Desde el año 2000, he podido entrevistar a Biff Byford en infinidad de ocasiones. Desde los camerinos de la antigua sala Mephisto cuando estaban en su momento más difícil de popularidad -y donde darían un accidentado concierto esa misma noche por problemas de sonido- hasta en festivales como el antiguo Metal Mania de Villarrobledo, pasando por el estudio británico en el que grababan “Lionheart” en 2004 con Jörg Michael de Stratovarius como batería. A menudo se bromea con su omnipresencia en los escenarios españoles pero Saxon son una banda muy querida en nuestro país y lo demuestran llenando salas cada vez más grandes en cada gira.

Ahora, tras varios años, parecen haberse instalado definitivamente en el Razzmatazz grande, significativo de su popularidad creciente entre generaciones pasadas y nuevas. Byford, como siempre, no se deja sorprender o amedrentar por los subebaja de este negocio. Siempre un gentleman, siempre con discurso breve pero conciso y siempre relajado, el vocalista de la banda solo alude de manera recurrente a una cosa: que Saxon nunca se rinden.

La mentalidad de “never surrender” es algo a lo que alude en muchas entrevistas y es parte de la propia idiosincrasia del grupo británico. Incluso habiendo visto como sus congéneres Iron Maiden, Judas Priest o Mötorhead subían a niveles estratosféricos de popularidad, ellos siempre han sido currantes. Disco, gira, disco, gira. Repetido ad infinitum. Siempre consistentes, siempre excelsos.

Me siento, pues, en los camerinos de Razzmatazz con un Byford amable pero directo en sus respuestas. Divaga poco. Tampoco sabía que tenía una entrevista, alguien de su discográfica no le había avisado. Le dio igual. Pidió unos minutos para acabar de cenar y me recibió. En quince minutos da más de sí que otros muchos en media hora.

Grabar nuevos discos es algo totalmente complementario para muchas bandas de la misma generación que Saxon. Se limitan a girar y ordeñar la vaca. ¿Por qué es tan importante para Saxon seguir grabando nuevos trabajos? ¿Seguís buscando una validación como compositores?

El nuevo disco ha sido un gran éxito alrededor de todo el mundo. Creo que eso prueba que la gente sigue interesada en escuchar lo que tenemos que hacer. Esa es toda la validación que necesitamos como banda.

La mayoría de nuevos discos de bandas clásicas suelen estar repletos de relleno y normalmente se salvan dos o tres canciones. “Thunderbolt” es un disco del que no me apetecía pasar ninguna canción. ¿Mantenéis la capacidad de discernir cuando un disco es bueno o cuando es realmente especial mientras lo grabáis?

No creo que nunca sepamos si un disco va a resultar más exitoso que el anterior. Lo esperas, claro que esperas que a la gente le gusta. Es algo que se va desarrollando progresivamente y que no puedes forzar, porque hasta que la gente no escucha el disco y lo percibe no sabes muy bien si lo que has hecho conecta con la gente. Luego hay una cuestión de timing, de editarlo en el momento adecuado. Todo tiene que cuadrar en un mismo momento: a los críticos les ha de gustar, los fans han de disfrutarlo, la gente ha de venir a los shows…es algo así como intentar crear una tormenta perfecta. No puedes forzarlo.

¿Sabíais que estabais, al menos, ante un disco más inspirado?

Creo que sí. Cuando estábamos trabajando con Andy Sneap nos dimos cuenta de que estábamos trabajando en un disco algo especial.

La reacción ha sido muy buena. ¿Cómo afecta un nuevo disco al perfil de Saxon? ¿Aún os puede propulsar un nuevo disco en el sentido de tocar en recintos más grandes o ante más público?

Lo pienso. Siempre es importante que el perfil de la banda se mantenga y crezca, pero creo que todo se basa en que cuanto más tiempo aguantas en esto y más respeto te ganas, más mejora tu perfil. Evidentemente, también afecta seguir grabando buenos discos. Este disco ha superado expectativas y eso es algo que no sucede a menudo estos días.

El renacimiento de Saxon

Yo os he visto en sitios como Mephisto hace casi veinte años, una sala de 500 personas, y en Razzmatazz con 2 000 personas o en festivales repletos de gente últimamente. ¿Crees que Saxon está volviendo a subir desde hace cinco o seis años?

Hubo malos momentos a finales de los 90 o mediados de los 90. Muchas bandas pararon pero nosotros seguimos. Si teníamos que tocar en recintos más pequeños, pues tocábamos en recintos más pequeños. Lo hicimos para sobrevivir, para mantener el nombre vivo. Toda nuestra filosofía ha sido siempre la de ‘never surrender’ y eso ha devuelto a la banda a una posición más alta. Discos como ‘Sacrifice’, ‘Battering Ram’ y ahora ‘Thunderbolt’ han supuesto un aumento de popularidad para la banda y un rejuvenecimiento de los fans de la banda. Creo que el público ha cambiado su percepción de Saxon en los últimos años.

¿Piensas que el hecho de que otras bandas o músicos a vuestro alrededor estén dejándolo o falleciendo hace que la gente sea súbitamente más consciente de que Saxon no serán eternos?

No lo sé, la verdad. Obviamente, cuando Lemy murió y Motörhead lo dejaron, Saxon eran vistos como una banda muy cercana a Motörhead y lo hemos sido desde 1979, porque ambos empezamos casi a la vez. No creo que el hecho de que la lo deje o se muera tenga mucho que ver con nuestro resurgimiento de popularidad pero el hecho de que Lemmy muriese si que lo tiene. Eso ha marcando un punto de inflexión. Creo que muchos fans de Motörhead se entregaron a Saxon cuando ellos dejaron de existir.

