Toundra.

La experiencia Exquirla

¿De qué modo ha beneficiado a Toundra lo de trabajar en el proyecto Exquirla?

Esteban: Creo que hemos cogido con más ganas hacer un disco de Toundra. Nos ha venido bien hacer Exquirla. Nos ha venido bien salir de Toundra. Aunque seamos nosotros cuatro, lo más positivo de ese proyecto es que los cuatro salimos de Toundra para componer otra cosa y así coger con ganas hacer un nuevo disco de la banda. Hacer otro álbum, después de diez años, tu quinto disco seguido, y volver al mismo ciclo que llevas ya con ‘II’, ‘III’ y ‘IV’… sacarlo, girarlo, llevarlo fuera, volver… No sé si hubiésemos podido grabar otro trabajo sin el de Exquirla de por medio.

David: Exquirla supuso una relajación. Nos quitamos la presión que podríamos haber tenido con Toundra por lo del número dos en las listas, por salir fuera, por ver que hemos crecido… Afrontar un nuevo disco es siempre una prueba para ver si es mejor que el anterior o no. Sin embargo, con Exquirla tuvimos un momento de relajación. El tener una voz a la hora de componer lo hace todo mucho más sencillo. No te tienes que comer la cabeza en estructurar una canción instrumental que te suene bien de principio a fin. Cuando nos imaginamos una canción queremos que tenga su movimiento, su agilidad y que no llegue un momento en el que aburra. La voz te va ayudando a que suba y baje la intensidad. Hay que hacer una estructura y ya está, lo que nos supuso un momento de tranquilidad.

 

Toundra

¿Quien es el miembro más insoportable de Toundra?

David: Cada uno tenemos nuestra insoportabilidad. Esteban es el más pesado, se agobia con todo. En cuanto hay una semana en la que no hemos ensayado ya está escribiendo para quedar. Yo soy un hijo de puta. Me gusta picar mucho, y cuando veo que Esteban, que es un mecha corta, se pica, le meto cizaña.

Esteban: Hay que decir que salimos de marcha juntos y nos vamos de vacaciones juntos.

David: Cuando le veo venir y le miro los ojos que tiene ya sé si está cabreado, contento o en definitiva, cómo está. Hay demasiada confianza. Álex es un perro, cualquier cosa le cuesta, pero luego, no obstante, es el que primero critica algo y está atento a los detalles.

Esteban: Y Alberto es el que nos une a todos. Es como la madre de Toundra. Le vamos a llamar “mamá” a partir de ahora.