The Tangent y el triste estado del prog
También podríamos haber titulado la entrevista como “The Dark Side of the Prog”. El caso es que Andy Tillison es una voz autorizada para hablar de un género que ha visto crecer, casi morir y volver a renacer aunque con muchas comillas.
Como miembro de The Tangent y con sus demás proyectos (Parallel, 90 Degrees) lleva cuarenta años metido en el mundo del prog, como el mismo dice, “como labor de amor”. Ahora, acaba de editar un espectacular nuevo disco titulado “Proxy” en el que se jacta de haber ideado y dado forma a las canciones mayoritariamente en la carretera durante la gira del anterior trabajo. Hablamos con el siempre jocoso y muy simpático Tillison vía Skype para que nos cuente todos los detalles del nuevo trabajo y diserte con nosotros sobre política, la vida y el cosmos (del prog).
Explícame eso de que el nuevo disco se ha hecho casi íntegramente mientras estabais de gira.
La principal razón es que estábamos todos juntos. Al estar de gira, teníamos algunos huecos entre conciertos y era bueno aprovecharlos. Durante la primera parte de la gira todos disfrutamos juntos y sentimos la necesidad de hacer un disco para mantener ese sentimiento. Cuando volvimos de América nos pusimos a grabar con todos los músicos, con Jonas Reingold, Luke Machin, Steve Roberts…y lo finalizamos todo bastante rápido. Cuando quisimos darnos cuenta, teníamos todo un disco entero hecho. Fue divertido y no tuvimos que pensar mucho en grandes conceptos. Lo hicimos todo bastante simple.
¿Cómo mantienes el orden para hacer un disco mientras estas en la carretera? ¿Solo grabasteis demos en la carretera y luego lo acabasteis en un estudio propiamente?
Parte de ambas cosas. Mientras íbamos haciendo conciertos, iba preparando canciones y enseñándoselas a la gente, especialmente en la primera parte del tour. En la segunda parte del tour ya estábamos haciendo jam sessions en balcones de hoteles y cosas por el estilo. Eso se convirtió en algo muy bonito. No todo el disco se hizo en la carretera, pero gran parte del debate y las ideas surgieron gracias a que estábamos de gira juntos. No habría quedado un buen disco si se hubiese grabado íntegramente en la carretera, pero todo el planteamiento nació ahí. De hecho, por eso tuvimos que invitar a Goran Edman a participar en el disco aunque no estuviese en la banda. El estaba de gira con nosotros y compartimos espacio en otra banda, Karmakanic.
¿Fue refrescante y liberador trabajar de este modo? Muchos trabajos de prog se graban a distancia, sin que los miembros siquiera estén presentes en ningún momento en un mismo lugar a la vez.
Lo fue y fue una sorpresa. Hemos trabajado a distancia muchas veces y te diré que no tenemos mucho problema con ello. El caso es que nos gusta mucho tocar nuestros instrumentos y no nos gusta programar nada. No importa donde estés en el mundo: mientras estés tocando tu instrumento ya sirve. Da igual que el baterista esté grabando en Suecia y yo en el Reino Unido: yo seguiré tocando sobre sus ritmos.
Mucho de esto se ha embellecido mucho. Lo de que en los viejos tiempos todo el mundo tocaba junto en el estudio es… mira, no creo que desde principios de los 70 se haya tocado mucho con toda la banda junta en el estudio. Todo el mundo registra sus partes por separado. Un disco como ‘Closer to the Edge’ se grabó con cada miembro de la banda tocando independientemente. No digo que toquen en estudios distintos, sino que cada uno toca sus partes por separado y luego se ensambla todo.
Creo que tienes que vivir el espíritu de la banda, sea cual sea el lugar donde estés grabando. De todos modos, te admito que me ha gustado mucho pensar y plantear el disco de la manera cercana en la que lo hemos hecho. Ha sido para el bien del disco.
La influencia de Colosseum II
Cuando escuché “Proxy”, el primer tema, lo primero que me vino a la cabeza fue Colosseum II, la banda de Gary Moore, John Hiseman, John Mole y Don Airey.
Si, estuve escuchando a esa banda un montón y he escuchado su primer disco infinidad de veces. Es uno de mis discos favoritos. Estoy contigo. Gracias.
Incluso el sonido de batería de Steve Roberts me ha recordado, por su naturalidad, a John Hiseman.
El caso es que Steve trajo un kit de batería muy viejo y le llevé a un estudio que está muy cerca de donde yo vivo. Yo solía tener un estudio y allí tengo un montón de micrófonos antiguos, así que microfoneé su batería con ellos y no hicimos nada raro, en plan crear cámaras de eco ni cosas por el estilo. Todo lo que se escucha es su kit de batería directo, sin reverb ni cosas raras. Eso es lo que quería, un sonido puramente de los 70 en la batería. El sonido de John Hiseman y Bill Bruford es lo que estaba buscando y viendo lo que me dices veo que no me he equivocado a la hora de grabar.
¿Cual es el principal concepto tras “Proxy”? Canciones como “The Adulthood Lie” o “A Case of Misplaced Optimism” inducen a pensar en un disco de cierta decepción existencialista…
Pienso que al final lo que intento expresar reside en la portada, donde ves un “proxy”, un peón. El peón nos representa, el peón te representa cuando estás jugando a las damas. La idea es que lo que está pasando en el mundo actualmente… por ejemplo, en Siria un país está luchando contra otro pero lo intentan pintar como que ‘hay una guerra en Siria’ cuando todo el mundo sabe que es una guerra entre dos países mucho, mucho más grandes. La idea del peón es algo que me incordia mucho y pensaba que alguien debía cantar una canción sobre ello este año. Me da la impresión de que la gente ha dejado de protestar a través de la música, en parte por miedo a ser destrozados en las redes sociales por los contrarios a su pensamiento. Aún así, pienso que la política debe comentarse en la música y me da igual todo lo que la gente quiera criticarme por ello.
