Symphony X lanzó su último disco hace ya siete años. En 2018, el vocalista Russell Allen sufrió con su otra banda, Adrenaline Mob, un accidente que provocó la muerte del bajista David Zablidowsky. Desde entonces, Symphony X ha estado hibernando.

Sin embargo, su guitarrista y alma máter Michael Romeo no para y vuelve a ser novedad con ‘War Of The Worlds, Pt.2’, su segundo disco en solitario y un trabajo que viene a dar continuidad conceptual al  camino emprendido en 2018. Fue entonces cuando el reputado artista estadounidense comenzó esta adaptación musical de la novela clásica del célebre autor británico H. G. Wells, considerado por muchos como uno de los padres de la ciencia ficción. Romeo pone ahora todas sus cartas sobre la mesa y ofrece un nuevo recital de riffs aplastantes, delicadeza progresiva y melodías memorables. Charlamos con él sobre su trayectoria y evolución como artista en las últimas tres décadas.

‘The Dark Chapter’ fue tu primer álbum en 1994 y justamente lo publicaste en solitario, antes incluso de fundar Symphony X. ¿Cómo ha cambiado tu visión hacia el camino en solitario desde entonces?

‘The Dark Chapter’ es un disco muy antiguo, en realidad, no es más que una demo de cuando era joven. Quería grabar mis ideas y divertirme, no tenía ni el material ni el conocimiento que tengo ahora. Ese camino me condujo a fundar Symphony X y, de ahí en adelante, todo giraba en torno a la banda. Lo que más ha cambiado es que ahora puedo y sé cómo sonar mejor, también escucho música más variada que en mi juventud y tengo una mayor experiencia sobre mi profesión. Pero, en esencia, se trata de lo mismo, de ser creativo, experimentar y divertirse.

¿Has sentido alguna vez que bajo el paraguas de Symphony X no cabían todos tus intereses creativos?

No, en absoluto. Con la banda podemos hacer lo que queramos, no hay límites. Comencé a escribir ‘War Of The Worlds’ en 2017 debido al accidente de Russel Allen. Para él, fue algo traumático, comenzó a tener dudas sobre la vida y lo reevaluó todo. Necesitaba tiempo. Suspendimos la actividad de la banda temporalmente y eso me llevó a poner en marcha el camino en solitario.

Creo que la mayor diferencia entre la banda y el formato en solitario son las actuaciones de directo. Cuando componemos con Symphony X tenemos en mente que después eso tiene que ser trasladado al directo, aprendimos esa lección con ‘The Odyssey’ (2002). Desde entonces, somos conscientes de que no podemos pasarnos de rosca al componer. En cambio, en solitario puedo meter diez partes diferentes de guitarra, sintetizadores, orquestaciones… añado todo lo que quiera hasta escuchar lo que tengo en mente.

“Cuando componemos con Symphony X tenemos en mente que después eso tiene que ser trasladado al directo”

¿Eres por ello más ambicioso a la hora de componer en solitario?

Puede que sí. Por ejemplo, en solitario puedo añadir pasajes electrónicos o partes de dubstep que no utilizaríamos en Symphony X.

Un violonchelo, un laúd árabe, un saz… has utilizado instrumentos que no son habituales en discos de rock y metal. ¿Sabías tocarlos previamente?

Sinceramente, no tenía ni idea. Todo viene de la canción “Destroyer”, que tiene ciertos toques de Oriente Medio. Pensé que esos instrumentos podían dar al tema algo especial. Por supuesto, hoy en día todos contamos con bancos de sonido, samplers y demás. Están bien, pero quería probar los instrumentos de verdad, que el disco tuviera un sonido real. A fin de cuentas, son instrumentos de cuerda, así que más o menos encontré mi camino para poder expresarme con ellos. Más allá de la guitarra, me encanta tener todo tipo de instrumentos en casa, así puedo salsear y probar si funcionan o no en una canción. 

El álbum cuenta con largas secciones instrumentales que recuerdan a grandes compositores de bandas sonoras como John Williams y Hans Zimmer. ¿Existe algún artista no tan conocido que te haya inspirado especialmente?

Las influencias son infinitas, hay muchísima gente de gran nivel. Cuando era un niño e iba a al cine a ver películas de monstruos, la música era algo que siempre llamaba mi atención. Creo que la primera vez que me penetró de verdad fue con el filme ‘The 7th Voyage Of Sinbad’. La banda sonora era realmente épica y la realizó Bernard Herrmann, quién también compuso la de ‘Psycho’. Fue ahí cuando me di cuenta de que en la música todo es cuestión de sentimiento.

En el caso de John Williams, lo que me gusta es que la composición en sí misma es grandiosa. Es decir, cuando estás viendo ‘Star Wars’ o ‘Jurassic Park’ puedes decir “la música es increíble”. Pero su gran logro es que la banda sonora funciona incluso sin las imágenes, se sostiene por sí misma. Jerry Goldsmith también ha sido una inspiración. Estos artistas me gustan tanto como Judas Priest, Iron Maiden, Pantera y Rush. Lo que intento hacer en los discos en solitario es fundirlo todo en una sola propuesta.

“Cuando era un niño e iba al cine a ver películas de monstruos, la música era algo que siempre llamaba mi atención”

¿Alguna vez has pensado en componer una gran banda sonora tú mismo?

He compuesto música para varias películas de terror y thrillers, en general, proyectos de bajo presupuesto. También he asesorado en orquestaciones para televisión, es algo divertido. Para mí, todo lo que esté relacionado con la música es divertido. Me gustan las bandas sonoras porque es una forma diferente de componer. Con el grupo basamos todo en riffs y canciones, mientras que en el cine juegas con un rango de sonidos más amplio y se trata sobre todo de crear atmósferas determinadas. 

El Infierno de Dante, H. G. Wells… tu música está plagada de referencias a grandes autores literarios. ¿Qué es lo que más te atrae de ellos?

De nuevo, esto me hace volver a mi infancia. A los días en los que me fijaba en el arte de contar historias. Con Symphony X también solemos intentar eso. No tiene por qué ser un disco conceptual o una historia en concreto, pero tener un tema en mente me ayuda a visualizar la música, me sirve como un mapa de carretera. En mi caso, no trato de contar literalmente la historia de la novela ‘The War Of The Worlds’, se trata sobre ambientaciones. A fin de cuentas, no voy a componer igual pensando en Lovecraft o en vacaciones de verano.

¿Podemos esperar mayor actividad de Symphony X en el futuro próximo?

Hemos estado hablando sobre ello, porque todo lo malo se ha juntado. Primero el accidente de Allen y después la pandemia. Teníamos giras programadas para 2020 y empezamos a hablar sobre un nuevo disco para la banda, pero tuvimos que cancelarlo todo. Para cuando empezó la pandemia, mi disco en solitario también estaba hecho. Esperé a 2021, pero todo siguió igual y finalmente he decidido publicarlo ahora, de una vez por todas. Resulta muy extraño no poder hacer lo que estoy tan acostumbrado a hacer, girar, crear nueva música… nos está costando un poquito, pero volveremos.

Mikel Yarza