Sirenia: «Cuando se decidió que Ailyn no volvería, Emmanuelle fue la única opción»
Los noruegos Sirenia son una de esas longevas bandas del gótico sinfónico que, aunque nunca hayan acabado de asentarse entre los líderes del género, siempre han conseguido mantenerse en una confortable y constante segunda fila: un hito nada desdeñable teniendo en cuenta que la banda de Morten Veland nunca se ha caracterizado por su estabilidad de line-up.
Con su noveno álbum, ‘Arcane Astral Aeons‘, Sirenia apuesta por nuevas influencias más allá de sus referentes habituales, mientras continúa luchando por darse a conocer en todo el mundo con giras mundiales que les han llevado por Europa, Asia y América. Hablamos de todo esto con Veland, en una larga conversación a altas horas de la madrugada que acaba derivando en recomendaciones de black metal y cervezas.
Tenemos noticias frescas. Hace pocos días que habéis anunciado que Michael Brush va a sustituir a Jonathan A. Perez a la batería.
Michael tocará en los conciertos que nos quedan hasta finales de año, es decir, la gira europea y un festival en la República Checa. Jonathan se ha cogido un descanso largo de Sirenia, de 1 año y medio, porque necesitaba tiempo para su familia y sus otros proyectos: el último concierto que hicimos con él fue en la gira sudamericana. Michael le va a sustituir de ahora en adelante.
¿Y en el futuro?
No sé qué pasará en el futuro, no sé si Jonathan volverá o no. La cuestión es que no tiene mucho tiempo para dedicar a Sirenia, entre la familia y sus otros proyectos. Por este motivo, creo que de hecho hemos usado más músicos de sesión que no…
Así que en la gira de España vamos a ver a Brush a la batería. ¿Con qué más se van a encontrar los fans?
Creo que vamos a dar un buen espectáculo. Justo acabamos de decidir el setlist y, por supuesto, además de canciones del nuevo disco, habrá también canciones viejas, algunas canciones que no hemos tocado nunca, un par de canciones que hace tiempo que no se escuchaban en directo, y nuestros temas más populares. Habrá un poco de todo. Lo hemos estado ensayando y suena bien, será un buen show.
¿Qué tal es trabajar con Emmanuelle Zoldan como vocalista?
Es genial. Lleva siendo parte de Sirenia un poco más de dos años ya, durante los que hemos estado girando mucho: hemos tenido la oportunidad de trabajar mucho juntos. Encontró su sitio muy rápidamente, y para todos nosotros fue una transición muy natural. Emmanuelle ha cantado con Sirenia desde 2003, en todos nuestros álbumes excepto en el primero, por lo que la conocemos de hace tiempo. Es una cantante con un amplio registro, que trabaja muy bien distintos estilos y técnicas, y que realmente no ha tenido problemas para cantar el material antiguo. En ese sentido, creo que las canciones nuevas son mucho más difíciles.
¿Cómo llegasteis a este acuerdo?
Fuimos nosotros que le preguntamos si quería cantar con nosotros. Ailyn no podía cantar en un par de conciertos, y no podíamos cancelarlos. Tuvimos que encontrar a alguien que pudiera ayudarnos y la única persona que podía era Emmanuelle. Es una gran cantante, y pensé que su voz ya sería familiar para los fans de Sirenia. Tuvo que aprender muchas canciones en muy poco tiempo, porque fue algo muy espontáneo, pero funcionó bien. Cuando se decidió que Ailyn no volvería, Emmanuelle fue la única opción. Ella ya hacía años que tenía su carrera montada en la ópera francesa, por lo que no estábamos seguros de si estaría interesada en pasarse a una banda de metal, con los tours y todo lo que comporta… pero aceptó, y funcionó muy bien.
«Cuando se decidió que Ailyn no volvería, Emmanuelle fue la única opción.»
El primer single de ‘Arcane Astral Aeons’, “Love Like Cyanide” incluye una mezcla interesante de influencias, más allá del sinfónico y el gótico. ¿Cómo han reaccionado los fans?
Creo que “Love like Cyanide” es una canción diferente, destaca bastante si la comparas al resto. Por ejemplo, aunque “Into The Night” sea más animado de lo habitual, es un tema más parecido al estilo típico de Sirenia. Lo que sí que es cierto es que nunca antes habíamos utilizado tanta influencia del power metal y el black metal. Por supuesto esperaba reacciones mixtas (a algunos fans les gustó el cambio de enfoque y otros hubiesen preferido que hubiésemos seguido con el estilo de siempre) pero, la verdad, hemos recibido una respuesta muy buena a todas las canciones nuevas.
