Queensrÿche: “La pandemia nos hizo volver a trabajar como en los ‘80”
El poder dialogar con Michael Wilton sobre las consecuencias de la pandemia, de la evolución del progresivo o de las formas de trabajar de un grupo como Queensrÿche es como hablar de El Renacimiento con Leonardo Da Vinci.
Le llamamos para charlar un poco de todo pese a que su simpatía y su honrada sencillez a la hora de abordar los retos y sinsabores a los que debe enfrentarse una banda exitosa permite que se descubra que hay mucho más tras una de las bandas más exitosas de un género de culto.
‘Digital Noise Alliance’ ya está aquí. Han sido tiempos complicados para las bandas. ¿Cómo ha afectado la pandemia a la composición del álbum?
Todo comenzó en 2020 cuando empezó la pandemia y el Gobierno estadounidense no permitió viajar a nadie -ya fuera para salir o para entrar del país-. Por aquel entonces yo estaba acumulando riffs y pequeñas ideas, pero no fue hasta enero de 2021, justo después de vacunarme, cuando contacté a Todd y le dije de ponernos a trabajar en serio con el álbum.
Fue entonces cuando volé hasta Florida, donde también me reuní con Zeus, el productor. Fue un poco raro porque no me llevé ni la guitarra ni nada, fue principalmente una visita, y aun así me senté en el estudio de Todd y fueron saliendo un montón de ideas improvisadas. Ese día puede que solo salieran unas cinco ideas, pero cuando volví a casa al terminar el finde, todos estuvimos de acuerdo que había sido muy provechoso. Semanas después repetimos el proceso, esta vez para cinco días, y mientras trabajábamos Todd iba recopilando todo lo que hacíamos.
Poco a poco los temas fueron saliendo a base de aunar todas estas buenas ideas, y la siguiente vez que nos juntamos ya estábamos todos, lo que supuso aún más ideas, aunque en ningún momento se perdió esa improvisación momentánea. Al final creo que salieron unas veinte ideas para canciones, momento en el que el productor nos dijo que nos centráramos en unas diez.
En ese sentido, fue como volver a los ’80, solo que esta vez tenemos Pro Tools y otros medios informáticos para apoyarnos. Ya habíamos estado mandando demos por email, que al final del día era un proceso más largo, mientras que al estar todos juntos las ideas salían solas. Es Queensrÿche en su esencia y no creo que ya volvamos a trabajar de otra manera.
Me alegra ver que, pese a todo el mal de la pandemia, vosotros parecéis haberos reencontrado a vosotros mismos en términos compositivos.
¡Algo bueno debía tener! (risas). Cuando mandamos las demos a Alemania nos hicieron un presupuesto y nos permitieron alquilar una mansión en la que pudimos grabar el disco. En enero de 2022, con todo más tranquilo, empezamos con la grabación de las baterías. Todo estaba listo ya para finales del mismo mes y se sintió muy orgánico. Nos fue bien porque justo en esa época todo volvía a ponerse en marcha, así que fue el momento adecuado para centrarnos en salir de gira de nuevo.
Aun así había ciertos protocolos. Había que hacerse tests antes de cada show, nadie en el backstage… Ahora parece que la normalidad es total, aunque aún no se ha reflejado en los tours porque la economía está hecha pedazos y todavía no se ha podido recuperar el ritmo anterior.
Esta pandemia ha provocado que muchas bandas lanzaran material que no pudieron presentar en vivo. ¿Qué crees que hubieras hecho de encontraros en esa situación?
Nosotros no teníamos material listo cuándo empezó la pandemia, pero sí que es terrible tener material nuevo y ser incapaz de presentarlo en una gira. Es algo que fue inaudito en el mundo de la música porque uno de los modus operandi más arraigados de nuestro sector es que una vez tienes algo que enseñar, debes salir a la carretera. La verdad, no sabría decirte qué habríamos hecho. Solo estoy agradecido de que no fuera nuestra situación.
Esta mansión de la que hablas no es más que la antigua casa de Hulk Hogan. ¿Cómo fue grabar ahí?
Si vas a YouTube verás todos los vídeos que hizo la MTV en su momento de su casa y está todo igual, ¡es increíble! Todo sigue igual, esta mansión absolutamente enorme. El salón es tan grande que pudimos poner ahí toda la batería.
¿Hay planes para extender el tour a Europa?
Hemos hablado con el managment al respecto, y ahora mismo estamos manejando una gira para 2023. Tras la gira otoñal con Judas Priest, nuestro plan es girar para presentar el nuevo disco, tanto por Europa como por Sudamérica.
Una banda única
Muchos os consideran el eslabón que une a Rush con Dream Theater, cuando el metal americano de los ’80 era principalmente thrash o glam. ¿Cómo fue para vosotros ser esa oveja negra en la escena?
Nuestra música tiene un poquito de todo y nuestra prioridad era hacerla lo más interesante posible saliendo de cualquier molde. Siempre hemos construido alrededor de la canción, que a la vez se construye sobre lo que nos hace felices. Siempre nos han llamado “banda de progresivo”, “banda de metal”, “banda de hard rock”… Nosotros simplemente somos Queensrÿche, esas etiquetas no sirven con nosotros.
Nunca os ha dado miedo poneros políticos. En su momento Pink Floyd eran comunistas, Rush eran nazis. ¿Cómo os han sentado las críticas que hayáis podido recibir?
Nosotros escribimos música que es un reflejo de lo que vemos, leemos y entendemos cuando estamos viajando. Pero no lo hacemos para crear bandos y controversia, simplemente hacemos preguntas. Claro, hay grupos que solo hablan de coches y tías buenas, por lo que es un poco chocante cuando un artista hace canciones sobre temas interesantes, imagino. Hay veces que una canción puede ser un poco más introspectiva, otras tiene una connotación política más clara, pero me gusta que al final el oyente tenga la última palabra.
‘Operation: Mindcrime’ de alguna forma inauguró el tropo de que las bandas progresivas lanzasen enormes álbumes temáticos. ¿Cómo se os ocurrió una idea así en primer lugar?
Simplemente fue una idea más. Hablamos con el managment y les pareció bien. Todos los conceptos se escribieron antes que la música, que buscaba adaptarse a la historia que queríamos contar. Fue todo un desafío, pero al final hicimos un trabajo respetable. Es uno de los discos favoritos de los fans, ¡por algo será!
¿Ese mismo managment que os apoyó os sugirió en algún momento que os buscarais un nombre más fácil de pronunciar?
Al final el problema lo dio la maldita diéresis, porqué íbamos a países que lo usaban de verdad y nos llamaban de formas raras. Pero claro, ahí éramos chavales y nos pareció que ese símbolo quedaba guapo. Originalmente nos queríamos llamar The Mob, pero estaba cogido. Todo empezó con un sueño que tuvo Chris DeGarmo con una reina postapocalíptica, por lo que escribimos “Queen of the Reich”, y de ahí el nombre se quedó.
¿Se resolverá el “continuará” al final del videoclip de “Queen Of The Reich? Ya han pasado casi 40 años y seguro que a todos les encantaría veros de nuevo con esos disfraces.
Es gracioso porque todo comenzó porque en el estudio en el que grabamos la canción también estaban grabando un serie sobre el espacio al estilo Star Trek. Nuestro director se acercó al set y preguntó si podíamos usar sus disfraces y decorados, y al final hasta pudimos contar con una actriz que hacía de extra. Como era alta nos pareció que tenía porte de reina, así que la convertimos en la “Queen Of The Reich”. Eran los ’80, así que al final cuando eres joven solo aprovechas las oportunidades que se te presentan.
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