En 2016, Sylosis anunció un parón indefinido, una revelación que sumiría a sus seguidores y a la propia banda británica en un periodo de letargo e incertidumbre. La luz al final del túnel pudo vislumbrarse hace apenas dos meses, en diciembre del año pasado, cuando el cuarteto anunció los detalles de su quinto trabajo de estudio.

‘Cycle Of Suffering’ es mucho más que el nuevo álbum de Sylosis. Es la consolidación de una banda que estuvo cerca de desaparecer, la renovada ambición creativa de sus nuevos integrantes y el derroche técnico y compositivo que mantiene intactos. Hablamos con Josh Middleton, cantante, guitarrista y cabeza pensante de la formación británica. Frontman que aborda ahora un reto doble, compaginar la agenda de su banda original con la de Architects, grupo en el que recaló como guitarrista tras la muerte en 2017 de su compositor principal, Tom Searle.

Tras cuatro años en dique seco, Sylosis está de vuelta. ¿Cuál ha sido el cambio más significativo durante este tiempo?

Mi apego hacia el grupo. Necesitaba distanciarme durante un tiempo para recuperar una perspectiva fresca. Mi modo de afrontar la banda ha cambiado en muchos modos, supongo que he madurado un poco. Ahora estoy más acostumbrado a colaborar con gente diferente, algo que antes nunca solía hacer. Unirme a Architects y pasar a escribir canciones junto a otras personas me ha ayudado realmente a crecer como persona. En realidad, la música del nuevo álbum de Sylosis ha sido escrita en su totalidad por mí, pero ahora estoy mucho más abierto a las ideas del sello y los responsables de management. En el pasado era más controlador.

Estructuralmente podría decirse que las canciones de ‘Cycle Of Suffering’ son más simples o directas que el material antiguo de la banda. ¿A qué se debe este nuevo enfoque?

Cuando la banda paró de forma indefinida en 2016 sentía que tenía demasiadas limitaciones en torno a lo que la música de Sylosis debía ser. Era realmente infeliz, no disfrutaba de los conciertos, no me sentía cómodo con las canciones… por lo que comencé a escribir para una nueva banda, pensé en volver a comenzar de cero, con nuevos músicos. Sin embargo, cuando mandé las demos al sello y al mánager, ambos me dijeron: “Esto suena como Sylosis, ¿por qué quieres montar una nueva banda?”. Tras un tiempo, me di cuenta de que lo que necesitaba era simplemente refrescar la mirada, repensar mi modo de afrontar la composición musical y no obsesionarme con la forma en la que el grupo debería sonar. A fin de cuentas, lo que escriba sonará inevitablemente a Sylosis. En cuanto a estructuras, puede que mi periodo de concentración se haya reducido un poco. Nuestro estilo de consumo a través de smartphones, Netflix, Spotify… nos lleva a tener menor paciencia. Por ello, no quise estirar las nuevas canciones en exceso. Todavía suenan progresivas, tienen muchos riffs y diversos elementos, pero quise que fueran al grano de forma más directa. El trabajo referente a los arreglos se ha cuidado mucho con el fin de alcanzar ese objetivo.

“Sentía que tenía demasiadas limitaciones en torno a lo que la música de Sylosis debía ser. Era realmente infeliz, no disfrutaba de los conciertos ni de las canciones”

El nuevo disco es el primero sin el ex-bajista y miembro original Carl Parnell. ¿Cómo sienta despedirse de alguien que te ha acompañado musical y personalmente durante casi 20 años?

Siempre es triste cuando este tipo de cosas suceden. A medida que envejeces tus preferencias vitales cambian, además tampoco nos hemos visto mucho en los últimos años. De todos modos, esto no ha afectado a la música, ya que siempre he solido escribirlo todo por mi cuenta. En los últimos discos incluso toqué el bajo. Su partida afecta más en el ámbito personal.

A su vez, ‘Cycle Of Suffering’ marca el debut creativo de Ali Richardson, baterista también de Bleed From Within. Teniendo en cuenta que ya lleva cinco años con vosotros, ¿cuál ha sido su principal contribución al nuevo álbum?

Richardson tiene un estilo de percusión muy distintivo. Hablar sobre esto me resulta realmente difícil, ya que la batería es algo muy físico y la diferencia se nota realmente cuando la banda toca en directo y de forma conjunta, en una sala. Personalmente, puedo convertirme en alguien irritante si eres baterista. Cuando hacemos las demos, insisto mucho en mantener ciertas partes de determinada manera. En ese sentido, tengo una gran relación con Ali. Es un baterista muy creativo, abierto a la colaboración y siempre dispuesto a comprometerse al completo. Podría decirse que nunca tratamos de lucir nuestra capacidad musical por el mero hecho de lucirlo, pero hay varios momentos del álbum que demuestran lo buen y creativo baterista que Richardson es.

¿Cuáles son esos momentos?