Cuéntame más sobre tus influencias de black metal.
Creo que los elementos black metal son algo que hemos tenido de alguna forma desde el primer álbum, especialmente en el primero y segundo álbum, que eran más extremos. Después lo perdimos un poco, dejamos de usar estos elementos tan extremos, y siento que los hemos empezado a recuperar a raíz de los dos últimos álbumes. Creo que ha sido un reencuentro natural. Hubo una época en la que sentí la necesidad de alejarme de este sonido más extremo, pero recientemente he empezado a echarlo de menos: se siente bien volverlos a recuperar.
«Hubo una época en la que sentí la necesidad de alejarme de este sonido más extremo, pero recientemente he empezado a echarlo de menos.»
¿Qué nos recomiendas escuchar de black metal?
He sido un gran fan del black metal desde los 90, es uno de los pocos estilos de música que me gusta escuchar por placer. Immortal son muy buenos, también Satyricon, Emperor, Dimmu Borgir… Del nuevo álbum de Immortal sólo he escuchado dos o tres canciones, que me han parecido muy buenas. Para mi, la voz y la guitarra de Abbath era algo importante del sonido del grupo, por lo que tenía un poco de curiosidad sobre como sonarían sin él. Me sentía un poco escéptico, la verdad, pero creo que el disco es muy bueno: continúa sonando muy típicamente Immortal.
¿Qué otras bandas te han influenciado a lo largo de tu vida?
Cuando empecé a tocar la guitarra con 16 años, Guns n Roses era mi grupo favorito de la época. AC/DC, Metallica… todo este tipo de bandas me influenciaron mucho. Después entré mucho en la música que veía de Reino Unido: Sisters of Mercy, The Mission… y otras bandas de rock, por lo que me fui un poco hacia esa dirección. Eso también influenció la música que escribía en esa época. Creo que, especialmente, estas bandas inglesas tuvieron una gran influencia a la hora de llevar mi música a un terreno más siniestro, más gráfico. Siempre me ha gustado escuchar muchos tipos de música, creo que soy muy abierto y escucho de todo. De hecho, el concepto de Sirenia está basado en traer elementos de varios estilos y mezclarlos con rock y metal. No creo que hubiese sido capaz de hacer eso sin estar abierto a escuchar música procedente de tantos estilos distintos.
¿Crees que el hecho de que tantos músicos hayan pasado por Sirenia también ha ayudado a eso?
Ah, pues quizá sí que tengas razón. No lo había pensado nunca, pero definitivamente tocar con otros músicos te inspira. Cada músico es único y tiene sus propias cualidades, te aporta elementos con los que trabajar y de los que obtener resultados distintos. Trabajar con tantos músicos y bandas a lo largo de los años me ha ayudado en ese sentido. Lo mismo digo de trabajar con distintos productores, tanto en el estudio como en directo: he aprendido mucho de otros técnicos y productores, cosas que han sido muy útiles para mi.
¿También has producido álbumes, no?
Sí, pero sólo he producido mis propios proyectos, como la mayoría de discos de Sirenia. Prefiero enfocarme en mi propia música, no es un proyecto paralelo. Ahora mismo Sirenia ocupa la mayor parte de mi tiempo, no tengo la posibilidad de dedicarme a otros proyectos. De vez en cuando trabajo en algunas canciones que estoy preparando para otro proyecto de rock alternativo pero no sé cuándo tendré tiempo de realizarlo. Seria fantástico, pero ya veremos. Tengo varias ideas, pero ahora mismo mi prioridad es Sirenia.
Así que Sirenia te mantiene ocupado.
Los últimos años con Sirenia me han dado mucho trabajo. Hemos girado por Europa, Estados Unidos, Asia… Es interesante cambiar de continente porque te da la posibilidad de ver muchas culturas diferentes y muchas cosas nuevas.
¿Hay algún país al que le tuvieras especial ganas?
Tenia muchas ganas de lograr ir a Estados Unidos porque es terriblemente complicado para las bandas europeas girar allí: simplemente conseguir las visas de trabajo tiene un coste terriblemente alto, tanto en tiempo como en dinero. Es un proceso muy complicado. La inversión en vuelos, toda la logística de mover los instrumentos y todo lo que necesitamos para hacerlos los shows… es una pesadilla el coste económico que tiene todo eso. Creo que por este motivo no está al alcance de muchas bandas: no les es posible ir allí, por muchas ganas que tengan.
¿Cómo lo conseguisteis?
