“30 años apoyándoles y todo lo que conseguí fue esta triste camiseta”, reza una de las piezas de merchandise que los irlandeses Therapy? han puesto en circulación como parte de su trigésimo aniversario.

Treinta años para una banda que ha volado bajo el radar en los últimos tiempos pero que en los ’90 fue una de las más codiciadas piezas de la escena de las islas británicas. No olvidemos que en 1995 era la banda que estaba por debajo de Metallica en el archiconocido festival de Donington (hoy Download). Por encima de Slayer, de Slash, de White Zombie y de Machine Head en plena época de ‘Burn My Eyes’.

Si eso no nos da suficiente idea de la dimensión de Therapy? en el conjunto del rock duro británico, las recientes reediciones de ‘Troublegum’ e “Infernal Love” deberían hacerlo -dos deliciosas piezas de rock duro, metal, punk y grunge a partes casi iguales que nadie podría concebir con más ni mejor gusto hoy en día-.

Ahora, con una carrera con picos, valles y mesetas a sus espaldas, la banda recuerda sus mejores momentos con un recopilatorio de sus doce mejores temas grabados en directo en los estudios Abbey Road de Londres. Así mismo, un segundo CD con quince canciones de sus quince discos grabadas a lo largo y ancho del planeta entre 1990 y 2020 completa un lanzamiento que es histórico y que devuelve a la banda de Andy Cairns, y Michael McKeegan a la actualidad. Hablamos con Cairns telefónicamente sobre la actualidad del grupo.

A Therapy nunca se les pudo encasillar fácilmente. ¿Ha sido beneficioso o perjudicial para la banda a la larga?

Como nunca hemos sido parte de una moda, nosotros no hemos muerto con la muerte de una moda particular. Cuando el grunge estaba en boga a la gente le gustábamos porque éramos una banda cabreada y no teníamos el pelo largo. A los que les gustaba el punk también nos apreciaban. Nuestros riffs eran muy heavies y a los heavies también les gustábamos.

Crecimos en los años ’70 en un lugar por Irlanda del Norte donde el conflicto político provocaba que muchas bandas no viniesen a tocar por la zona. Solo las bandas de metal y punk venían. Yo, aunque era más punk, iba a ver a los grupos de metal como Metallica pero también a Discharge o Killing Joke. A mis amigos les gustaba el metal y aunque yo venía más del punk al final mi estilo bebió de esa influencia.

Alrededor de mediados de los ’90, cuando editasteis discos exitosos como ‘Troublegum’ e ‘Infernal Love’, sentisteis presión de la industria para ubicaros dentro de un estilo u otro?

Fue inusual porque la discográfica en la que estábamos, A&M, luego propiedad de Universal, no tenía ni idea de lo que éramos o lo que hacíamos. Tuvimos mucha suerte en aquella época de que revistas como Metal Hammer en el Reino Unido nos diesen mucha exposición e incluso nos pusiesen en portada. Por otra parte nunca fuimos percibidos como algo tan heavy como Sepultura, Pantera, Slayer o Metallica. Eramos percibidos como una banda al estilo de Faith no More o Helmet: una banda de rock extraña.

El sello no tenía otra banda de heavy-rock en el roster. Tenían a Soundgarden, Monster Magnet y Therapy, pero no tenían nada totalmente heavy, así que tampoco entendían muy bien lo que hacíamos. Al final de nuestra época con ellos algunas personas nos dijeron “bueno, habéis tocado con Metallica y los riffs de ‘Troublegum’ suenan un poco a Metallica… quizá deberíais tocar más cosas como Metallica” (risas). Yo vengo del punk pero me gusta el estilo de James Hetfield, porque él escuchaba mucho a los Misfits, Discharge o GBH pero también escuchaba mucho heavy metal de la New Wave of British Heavy Metal. Si ya había unos Metallica ¿qué utilidad tenía intentar ser otros Metallica? Creo que esa fue la única ocasión en que alguien de A&M nos hizo una sugerencia sobre lo que debíamos hacer o a quién nos debíamos parecer.

Therapy

Therapy?

Estáis celebrando vuestro 30º aniversario con un trabajo que reúne vuestros singles más conocidos regrabados en directo en los estudios Abbey Road de Londres. Poniendo en orden estas canciones y repasando la historia de la banda ¿qué valoración sacas de la carrera de Therapy?

Pienso que ha sido una carrera mucho más exitosa de lo que jamás imaginamos. Éramos una banda underground cuando empezamos en 1989 y grabábamos discos muy ruidosos para Wiiija Records. No fue hasta 1993 que la banda comenzó a hacerse popular y, por entonces, ya habíamos girado intensamente por Europa una temporada. Siempre hubo que hacer esfuerzos pero, al tener un pasado con cierto éxito y haber girado tanto, cuando llegaron los discos menos exitosos que ‘Troublegum’ pudimos mantenernos en pie. Seguimos yendo a países por todo el mundo donde la gente quería escucharnos y eso nos mantuvo a flote.

