Ahora que la generación que fue joven en los ‘90 redescubre a sus referentes, Refused ha cobrado una nueva importancia que los miembros de la banda siquiera anticipaban unos años atrás.

Si bien el clásico ‘Shape Of Punk To Come’ se convirtió en un disco reverenciado por muchos, la propia formación vivió su existencia con una mezcla de volatilidad, desasosiego y conflicto ético. No en vano, aquel álbum fue su muerte. Tan diferente era que su propio público no supo entenderlo y la gira fue un sonado fracaso que terminó como el rosario de la aurora. Quién les iba a decir que apenas unos meses después el mismo disco que los había matado les ayudaría a forjar su leyenda.

Cuando en el año 2012 decidieron reunirse para actuar en los mayores festivales del mundo lo hicieron desde la cautela, y en 2014 ya estaban “dándose un tiempo” de nuevo. Pero con la edición de ‘Freedom’ en 2015 y ‘War Music’ en este octubre de 2019, Refused han cogido el toro por los cuernos y están dispuestos a seguir siendo uno de los grupos más contestatarios de la escena rockera.

Para una banda tan contestataria como Refused, el clima actual debe ser muy inspirador.

Me gustaría levantarme por la mañana algún día y que me dijesen que ya no hacen falta nuestras canciones ni nuestras letras porque el mundo es un lugar fantástico en el que vivir. Mientras el mundo sea así, habrá gente como nosotros siendo contestatarios. Es fácil acomodarse y sentirse superado por los acontecimientos en el mundo actual, pero cuando me siento así, me vuelco en la música, en el arte, y encuentro esperanza. Esperamos que nuestra música sirva para eso en la gente, que sea un método para canalizar frustración y rabia. Creo que es un buen momento para nosotros, pero es un mal momento para el planeta y la sociedad.

Refused (Foto: Tom Hagen)

¿Cómo traduces esa rabia y frustración en canciones melódicas y cargadas de ritmo como las que componen ‘War Music’? Lo fácil sería hacer un disco de death metal, tal y como está el panorama geopolítico.

Tienes razón. No estoy muy seguro de que nuestra música sea bonita para el oído, pero esta es la música con la que estamos conformes, la que nos gusta hacer. Crecer con el punk y el hardcore te enseña eso: el valor de la rebelión, la resistencia y revolución. Hemos cogido esa ética, ese camino, y tratamos de hacer lo que podemos para gestionar lo que sucede a nuestro alrededor.

Si escuchas el disco completo, verás que es como un álbum temático sobre los efectos del capitalismo y sobre cómo afecta a nuestras vidas. Es bueno tener diez canciones que versen sobre un mismo tema, aproximadamente, porque te permite meter una gran cantidad de información dentro de un solo trabajo. Pienso que es un disco que tiene un significado más profundo y es una buena manera de marcar una postura como banda.

«los efectos del capitalismo ha sido lo que nos ha hecho componer este álbum». 

¿Hubo algún suceso concreto que motivase este análisis de los efectos devastadores que el capitalismo tiene sobre la sociedad? Ya sabes: que alguien cercano perdiese su casa hipotecada o algo por el estilo.

No, la verdad es que no. Es una sensación general. Todo lo que ha pasado en los últimos dos o tres años ha informado en gran medida lo que tratamos en el disco. La cuestión fronteriza en Europa, el Brexit en el Reino Unido, lo de Trump en Estados Unidos… Todo esto y los efectos del capitalismo ha sido lo que nos ha hecho componer este álbum. Cuando vas por el mundo y observas los efectos del capitalismo sobre la gente, la manera en que afecta al medio ambiente e incluso a nuestra salud mental… Tienes que hacer algo, necesitas expresarte de alguna manera.

Creo que si miras el mundo con un ojo crítico puedes entender que el ascenso de las derechas y el fascismo es, asimismo, una reacción a los efectos del capitalismo. Es imposible para nosotros seguir viviendo en el mundo tal y como está concebido. Su reacción, la de la ultraderecha, es una que no comparto y no puedo justificar, pero observo su ascenso como una reacción al sistema. Si no luchamos contra la enfermedad y solo luchamos contra los síntomas, no vamos a solventar eso. Si no luchamos contra lo que crea esos movimientos populistas no podemos hacer nada. Tenemos que ir al núcleo, al sistema social estructural del capitalismo. Eso es lo que genera las desigualdades.

¿Has visto “Stranger Things”?

Por supuesto, es una enorme serie.

Pues el capitalismo es el Demogorgon. Y el mundo está en una guerra que no va de armas, sino que es puramente económica. Y la gente muere igual: se suicidan porque se quedan sin nada.

