My Dying Bride: “La música puede ayudar cuando no podemos actuar con libertad”
Hicieron falta cinco años para que My Dying Bride publicara un nuevo trabajo de estudio. Sucedió la pasada primavera y por eso llama la atención que la banda británica haya apostado en este 2020 por lanzar una segunda novedad discográfica.
Los lúgubres días de otoño dan la bienvenida a ‘Macabre Cabaret’, el nuevo EP de My Dying Bride. Se trata de una continuación musical de ‘The Ghost Orion’, al igual que esta charla, que viene a expandir la entrevista a My Dying Bride que realizamos en abril, durante las primeras semanas de confinamiento. El guitarrista y principal compositor de la banda, Andrew Craighan nos da las claves sobre esta nueva apuesta artística y expresa los sentimientos encontrados que están aflorando en su interior durante el actual escenario pandémico.
¿Son estas tres canciones sobras de ‘The Ghost Of Orion’?
Ciertamente, lo son. Trabajamos en un disco muy largo y cuando se lo entregamos a Nuclear Blast fueron muy respetuosos, pero nos dijeron que era demasiado largo y que convenía quitar algunas de las canciones para hacer un disco más corto, algo que pudiera escucharse con mayor facilidad. Aun así, nos dijeron que no nos preocupáramos, ya que lo que se quedara fuera podría convertirse después en un EP. Entonces, nos topamos con un nuevo dilema, aunque no supuso un gran problema.
Tuvimos que repensar la estructura del álbum y, en realidad, la decisión del sello de recortar ‘The Ghost Of Orion’ acabó siendo algo beneficioso, ya que nos empujó a construir un disco mejor, más organizado y fluido. Las canciones descartadas formaban en su conjunto una mezcla bastante ecléctica y fueron mezcladas en momentos diferentes, con el fin de que tuvieran un sabor distinto al de ‘Orion’.
A fin de cuentas, hoy en día no necesitas estar en la carretera para lanzar y acceder a música, no te hace falta más que una conexión a Internet. En ese sentido, la covid-19 nos ha afectado y desmoralizado, pero seguimos tratando de producir algo valioso.
Publicáis novedad discográfica por segunda vez en un breve periodo de tiempo. ¿Puede ser este un camino de futuro para la banda considerando que no hay oportunidades para girar?
No lo será en nuestro caso. ‘The Ghost Of Orion’ y ‘Macabre Cabaret’ han sucedido de esta forma debido al coronavirus, pero nadie sabe cuándo haremos el próximo álbum. Dependerá de su profundidad y duración musical, puede que tengamos que volver atrás y reescribir material muy diferente. Los lanzamientos actuales han funcionado muy bien, precisamente, porque no habíamos planeado operar de este modo. Seguir publicando de la misma forma en el futuro sería señal de que las cosas no van bien.
“Seguir publicando de la misma forma en el futuro sería señal de que las cosas no van bien”
¿Puede la música tener una función curativa durante estos tiempos inciertos?
Sí, pero hasta cierto punto. La gente tiene un límite. Estamos viviendo tiempos en los que tratamos de replicar lo que se considera normalidad y esto a veces me resulta aterrador, ya que realmente no estamos viviendo en normalidad. Estamos haciendo cosas que nunca haríamos en ese escenario. La ciudadanía está obedeciendo lo que los gobernantes planean, eso tampoco es normal. Poco a poco, las cosas se están arruinando para muchos de nosotros y la música al menos puede ayudar cuando no podemos actuar con libertad en las calles.
‘The Ghost Of Orion’ fue un disco ciertamente curativo para vuestro vocalista Aaron Stainthorpe. ¿Se ha implicado más esta vez en el proceso de gestación?
No más, pero tampoco menos. Aaron ha estado muy ocupado en su terapia personal, tratando de remediar el cáncer de su hija y otros conflictos personales. En ese sentido, el nuevo EP ha sido para él una especie de camino de piedras que le ha permitido centrarse en que las cosas vayan bien en su vida privada.
La música no ha cambiado en exceso desde el momento en el que Aaron se reincorporó a la banda, pero sí que ha aportado su visión personal a la mezcla, todos colaboramos en ese apartado. Una de sus aportaciones más significativas en este caso corresponde a la portada. Ha trabajado en estrecha colaboración con un ilustrador italiano que pertenece al colectivo Bunker Artworks y el resultado es fenomenal, tiene muchos elementos simbólicos y mensajes ocultos que pueden conducir a segundas lecturas.
