Tras un 2020 bastante caótico y terrible a nivel musical, 2021 comienza con la promesa de un nuevo álbum de Transatlantic, el super grupo de prog más grande del mundo. Aunque bajo su nombre se agrupen nombres de la talla de Neal Morse o Mike Portnoy, otra de las piezas indispensables de este proyecto es el incansable Pete Trewavas, que es también el líder de Marillion y uno de los nombres más grandes dentro del prog.

Hablar de Pete Trewavas es hablar de algo más que de una de las leyendas del prog. No solo ayudó a forjar la leyenda de Marillion tal y como la conocemos, no solo es miembro de Transatlantic, que en pleno s.XXI sigue lanzando algunos de los trabajos más grandilocuentes y ambiciosos del mercado. No, hablar de Pete Trewavas supone hablar de una nueva forma de entender a la industria de la música totalmente opuesta al pleito Metallica vs Napster, al de las disqueras que profetizan como la piratería condena a los músicos a la pobreza, es, en resumidas cuentas, hablar de un pionero en el sentido más extenso de la palabra.

Pete recibe mi llamada con una amplia sonrisa y una prodigiosa colección de bajos y guitarras a sus espaldas. A pesar de que no tenemos mucho tiempo para conversar, en ningún momento deja de bromear y de hacer observaciones jocosas a la vez que interesantes. La entrevista, inicialmente de media hora, termina alargándose cuándo las preguntas sobre el próximo lanzamiento de ‘The Absolute Universe’ se convierten en un pequeño documental sobre la importancia de Marillion ya no solo en el crowdfunding, sino en la incorporación de internet al mundo de la música.

Los vengadores del progresivo han vuelto

¡Transatlantic ha vuelto! Si fuerais una banda normal y no los vengadores del progresivo, te preguntaría qué inspiró al álbum, pero aparte me gustaría saber cuál es el concepto detrás de ‘The Absolute Universe’.

(Risas) Antes de nada, gracias por eso de los vengadores del progresivo, me ha hecho gracia. Es curioso que la gente use términos como “supergrupo” como si fuéramos, como tú has dicho, superhéroes. La verdad es que solo somos músicos con sus propias bandas que se juntan para hacer algo extravagante, cuándo en realidad en el tipo de música que tocamos es muy normal que colaboremos los unos con los otros.

En lo que atañe al concepto detrás de ‘The Absolute Universe’… Preferiría dejarlo todo envuelto en el misterio, pero tampoco voy a ser tan cretino como para dejarte sin material (risas). Te diré que es algo extraordinariamente abstracto, aunque si que hay una suerte de mensaje.

Transatlantic

Para ponerlo de algún modo, si ‘The Absolute Universe’ fuera un cuadro, no sería la Gioconda. Tú vas al Louvre, la miras y ya ha habido cientos de expertos que la han analizado y han dicho lo que significa. A ti puede suscitarte una u otra cosa, pero al final del día el cuadro siempre será lo que han visto tus ojos. Nosotros hemos querido hacer un mapa de puntos, algo que podamos darles a los oyentes y que ellos mismos conecten. Los puntos al final son los que son, pero cada uno tendrá su propio dibujo.

Algo que ha sorprendido a muchos es que haya dos ediciones, la ‘Abridged’ y la ‘Extended’. Personalmente, me recuerda a las versiones extendidas de El Señor de los Anillos. ¿A qué se debe esta distinción?

Son experiencias distintas, sí, pero comprar una no menoscaba la experiencia de las otra. Como tu has dicho, es algo así como la versión extendida de El Señor de los Anillos. Puedes ver la versión cinematográfica y seguirás entendiendo la película, porqué la historia está ahí, pero si de verdad quieres sumirte en el mundo, lo que haces es ver la versión extendida.

Recuerdo que cuándo anunciamos las dos ediciones, mucha gente en las redes sociales se volvió loca. Leía cosas como: “van a lanzar una versión pop y una prog, quieren venderse a la radio” y cosas por el estilo. La verdad es que simplemente ‘The Absolute Universe’ es demasiado hasta para nuestros cánones, ¡que ya es decir! De algún modo teníamos que ser consecuentes y adaptar un poco los formatos.

Además, no te voy a mentir. El mercado ha cambiado mucho. Ya no se venden tantos discos, y si quieres ganarte el corazón del público has de hacer muchas ediciones. EL secreto está en hacer un producto atractivo, que la gente se sienta mejor teniendo eso entre las manos que escuchándolo desde una plataforma digital.

Vivimos tiempos difíciles. ¿Ves viable un Tour? ¿Entra España en vuestros planes? ¡Hace siete años que no venís por aquí!