Eso es. La gente muere porque no puede permitirse pagar un seguro de salud. Los países están en conflictos económicos graves, la gente intenta cruzar el mar para llegar a Europa y mueren por el camino. Esto está pasando, es la realidad del capitalismo. Lo del Demogorgon es una muy buena analogía porque es algo que está en todas partes y que se resume en una forma de vida vacía que simplemente existe. Otra de las cosas malas del capitalismo es que su sistema de propaganda y difusión hace que la gente vea imposible una alternativa.

«Son tiempos complicados para ser de izquierda».

Cuando yo crecía había capitalismo y comunismo en la Europa del este. No digo que esa alternativa sea buena, pero cuanto menos podías constatar que había otros sistemas, que el capitalismo no era el único sistema. En los últimos veinte años solo hemos tenido capitalismo, así que mucha gente joven ha crecido pensando que ese es el único orden mundial posible, que es el único sistema válido. Sabemos que es un sistema construido, hecho para controlar a la gente y para beneficiar a unos pocos a costa de todos. Son tiempos complicados para ser de izquierda en los que estamos viendo muchas cosas que no nos gustan y no vemos alternativa. Si supiese construir un mundo distinto, no estaría tocando en una banda de rock. Probablemente me habrían matado o habría ganado el Nobel de la Paz, pero no sé cuál es la manera de hacer algo distinto.

Creo que las fuerzas políticas de izquierda tienen que ser capaces de presentar una alternativa al sistema actual en lugar de caer en el mismo error que los populistas y los fascistas. El gran problema de la izquierda en los últimos veinticinco años ha sido que se ha centrado en reaccionar ante el capitalismo en lugar de presentar una alternativa valida y consensuada. Lo que toca es construir alternativas, otros sistemas sociales que funcionen. Y te diré: todo parece inamovible hasta que cae. También cayó el Imperio Romano y seguramente nadie lo concebía. También acabó la dictadura de Franco. Los viejos reyes europeos también cayeron. Todo tiene su ciclo. Presentar una alternativa no es fácil. Como Refused, como banda, lo que podemos hacer es puntualizar los fallos del sistema, visibilizarlos. Por lo demás, no somos más listos que cualquier otra persona a la hora de presentar una posible solución a la problemática. Por desgracia.

Refused

Llevar una banda es llevar una empresa. ¿Cómo gestionas la contradicción de denunciar el capitalismo en tu música a la vez que formas parte de una industria puramente capitalista y neoliberal como la de la música?

Es algo con lo que luchamos cada día. No es algo que solo te pase por formar parte de un grupo de música. Es algo que te pasa por ser un humano en un mundo que no está hecho para ti. Cada día tienes que mirarte en el espejo y decidir qué compromisos estás dispuesto a tomar para poder mantenerte vivo, para hacer lo que tienes que hacer. Si el sistema es capitalista, tienes que operar dentro de él.

El hecho de ser una banda anticapitalista dentro de un sistema capitalista es algo que nos genera discusiones internas para decidir qué caminos tomar: de qué manera girar, cómo producir nuestras camisetas, etcétera. Al final tenemos que maniobrar alrededor de nuestra moral y todos tenemos que hacer cosas que no queremos hacer para pagar el alquiler a fin de mes, nosotros incluidos. Salir de gira requiere mucho dinero. En otras palabras: necesitas mucho dinero para salir ahí fuera a gritar que odias el dinero. Esa es la contradicción en la que vivimos. Para superarlo has de intentar rodearte de gente que entienda tu punto de vista y tu intencionalidad como artista. Con un poco de suerte, puedes llevarlo. Sigue habiendo contradicciones, en lo individual y como grupo, pero así ha sido siempre.

«El capitalismo es muy bueno a la hora de decirte que no hay alternativas».

Uno de los grandes mecanismos de control del capitalismo es precisamente ese. Estamos tan adoctrinados sobre el hecho de que el capitalismo es el único sistema válido que cuando aparece una banda como nosotros alguien puede decir “bueno, sois parte del sistema, ¿cómo podéis criticarlo?”. Esa es una manera de controlar el pensamiento. Si no estás haciéndolo todo absolutamente perfecto en tu batalla contra el capitalismo, mejor que no hagas nada. Esa argumentación es una de las grandes bazas del sistema. Tú te planteas “me gusta ir al cine, ¿cómo puedo estar en contra del capitalismo?”. Es genial. El capitalismo es muy bueno a la hora de decirte que no hay alternativas. Y cuando dices “este sistema es una mierda” alguien viene y te dice “pero tu vendes camisetas ¿cómo puedes decir que el sistema es una mierda?”. Como ves, es algo con lo que luchamos dentro de la banda. En los años ‘90 yo me planteaba cómo podía ser un activista dentro de un grupo de rock que gana dinero. Una canción como “Summerholidays Vs Punkroutine” está compuesta sobe eso. Con el tiempo te das un poco de margen y te permites hacer ciertas cosas para poder llega a criticar otras.

Sergi Ramos