En estos convulsos tiempos de pandemia, hablar con alguien como Ralf Scheepers se agradece más que nunca. Es uno de esos frontman capaces de trasladar la poderosa alegría que transmite sobre el escenario a la conversación más anodina.

Con su legendaria simpatía, un humor que no se oscurece a pesar del mal momento que está atravesando la industria y con una resolución firme e inquebrantable, empezamos hablando de Primal Fear solo para divagar sobre la música en general y de España en particular.

 Metal en tiempos de Pandemia

“He tenido suerte con esta crisis, porqué a diferencia de otra mucha gente, no he perdido a ningún familiar o amigo”, comenta sobre la pandemia que ha asolado el planeta y que se cuela insidiosamente en cuanto le preguntas a cualquiera cómo está:

“Aquí en Alemania ha estado todo bastante más tranquilo y los políticos y expertos parecen tenerlo todo bajo control. Personalmente estoy molesto porque ahora estaría en Estados Unidos de gira, pero me siento afortunado. Muchos compañeros estaban en la carretera y han tenido problemas para regresar a casa”.

El buen ánimo y el optimismo de Ralf es contagioso y habla de cómo ha vivido esta crisis siempre con un tono alegre y despreocupado. “Creo que en toda mi carrera jamás he estado tan pendiente del lanzamiento de un nuevo trabajo como lo he estado con ‘Metal Commando’, así que al menos he podido reorientar mi profesión. También he seguido dando clases de canto, aunque a distancia, por supuesto”, señala con un entusiasmo tangible. “Lo peor es que todo nuestro calendario se ha ido al garete -incluidas unas fechas en España con las que estábamos muy ilusionados-. Hoy por hoy todo está en el aire”, lamenta en el único momento en que su determinación parece torcerse un ápice.

“El heavy metal es un estilo de directos, se vive de verdad en un concierto, y hoy por hoy muchos músicos dependen de los ingresos de conciertos para seguir adelante. Es inconcebible imaginarse al género como música de discoteca o algo por el estilo. Un año sin conciertos tiene un impacto que va mucho más allá del impacto económico, y es que le estás arrebatando a esta música su seña de identidad. Siempre que componemos lo hacemos pensando en cómo funcionará esta canción cuándo la toquemos en vivo, y jamás grabamos algo que no podamos reproducir igual o mejor en vivo. Cualquier otra cosa sería engañarnos a nosotros mismos y a los fans”.

Sonido clásico en 2020

Dejando de lado la apremiante gravedad de estos tiempos, Scheepers comenta un poco ‘Metal Commando’, el lanzamiento más reciente de Primal Fear. “Creo que no va a decepcionar a nadie”, afirma con confianza, “es un trabajo que se ha hecho prácticamente solo fruto del entusiasmo y la pasión más puras que caracterizan al heavy metal. Por supuesto, es un disco pensado para el directo, como el género en sí mismo, con muchos riffs con un groove inmenso y unos coros hechos para cantarse. La verdad, me muero de ganas de poder tocar algunos de estos temas en directo”.

Primal Fear Madrid

Primal Fear (Foto: Paco García)

Cuando señalamos su envidiable estado vocal, Ralf se deshace en agradecimientos y en modestia, aunque destaca que muchas veces el estilo de vida de un músico no es muy distinto al de un atleta. “Has de ir con cuidado con lo que comes, con lo que bebes y con lo que descansas. A diferencia de otros instrumentos, la voz es una parte de tu cuerpo, y si no te cuidas tú, ese instrumento no sonará bien”. Le pedimos tras sus palabras que confiese alguno de sus secretos, y sus consejos son simples: “yo inhalo muchos vapores, trato de hacer ejercicio y, por supuesto, practico siempre que puedo. Al final del día, es más una cuestión de disciplina que de talento”.

No se podía evitar charlar de que bandas como Primal Fear junto a otros titanes del género como Judas Priest o Accept son los grandes guardianes del heavy metal más puro y sin adulterar. El grupo de Scheepers es un referente del power metal, y era interesante conocer si dicho estilo puede haber perdido cierto atractivo para oyentes más jóvenes.

