Michael Schenker: «no he escuchado música en casi 50 años»
Inclasificable y habitante de su propia burbuja musical, Michael Schenker ha logrado alcanzar 50 años en activo como guitarrista de referencia en el hard rock. ‘Immortal’ es su manera de celebrarlo y un buen montón de reputados músicos se suman a su fiesta.
Que un tipo como Michael Schenker alcance el medio siglo en activo es motivo de celebración. Con una carrera única, prolífica y rica en matices musicales, Schenker hace muchos años que vive en su propio universo. Incapaz de soportar las presiones de un éxito que nunca quiso, Schenker se recluyó en su propia burbuja con su talento y se dedicó a lo suyo: crear música.
Si observas una lista de músicos que han trabajado con Schenker, es como mirar el censo del rock duro mundial. Con su nuevo trabajo “Immortal” aumenta ese censo con algunos habitantes que aún no estaban empadronados en sus canciones: véase Joe Lynn Turner, véase Ronnie Romero, véase Ralf Scheepers, véase Brian Tichy o véase Derek Sherinian. Un disco cargado de hard rock de la vieja escuela con buenas melodías y mejores solos.
Y también, como fetiche, una pieza que Schenker asegura que es la primera que compuso en su carrera musical a los 15 años: el épico “In Search of the Peace of Mind” que apareció en “Lonesome Crow” de Scorpions allá por 1972, su primer disco. Aunque, como Schenker recuerda con memoria cristalina, el disco se grabó en 1971 así que es 2021 el momento de celebrar su quincuagésimo aniversario en activo.
Celebrar 50 años es todo un logro en este negocio. ¿Se te hace increíble haber tenido una carrera tan longeva?
No, porque vivo en el ahora permanentemente. Yo comencé a tocar de manera recreativa: sin expectativas y sin competitividad. No quería fama. Yo siempre he sido el niño en el patio expresándose creativamente a través de la guitarra. Yo preferí seguir mi propio camino en lugar de seguir modas y ese es el motivo por el que no he escuchado música en casi cincuenta años. Perdí el contacto con lo que hay ahí fuera porque yo estoy aquí para ser Michael Schenker y hacer las cosas tal y como yo las veo. He sido así toda mi vida.
Cuando acabé con Scorpions en la época de “Lovedrive”, el disco que les abrió las puertas de América, busqué mantener un perfil bajo. Quería un cantante bueno, sin mucho ego y divertirme. El tiempo fue pasando y pasando y vas haciendo aquello en lo que crees hasta que te das cuenta de que han pasado un montón de años.
Normalmente no suelo fijarme demasiado en nada. Por ejemplo, un día mi productor, Michael Voss, me envió los créditos de “Lonesome Crow” y allí pone “Letras: Rudolf y Michael Schenker”. Por entonces teníamos cero conocimiento del idioma inglés. ¿Cómo íbamos a haber compuesto letras? Es una información falsa. Tendría que haber puesto “Música: Michael Schenker”, en concreto en el tema “In Search of the Peace of Mind”, que yo compuse como mi primera pieza de música con 15 años.
La compuse en la cocina de mi madre con 15 años, cuando los demás ya tenían 21, pero decidieron que querían ser parte de mi composición. De 15 a 21 años hay un espacio gigante, de niño a hombre. El caso es que para mí nunca fue importante comprobar esas cosas.
En el caso de “Lovedrive” yo tenía un contrato para hacer aquel disco y debería haber habido una foto mía en el disco. Nunca la hubo. No me enteré hasta mucho más tarde que el contrato era un timo, pero es que yo nunca me fijo en esas cosas. Yo solo me preocupo de ser creativo y componer música.
La madurez de su carrera
A menudo hablas de tu vida en tres etapas y te sueles referir a esta más reciente como la etapa de “celebración”. Aunque en el pasado mucha gente se intentó aprovechar de ti parece que ahora todo el mundo se une para celebrar tu carrera, especialmente en este 50º aniversario. ¿Qué lectura sacas de ello? ¿Es tu premio final?
Eso imagino. Cuando vives en el ahora y te centras en quién tú eres no ves nada más a tu alrededor. Eventualmente la gente te comienza a decir la influencia que has tenido en la escena de la música, algo que yo desconocía porque vivo totalmente abstraído de esas cosas.
Cada vez que me dan un premio o algún músico excepcional dice que es un seguidor de mi carrera me siento halagado. Es como la guinda en el pastel. Es bonito recibir piropos, pero no era mi intención. Yo solía quería juntar notas y divertirme con ello.
¿Cómo fue tu contacto inicial con Ronnie Romero?