¿Siete años ya? ¡Madre mía, el tiempo vuela! Tengo unas ganas enormes de volver a España, es un país que me encanta y que tiene uno de los mejores públicos del mundo, siempre cálido y con unas ganas enormes de juerga. Si al final todo sale bien y podemos sacar adelante un tour de Transatlantic para otoño de 2021 o principios de 2022, España entra desde luego en nuestros planes.

Por lo demás, hoy por hoy planear un tour es como construir sobre cimientos de humo. Nada es seguro, y cuándo todo parece que va a estar mejor, de golpe hay un rebrote y de vuelta a la casilla de salida. Hemos hecho conciertos con el público sentado, ¿pero los aforos máximos y las distancias de seguridad? Eso sería un suicidio para una banda como nosotros. No podemos hacer dos conciertos en una misma noche, no cuándo nuestros sets pasan de las dos horas. Solo queda esperar y soñar con lo mejor.

Como ya vimos con ‘The Whirlwind’, os gusta recrear discos enteros en directo como si se tratara de una ópera. ¿Podemos esperar algo similar con ‘The Absolute Universe’?

Aún no nos hemos puesto a preparar un concierto per se con toda la pesadilla del covid, pero si de mi dependiera, la respuesta sería un si rotundo. Estoy muy orgulloso de este nuevo trabajo, y estoy convencido de que a los fans les va a encantar. Tocarlo entero además reforzará la experiencia que queremos transmitir.

El problema no reside tanto en qué tocar, sino en qué dejar fuera del set. Aunque nos gustaría, no es físicamente posible tocar todo nuestro material en un solo concierto, y en parte sabe mal dejar pedazos de obras corales como ‘The Wirlwind’ fuera del repertorio. En ese sentido creo que todos en Transatlantic tendemos a pensar a lo grande, así que sin estar aún en una situación de confirmar nada, creo que cuándo por fin podamos volver a los escenarios, habrá una producción y una duración como nunca antes nos hemos atrevido a intentar. Todo está en el aire, pero esta pandemia solo ha hecho que queramos hacer auténticas locuras en directo.

Ya que hablamos de supergrupos, ¿podemos esperar algo de Kino después de ‘Radio Voltaire’?

¡Es una muy buena pregunta! El problema con Kino es que pasó muchísimo tiempo entre ‘Picture’ y ‘Radio Voltaire’, por lo que mucha gente nos dio por muertos antes incluso de nacer propiamente. El problema fueron los muchos compromisos de los miembros, porqué It Bites se reunió y la mitad del grupo tuvo que hacer frente a un montón de compromisos que no esperaba.

En su día firmamos un contrato discográfico de tres trabajos, por lo que era cuestión de tiempo que volviéramos a juntarnos para hacer música, y el resultado fue ‘Radio Voltaire’, que en muchos sentidos fue un redescubrimiento de porqué iniciamos el proyecto en primer lugar. La experiencia fue fantástica, pero lamentablemente no pudimos complementarlo con una gira, una vez más por todos los compromisos de los miembros de la banda.

Si todo va bien espero poder entrar en el estudio con los chicos a principios de 2021, aprovechando que por el covid los conciertos siguen siendo una imposibilidad. Es algo que me hace especial ilusión, y viendo las ideas que han estado circulando, creo que el resultado final no decepcionará a nadie.

Transatlantic ha vuelto tras bastante tiempo, pero, ¿qué hay de Marillion? Han pasado ya cuatro años desde ‘Fuck Everyone and Run’.

Pronto habrá noticias de Marillion, créeme que no me he olvidado, aunque pueda parecer una de las personas más ocupadas del mundo (risas). Si todo va bien, haremos un regreso triunfal en 2022, y espero que para entonces el mundo se haya vuelto un poco menos loco y podamos llevar a cabo un ciclo de grabación/presentación normal y corriente. En 2019 estuvimos bastante ocupados, y 2020 ha sido el año para Transatlantic, por lo que a lo largo de 2021 comenzaremos a conectar las piezas para un nuevo trabajo, y quién sabe, si la pandemia lo permite puede que hagamos hasta algún concierto.

Como alguien que lleva años escuchando a Marillion, el concepto neon progressive rock siempre me ha resultado extraño ¿Qué significa para ti?

La verdad es que es algo que siempre me ha resultado muy extraño, hasta estúpido. Quiero decir, si entras en nuestra página de Wikipedia verás que pone que somos un grupo de neon progressive rock. Quiero decir, ¿qué se supone que significa eso? (risas) Nosotros siempre hemos tocado rock progresivo, y desde el primer momento la prensa y nuestro management se empeñaron en calificarnos como neon progressive rock.