“Todo el mundo tiene gustos diferentes. Si hablamos de generaciones, está claro que según cuándo hayas nacido tendrás unas inquietudes u otras. Lo que está claro es que no voy a parar a ningún chaval por la calle para decirle que escuche Primal Fear. No, lo que le guste a cada uno es totalmente respetable. Puede que lo que hacemos esté pasado de moda, al fin y al cabo no olvidemos que uno ya tiene una edad”, añade jocosamente.

“Al final del día, sin embargo, como artista no haces esto por nadie salvo por ti mismo, y cuándo gente alrededor del mundo siente las mismas emociones que tú atravesando el viaje que ofrece tu música es algo maravilloso. Pienso que sentarnos un día y decir: ‘deberíamos componer esto o aquello para llegar a un público más amplio y joven’ es algo totalmente contrario al espíritu de Primal Fear, y de momento no nos ha ido mal. Como ya he dicho, quizás es porqué somos viejos, quizás solo somos tozudos, o probablemente seamos unos viejos tozudos, pero eh, somos felices y de paso compartimos esta felicidad con muchos otros.

La mejor forma de ganar nuevos fans consiste en hacer buenos conciertos. Eso es tan cierto cuándo tocas en bares para cuatro personas como cuando llevas más de treinta años en esto”, prosigue. “Quizás un chico va a un festival a ver a Disturbed, que, por cierto, es una gran banda, y por casualidad pasa por delante del escenario en el que está actuando Primal Fear. Si decide pasar de largo, quiero que sea porque realmente no le trasmitimos nada, no porque no lo estamos dando todo sobre el escenario. En los conciertos de sala es distinto porque ya tienes al público en el bolsillo y lo único que has de hacer es no decepcionar. Por cosas así íbamos a girar con Freedom Call. Como nosotros, parecen empeñados en hacer heavy metal puro y directo, y para quien no les haya visto en vivo, no sabe lo que se pierde. Será una gira fantástica, una increíble noche de heavy metal”.

Primal Fear en España

Al recordar que la última vez que estuvo en España fue en el Rock Fest Barcelona, en el que hicieron un gran concierto, agradeció de nuevo las palabras recibidas. “El público español es casi tan cálido como vuestro sol”, señala entre risas. “Para mí es complicado porque me tengo de hidratar constantemente, pero mis compañeros lo pasan peor que han de lidiar con dedos mojados. El del Rock Fest fue un concierto muy especial porque fue el primero con el nuevo batería, y no te voy a mentir, las sensaciones al bajar del escenario fueron buenas. Me alegro de que gustara.

La verdad es que el público español, y el latino por lo general, es una maravilla”, prosigue, “tienen una especie de pasión positiva que te inunda y te hace tocar con muchas más ganas. Como alguien que ha actuado frente a audiencias de todo el mundo, puedo decir que cada público es distinto y que cuando estás en un escenario español lo agradeces. Al actuar en la zona escandinava o en la propia Alemania, muchas veces sientes que estás dando un gran concierto pero que la audiencia no está respondiendo, lo que puede hacerte pensar que quizás algo no está saliendo tan bien como pensabas. Después, al bajar del escenario, viene esa misma persona que parecía aburrida o poco entusiasmada a te dice que ha sido el mejor concierto de su vida… cuestiones de cultura”.

Había esperanza en algunos de los fans que deseaban que en ese mismo Rock Fest se subiera al escenario con Gamma Ray (que tocaron poco después en el mismo festival) para cantar algunas canciones de su época. “Sin duda habría sido divertido, pero creo que habría sido una falta de respeto para Frank, que está haciendo un gran trabajo”, responde con cautela. “Me llevo genial con Kai, es una persona encantadora, y si no hemos vuelto a hacer algo juntos ha sido por conflictos de agenda, no por ninguna rencilla personal. Además, él ahora está muy ocupado con la reunión de Helloween y Gamma Ray al mismo tiempo, por lo que parece que estamos condenados a no coincidir jamás”.