“Me da la impresión de que la gente ha dejado de protestar a través de la música, en parte por miedo a ser destrozados en las redes sociales por los contrarios a su pensamiento”
El primer tema, “Proxy”, habla sarcásticamente de como los poderes y los gobiernos manipulan al mundo para vender armas haciendo creer que alguien necesita usarlas. Creas conflictos para poder vender tus productos gracias a ellos y eso me parece algo muy, muy enfermo.
Incluso Charles Aznavour pensó que necesitaba hacer una canción sobre todo esto. Justo antes de morir dijo que la gente debía componer canciones sobre lo que sucede en Siria. Yo ya lo he hecho (risas).
¿Es el conflicto del Brexit y el clima político británico algo que afecta a tu humor compositivo?
Probablemente sabes que no estoy a favor del Brexit y que soy muy europeo desde siempre. Creo que Europa es mi casa y realmente espero que el Brexit no consiga que deje de sentirme en casa cuando estoy en Europa. Tanto en el Reino Unido, como en Europa como en Estados Unidos se están multiplicando las opciones políticas de derecha y no está siendo beneficioso. La Europa de derechas no es nada bueno. Pero es mi opinión, claro.
Parece un experimento social, en parte, para ver hasta donde puedes manipular a la sociedad.
Espero que no mucho, ya hemos llegado muy lejos con todo esto.
¿Como os va a afectar en cuestiones como visados y las giras?
No lo sabemos. No tenemos ni idea de como se va a quedar todo y no lo sabremos hasta marzo. Luego, a partir de ahí, veremos como podemos continuar. Seguiré haciendo música, claro, pero no se si podré ver y trabajar con Jonas tanto como me gustaría. Quizá se vuelve todo muy difícil. Habrá que ver.
El decepcionante estado del prog
¿De que trata “The Adulthood Lie”?
Es una canción sobre perderse cosas. Es una canción de arrepentimiento. En los ’90 había una escena musical basada en el house, el trance, el techno y demás, y mientras yo estaba ocupado siendo un aburrido y me perdí todo aquello. Cuando miro atrás pienso que me perdí algo muy grande. Podría haber estado en la playa a medianoche a mediados de los 90 bailando música dance como un loco con el puño en el aire y no lo hice. Me lo perdí porque estaba demasiado ocupado pensando en otras cosas. Ojalá hubiese sido parte de aquella escena y lo hubiese intentado. Seguramente me habría ayudado a tener la mente más abierta en el futuro.
Cuando se habla del prog rock, yo me siento parte de la generación original del género. Cuando todo esto empezaba, era la gran esperanza de la evolución de la música. “¿Qué es lo siguiente? ¿Como va a evolucionar la música?” pensábamos. Ahora todo se basa en ir hacia atrás. Vas a ver a artistas de setenta años y esperas que toque su gran hit de 1972 y aplaudes en ese momento mucho más fuerte que cuando toca una canción nueva. Para mi, eso es muy triste. Siempre he pensado que la música debe evolucionar y “The Adulthood Lie” habla un poco de eso.
“Mi bajista toca con Steve Hackett y cuando lo dice, nadie sabe quien es Steve Hackett”
Justo hoy recibíamos la noticia de que el único festival español de prog, el Be Prog My Friend, dejaba de existir porque no ha tenido todo el apoyo del público que necesitaba para seguir adelante. ¿Es el rock y metal progresivo un estilo sostenible en el tiempo? ¿Es tan solo una labor de amor?
Es una labor de amor, te soy totalmente honesto. La mayoría de gente no sabe ni lo que es todo esto. Pregunta por la calle y a la gente, con suerte, le sonarán Genesis o alguna banda por el estilo. Jonas, el bajista, también toca con Steve Hackett. La gente le pregunta ‘¿con quien tocas?’ Y el responde ‘con Steve Hackett’ y nadie tiene ni idea de quien es Steve Hackett. Así de triste es esto.
En ocasiones si mencionas a Genesis, la gente quizá se acuerda. En caso de que no recuerden a Genesis dices ‘ah, recuerdas a Phil Collins?’ Y alguna gente si que se acuerda. Lo que te digo: esto es labor de amor. Se hace porque te gusta.
Llevo en el mundo del prog rock desde 1978 y si hubiese querido ser rico, habría hecho otra cosa. Podría haber desarrollado videojuegos o cualquier otra cosa. Decidí hacer este tipo de música porque me gusta. Creo que todo el mundo estaba equivocado con el prog: podía haber sido un género maravilloso de la música pero si todo se basa en tocar tus éxitos de 1972, esto no tiene futuro. Lo más triste es que cuando bandas como The Flower Kings o The Tangent comenzaron a surgir y a generar un movimiento excitante, todas las bandas antiguas volvieron y salieron de gira.
No tenemos ninguna oportunidad frente a los clásicos. Es triste que todos volviesen para una última gira porque eso perjudicó a todos los que estaban intentando sacar la cabeza. Si la gente tiene 15 Euros disponibles para música y The Tangent saca un disco nuevo quizá se lo compran. Pero si esa misma semana Steven Wilson ha remasterizado un disco de Yes se van a comprar esa reedición, aunque ya posean el disco original. No podemos luchar contra eso. Es triste, pero es así. Hago esto porque me gusta, soy feliz y no soy miserable. Solo digo que si hubiese querido hacer algo distinto, lo habría hecho. Tengo casi sesenta años, así que he tenido tiempo de pensármelo bien.
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