La provocación de Nergal con Me And That Man
Nergal es difícilmente tu músico de metal extremo típico. Provocador nato, lo de quemar iglesias y pintar cruces invertidas se le ha quedado corto. Sabe que es más provocador salir en “La Voz” como jurado o hacer un disco de outlaw country cuando todos sus seguidores le adoran por haber creado uno de los colosos más veteranos del black/death metal.
Aunque el último disco de Behemoth hizo fruncir el ceño a mucha gente (“I Loved You At Your Darkest” habría provocado cortes de carreteras y linchamientos en la Noruega de 1993), no se puede olvidar que el músico polaco que responde al nombre de Adam Darski tiene muchos más intereses que seguir a pies juntillas los parámetros más ortodoxos de un género que a veces puede rozar el ridículo más espantoso. Retándose junto al músico inglés John Porter puso en marcha el proyecto de blues/folk/country Me and That Man y se dedicó a crear algo que nadie esperaba – probablemente ni él mismo. Ahora, con Porter ya fuera del proyecto por “ser un grano en el culo”, en palabras de Darski, el músico polaco sueña con crear un colectivo de músicos alrededor del que dar forma a sus ideas más atrevidas musicalmente. En ‘New Man, New Songs, Same Shit Vol. 1’, Nergal cuenta con la colaboración de Corey Taylor, Brent Hinds, Matt Heafy, Ihsahn y muchos más. Un compendio de música melancólica y enérgica a partes iguales que desafía a todo su pasado y que servirá como excusa para que Nergal vuelva a España en el marco del nuevo festival Rock The Night que se celebra en Madrid a finales de junio con Volbeat, Mercyful Fate, Foreigner y decenas de bandas adicionales.
Sergi Ramos charla con el provocador músico mientras éste espera su turno para salir a escena con Behemoth en Hamburgo como invitado especial de Slipknot en su tour europeo de invierno.
¿Cómo lidias con generar contenido para Behemoth y Me And That Man?
Compongo y trabajo en diferentes modos. Aun cuando estoy de gira no pierdo el enfoque y me dedico a cada cosa como es necesario. Ahora estoy con Behemoth en Hamburgo y hablando de Me And That Man y no me supone mayor problema. A la hora de componer es exactamente lo mismo. Además estoy muy motivado por ambas cosas, tanto por la edición del nuevo disco de Me And That Man y por hacer la gira de Slipknot con Behemoth.
Imagino que para ti y para cualquier artista es difícil repetir un mismo proceso continuamente y seguir sintiéndose motivado ¿Te llena más Me And That Man en este punto que hacer un nuevo disco de Behemoth en este punto de tu carrera?
En parte, si. La razón por la que puse en marcha Me And That Man era canalizar las pasiones que tenía por otras músicas que no son necesariamente metal, como el country, el gospel o el blues. Quería editar un disco para ponerme a prueba, para ver si podía hacerlo. Por otro lado necesito una salida distinta a Behemoth, porque la producción cada vez es mayor y más teatral. Necesito hacer otras cosas como estas, más simples y rockeras en parte. Son dos entidades totalmente distintas pero que se complementan.
Creo que en algún lugar leí que te referías a la banda como “necro blues”. El blues siempre fue oscuro, lidiaba con aspectos oscuros o complejos de la vida. ¿Buscabas canalizar algún artista o tipo de era en el blues en concreto? No es lo mismo Peter Green que Joe Bonamassa.
Realmente no. Cogí inspiración a lo largo de distintos géneros. No es que sea un proyecto específicamente de blues, sino que es muy diverso y lleno de distintas capas. Hay momentos de rock and roll, momentos algo punk, momentos de blues. Es como el caso de Lenny Kravitz, quien está considerado un artista de rock pero coge mucho del pop de los ’80 y del funk. Otro caso es el de Jack White, que coge mucho del blues y de muchos otros estilos. La intencionalidad de esta banda no es rendir tributo a los grandes clásicos del blues sino hacer algo que sea…original no es la palabra, porque Me and that Man no es nada original, pero quiero tener algo distinto.
¿Te has encontrado con que el público del metal es mucho más receptivo a este proyecto de lo que tu te esperabas?