Hablemos sobre el apartado lírico de las tres canciones de ‘Macabre Cabaret’, ¿cuál es el principal eje temático?
Por lo general, las letras son la germinación de un periodo muy oscuro en la vida de Aaron. Esta vez, ha tratado de sacar algo positivo de ese periodo sin tratar de sonar demasiado poético. El primer tema, que da título al EP, está catalogado como una oscura pieza de amor. Esto me sorprendió, ya que no creía que la música representara esa atmósfera, pero Aaron ha conseguido mezclar ese mensaje en torno a los lazos afectivos con una especie de baile tétrico. Diría que es una letra más abierta de las que Aaron suele hacer habitualmente.
En segundo lugar, “A Secret Kiss” es una bomba de relojería, con riffs de death metal muy pesados y los característicos armónicos artificiales a la guitarra. Se trata de una canción sobre brujería y el concepto de moverse en círculos, gira en torno a un mito, el momento en el que las brujas encuentran al Diablo y deben realizar un ritual para unirse con él. Finalmente, “A Purse Of Gold And Stars” es un viaje de vuelta a lo material, un deseo por hacer de este mundo un lugar mejor de cara los años venideros.
“Las letras son la germinación de un periodo muy oscuro en la vida de Aaron, ha tratado de sacar algo positivo de ahí”
Habéis vuelto a contar con el baterista Jeff Singer (ex Paradise Lost). Nos gustaría que describieras su estilo, la aportación que ha hecho a la banda y, sobre todo, si ha venido para quedarse.
No solemos expulsar a los bateristas. Es casi como en Spinal Tap, simplemente explotan y de repente nos damos cuenta de que ya no hay nadie en su lugar. Quedarse o no es algo que le corresponde decidir única y exclusivamente a Singer. En cuanto al cariz diferenciador que trae consigo comparado con los bateristas anteriores, me gustaría resaltar que, ante todo, trabajar con él es muy fácil. Tiene la cabeza sobre los hombros y eso suele ser de gran ayuda.
Su estilo a la percusión es algo diferente a lo que estamos acostumbrados, creo que ha traído una perspectiva fresca sin perder nuestros momentos poderosos y eclécticos. En realidad, todavía está aprendiendo el modo en el que My Dying Bride suele operar y su actitud es muy profesional. Es un valor para la banda y esperemos que continúe, no queremos perderle demasiado pronto. Pero quién sabe, los bateristas son bateristas.
Has mencionado el carácter ecléctico de vuestra música y parece como si en ‘Macabre Cabaret’ hubierais querido explorar pasajes más atmosféricos que nunca. ¿Fue esto algo intencionado?
La parte complicada de este EP era que teníamos tres canciones que inicialmente eran bastante similares y el momento decisivo fue cuando decidimos qué meter en el LP y qué dejar para el EP. En cierto modo, ‘Macabre Cabaret’ es como una hermana gemela de la canción “The Long Black Land’, perteneciente a ‘The Ghost Of Orion’. Es una de nuestras canciones más largas, es muy pesada e intensa en la instrumentación.
“A Purse Of Gold And Stars” se presentaba como el tema ideal para los solos del disco, aunque finalmente acabó siendo algo muy diferente. La más fácil de ubicar entre LP y EP fue “A Secret Kiss”, ya que era una gran canción, pero muy parecida a unas cuantas que ya estaban presentes en ‘Orion’. Esa fue la primera que pasó a formar parte del EP y después construimos el resto en torno a ella.
¿Hasta qué punto han influido el aislamiento y la introspección en vuestro proceso creativo?
La covid-19 ha provocado que nos centremos en los ensayos sabiendo que no hay presión inmediata de cara a los directos. Además, contamos con dos nuevos miembros en nuestras filas, el ya mencionado Jeff a la batería y Neil Blanchett a la guitarra, por lo que nuestros ensayos han pasado a ser más divertidos, estamos tratando de pulir todo con calma. En relación al aislamiento en el Reino Unido, creo que la gente está comenzando a sufrir ahora. Su paciencia se está poniendo a prueba, a base de ciertas ideas que ya no se sostienen.
Algunas cosas no encajan y una sensación de desconfianza se está apoderando de la sociedad, la gente sospecha que existen intenciones ocultas que se están introduciendo por la puerta de atrás, intenciones no relacionadas a la seguridad frente al virus. Como el resto del planeta, la ciudadanía inglesa tiene sentido común, pero cuando el día a día no funciona en base a ello el nerviosismo crece. En estos momentos, el ambiente no es bueno y debes andar con mucho cuidado entre la gente, ya que no sabes cómo van a reaccionar. Todo es muy extraño.
