La banda canadiense Skull Fist lanza ‘Paid In Full’, cuarto trabajo de estudio del combo que vuelve con ganas de imprimir un poco de caña tras estos dos años de malos momentos.

El trío formado por Zach Slaughter (voz/bajo), Casey Guest (bajo) y JJ Tartaglia (batería), materializó, en su cuarta entrega discográfica, la historia de un hot rod canadiense no dispuesto a darse por vencido tras largos problemas con su antiguo sello e incontables dólares perdidos. Sorprendentemente, Schottler no tiene resentimientos. Charlamos con el frontman de la banda acerca de este nuevo almanaque del heavy metal confeccionado bajo el lema de: ¡El puño es la ley!

¿Cómo describirías la esencia del álbum en pocas palabras?

La esencia… bueno, puede que descentrado (risas). No, en realidad no lo describiría necesariamente como enfadado, tal vez un poco enojado, un poco confuso. Constituye un moderado intento de plasmar un mix de millones de cosas. No tengo otra respuesta (risas).

Skull Fist (Foto: Sharon Ehman)

¿Alguno de los temas ha adquirido un significado especial para ti?

Sí, “Madmen”. Habla sobre un lento descenso hacia la locura. Al ser un hombre de treinta y cinco años, estoy esperando a que llegue ese momento (risas). En este sentido, las letras son muy importantes para mí, representan lo primero en lo que me fijo al escuchar música.

Entonces, ¿escribes primero la letra antes de centrarte en el marco musical?

No siempre sucede así. A veces me centro en los riffs. Pero cuando escucho música ajena mi atención suele centrarse en la letra. Sin embargo, si es un proyecto mayormente musical me centro, obviamente, en la música. En ocasiones constituye un viaje de ida y vuelta escribir para la música o para las letras. Tienes que decidir a medida que avanzas. Muchos temas del álbum reflejan cosas que he pensado largo y tendido. Grandes pensamientos para mí.

Cuando empezaste el proceso de composición, ¿tu intención inicial era escribir un álbum conceptual o realizar una recopilación de tracks si fluían?

Muchos músicos intentan parecer más interesantes de lo que verdaderamente son. Dicen cosas como: “Solo escribo de 22:00h a 22:42h bajo una luna llena”, o lo que sea. Yo únicamente escribo canciones. No hay nada más. No hay ninguna intencionalidad. No trato de escribir un single o un álbum. Toco la guitarra y pienso: “Este riff mola, puedo usarlo en algún tema”. Y quizás más tarde me canso de él y digo: “Vaya, esta canción da asco”.

Skull Fist (Foto: Sharon Ehman)

Cuando estás en el estudio, ¿cómo es trabajar con el resto de la banda?

Bueno, suelo escribir las canciones por mi cuenta. Vivo bastante lejos del resto, ellos residen en Toronto y estoy a una hora de distancia en medio de la nada. Así que escribir canciones conjuntamente sería una jodienda. Además, J.J. toca en otras formaciones y K.C. … bueno, está casado. Probablemente esté viendo soap operas en el sofá. Sinceramente, creo que es más fácil escribir las canciones por mi cuenta. Pero si les mando una pista y digo: “Tengo este tema, ¿qué os parece?” y me responden “esto apesta” por supuesto lo tengo en cuenta. Su opinión importa mucho.

¿Cómo es el proceso de selección de los temas que conforman el tracklist del álbum? ¿Suele tener la banda una opinión homogénea?

Creo que, para ser realistas, soy el más crítico de los tres, incluso con mi propio material. Así que gran parte de las quejas son por mi parte. Algo como “no, no, no. Que le den a esta canción”. Generalmente, es otro miembro de la banda quien dice “oye, el tema está bien”. No soy muy generoso. Cuando tengo ocho o nueve canciones las incluyo en un álbum, por lo que no suele haber un proceso de descarte. La única vez en la que dije “no quiero usar esta canción” fue hace diez años. Por lo demás, al final pienso “qué más da, vamos a incluirla”.

En esta misma línea, ¿cuándo consideras que una canción está terminada? 

Hay ocasiones en las que esto nunca sucede. Recuerdo la grabación de “Bad For Good” del álbum ‘Chasing The Dream’. El estribillo del track era muy diferente, pero grabando las voces en el estudio pensé “vamos a probar algo nuevo”. Al final, terminó gustándome más esta versión que la que tenía en mente en un principio.

Ahora que ha pasado tiempo, ¿modificarías algo del tema o mantendrías la versión que se comercializó?

