Karl Willetts es una leyenda viva del death metal. Desde que se unió a Bolt Thrower en 1988 ha sido una influencia para todas aquellas bandas de citado género que se formaron a principio de la década de los ’90.

Desde hace apenas tres años, el vocalista inglés pertenece a la banda Memoriam, una agrupación nacida en Birmingham que de acuerdo con el contrato firmado con Nuclear Blast ha lanzado una trilogía de álbumes en el tiempo que lleva de vida. El último, en el mercado desde el pasado 21 de junio, sigue la estela de ‘For The Fallen’ y ‘ The Silent Vigil’. El señor Karl Willetts cuenta en esta extensa entrevista todos los detalles del proceso de grabación, así como otras curiosidades de la banda y de sus antiguos Bolt Thrower.

Memoriam se formó en 2015 y rápidamente ganó popularidad y fama en el mundo del metal extremo, ¿es algo que vosotros habíais previsto desde el principio?

Sí, nos reunimos allá por el 2015. Nuestro propósito era básicamente pasarlo bien, disfrutar y tocar algunas canciones, aparte de revivir ese sentimiento que teníamos de cuando tocábamos música hace 30 años con otras bandas. Muchas veces pierdes el poder estar tan realmente enfocado y centrado en esto cuando llevas haciendo la misma cosa durante tanto tiempo, y realmente queríamos recuperar eso, así que no fue nada intencionado eso que dices. Aunque cuando sacamos nuestro primer álbum ya estábamos trabajando con Nuclear Blast, es así que rápidamente llegaron el segundo y ahora el tercer álbum de Memoriam en cosa de tres años. La verdad es que está ocurriendo todo demasiado deprisa pero estamos disfrutando de lo que hacemos hasta el momento y pasándolo muy bien.

¿Qué puedes contarnos acerca del nuevo álbum, ‘Requiem For Mankind’?

Es justo de lo que quería hablar (risas). Este tercer álbum es un punto importante en nuestra carrera, para muchas bandas el tercer álbum suele ser el más importante de su carrera. Digamos que este disco es la creación de tres años y los álbumes previos, sin esos álbumes no habríamos llegado al punto en el que estamos. Hemos estado aprendiendo en que somos buenos, y cuál es el sonido de Memoriam. Nos ha costado llegar al punto en el que todo saliera bien y exactamente como queríamos.

Cuando definitivamente conseguimos algo a lo que realmente podemos denominar un álbum de Memoriam nos sentimos felices con las canciones y la base que habíamos creado. La producción ayudó en gran parte a ello y es que contamos con nuestro amigo Russ Russell que se implicó muy pronto, cuando las canciones estaban en un estado muy embrionario, le mandaríamos la demo, y sabía que esperar, y eso nos ayudó mucho, se involucró mucho.

Esa es la principal diferencia en cuanto al sonido y es que fue como tener a un quinto miembro en la banda con sus habilidades especiales. Todo esto le añade al álbum un sentimiento más épico, era justo el ingrediente que nos faltaba para acabar de definir realmente el sonido de Memoriam. Estoy orgulloso y además tenemos cosas avanzadas para el siguiente álbum.

¿Cómo fue el proceso de escritura y composición del álbum?

Pues al comienzo nos costó encontrar la fuerza para saber en qué  éramos mejores y de qué manera funcionaba mejor la formación. Tenemos un miembro en la banda que funciona de manera algo diferente. Los tres viejos de la banda, Whale, Frank y yo venimos de la era del anarco punk o de la era de finales de los ’80 cuando metálica estaba intentando llegar al estrellato, Slayer también; las bandas suecas comenzaban a influenciar al resto… Todo esto nos ha influenciado mucho y nos ha marcado el sitio de dónde venimos, pero Scott es más joven que nosotros, pertenece más a la era del death metal progresivo de la década de los ’90 con bandas como Monstrosity y todo eso.

Es el que escribe los riffs a través de los cuales creamos la canción, tiene un ordenador con todas las canciones que ha escrito de los últimos 20 años y que nunca han sido usadas, lo llamamos, la bóveda de los riffs del millón de dólares. Después vamos escogiendo las que creemos que cuadran mejor para Memoriam. Escuchamos mucho las cosas y juntamos como 10, 20 o 30 riffs para dar forma a las bases de las canciones que darán vida al álbum

Luego llega Frank es el bajista y es muy bueno estructurando las canciones, finales y principios, y los puentes y hace que todo encaje y funcione junto. Muchas veces Scott y Frank trabajan juntos. Todo este proceso nos lleva como 2 o 3 semanas y es un proceso bastante intenso. Las baterías son fáciles de añadir debido a toda la tecnología que hay ahora y una vez están grabadas solo hay que escucharlo todo momentos previos a un ensayo grupal para que fluya la euforia. Whale se implica mucho también a la hora de añadir sus líneas de batería y demás.

