Hay muchas maneras de triunfar en el mundo del metal, y Trivium parece que no solo lo está logrando de modos que aún están por descubrir para la mayoría, sino que mediante los más tradicionales.

Los últimos años para la banda liderada por Matt Heafy han sido un periodo de consolidación y fortificación. La inestabilidad que les daba el hecho de no encontrar un batería que se terminase de amoldar a lo que querían como grupo finalizó -o eso parece de momento- con la entrada de Alex Bent, que ha formado parte de Trivium durante los últimos años y ha trabajado en los últimos tres álbumes del grupo con resultados que se han plasmado desde el primer minuto por su forma de tocar y cómo se adapta a lo que compone Trivium hoy por hoy.

El corte progresivo en la música de Trivium ha aumentado así como la experimentación en nuevos sonidos, lo que se ha trasladado al estilo de la banda. Toques de complejidad se intercambian con esas melodías coreables que el grupo siempre tiene entre ceja y ceja para disfrutar tanto de su propia música como, aunque no quieran decirlo explícitamente, para que el público se desgañite con sus letras y riffs y así puedan conjugar ese goce.

Ha sido un tiempo no solo en el que todo se ha estabilizado a nivel musical, sino también en las vidas de sus miembros. Matt, frontman de Trivium, empezó a hacer streamings en Twitch como el que no quiere la cosa y se ha convertido, por mérito propio y de la gente que le acompaña, en uno de los rostros visibles de Streamlabs, uno de los dos programas principales (junto a OBS) que se usan para la retransmisión en directo. Esta doble faceta ha permitido que la banda se desarrolle en esta plataforma, que aún está por descubrir y potenciar dentro del mundo del metal por las posibilidades que ofrece, y ha abierto una nueva puerta que otros artistas como Cristina Scabbia han decidido seguir tomando a músicos como Heafy como referencia.

Esto no quiere decir que se olviden de los medios “más tradicionales”, y es que Trivium es portada de Power Magazine en su sexto número de octubre. “Me parece que esta es nuestra primera portada en España, ¡así que gracias!”, empezaba diciendo Matt en la entrevista que tuvimos -aunque RockZone les sacó hace muchos años, pero vaya, que ni se acuerda Heafy-, la cual duró escasos 20 minutos por indicaciones de la discográfica pero dio de sí para una extensa charla en la que hablamos de su reciente álbum sacado del horno, de cómo es la relación que tienen la música y Twitch y cómo esta puede ayudar a un artista y cómo ha sido volver a hacer conciertos en una gira de gran calado como la que acaban de tener hasta septiembre en un cartel con otros enormes artistas de la escena metalera.

Conciertos de vuelta

Publicáis vuestro décimo disco de estudio, ‘In The Court Of The Dragon’, y acabáis de estar en una gran gira como la que habéis hecho con Megadeth, Lamb Of God y Hatebreed. Los últimos meses han sido por esto completamente distintos a lo que estamos acostumbrados desde el estallido de la pandemia. ¿Cómo han sido para ti?

Es increíble el haber podido volver a girar. El mundo entero ha estado sin shows durante 18 meses aquí en Norteamércia. No hemos tenido que cancelar ninguno de los conciertos de Estados Unidos, solo en Canadá tuvimos que posponer (que no cancelar) por las diferentes regulaciones entre países en sus fronteras y todo eso para el año que viene. Si todo va bien haremos la segunda parte de esta gira de este tour con Megadeth, Lamb Of God y Trivium con esos conciertos.

Trvium Resurrection Fest

Trivium (Foto: Jose Antonio Fernández)

A pesar de todo lo sucedido, hemos estado tocando por todo el país con audiencias entre 5.000 y 10.000 personas, lo que es una locura para el metal en Norteamérica. Es algo que se puede esperar en Europa en una gira con Megadeth, Trivium, In Fl… lo siento (NdR: la gira inicialmente no contaba con Hatebreed, sino con In Flames que se acabó cayendo del cartel por diversos motivos derivados del coronavirus), Hatebreed y Lamb Of God consigan tener esas miles de personas en Europa, pero en Estados Unidos es algo un poco raro. La cosa es que sucedió y ha habido conciertos increíbles en ciudades en las que no lo esperábamos con algunos de los mejores shows de la gira y ha sido una pasada.