Cuando hice “Resurrection”, el productor Michael Voss y yo estábamos montando una canción llamada “We Are the Voice”. Era un tema rápido y uptempo que no habíamos trabajado previamente con otros vocalistas. Como nunca habíamos hecho un tema rápido con los demás y Michael Voss propuso al cantante de Ritchie Blackmore’s Rainbow, Ronnie Romero. Él tenía el contacto y me dijo que quizá le interesaría hacerlo. Grabó “We Are The Voice” con nosotros y así le descubrí.
Recuerdo que en una ocasión me dijiste que si era lo suficientemente bueno para Ritchie Blackmore, era suficientemente bueno para ti. ¿Qué fue lo primero que te llamó la atención de su voz?
Rápidamente me di cuenta de por qué Ritchie Blackmore había escogido a Ronnie Romero. Blackmore estaba poniendo en marcha una gira y tenía que encontrar a un vocalista que pudiese cantar todos sus hits, esos que compuso Russ Ballard y que han sido cantados por gente tan diversa como Graham Bonnet o Ronnie James Dio. Entendí lo que estaba buscando.
Ritchie y yo hemos ido muy en paralelo a lo largo de nuestras carreras. El dejó Deep Purple, yo dejé UFO. El montó Rainbow, yo monté MSG. Yo empecé una carrera acústica e instrumental y aparentemente Ritchie estuvo buscándome para enterarse de cómo había montado una carrera exitosa en ese estilo acústico. Algo así me han contado. No le vi en aquel momento, aunque evidentemente le conocía de antes.
“Me di cuenta de por qué Ritchie Blackmore había escogido a Ronnie Romero. Blackmore estaba poniendo en marcha una gira y tenía que encontrar a un vocalista que pudiese cantar todos sus hits”
Cuando Ritchie dejó Deep Purple, la banda le sustituyó con una guitarrista del mismo management que el guitarrista que me sustituyó en UFO, que fue Vinnie Moore. Todo ha sido muy peculiar. Mucha de la gente que pasó por Rainbow acabó pasando por MSG. Hemos ido siempre en paralelo.
Colaboraciones inesperadas
¿Cómo te ha llevado tanto tiempo que Joe Lynn Turner cante en un disco tuyo? Es una unión más que obvia, en lo estilístico. Y de algún modo, en mi cabeza, ya había sucedido.
Hubo un disco de versiones para el que me contrataron como invitado llamado “Heavy Hitters”. De algún modo me liaron y terminó convirtiéndose en un disco de MSG. Estaban todos los cantantes famosos de los ’80 como Sebastian Bach y otros vocalistas americanos de los ’80. Yo tocaba toda la guitarra solista de ese disco y una de las versiones era “All Shook Up” de Elvis, donde cantó Joe Lynn Turner. Cuando le escuché cantar con mi guitarra quede maravillado. Me encantó su voz. Es uno de mis vocalistas favoritos.
Cuando tuve que cancelar mi plan original debido al Covid, que era que Ronnie cantase todas las canciones, tuve que pensar en otras soluciones. El plan cambió. Le dije a Michael Voss que buscásemos soluciones cuando Ronnie nos dijo que no podría venir para grabar desde el principio debido a los cierres fronterizos y las cuarentenas.
No podía estar catorce días en cuarentena. Voss me dijo que quizá Joe Lynn Turner podría ser una buena opción. Le dije “wow, ¿puedes conseguir que cante?” y me dijo “creo que tengo contactos”. Al día siguiente estábamos grabando con Joe.
En aquel disco, “Heavy Hitters”, también hiciste una versión de “Out in the Fields” de Gary Moore, un artista con el que también tuviste muchos paralelismos a lo largo de todas vuestras carreras. El caso es que en los primeros años eran famosos sus solos de guitarra doblados con los teclados de Don Airey. Y ahora tú lo has hecho por primera vez en tu carrera con Derek Sherinian en el tema “Drilled to Kill”. ¿Qué tal ha sido la experiencia?
Fue algo extraño porque… cuando Ronnie nos dijo que no podía venir a las grabaciones iniciales, algo pasó. Se fueron sumando uno por uno músicos como Joe, o Ralf Scheepers, que al día siguiente de decírselo ya estaba grabando con nosotros. Brian Tichy nos estaba llamando para trabajar en el disco tocando seis temas gratis como homenaje a mi carrera. Y yo estaba alucinando. Y Derek Sherinian apareció también y me encantó: es un músico como la copa de un pino.
Quería colaborar en el disco del 50 aniversario y le dije a Michael Voss ‘¿qué podemos hacer con él?’. Ya teníamos a Steve Mann dando color con los teclados. Me dijo “¿por qué no haces una jam con él?” y le dije “bueno, nunca he hecho una jam con un teclista”. Y probé. Era algo nuevo. Y funcionó. Lo encontré fascinante. Cuando toda la canción fue ensamblada quedé perplejo con el resultado. Las apariciones de Brian y Derek fueron inesperadas e increíbles.
