En el mundo del prog-rock, ver a una superbanda como The Sea Within ya no es ninguna sorpresa. Hemos perdido la cuenta de cuantos grupos han iniciado Roine Stolt de The Flower Kings, Daniel Gildenlöw de Pain of Salvation y, aunque no toca aquí, Mike Portnoy, que siempre viene al caso. En The Sea Within nos encontramos a Stolt y Gildenlow junto a Jonas Reingold, el pulpo de la batería Marco Minnemann y el teclista Tom Brislin, quien ha pasado por Yes, Camel y la banda de Meat Loaf, unas nada desdeñables credenciales.

Juntos han editado un disco homónimo repleto de una variedad de estilos de prog que van desde lo más actual a lo más setentero. Hablamos con Tom Brislin en esta entrevista a The Sea Within para que nos cuente como se ha gestado este superdisco de un supergrupo.

¿Como se juntan tantos egos en un estudio de grabación sin que nadie salga herido?

La idea fue de Roine Stolt y el fue a hablar con su colaborador de siempre, Jonas Reingold de los Flower Kings. Contactaron conmigo porque ya había colaborado con ellos en el pasado y a la vez contactaron con Daniel y Marco. Inicialmente queríamos ir a América a grabar pero al final quedamos en grabar en Londres. Antes de eso, estuvimos unos meses intercambiando demos por internet para conseguir saber en qué punto se situaban las ideas de cada uno. De ese modo, cuando llegamos al estudio de grabación teníamos una buena aproximación de como iba a ser el disco.

¿Toda la composición fue cosa de Roine o todos compusisteis para el disco?

Todos compusimos. Aunque Roine fue la persona que originó la banda, el quería conocer las ideas de todos nosotros y trabajar sobre ellas. Por eso este proyecto ha sido especial para mi. En el ámbito del prog-rock generalmente he trabajado como músico de apoyo en directo o en estudio, sobretodo con bandas como Yes o Camel, pero mi propia creatividad siempre ha estado en segundo plano y ha sido algo distinta. Los discos que edité con mi banda previa eran más orientados al pop y esto me permite lanzarme al prog-rock de una manera más creativa y propia.

Entrevista The Sea Within

¿Es mejor para ti o te supone más presión estar tocando lo que tu mismo has compuesto?

No diría que supone más presión pero si que, ciertamente, ejercitas distintos músculos a la hora de tocar composiciones propias versus tocar composiciones de otros. Es un reto distinto. He tenido que tocar música muy exigente en mi vida pero, en este ámbito concreto, me ha sido muy beneficioso tocar los sonidos que yo deseaba y hacerlos encajar dentro de la música.

Como mantener un supergrupo

Digamos que esto es un supergrupo de prog-rock debido a la gente que está involucrada. Normalmente este tipo de bandas implosionan antes de editar el segundo disco debido a los egos. ¿Realmente me cuentas que no hubo egos en la grabación de este disco?

Claro que siempre hay egos. Todos los músicos de la banda son líderes de sus grupos y han editado discos en solitarios, así que hemos sido capitanes de nuestro propio barco en muchas ocasiones. Lo que intento hacer es usar el ego por diversión, usar el ego para que la música sea más creativa y colorida. Hay que cuidar el producto que haces para poder tener el ego intacto después.

El prog-rock tiene muchos supergrupos que funcionan. Lo achaco a algo así como la comunidad del jazz en los 60. Tenías a un montón de músicos sobrenaturales tocando unos con otros pero no había mayor problema, especialmente en el jazz blue note. Eran músicos individuales que vendían por sí mismos pero que no tenían problema en mezclarse con músicos igual de buenos que ellos.

El prog-rock, por norma, ya permite destacar la personalidad de cada uno de los músicos aunque lo hace de un modo excitante y motivador, ya que todo el mundo quiere saber cual es el resultado de esa o aquella unión de músicos. Por otra parte, como la industria discográfica ya no te ata con contratos de muchos discos y muchos años, como solía suceder, la gente tiene mayores posibilidades de unirse en distintas bandas y discos con gente de su misma cuerda. Antiguamente, los compromisos discográficos hacían eso muy, muy complicado.

¿Habéis grabado juntos en el mismo estudio, no?

Si, hemos podido estar en una misma habitación juntos y retocar las ideas juntos. Eso ha sido uno de los aspectos que más he disfrutado.

La gracia en algo como el prog es alimentarse unos de otros, musicalmente. Por eso no entiendo todos esos discos y proyectos grabados a distancia sin que nadie se vea las caras. ¿Fue un cambio bienvenido para ti?