Toda precaución posible ha sido tomada durante este tour. Yo me vacuné y aparte tuve covid-19, así que mi sistema inmunológico estaba en buenas condiciones para afrontar algo como esto. Nuestras rutinas se basaban en ir del escenario al camerino, de ahí al hotel y cada vez que comíamos lo hacíamos en un lugar abierto. No ha habido ningún día de descanso en la gira en el que hayamos comido o cenado en un establecimiento cerrado. Hemos tomado todas y cada una de las precauciones que han sido necesarias y hemos podido para que se pudiese celebrar cada concierto, lo hemos conseguido y ha sido genial.

Lanzáis ‘In The Court Of The Dragon’ poco más de un año después de haber sacado ‘What The Dead Men Say’ y al escucharlo da la sensación de que es una continuación del mismo a nivel musical. ¿Lo ha sido para vosotros también?

En nuestro caso no nos fijamos en ese tipo de cosas, cada vez que hacemos un álbum es un proceso diferente. Los últimos tres discos han sido básicamente llevados a cabo desde la perspectiva de componer la música que nos gustaría escuchar como fans. Nunca pensamos en si a la gente le va a gustar esto o no le va a gustar lo otro. Lo escribimos directamente desde el punto de vista de lo que queremos escuchar como fans del metal. Es lo que hacemos.

Cuando miro al pasado haciendo retrospectiva de toda nuestra carrera creo que desde el primero hasta el séptimo son muy distintos entre sí. ‘Ember To Inferno’ (2003) es muy diferente de ‘Ascendancy’(2005) y este lo es de ‘The Crusade’ (2006), ‘Shogan’ (2008), ‘In Waves’ (2011), ‘Vengaeance Falls’ (2013) o ‘Silence In The Snow’ (2015). Pienso que desde ‘The Sin And The Sentence’ (2017) se captó todo eso que había acaecido hasta la fecha, que ‘What The Dead Men Say’ (2020) lo hizo con el anterior y ‘In The Court Of The Dragon’ (2021) ha conseguido reunir lo mejor desde ‘Ember’ hasta ‘What The Dead Men Say’ para llevarlo al siguiente nivel. Eso es lo que siento.

Tienes razón en lo que dices de que se puede sentir que suena similar en sus entrañas el nuevo con el último, y es que al final capta todo lo que es Trivium y ha derivado en nuevas canciones a partir de eso.

El equipo con el que habéis trabajado es el mismo a nivel de producción, mezcla y masterización. Supongo que eso significará que estáis a gusto haciéndolo de esta manera. ¿Tenéis previsto seguir esta línea para el futuro o pretendéis cambiar para alcanzar otro tipo de sonido o estilo?

En esta ocasión, a pesar de que hemos grabado en el mismo estudio que los últimos dos discos, lo hemos hecho de una manera distinta. ‘The Sin’ y ‘Dead Men’ se grabaron como la mayoría de nuestros discos con dos pistas de guitarra para el lado izquierdo y derecho respectivamente. Mis discos favoritos de Trivium, que diría que son ‘Ascendancy’, ‘In Waves’ y ‘Shogun’ tienen cuatro pistas de guitarra todo el tiempo, dos por cada lado. Hemos vuelto a eso porque en los tres últimos álbumes vamos con esa mentalidad de no pensar si a la gente le va a gustar o no. Eso hace que sea más puro. 