Respecto a Gary Moore…no he escuchado música en cincuenta años y no sé lo que hizo en su carrera a nivel musical. Pero Gary siempre ha sido comparado conmigo. Siempre había esa comparación entre nosotros.Cuando yo era muy joven, con 17 años y acababa de entrar en UFO, fui al Roundhouse de Londres y vi a Phil Lynott, quien también me pidió que entrase en su banda y decliné. Cuando vi a Thin Lizzy con Gary Moore me pareció increíble.
“Preferí seguir mi propio camino en lugar de seguir modas y ese es el motivo por el que no he escuchado música en casi cincuenta años”
Lo divertido con Gary Moore (y también con Jeff Beck, de quien soy un gran fan) es que cambiaron el rock por la moda del jazz rock en los años ’70. Cuando él o Beck empezaron a tocar ese estilo, no eran ellos. No me gustaba demasiado. Cuando Moore estaba en Colosseum II y tocaba locuras como las que tocaba no entendía el porqué lo hacía. Su estilo como guitarrista de blues-rock con Thin Lizzy era tan fantástico que no entendía porque se distanció de ello.
Moore se convirtió en un fantástico vocalista, sin que eso le distrajese de su guitarra. Por lo poco que oí de él en la radio, porque siempre te encuentras canciones en el hilo musical cuando estas en unos grandes almacenes o cosas así, claro. Eso no lo puedo evitar. Me gustaba mucho su voz, especialmente en esa balada tan importante que tuvo y que tenía muchos teclados. Debió ser un gran éxito (ndr: Schenker probablemente se refiere al tema “Empty Rooms” de 1985).
En “Drilled to Kill” y en “Devil’s Daughter” tienes a Ralf Scheepers de Primal Fear. Aunque no escuches música, sí que recuerdo haberte encontrado en un concierto de Primal Fear en el año 2004, cuando residías cerca de Barcelona durante algunos años. Es curioso que finalmente hayáis acabado trabajando juntos. Imagino que fue Michael Voss quien te lo ha sugerido.
Lo cierto es que no recuerdo siquiera haber visto a Ralf cantando en Barcelona. Cuando Ronnie Romero no podía venir a algunas grabaciones por la pandemia, le pregunté a mi compañera Emi, que toca el bajo y tiene buen gusto y consume mucha música, si conocía a algún vocalista que pudiese echarnos una mano.
Ella me recomendó a Ralf Scheepers y si ella me lo recomendaba, me fiaba de su opinión. Se lo sugerí a Michael Voss y me dio el visto bueno inmediatamente. Al día siguiente ya estaba grabando con nosotros.
¿Cómo surgió la colaboración con Brian Tichy?
Brian contactó con Michael Voss y le dijo que se había enterado de que estaba preparando un disco del 50 aniversario. Le explicó que era un fan de mi carrera y que quería tocar batería en el disco. Es uno de los mejores baterías del disco y se ofreció a tocar en seis temas. Le dije a Michael Voss que debía ser una broma, pero no, no lo era.
Llevas muchos años viviendo prácticamente en la carretera. ¿Cómo estas viviendo el parón de actividad en directo?
Justo antes de todo esto, en marzo de 2020, tenía un show preparado en Japón que duraba cinco horas, con un set A y un set B y un montón de invitados. Eran dos noches tocando ante 2.000 personas cada una. Habría sido increíble. Me pasé un año preparando ese show.
Cuando me tuvieron que convencer para cancelar el show porque los japoneses se iban a molestar mucho si iba a tocar en medio del Coronavirus me llevó un tiempo aceptarlo. Al final no tuve más remedio que cancelar. Era un show muy complejo pero creo que nunca se malgasta energía en el universo.
También hemos tenido que cancelar shows en UK, en Europa, festivales como Hellfest o Graspop… creo que como he estado trabajando en un proyecto tan grande como este disco, he podido driblar la frustración del virus. No podía tocar en directo pero al menos estaba ocupado en un proyecto espectacular. Me imagino cómo deben sentirse otras bandas que no han tenido grabaciones o conciertos en todo el año. Debe haber sido duro de sobrellevar. Yo he tenido suerte.
Ahora tengo conciertos planeados para Octubre de 2021 así que no estoy tan mal. Sigo estando conectado con mi rutina, por así decirlo. Siempre pasan cosas en la vida, siempre hay catástrofes a tu alrededor, pero yo sigo trabajando y estoy centrado. Eso es lo importante.
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