Honestamente, si. Creo que he construido una base de seguidores propia y la gente que me sigue en las redes sociales es consciente de quién soy y las cosas que hago. Soy una persona con distintos intereses y a nadie le debería sorprender que haga distintas cosas artísticamente, empresarialmente y socialmente. Soy alguien muy abierto. Hay mucha gente que me sigue y aprecia que sea quién soy, por lo que están dispuestos a darle una oportunidad a todo lo que edite. Hay fans que solo disfrutan del metal extremo y eso está bien pero hay muchos fans nuevos que disfrutan de Behemoth, de Me And That Man, de Slipknot y, yo que sé, de Gary Moore. Si mi artista favorito hace música de calidad, no hago demasiadas preguntas. Lo disfruto y ya está.
Creo que la gente que me conoce no se ofende por mis bromas, por mis provocaciones o por mis colaboraciones musicales. Las aceptan como algo natural. Tengo un estilo, algo impredecible, pero tengo un estilo y si te gusta, te gustará la mayor parte de lo que hago. Si no eres capaz de entender quién soy como artista, es mejor que dejes de seguirme.
Siempre has sido un tío bastante controvertido y que dice lo que le parece y hace lo que parece. ¿Te genera cierta satisfacción forzar al público más cerrado del metal extremo a darle una oportunidad a Me And That Man?
Absolutamente. Para mí es importante chinchar a la gente, provocarles. Eso les hace reaccionar, cuestionar, pensar, reflexionar, opinar. Eso es importante. Si consigo que la gente le dé un par de vueltas a lo que hago estoy contribuyendo a su higiene mental de un modo u otro.
¿Qué le diría Adam de 2020 a Adam de 1999, cuando editaste “Satanica”?
Sé quien eres. No le diría ‘no cambies’ porque tienes que cambiar, transgredir y equivocarte por el camino. Hoy en día me da todo igual pero para llegar a ese punto has de experimentar muchas cosas. Le diría que no preste demasiada atención a lo que dice la gente. Pero sé como era y sé que no me haría ni puto caso.
¿En qué momento paso a darte lo mismo lo que la gente opinase de ti? Entiendo que tus problemas de salud y el transplante de médula ósea en 2011 tuvieron mucho que ver en todo este cambio de parecer.
Si, básicamente. Aquello fue parte del proceso, del despertar. Cada día debes iluminarte, llenarte de emociones, crecer intelectualmente y físicamente. Todo lo que hago es parte de ese proceso. A menudo comparto todo eso con el mundo en las redes porque es parte de mi realidad.
¿Te has vuelto menos paciente con la estupidez tras veintitantos años de carrera en este negocio?
Soy más y menos tolerante, si es que eso tiene sentido. Por un lado soy muy paciente y por el otro lado soy todo lo contrario. Soy el maestro de las contradicciones así que ¿qué quieres que te diga? Por un lado pienso que la gente debe pensar y hacer lo que le dé la gana y por el otro no soporto ni una fracción de lo que soportaba hace veinte años. No pierdo el tiempo con nada que no me interese. En algunas cosas soy más flexible y en otras soy más intolerante. La experiencia me ha traído hasta este lugar. Llevo unas pocas décadas de tratar con gente, con situaciones, con el mundo y creo que eso me ha ayudado a ser más astuto.
¿Te tranquilizó, pues, que John Porter abandonase Me And That Man?
Mucho. Totalmente. Era un grano en el culo, para ser sincero. Era alguien muy difícil con quien trabajar y colaborar. Para mí era una situación en la que prefería que la banda se terminase si no iba a poder llevarla a mi manera. No había manera de poder seguir con él en la banda.
¿Siempre tuviste la idea de tener un disco repleto de invitados como éste? Creo que en algún momento has referenciado el disco de Tony Iommi “Iommi” de 2010 como punto de partida.
La idea del primer disco era justo la que fue. De hecho, ya en el primer disco tuvimos algunos invitados pero en éste segundo trabajo están más expuestos y he sido más transparente con su participación. Soy muy fan de lo que hace Josh Homme con U.N.K.L.E., que es un proyecto muy abierto y flexible. Me gusta ese concepto. Ahora me toca a mí preguntar cosas. ¿Cuál es tu canción favorita del disco?
Te diría que “Surrender” y “Run With The Devil”. ¿Cuál es tu favorita?
Cada día voy cambiando de opinión. Cuando vuelvo a escuchar el disco – y lo hago a menudo con los videos y cosas así- me doy cuenta de que es un disco muy solido y va a ser muy importante en mi carrera.
Es un buen disco para desintoxicarse del metal, en parte.
Mi idea es que sea un disco al que incluso el más conservador de los metaleros quiera darle una oportunidad. El disco que jamás escucharía pero acaba disfrutando.
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