Saxon Wacken 2012

El vacío de Motörhead

Te entrevisté apenas unas semanas después de la muerte de Lemmy, justo en las fechas en las que deberíais haber estado tocando con ellos en España en febrero de 2016. Recuerdo que la muerte de Lemmy te afectó profundamente y lo pude percibir por tu tono hablando por teléfono en aquellos momentos. Ahora habéis grabado un tema de homenaje a Motörhead titulado “They Played Rock and Roll” que aparece en “Thunderbolt”. ¿Estás en una fase más reflexiva y componer esa canción te ha permitido cerrar el círculo?

Así es la vida. La gente nace, la gente muere. Lemmy se fue muy de golpe, porque aunque sabíamos que estaba enfermo, aún estaba de gira cuando murió. Creo que siempre es un shock cuando alguien cercano, un amigo, se muere. Nadie se lo espera, a no ser que estés en un hospital esperando la muerte por una enfermedad o algo así.

¿Te fue fácil canalizar tu Lemmy interior para ese tema? Es un homenaje muy bien hecho.

No sabría decirte. Lo hice pensando en la gira de 1979 que hicimos juntos, Motörhead y Saxon. Estaba pensando en esa gira cuando el murió y tenía en mente hacer una canción. Cuando Philthy Animal Taylor murió y luego Eddie Clarke se fueron tan rápido… Hablé con ellos unos días antes de morir y fue un shock completo. A medida que te vas haciendo mayor se hace más común ir perdiendo gente por el camino, es evidente.

Es que la formación clásica de Motörhead desapareció de la faz de la tierra en cuestión de dos años. Phil, Eddie y Lemmy murieron en cuestión de 30 meses.

La última formación de Motörhead era una banda muy, muy buena. Los hemos conocidos a todos, a Brian Robertson, a todos… Desde un punto de vista realista, mi formación favorita de Motörhead fue aquella con la que giramos en 1979, porque fue nuestra primera gira juntos y la recuerdo con mucho cariño.

¿Cuál es tu primer recuerdo de Motörhead?

Meternos en el autocar de gira, que nos saludasen y nos diesen de beber. Todo era muy divertido con ellos cuando estábamos de gira. Estaban como una puta cabra. Como una puta cabra.

Creo que ambas bandas compartíais un enfoque similar: bandas de clase trabajadora, sin grandes planes de marketing y publicidad y que os dedicasteis toda la vida a grabar, girar, grabar y girar.

Eso es. Siempre fuimos la banda favorita de los fans, siempre fuimos una banda cercana a ellos.

Un nuevo disco a la altura

En el nuevo disco, “Thunderbolt”, colabora Johan Hegg de Amon Amarth en el tema “Predator”. Aunque no son precisamente novatos en esto, veo bien que establezcáis ‘puentes’ con el ‘nuevo’ heavy metal. ¿Qué otras bandas actuales sigues o te suscitan interés?

No sigo a ninguna banda en particular. No somos fans de la música en el sentido estricto. Tenemos bandas que nos gustan y cada miembro de la banda tiene sus favoritos particulares sin seguir a nadie en concreto. A mi me gustan Amon Amarth, es una gran banda vikinga, y me atraen por la parte histórica creo. Johan fue el primero en el que pensé para esa canción y como es un buen amigo me dijo que si rápidamente. Creo que queda muy bien en esa canción pero ha sido algo controvertido para algunos fans de Saxon de los viejos tiempos. Aún así, es un buen tema y hace una interpretación tremenda en el video.

Crónica Saxon Madrid

Saxon (Foto: Paco García)

Claro que, eso sí, es raro tener a Johan en “Predator” cuando el tema que viene después se llama “Sons of Odin” y le vendría al dedillo.

(Ríe) A él le habría gustado más cantar en esa, pero así es el rock and roll, nada tiene sentido.

En canciones como “The Secret of Flight” cantas muy agudo. La mayoría de tus contemporáneos van teniendo problemas con su voz ¿eres inmune de momento?

Creo que es el tema más popular del disco en directo por el momento. Canto en un rango bastante alto pero no tengo problemas. Canto en el rango que me pida la clave en la que está la canción. No es un tema difícil de cantar, la verdad.

Estaba leyendo la biografía de KK Downing de Judas Priest y parece tener un cierto resentimiento con el hecho de que Judas Priest no tuviesen una figura al estilo de Rod Smallwood con la que llegar al nivel de popularidad al que han llegado Iron Maiden. ¿Compartís una frustración similar en Saxon como contemporáneos y paisanos de Iron Maiden os estáis contentos con el lugar en el que os ha situado la historia del heavy metal?

Solo hay un Rod Smallwood. Eso es lo cierto. En los primeros tiempos nunca nos faltó nada. Es difícil decir a dónde habríamos llegado. El equipo que teníamos originalmente era muy bueno y ese equipo cambió. No podemos cambiar las cosas que pasan.

Thomas Jensen, el jefe del Wacken, fue vuestro manager durante varios años pero rompisteis hace unos pocos años.

Sí, Thomas se casó y tuvo hijos. Pensó que sería mejor quedarse más tiempo en casa porque Saxon gira mucho y somos una banda que exige mucho en la carretera. No hay ningún problema con él, todo quedó de manera amistosa, pero era lo más práctico para él.