Nuestros propios fans nos ayudaron mucho cuando quisimos hacer el primer tour americano, ya que con su ayuda pudimos cubrir una gran parte de los costes de esa gira. También tuvimos suerte de conseguir un manager con sede en América que tiene mucha experiencia encargándose de estas cosas, porque es básicamente imposible hacer esto tu solo. Necesitas a alguien profesional. Si no lo haces todo correcto, te enfrentas al riesgo de llegar allí y no poder tocar, o ni siquiera poder entrar en el país. ¡Y eso sería una auténtica pesadilla!
¿Algún consejo para bandas en esa misma situación?
Las visas de trabajo son válidas durante un año, por lo que un buen truco es hacer dos giras dentro del mismo año: ¡intentar sacar el máximo provecho de cada visa!
¿Has notado muchas diferencias en el publico?
En mi opinión, creo que en Estados Unidos los fans están más interesados en el merchandising, mientras que en Europa prefieren comprar álbumes. Esta es una de las pequeñas diferencias que he visto. Otra diferencia es la reacción del público: aunque Europa y Sudamérica suelen reaccionar bastante igual, en Estados Unidos y en China los fans están más locos… ¡en el buen sentido de la palabra, claro! Son mucho más entusiastas. La suerte es que vayamos donde vayamos, nuestros seguidores siempre han sido muy amables y nos han hecho sentir muy bien.
¿Y España?
Tanto en Barcelona como en Madrid nos hemos sentido siempre muy a gusto. Diría que en España sois parecidos a las audiencias de Latinoamérica, públicos muy cálidos y entusiastas. Hicimos shows muy buenos aquí. El público es muy ruidoso, ¡lo cantan todo! En Argentina también lo cantaban todo, todas las melodías y los riffs de guitarra incluidos. La sensación era más parecida a estar en un partido de futbol. La primera vez que los experimentamos fue muy divertido.
Me han dicho que eres un amante de la cerveza. Recomiéndanos alguna.
Oh sí, me encanta, especialmente la cerveza artesanal. Cuando estábamos girando por Estados Unidos fue como entrar en el paraíso, tienen una cultura muy fuerte de birra artesanal. Pudimos probar muchas cervezas únicas. Me encantan las IPAs, por ejemplo, pero también disfruto de las porters, así que encontré muchas cosas interesante. Hasta disfruté de las sour beers. Encontramos tantas marcas interesantes que perdí la cuenta de todas las que probé. Y dentro de las europeas, me gustan mucho las belgas. ¿Cuál dirías que es la mejor de las españolas?
Yo te recomendaría probar la Estrella Galicia o la Alhambra. No son exactamente artesanales, pero están muy ricas.
¡Intentaré recordarlo! La verdad es que recientemente hemos empezado a pedir a las salas de conciertos que nos pongan una selección de cervezas típicas de la zona para probar… ¡pero no siempre nos hacen caso! [ríe] A veces ocurre, y cuando pasa es fantástico. Todos los de la banda disfrutamos de beber cerveza, es una de las muchas cosas que nos unen.
Bueno, de hecho la birra y el metal van muy ligados.
A todos los metaleros que conozco les gusta beber cerveza, verdad. La birra siempre ha sido popular en Noruega, pero creo que todo el tema artesanal ha despegado recientemente en el país. Muchos de mis amigos y familias han empezado hasta a hacer su propia birra. Que, de hecho, tiene mucho sentido, porque una cerveza en Noruega es carísima: en un bar, una botella de cerveza artesanal te sale tranquilamente por 15 euros; una birra comercial, barata, te saldría por 8 o 9 euros. Así que hacértela tu mismo te sale a cuenta: es posible hacer cerveza muy buena invirtiendo 500 euros en un kit de producción. Algunos de mis amigos han conseguido sabores muy buenos.
«Una cerveza en Noruega es carísima: en un bar, una botella de cerveza artesanal te sale tranquilamente por 15 euros.»
Sabía que en Finlandia los precios estaban por las nubes, pero no tenia ni idea que esto también pasaba en Noruega.
Sí, en todos los países nórdicos es lo mismo. Tanto el alcohol como el tabaco están extremadamente caros por los impuestos del gobierno. En España y en Francia tenéis otra forma de beber. El problema de Escandinavia es que la gente sale de fiesta de manera demasiado bestia. No solemos beber durante la semana, pero cuando llega el fin de semana la gente se emborracha a lo loco. Y eso lo vemos como algo normal. Tenemos algo que aprender de vosotros. Está bien disfrutar de una copa con la cena, pero no es necesario beberse dos botellas. [ríe]
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