Trivium

Trivium (Foto: Bryce Hall)

Sé que puede resultar egoísta, pero llega un momento en el que miro atrás y digo “¿cuáles son nuestros discos favoritos?”. Quiero decir, nos gusta todo lo que hemos hecho, pero ha habido tres discos en los que hemos sido “no Trivium”: ‘The Crusade’, ‘Vengance Falls’ y ‘Silence In The Snow’. Tres veces en las que hemos tenido que hacer el esfuerzo de decir: “vamos a hacer esto y lo otro y no a ir por esta vía”. Eso puso limitaciones a lo que hacíamos. En el resto hemos hecho lo que nos apetecía escuchar. Creo que el haber vuelto a esa manera de pensar cuando eres un grupo pequeño que no tiene aficionados o no le gusta a nadie provoca que hagas la música que te apasiona. Es la manera más pura de demostrar la música que tu banda puede hacer, y hemos vuelto a eso”.

Me encanta Josh Wilbur, y me gustaría explicar cómo es con una comparación. Es como Ted Lasso, el protagonista de una serie de televisión de comedia que es genial. Josh Wilbur es, básicamente, Ted Lasso. Tienes que ver la serie, de verdad. Y así descubrirás como es Josh, que es igual que Ted. Es el tío más dulce, agradable y divertido. Y eso también es importante. Cuando hemos estado en momentos más felices o no tan buenos en los que hemos estado de mala leche. Con ‘The Sin And The Sentence’ yo estaba en un mal momento y al grabar los gritos no sonaba bien. El día siguiente estuve riendo, pasándomelo bien y recuperé un estado de ánimo mejor y soné diez veces más enfadado que cuando estaba mal.

Por ello es cuestión de la gente con la que trabajamos. No nos gusta trabajar en ese sentido con grandes personalidades. Sabemos quiénes somos y los cuatro queremos somos conscientes del sonido y el disco que buscamos para los objetivos en cuanto a dónde tratamos de dirigirnos como banda. Puede que si fuéramos con alguien muy bueno pero que no fuera la persona apropiada no funcionase, pero con Josh tenemos la sensación de equipo. Somos cinco miembros. No hay nadie por encima de nadie, que es una cosa que me encanta.

Trivium (Foto: Paco García)

En los últimos tres discos todo ha sido fantástico. Hemos colaborado entre nosotros continuamente, tanto con Alex desde que entró en la formación como Corey y Paolo y también Josh. Es el modo correcto. Cuando nos dispongamos a hacer nuestro decimoprimer álbum, salvo que Josh no quisiera, la idea es volver a grabar con él. No puedo imaginarme ahora con otra persona, aunque eso ya será algo que sucederá, por lo menos en 2023.

Como has comentado, en los tres últimos discos ahora contáis con Alex Bent a la batería. ¿Está Trivium en el mejor momento de su trayectoria con su consolidación en la banda?

100%. La prueba está ahí en los shows. Si quieres puedes meterte en mi Twitch y ver los vídeos donde está el último concierto. En mis streamings la mezcla de sonido está hecha para Twitch, no hay ningún tipo de arreglo o sonido de estudio, mastering o correcciones… solo lo que estamos tocando en directo y escucha el público. Ahora somos el mejor grupo en directo que hemos sido nunca y en parte es por Alex.

El imperio de Twitch

Ahora que mencionas el tema de Twitch, ¡eres la imagen de Streamlabs! O sea, eres de Trivium, estás en la portada de Power Magazine, pero tú en concreto Matt eres una de las caras visibles de un software de los más importantes del mundo para el streaming, que posiblemente en el futuro sea quien le tome el relevo a la televisión o al menos le plantará cara de una manera mucho más contundente. Tú unes tanto la música como el streaming, pero a nivel de negocio, ¿cómo consigues separar tu faceta de streamer en Twitch con la de músico en Trivium?

Llevo haciéndolo durante los últimos cuatro años y medio y he podido sacarlo adelante adecuadamente. En los momentos en los que estamos de gira, mi canal se convierte en el de toda la banda y lo que hago es que todos los ingresos que entran van a parar al grupo. Cada prueba de sonido, cada ensayo en el camerino o cada streaming va para Trivium.