«cuando llegaron los discos menos exitosos que ‘Troublegum’ pudimos mantenernos en pie».

Los últimos dos discos de estudio, ‘Disquiet’ y ‘Cleave’, han funcionado muy bien para nosotros y han sido un ligero cambio en nuestra fortuna. Creo que se debe a que giramos mucho y eso nos ha mantenido en buena forma. Por otra parte, siempre hemos trabajado disco a disco, gira a gira. En 1990 autoeditamos nuestro primer single, “Meat Abstract”,  y toda nuestra expectativa era vender 50 copias en tiendas, conciertos y quizá darle un par a DJs de rock. Eso sucedió y eso nos ayudó a conseguir un contrato con Wiiija Records en Londres. Y grabamos dos discos para ver qué tal iba la cosa.

Realmente no firmamos un contrato discográfico hasta que no fichamos por A&M y fue para tres discos. Recuerdo estar firmando el contrato y preguntándole al tipo del sello “¿esto quiere decir que queréis que grabemos tres discos con vosotros?”. Así de inocentes éramos. Esa fue la primera que tuvimos un contrato y nos sentimos comprometidos con un plan concreto. Pero hasta ese momento -y a día de hoy seguimos haciéndolo así- vivimos año a año, sin grandes planes en el horizonte.

Hoy en día veo a bandas jóvenes que graban un disco para una multinacional y rápidamente pasan de teatros a estadios. Si una pequeña parte de ese plan falla, todo el trabajo queda destruido. Nosotros siempre hemos intentado ser realistas y hacer aquello de lo que éramos realmente capaces.

Este trabajo está hecho de temas clásicos de la banda. Como dices, A&M luego fue comprado por Polygram, que a su vez fue comprado por Universal, que a su vez bla bla bla. ¿Ha sido problemático tener los permisos para regrabar esas canciones?

Las canciones que hemos grabado en Abbey Road y mucho de nuestro fondo de catálogo de A&M ahora está en manos de Universal y Universal ha reeditado recientemente ‘Infernal Love’, ‘Nurse’ y ‘Troublegum’. No tienen mucho problema con nosotros, como puedes ver. La manera en que ellos ven esto es que si la gente compra el ‘Greatest Hits’ que hemos grabado éste año en Abbey Road quizá buscan más atrás en nuestra discografía y escuchan alguno de los anteriores discos.

Como creador, ¿qué relación mantienes con tu propio fondo de catálogo? Uno siempre quiere mirar adelante pero el peso de su propio legado le hace mirar constantemente hacia atrás: reediciones, tocar clásicos en directo, etc.

Hay dos maneras de analizarlo: a través de mi relación personal con ese legado, porque puede cambiar de disco a disco, y desde la perspectiva del deseo de los fans.

En el primer caso me encuentro con un disco como ‘Troublegum’. Es un disco que disfruté haciendo y que no me supone ningún problema interpretar en directo. Algo como ‘Infernal Love’ no me genera tanta satisfacción porque es un disco que grabamos bajo mucha presión. Aunque las canciones estaban escritas con buen corazón, había muchos problemas en la banda y tocarlas te recuerda todo eso. Pero ahí entra la segunda parte: que para los fans esos temas significan mucho y no los puedes pasar por alto. No tendría sentido hacer un disco y luego ignorarlo pasados los años. Hay gente que tiene una conexión emocional con esas canciones.

Lo que hemos hecho con Marshall Records es cerrar un trato en el que ellos editaban nuestro último disco de estudio, el anterior ‘Cleave’, y nosotros grabábamos un grandes éxitos o un disco en directo para ellos. Por eso grabamos este grandes éxitos ahora y más adelante haremos un disco de estudio que se editará en 2021.

Cuando un grupo lleva treinta años en activo como Therapy tu legado se convierte en parte de tu día a día y la gente quiere escucharlo y recordarlo. Lo negativo es montar un setlist que tenga sentido y no se deje nada fuera. Mayoritariamente tocamos en teatros en el Reino Unido pero si vamos a un lugar como España quizá tocamos para trescientas personas en el mejor de los casos. En cualquier caso, la gente quiere escuchar canciones de dieciséis discos y no somos Bruce Springsteen como para estar cuatro horas tocando (risas).

«Lo negativo es montar un setlist que tenga sentido»

Therapy llevan sin pisar España unos diez años, casi. ¿Tiene sentido venir a lugares como nuestro país? Aunque los números no sean los mejores, no deja de ser una inversión a medio plazo ir machacando territorios.