Tuvo muchos beneficios. Como dices, muchos proyectos son colaboraciones remotas y vale, está bien. Podemos hacerlo en la era tecnológica en la que estamos. En el pasado, muchas de esas colaboraciones no habrían sido posibles o habrían llevado años. Reconozco la utilidad de toda tecnología que permita las colaboraciones artísticas pero hay algo especial en juntar a las personalidades musicales en una misma sala y hacer que toquen juntos. Es más complicado logísticamente ya que estamos repartidos por tres países distintos. No es fácil, pero ha merecido la pena.

Los ‘70 como punto de partida

Pese a la producción actual, el alma del disco es muy setentera: hay muchos recuerdos a Genesis y a Yes en la música de The Sea Within. ¿Era la idea? ¿Queríais hacer un disco de sonido moderno pero tendencias compositivas clásicas en el género prog?

Yo intento componer la música primero y preguntarme el porqué después. Teníamos distintas ideas sobre cómo producir el disco y creo que Roine es el más enamorado del sonido clásico del prog. Evidentemente, dado que el realizó la mezcla, sus gustos prevalecen en el producto final, inevitablemente. Yo, en general, intento equilibrar los sonidos clásicos y nuevos. Mi única regla es que me guste, en resumen. Mientras suene bien… Jonas me dijo en el estudio que le da igual como se llame mientras sea cool. Ese es el resumen. Tienes que usar tu instinto para saber si algo suena bien o no. Me encanta el sonido vintage pero en ocasiones es sencillamente lo que la música necesita mientras que en otros casos se necesita un sonido moderno para hacerle justicia a las canciones.

Una canción como ‘Broken Cord’ dura prácticamente un cuarto de hora. ¿Se desarrolló así en el estudio o se creó así de buen principio?

Roine la compuso y la demo original que nos envió estaba bastante desarrollada y ya era bastante épica. Hubo algunas cosas que cambiaron de dirección por el hecho de estar en el estudio y tener la cabeza abierta a nuevas ideas, pero esa canción estaba tomando esa forma y duración desde buen principio. Roine tiene mucha tendencia a hacer canciones con varios movimientos y diferentes ambientes.

The Sea Within The Sea Within cover

Has trabajado con Yes y Camel pero me sorprende que estuvieses involucrado con Meat Loaf, ya que no sabía de tu participación con él. Trabajaste en varias giras con él. ¿Que recuerdas de trabajar con él? ¿Te sirvió para tener un estilo más cinemático a la hora de componer tu propia música?

Conseguí el trabajo tocando el piano para Meat Loaf cuando tenía 24 años. Por entonces había estado trabajando con mi banda propia, Spiraling, que era un grupo de indie alternativo o algo así. Solíamos tocar en pequeños clubs. Cuando empecé a girar con Meat Loaf todo cambió por completo porque la vibración es totalmente distinta. Yo había tocado música setentera pero aquello era algo bombástico, teatral y en recintos gigantes. Todo estaba diseñado para llenar grandes recintos con el sonido. La energía de la música es distinta. Era un tipo de trabajo muy atlético ya que la acción es constante a lo largo de tres horas.

Aprendí mucho de Meat Loaf a la hora de darle a la gente un show y entregar todo lo que tienes sobre el escenario. Además, me ayudó a ver la música desde otra perspectiva, ya que Meat Loaf se considera un actor más que un músico y su perspectiva es distinta. Fue muy interesante ser parte de todo aquello. Todo lo que he hecho después de Meat Loaf se ha beneficiado de lo que aprendí en aquellas giras sobre como proyectar la música a gran escala, aunque esté tocando en un club pequeño.

Yo entré en su banda para el Best of Meat Loaf Tour de 1998-2000. Eso se fundió con el Storytellers Tour en Norteamérica. Luego estuvo descansando un año y nos pusimos a trabajar en ‘Couldn’t Have Said it Better’. Cuando el disco estuvo completado cogí la oferta de Yes y ya no estaba disponible para girar con él. Es algo frecuente. Hay bloques de tiempo en los que no pasa nada y luego de golpe viene una gira muy intensa. La oportunidad de tocar con Yes no la podía dejar pasar porque es un grupo con el que crecí. Sabía que el tour de Yes solo sería para el año 2001, porque iba a volver Rick Wakeman en 2002, pero aún así dejé el puesto en la banda de Meat Loaf para poder girar con ellos.

¿Hay intenciones de girar con The Sea Within?

Estamos viendo la posibilidad de hacer una gira en primavera de 2019. No se si será posible. Es divertido porque, tal y como funciona esta industria, lo mejor era sacar el disco y hacer que la gente se familiarice con él antes de salir a la carretera. Es divertido porque solía ser al revés. Hacías la gira para apoyar el disco. Ahora mismo, hay tanta música y tanto ocio que consumir, es mejor dejar que la gente se familiarice con un disco como este primero.