No pido a la gente que gaste dinero. Es un canal gratuito para pasárselo bien y cada uno es libre de suscribirse o de donar. Una vez acaba el concierto vemos cuántos suscriptores ha habido y se divide para la banda, creo que es la mejor manera de proceder.

Sobre cómo ambas vías conviven, la musical y la del streaming… Si dejara de girar y hacer música para Trivium y solo hiciese streamings no sería sostenible por cómo es mi canal. Inicialmente el 99% eran simplemente seguidores de Trivium, que obviamente para mí son la mejor gente del mundo, pero ahora diría que el ratio es de un 75% aficionados de Trivium y el resto han llegado a través de Twitch, lo que es alucinante. Ambas partes conviven dependiendo de la otra por eso. Mi canal va bien porque estoy en Trivium, pero Twitch tiene su propia manera de funcionar.

Muchos músicos están viniendo ahora a la plataforma, y todo lleva un proceso. Cambió mucho en el primer año. Los dos primeros meses tenía entre 0 y 7 personas conectadas, de ahí pasó a haber unos 200 cuando empecé a tocar música en directo e iban subiendo y bajando según avanzaba el tiempo. Con la pandemia todo el mundo estaba en casa y conseguí llegar a unos 1.000 viewers cada día, pero ahora la gente está volviendo a trabajar y ha vuelto a cambiar.

Ambas facetas, musical y streaming, necesitan vivir unidas. El canal ha crecido gracias a la banda y el grupo también ha crecido con distintas actividades que hemos hecho en él. La gente ha empezado a asociar cómo es el hecho de disfrutar un livestream de Trivium y cada vez van sumándose a este tipo de actividades más artistas, lo que está bien. No hay muchos grupos que puedan tocar en un concierto y que un milisegundo después estén disponibles a través de un streaming con lo complicado que es hoy día merced a la producción que conlleva. Es bastante estresante y difícil, pero lo vivimos de verdad.

Trivium (Foto: Sergi Ramos)

Los cuatro de la banda tenemos canal de Twitch. Yo soy el que probablemente tenga más personas en directo porque es algo en lo que estoy muy involucrado y que mantengo como una rutina en mi vida. No hago cosas que no me gusten en el canal, pero cuando hago lo que sea no paro con ello. Ya sea con el jiu jitsu, con los streamings en Twitch… son cosas que de verdad me entusiasman.

¿Podrías explicar cómo una plataforma como Twitch puede ayudar a los artistas en el apartado económico de manera sostenible? Al ser una imagen importante de este mundillo como es el caso de Streamlabs, eres una voz autorizada para hablar del tema.

A nivel económico o de finanzas es definitivamente un plus. La plataforma permite a la gente suscribirse al canal del artista pero del mismo modo es un lugar gratuito en el que el apoyo va a ser fuertemente agradecido. El mundo está lleno de cosas que nos rodean, de redes sociales… cada vez que cogemos el móvil las opciones son infinitas solo con apps como Twitter, Facebook, Instagram, Tik Tok… La información no para de fluir.

Me imagino un espacio en el que estar con Trivium, tomar esa aeronave y llenarla son el sonido del grupo como podría también hacer otra banda. No es una competición como tal con otros artistas, aunque haya cada vez más competencia. Si lo hacemos es porque queremos que nuestra música esté ahí para nuestros seguidores. Ahora estamos con una aplicación parecida a Pokemon Go en la que puedes encontrar un dragón dorado en distintas ciudades del mundo por la salida de nuestro disco y así puedes escuchar nuestro nuevo trabajo. Buscamos la manera de tener a nuestros aficionados con ganas de lo que saquemos enganchados para lo todo lo guay que estamos preparando para publicar. Esto lo hacemos también, por ejemplo, con los singles que sacamos como “The Phalanx”.