Es un proceso bastante sencillo y todo fluye demasiado rápido, es el motivo por el hemos grabado tantos álbumes en un espacio de tiempo tan corto. El proceso de locura que conlleva el crear las canciones es algo que me encanta. Es una cosa que no tenía en el pasado con el resto de mis bandas, el último álbum que saqué con Bolt Thrower fue en 2005. Me encanta que luego la gente le guste y entienda todo esto, es genial.

Algo que me llamó la atención fue la portada del álbum, ¿quién la ha diseñado?

Pues todo viene de una idea que Scott tenía en la cabeza al haber visto la portada de ‘Imperial Doom’ de Monstrosity., por lo que llamamos al su diseñador Dan Seagrave. Le dimos un vago diseño de lo que queríamos: una procesión fúnebre que se llevase a cabo en medio de un campo de batalla destrozado y él justo hizo lo que queríamos. Es una portada que podría tirarme mirando durante horas y aun así le seguiría sacando nuevos detalles. Cuando vi la portada del primer disco quise que la segunda siguiese la misma línea.

Memoriam Requiem For Mankind

Los tres álbumes  forman una trilogía si te fijas, si los ves juntos te das cuenta de que es como un viaje visual. Teníamos un contrato para hacer tres álbumes con Nuclear Blast, así que hicimos esta trilogía y ahora no tenemos presión para grabar aunque grabemos más en un futuro.

Bolt Thrower es una de las bandas pioneras que creó lo que hoy en día conocemos como death metal. A finales de los ’80 y principios de los ’90 fuisteis una influencia enorme para muchas bandas pero, ¿qué bandas te inspiran a ti a la hora de componer tu propia música?

Pues Bolt Thrower creció escuchando un poco las bandas que te he dicho antes, por ejemplo en el mundo del anarco punk con bandas como Crass, Discharge o Dissection. Aunque la banda que realmente me hizo querer montar mi propio grupo fue Sacreilege. Su vocalista Tam es genial y recuerpo haber pasado mi 21 cumpleaños con ellos en un club mítico que se llamaba “The Mermaid”, esos tiempos fueron geniales.

¿Cuál piensas que ha sido el mejor concierto que has dado con Bolt Thrower?

Es muy difícil decir solo uno. Podría decirte que el mejor siempre es el primero que se da, por ejemplo la primera vez que tocamos para la radio fue un momento muy importante para Bolt Thrower o también la primera vez que entramos al estudio para grabar un disco. En conciertos no podría decirte nada específico, pero me inclinaría por el primer tour europeo allá por 1990/1991 en el que giramos con Autopsy y Pestilence.

También la primera vez que conseguimos ir a tocar a Australia allá por el 92 o 93. Es genial el saber que puedes tocar en cualquier parte del planeta, por lo que es demasiado complicado señalar cuál ha sido el mejor concierto de todos los tiempos. Siempre me inclinaré por las primeras veces, como la primera vez que fuimos a América o la primera vez que tocamos en Londres o en nuestra casa, Coventry.

¿Cómo piensas que ha evolucionado la escena del death metal con el paso de los años?

La verdad es que ha cambiado mucho, sobre todo desde mediados de los ’90 hasta ahora. Hoy en día todo está mucho más desarrollado, ahora hay bandas de muchísimos países diferentes dando forma a este estilo de metal extremo. Ahora además hay muchas mujeres metidas en este mundo del death metal tanto en América como en Europa y eso es genial.

Entrevista Memoriam

Nosotros empezamos una generación que se ha ido extendiendo, la industria visual ha cambiado mucho y se han creado muchos otros estilos a lo largo de los años como hoy en día puede ser el metalcore. Van naciendo nuevas generaciones y como es lógico tienen que crear cosas nuevas.

Con las distintas bandas que has tenido has tocado en muchos lugares del mundo. ¿Cómo suele ser la respuesta del público cuando estás tocando lejos de casa?

La verdad es que siempre es genial. Yo suelo ser el que escribe las letras y me impresiona como la gente de diferentes países puede interpretarlas a su forma, nunca pensé que me fuera a pasar algo parecido, es como si la gente descubriera a mis bebés. Es genial poder tocar en tantos sitios y el hecho de poder conocer y hablar con tanta gente.

Es alucinante como la música, tanto la que escribí en el pasado como la que escribo ahora puede influenciara todas esas personas en sus vidas diarias. Me siento orgulloso de poder crear un impacto positivo en la vida de tanta gente. Ese es el verdadero premio de ser músico, es tener ese feedback por parte del público es lo que más se disfruta al estar de gira. Sin la gente que apoya a las bandas no podríamos hacer lo que hacemos. Es por eso que siempre ando sonriendo a la audiencia mientras toco en directo, y la verdad que me llena, por eso llevo haciéndolo 30 años.

He visto que tenéis fechas confirmadas en los próximos meses, ¿cabe la posibilidad de ver a Memoriam en España pronto?

Me encantaría tocar en España. Tuvimos un concierto allí en Zaragoza en el Iberian Warriors y la verdad es que estuvo genial. Me encanta España y tengo buenos amigos que viven allí pero aún no tenemos nada cerrado, aun así espero volver pronto y espero que esta entrevista ayude a ello.

Tamara Ruiz