“Una sensación de desconfianza se está apoderando de la sociedad, la gente sospecha que existen intenciones ocultas”
Teniendo en cuenta las restricciones internacionales, ¿existe alguna posibilidad de que giréis a nivel local o a través del Reino Unido?
No podemos actuar en ningún lado, no nos permiten más que hacer la compra. Si te acercas a los típicos bares ingleses, verás que están siendo destruidos, los están cerrando uno a uno mediante sus medidas demenciales, complicándoles la vida para que no puedan operar como negocios. No puedes mantener un bar para acoger solamente a seis personas. He visto que se ha organizado algún concierto sentado, pero no era de rock, se nos hace complicado imaginarlo.
Hace poco recibimos una notificación sobre una nueva cancelación desde Polonia, por parte de un festival referente, y también se debía a las restricciones. Iba a ser un concierto para 2.000 personas y les dijeron que el aforo máximo podía ser solo de 100. ¿Cómo diablos puede funcionar eso? Estas reglas no tienen ningún sentido, los gobernantes incluso sugieren que el virus tiene conciencia del tiempo, imponiendo las horas de cierre.
No nos gustaría que el coronavirus monopolice nuestra conversación, miremos al paso del tiempo y tu evolución artística. ¿Cuál ha sido el mayor cambio en tu sonido de guitarra y tu enfoque creativo?
Recientemente, me he dado cuenta de que cuando escribo un riff no puedo evitar doblar su armonía. Es como si me quedara insatisfecho si ambas guitarras tocaran un riff de forma idéntica. Es curioso, ya que parte de nuestro mejor trabajo está en ese tipo de pasajes no doblados, puede que tenga que relajar ese impulso por llenar cada hueco con algo. Quizás, esta tendencia por compensarlo todo se deba a que ahora componemos más por nuestra cuenta, cada uno de forma individual.
Por lo demás, últimamente trato de desaprender el proceso de composición. Echo la vista atrás a nuestros discos viejos y me doy cuenta de que hay riffs realmente buenos, pero no los pensábamos en exceso, simplemente, los tocábamos. Creo que ahí existe una libertad que he perdido a medida que he pasado a analizar todos y cada uno de los detalles de la música. Puede que necesite simplificar mi mente en general.
¿Han influido las bandas clásicas de heavy metal en tu pasión por las guitarras armonizadas?
Diría que no. Últimamente he reflexionado mucho sobre ello, ya que he revisitado un puñado de discos de mis queridos Candlemass y, al escucharlos, pensé que son mi mayor referencia. Sobre todo, en la época de ‘Nightfall’, ese disco que se convirtió en la cúspide del doom. Pero cuando me fijé en las canciones detenidamente, me di cuenta de que en realidad no emplean muchas guitarras dobladas. Es decir, son unos maestros a la hora de hacerlo, pero no es un recurso que utilicen tanto como nosotros.
Por tanto, no sé muy bien de dónde viene esa pasión, simplemente las armonías dobladas nos gustan, las utilizamos muchísimo en My Dying Bride y con el paso del tiempo se han convertido en una especie de sello distintivo de la banda. Últimamente también he rescatado los grandes discos de Morbid Angel, otros maestros de las guitarras dobladas. Puede que haya algo de ellos en nuestra música.
¿Existe algún artista que recientemente te haya inspirado a la hora de componer?
Tristemente, no. Creo que ahora admiro sobre todo a las bandas más veteranas, aquellas que son aún más antiguas que nosotros como Iron Maiden y Metallica. Tiendo hacia ellos en busca de inspiración, quizás no musical, sino en lo referente a la experiencia. Nosotros llevamos ya 30 años en esto, una cantidad de tiempo abrumadora para tocar en una banda y cada vez soy más consciente de lo difícil que resulta mantener esto con vida, que siga siendo interesante para mí, independientemente de lo que piensen los seguidores de My Dying Bride.
Por eso, a veces me pregunto sobre el modo en el que bandas como Iron Maiden se mantienen. Adoro su nivel de profesionalidad absoluta, el impulso por seguir adelante cuando parece que todas las ruedas van a descarrilar en el mismo momento. Ellos siempre tratan de volver a enroscarlas y esa actitud es la que más me inspira hoy en día.
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