La pregunta ahí se torna a si haría una gira especial con Gamma Ray para celebrar el legado de la banda y su aportación al mismo. Se limitó a reír y a añadir un misterioso: “no hay nada hablado, pero nunca digas nunca”.

Primal Fear

Primal Fear (Foto: Heilemania y Heiko Roith)

Volviendo a ‘Metal Commando’, hablamos de si sus trabajos como solista le sirven para hacer composiciones que no encajarían en el formato de Primal Fear, que nunca ha tomado demasiados riesgos con su sonido, a lo que responde con una franqueza increíble: “Al principio es posible que lo viera así, pero lo cierto es que, ya fuera porqué los muchachos de la banda estaban ahí para colaborar conmigo o porque realmente nunca he dejado de hacer lo que me gusta, hay muchas similitudes entre los dos sonidos y por eso creo que mis trabajos han sido tan bien recibidos entre los fans de siempre”.

Después comentamos si pondría canciones como “Pain Of The Accused” o “Doomsday” en un álbum de Primal Fear. Volvió a reír como si hubiera dado en el clavo. “Evidentemente, esos son dos temas que no encajarían con lo que solemos hacer en Primal Fear y en su día fue un gran paso para mí escribirlas. Pese a todo, eso no significa que no queramos hacer algo inesperado de vez en cuando. “Born With A Broken Heart” en su día fue todo un soplo de aire fresco, e incluso “Tears Of Rage” se sale bastante de los esquemas. No creo que sean las baladas dulces que le querrías poner a la chica que te gusta, pero sin duda conservan el poder de Primal Fear en un formato diferente”.

El power metal y las nuevas generaciones

Hoy en día el power metal está viviendo una suerte de resurrección que se construye a partir de los cimientos que grupos como Primal Fear crearan en su día. Al preguntarle si escucha a alguna de estas nuevas bandas que beben de su legado, Ralph es tan honesto como caótico: “Estoy constantemente escuchando a un montón de bandas nuevas que hacen cosas geniales y dándole una vuelta de tuerca a una fórmula que casi parecía agotada. He de confesar que muchas veces olvido de cómo se llaman, y es una lástima. ¡No es nada personal! ¿Sabes qué pasa? Uno está todo el día escuchando su propia música y se mete en una suerte de burbuja, por lo que, al recibir material de otros grupos, algo tan importante como su nombre o su contacto se pierde en un mar de información. Realmente nunca había pensado que el power metal está viviendo una resurrección porqué claro, para mí siempre ha estado ahí”, añade entre risas. “Lo que sí es innegable es que lo que han conseguido bandas como Sabaton o la propia reunión de Helloween es algo increíble. Es genial, y toda una nueva generación de chavales pueden acceder a unas producciones y a unos espectáculos que jamás olvidarán”.

Con la gorra de historiador y después de indagar en lo que fue la escena de metal alemana, que en los ochenta tardíos dio a luz a un estilo que revolucionó no solo a la escena europea, sino al heavy metal, conversamos acerca de ello. “Si te soy sincero, en ningún momento quisimos ni pensábamos que pudiéramos estar haciendo algo diferente”, explica. “La filosofía que tenía por aquel entonces, es la misma que sigo teniendo ahora, y consiste en hacer lo que quieres hacer de corazón y sin pensar en los demás. Cuando fuerzas algo tu arte se resiente, y en aquel momento solo queríamos ser lo que tocaban más rápido y de forma más hermosa. ¿Lo conseguimos? Bueno, mucha gente te dirá que no”, concluye una vez más entre risas.

Al preguntarle qué le gustaría decirles a sus fans españoles antes de terminar, su respuesta es tan sencilla y honesta como lo ha sido a lo largo de toda la entrevista: “Espero que hayáis conservado energías esta cuarentena porque cuándo vayamos a tocar vamos a exigiros hasta la última gota. No puedo esperar para visitaros y embriagarme con vuestra loca e imparable pasión positiva”.

Primal Fear

Marc Fernández