Así a bote pronto, resaltaría “Apex Of Disdain” y “Arms Like A Noose”. En estos dos temas Richardson demuestra un gran gusto y el control de registros diferentes a la hora de ejecutar pasajes progresivos.

 

¿En qué medida ha afectado tu incursión en Architects en el proceso creativo de Sylosis?

Creo que todavía no ha tenido un efecto directo, ya que muchas composiciones de ‘Cycle Of Suffering’ ya habían sido completadas para cuando comencé a tocar con ellos. Ciertamente, durante este tiempo he tenido la oportunidad de volver sobre el mismo material y editarlo; recortar, quitar o refinar ciertas partes. Es algo a lo que estoy más acostumbrado ahora en Architects. Esto también ha tenido un efecto estilístico en Sylosis, ya que existen ciertos fragmentos en los que fui más inflexible conmigo mismo y decidí reducir debido al nuevo enfoque.

Por primera vez, has tomado sobre tus hombros la responsabilidad de mezclar el álbum. ¿Cuál ha sido tu principal reto en este ámbito?

El problema reside en estar demasiado vinculado al disco y no tener una buena perspectiva externa. Normalmente, un productor es una figura adecuada para ello, especialmente alguien que se encargue de la mezcla de forma exclusiva, sin haber estado involucrado en la fase previa de grabación. Alguien así ve con mayor claridad lo que debe hacerse para obtener el resultado final deseado. En mi caso, estaba tan involucrado en cada fase del proceso que me resultó realmente complicado mantener un juicio claro en lo referente a la mezcla. La labor de Ermin Hamidovic ha sido de gran ayuda. Él se ha encargado de masterizar el disco, por lo que en la fase previa le pasaba mezclas y me decía los aspectos que debía modificar. Fui y sigo aprendiendo en cada paso.

¿Es esta una fórmula de trabajo que te gustaría expandir en el futuro?

Definitivamente, disfruto mucho a la hora de mezclar música. Creo que he aprendido mucho desde el reto inicial de ‘Cycle Of Suffering’. Ese trabajo concluyó en julio, pero desde entonces he mezclado y trabajado en otros muchos proyectos y siento que el aprendizaje y la mejora son continuas. Me gustaría poder mezclar nuestro próximo álbum.

“Cada vez que teníamos que viajar en avión trabajaba en la nueva portada de Sylosis. Me ayudó a despejar la mente y no pensar en mis miedos”

Sylosis

Sylosis (Foto: Kristin Torres)

El material gráfico es otro de los aspectos en los que te has involucrado más que nunca. ¿Cuál es tu relación hacia la pintura y cuál el mensaje que esconde la portada del nuevo trabajo?

Siempre he estado interesado en la pintura. Mi madre era profesora de arte en la escuela, por lo que siempre gravité en torno a ello, incluso antes de adentrarme en la música. Pero, para ser completamente honesto, la portada del nuevo álbum no contiene ningún mensaje oculto. Fue algo realizado de forma inconsciente. En 2018, cuando estaba de gira por Estados Unidos, tenía un vuelo desde Los Angeles hasta Salt Lake City y, cuando el avión se disponía a despegar, chocó contra la infraestructura del aeropuerto. Hubo un gran golpe y turbulencias. El avión entero fue sacudido de forma bastante violenta. El resto del vuelo transcurrió con normalidad, pero este suceso me generó una gran ansiedad hacia el acto de volar. Pasé ese trayecto entero aterrorizado y me di cuenta de que pintar o llevar a cabo cualquier actividad creativa, como elaborar música en mi portátil, era algo realmente beneficioso para hacer frente a la ansiedad. Este verano ha estado repleto de festivales con Architects y, cada vez que teníamos que volar trabajaba en la nueva portada de Sylosis. Es una imagen digital, realizada en mi iPad con un lápiz de Apple, pero me ayudó a despejar la mente y no pensar en mis miedos. En cierto modo, la portada de ‘Cycle Of Suffering’ tiene un sentido de liberación personal.

De cara al futuro, ¿cómo afrontas el reto de compaginar la actividad en Sylosis y Architects?

Creo que trataré de evitar publicar discos de Sylosis cuando Architects lo haga, ya que esto puede obviamente resultar conflictivo. Pero me gustaría girar siempre que sea posible con ambas bandas. Para el espectador externo puede parecer que los dos grupos giran muchísimo, pero yo no lo siento así. Architects gira cuatro o cinco meses al año, como mucho. Podría pasar el resto del tiempo en casa, por lo que, definitivamente, existen oportunidades para que ambas bandas estén activas al mismo tiempo. Architects está ahora en un periodo más calmado y Sylosis a punto de sumergirse en su retorno. Todavía tengo que ver cómo funciona todo en conjunto, pero, de momento, no lo veo como algo excesivamente problemático.

¿Podemos esperar alguna gira conjunta de ambas bandas?

No lo sé y creo que no. No estoy seguro de hasta qué punto la base de seguidores es intercambiable y, realmente, tampoco me gustaría tener que actuar dos veces cada noche.

Mikel Yarza