Creo que el motivo detrás de todo esto es que cuándo empezamos en los ’80, el rock progresivo estaba bastante pasado de moda, y lo que todo el mundo quería escuchar era punk o metal de la New Wave. Si miras a las grandes bandas que nos influyeron, por aquel entonces Genesis comenzaron a experimentaron con un sonido mucho más cercano al pop, y Rush y Yes atravesaban su época de experimental con los sintetizadores, así que el miedo de que el mercado rechazara a un anticuado grupo de rock progresivo era real.

Pese a todo, creo que la misma gente que nos quiso calificar como neon progressive rock nunca entendió el prog en primer lugar. Nunca entendieron el porqué de las enigmáticas canciones largas o el virtuosismo de los músicos. Iban a un concierto de Genesis y lo único que sacaban en claro era: “Wow, Peter Gabriel se ha disfrazado de flor, menuda excentricidad”.

Sé que muchos fans nos siguen definiendo con este estilo, y aunque no es algo que comparta, puedo romper una lanza a su favor y entender que son víctimas del marketing. En su día podías escuchar a Marillion y pensar que no sonábamos para nada como ninguna otra banda de prog, y que tal vez eso nos hacía merecedores de un género propio, cuándo en realidad ninguna banda de prog sonaba para nada como el resto. Solo has de escuchar a King Crimson y luego a Gentle Giant. La diferencia es abismal. No somo más distintos de ellos de lo que eran entre sí.

Pero, en fin, como he dicho fueron tiempos raros para el prog, cuándo en realidad muchas bandas bebieron de lo que los pioneros hicieran en los ’70. Existe esta concepción de que los ’80 fueron años solitarios para el prog, y que nosotros, Queensryche y Fates Warning estábamos solos, cuándo en realidad solo has de escuchar a Iron Maiden para darte cuenta de que gran parte del prog vivía en ellos, solo que se había modernizado.

Transatlantic (Foto: Sergi Ramos)

Algo que siempre me ha gustado de Marillion es como enseguida abrazasteis las nuevas tecnologías y el crowdfunding. ¿Cómo visteis oportunidades en ese mercado?

La realidad es esta: internet nos salvó como grupo. Y me permitirás que haga un pequeño matiz. Fueron los fans y no Marillion los que inventaron el crowdfunding. Me gustaría decirte que fuimos los pioneros que explotamos esta oportunidad, cuándo en realidad solo tuvimos la suerte de tener a los mejores y más creativos fans del mundo.

Los hechos transcurrieron tal que así. No eran buenos tiempos para las bandas de progresivo, y recientemente estábamos atravesando una etapa un tanto complicada, principalmente por el auge del grunge y por el cambio a una discográfica mucho más modesta como lo fue Castle Records. Hacer la música que hacíamos implicaba quedarse fuera de la radio y de la MTV, y de pronto éramos un grupo de culto al que le seguía un número escaso pero muy fiel de fans.

Ante estas condiciones, Castle Records no quiso jugársela con una gira en E.E.U.U., porqué estaban convencidos de que iban a perder dinero. Nuestros fans se enfurecieron, y ante esta situación, Mark (Mark Kelly) dijo que sufragar una gira más allá del Atlántico costaría alrededor de 60.000 dólares. De pronto los fans se organizaron, y para cuándo quisimos darnos cuenta habían conseguido la mitad del dinero, y seis meses después estábamos preparando nuestro tour estadounidense. Fue algo increíble.

Tú eres joven, has crecido con internet, pero debes entender que por aquel entonces era considerado algo muy friki, una herramienta para bichos raros. Pero fíjate, resulta que a todos estos bichos raros les encantaba Marillion. ¡Yo ni siquiera tenía un ordenador! Nadie en la banda tenía un email. Fuimos unos dinosaurios salvados por la era digital.

Tras este inesperado tour, y frustrados como estábamos con que las discográficas intervinieran una y otra vez en nuestro proceso creativo, decidimos acudir a estos mismos fans y decirles algo parecido a: “¿Compraríais un álbum que todavía no existe?”. Sorprendentemente, la respuesta fue positiva, y justamente por eso el álbum se llamó ‘Marillion.com’, porqué fue a través de internet que logramos reunir el dinero y hacer realidad el proyecto. Conseguimos que la discográfica solo se encargara de la distribución de la música, no de su creación, y de hecho es algo que conservamos al regresar a EMI, por lo que creo que fue una victoria con mayúsculas.

Creo que hoy en día todo a cambiado muchísimo, y considero que es fantástico que con el acceso que todo el mundo tiene a internet, cientos de músicos puedan financiarse y hacer realidad sus sueños. Con un click estás conectado al mundo entero, y para cuándo quieras darte cuenta, los fans que crean en ti lo suficiente habrán sustituido a las grandes disqueras. Sé que sigue habiendo mucha resistencia por parte de las bandas, pero en mi humilde opinión, internet será el gran salvador de la música como la conocemos.

Marc Fernández