Tienes una parte de razón. La última vez que fuimos fue en 2012. Aprendimos una valiosa lección. Habíamos tocado en Alemania, Holanda y Bélgica en grandes recintos, con un autocar de gira y nuestro equipo completo y decidimos llevar todo eso a España para las cuatro fechas que teníamos previstas allí. Los cuatro conciertos eran en recintos pequeños y estuvieron muy bien, con gente viniendo de toda España. El problema es que nos llevamos un montón de equipo y personal y perdimos un montón de dinero. El promotor que teníamos por entonces nos dijo que una gira por España tendría que hacerse en furgoneta, con dos miembros de la crew, en recintos pequeños, llenos de gente y con el público contentísimo de estar tan cerca del grupo. Pensamos en ello y estamos pensando en volver. Ahora estamos hablando con promotores españoles y tenemos un plan para ir en un futuro no muy lejano porque no nos hemos olvidado del país. España  es un país donde los promotores no tienen claro lo que hacer con nosotros porque nos ofrecieron shows en 2014 y 2015 y no fuimos por la experiencia previa y por no tener garantías de poder hacer las cosas como las podemos hacer en otros territorios. Pero creo que lo más astuto sería volver en un formato más comedido, sin tantos gastos fijos y tocando en más lugares del país. Esperamos volver pronto.

Bandas en situaciones similar hacen giras largas por muchas ciudades fuera del circuito habitual, que no están tan saturadas de grandes conciertos. Lugares como Burgos, Palencia, Santiago de Compostela y similares son paradas habituales para bandas con giras de 10 o 12 fechas  en un par de semanas. A fin de cuentas, España es un país de 47 millones de personas.

Es una buena idea porque en esas ciudades más pequeñas la gente va a ver los shows que pasan por ahí y se lo mencionaré a nuestro agente para que trabaje en ello. Viniendo de Irlanda del Norte la gente mi experiencia es que los grandes grupos siempre iban a Dublin o Belfast pero si giraban por las ciudades más pequeñas los conciertos estaban llenos de gente, porque era un evento importante. Hemos hecho eso en lugares como Bélgica, Reino Unido y Escocia y nos ha funcionado.

Therapy?

Therapy?

¿Porqué grabar los clásicos precisamente en Abbey Road? Es un estudio muy solicitado y no precisamente barato.

Marshall quería un disco en directo o un grandes éxitos, como te decía. Originalmente íbamos a grabar un disco en directo y el sello estaba montando un recinto a las afueras de Londres que también tiene anexo un estudio de grabación, todo propiedad de ellos. Cuando firmamos con ellos nos pidieron que hiciésemos un concierto allí para grabarlo y editarlo pero a medida que fue avanzando el año vimos que la obra no terminaba de estar lista y había que hacer algo ya para poder editar algo en marzo de 2020.

La compañía nos propuso regrabar los grandes éxitos y hacer algo con ello. El productor que tuvimos en ‘Troublegum’, Chris Sheldon, se enteró de lo que teníamos entre manos y nos dijo que fuésemos  a Abbey Road porque está cerca de donde él vive en Londres y conoce bien al personal. Hizo algunas llamadas y nos encontró sitio. Funcionó muy bien!

John Peel fue alguien muy importante para vosotros al principio de vuestra carrera, dando a conocer a la banda en grandes plataformas. ¿Crees que hay demasiadas voces en la prensa musical rockera que no tienen influencia o seguimiento real? Antiguamente una sola persona podía darle una oportunidad a un grupo emergente. Ahora hay mucho ruido pero pocos personajes verdaderamente influyentes como Peel.

Sé a lo que te refieres. Como fan de la música en Irlanda del Norte cuando crecía solía comprar Melody Maker, Metal Hammer, Kerrang y Q!, por ejemplo. Había periodistas a los que, si les gustaba un disco, yo lo compraba por su recomendación. Sabías lo que le gustaba a cada uno de ellos y podías fiarte de lo que decían. Era una buena guía que tener. Gracias a eso pude descubrir a Hüsker Du, a Metallica, a GBH, a Discharge… si no hubiese leído alguna entrevista en esas revistas, no habría descubierto a esas bandas.

Las grandes revistas siguen siendo influyentes y creo que siempre es importante tener una guía de referencia, sean impresas u online. La otra cara de la moneda es que la gente joven descubre la música de otro modo hoy en día. Observo a mi hijo de 19 años y a él le encanta la música hip-hop y rap y descubre todo en YouTube. Si alguien quiere descubrir a Therapy y te pregunta a ti cuál es nuestro mejor disco, puede escucharlo en un momento a través de internet. Previamente, hace veinte años, eso no era tan simple. Tendrían que ir a una tienda y comprarlo a ciegas. Lo bueno de todo esto es que llegas a más gente. Lo malo es que no hay buenas fuentes autorizadas recomendando música en las que confiar para poder tomar decisiones.

Sergi Ramos