Depende. A veces vas demasiado lejos, trabajas demasiado en una canción. Terminas estropeándola para ti, piensas “vaya esto es bastante aburrido”, pero es porque la has escuchado muchas veces. Saber cuándo hay que parar y qué es lo que se debe modificar y lo que no es algo que todo el mundo se plantea en algún punto de su carrera. No creo que haya nadie más inseguro que un músico (risas).

En este contexto, ¿prefieres tocar los temas en el estudio o en directo?

Bueno, tocar en directo es como hacer trucos de mono. Te sientas y memorizas un tema una y otra vez. Además, tengo que cantar y tocar la guitarra, por lo que me paso horas… días trabajando en conectar mi voz con el instrumento para poder hacer ambas cosas al mismo tiempo. No lo disfruto mucho, prefiero hacer música antes que tocarla.

¿Cómo es la vida en la carretera al estar de gira?

Terrible. No sé quien me dijo que era una buena idea, pero si hubiera sabido lo que sé ahora cuando tenia 20 años, no me habría metido en esto. Habría escogido algo mucho mejor como carrera o intento de carrera (risas).

¿Cuál es tu opinión de los shows en acústico? ¿Los prefieres antes que las largas giras?

Son mucho más relajados. Algunas personas tienen una relación de amor-odio con ellos. Yo sin embargo considero que es una relación de odio-odio (risas). Siempre hay momentos ocasionales en los que disfrutas. De vez en cuando acabas un concierto, bajas del escenario y piensas “¡Joder! Eso ha estado bien”. No experimentas eso cada noche, pero en ocasiones tienes ese sentimiento. Mi cerebro opina que lo hemos hecho bien.

Es algo bastante complicado en realidad, hay muchas maneras de analizarlo. Cuando pienso en tocar en acústico recuerdo esa película con Mark Wallberg, “Rockstar”. Él lo hizo y no parecía muy interesante (risas). No sé, para algunos músicos resultará más fácil, pero para mí, personalmente, no. No soy un tipo muy social. Prefiero quedarme en casa con mis perros y escribir música. Mi parte favorita del proceso es acabar una canción, ponerme los cascos y escucharla.

¿Cuál fue el detonante que te hizo dedicarte a la música?

Soy terrible en todo lo demás. Honestamente, me han despedido de muchísimos trabajos y he dejado muchísimos curros por enfado. Para serte realista, si no consigo suficiente dinero con la música iré a vivir a la playa o algo por el estilo (risas). Creo que hacer música es una buena manera de lidiar con las cosas. Para otros artistas debe ser lo mismo, cualquier tipo de proceso artístico constituye una forma de prolongar tu vida, en vez de morir de un tumor por estrés.

Hablando de procesos creativos, ¿cómo se decide el artwork que corresponde a un álbum? 

Generalmente, se trata de una idea. Pienso “ssí me gustaría llamar al álbum” o “la canción trata sobre esto”. Entonces, comienzo a tener una visualización de lo que cada tema representa para mí. En el pasado, en nuestros primeros álbumes, utilizamos dibujos artísticos y fue genial. Pero a medida que pasa el tiempo comienzas a explorar otras cosas. Creo que por ese motivo me pasé a la fotografía en nuestros dos últimos LPs. Es divertido. No quiero quedarme parado en el mismo sitio para siempre. Me gusta explorar y lo hago mentalmente, físicamente y también musicalmente.

Cambiando de tema, yo soy de Barcelona y me gustaría saber cómo ha sido tu experiencia en tus giras por aquí.

Tocamos varias veces en Barcelona hace años, no recuerdo a los teloneros. Me gusta la ciudad porque no se parece a las demás. En todos los lugares que he visitado alrededor del mundo, una ciudad es una ciudad. Todo es lo mismo allá donde vayas con diferente bandera. Caras diferentes pero expresiones similares. Pero Barcelona, al menos visualmente, es mucho más creativa. Es posible que volvamos.

Ahora mismo, es imposible garantizar algo. Se producen cambios todos los días. Es bastante absurdo hacer planes aunque las cosas estén mejorando. Sigue todo bastante jodido. Algunas bandas están de gira ahora mismo. Es genial. Me siento feliz por ellos, pero para mí no hay prisa. No quiero contagiar accidentalmente a nadie mientras estoy en el escenario. No quiero involucrarme en esa mierda.

En tu paso por España, ¿conociste alguna banda local de la que te declares fan?

Sí, Hitten. Son una gran banda con muy buenos temas. Y Leather Heart, esos tipos son increíbles. Su frontman es mi cantante favorito de todos los tiempos. Es una formación muy creativa con lo que hace. Son de lo mejor que conozco de esa región. España tiene muy buenos cantantes. Cada vez que escucho a un tipo cantar en ese país pienso “¿qué cojones? Es mucho mejor que yo. Mil veces mejor que yo”.

Lorena Mendoza