Trivium

Trivium (Foto: Oscar Gil)

El vídeo es genial, la canción está muy bien y la compusimos para ‘Shogun’ aunque no la grabamos hasta ‘In The Court Of The Dragon’. No paramos de hacer cosas, y creo que Twitch nos permite seguir esta idea de trabajo. Es una manera de estar en contacto con la gente, ya sea con música o incluso cuando estoy jugando a videojuegos.

“Nunca pensé en sacar ni un centavo de Twitch”

La razón por la que me uní a Twitch no fue monetaria, nunca pensé en sacar ni un centavo de Twitch. Es un poco contradictorio decirlo ahora que somos la portada de Power Magazine, pero Trivium nunca ha sido una banda que haya sido portada de revistas, nunca hemos ganado premios de ninguna clase u otros grupos hablan de nosotros -aunque supongo que eso está cambiando porque tenemos esta increíble portada en esta revista impresionante, por lo que “muchas gracias”-. No obstante, antes de todo esto no teníamos ese reconocimiento de la prensa, no hemos conseguido premios y no ha habido un reconocimiento excelso.

Lo que hago en el streaming es ser yo mismo jugando -de manera terrible- a videojuegos mientras estoy hablando con la gente. Es mi manera de devolver a la gente todo lo que nos dan e intentar ofrecer más. Esa es la mayor motivación que tengo. Quiero darle a la gente a la que le gusta lo que hago incluso más de eso que ya hago de manera corriente, ese es el modo de acercarse al público.

También hay otras cosas cuando distintas empresas tienen consultas en lo que concierne al tema del streaming para sacar adelante el canal de Twitch de diversas edades y cómo lo que puede ofrecer la plataforma puede tener sentido en cada caso particular. Para los festivales de música, los de metal por ejemplo, han venido algunos y han preguntado si deberían tener una cuenta de Twitch.

En el caso de Trivium pensamos en hacer un canal de la banda para cuando fuéramos de gira. Paolo, Corey y Alex podrían hacer lo mismo que hago yo, pero decidimos que lo que debíamos hacer es reunir a toda esa gente en un solo canal, en concreto el mío que es el que más seguidores tiene, para centralizar el foco de Trivium en un solo punto al mismo tiempo.

Trivium Mystic Festival 2019

Trivium (Foto: Jesús Martínez)

En Twitch juegas a Among Us, Call Of Duty, Valorant. ¿De dónde sacas las ideas para tu contenido en Twitch? ¿Otros streamers o influencers? En España tenemos a los más importantes del mundo como Ibai, Auronplay o El Rubius.

En España tenéis a los cuatro streamers más importantes que han batido todos los récords y es increíble. En mi caso voy probando con videojuegos, pero soy músico antes que eso. Me he dado cuenta cuando juego que me dicen en el chat: “ya estás con lo de los videojuegos”, y claro, el canal cuenta aproximadamente con un 75%  de fans del aspecto musical que buscan verme tocando temas de Trivium o con asuntos de la banda. Me lo paso bien cuando juego a videojuegos, pero la estadística de viewers veo cómo va descendiendo en comparación con la música. Los juegos necesitan ser una cosa que quiero hacer.

No siempre son videojuegos que estén de moda, un par de ellos lo han sido, pero no lo hago por eso porque, por ejemplo, me encanta Fortnite; sin embargo, cuando jugué en directo a Fortnite llegué a mi punto más bajo de viewers porque, por la razón que sea, los seguidores de Trivium no quieren ver Fortnite incluso cuando el juego estaba en su momento más álgido.

Algunas de las ideas son mías, algunas de ellas son inspiradas por el chat, algunas por mis mentores de Twitch, John y Brandon o del resto del equipo espectacular que tengo conmigo. John y Brandon me sugieren de vez en cuando que juegue un rato a la Play Station, que haga ejercicios de calentamiento de la voz, que ensaye… todo eso ha hecho que el canal vaya cambiando y que, al mismo tiempo, vaya tomando forma. Aunque algunas de las cosas que más éxito han tenido han sido fruto de la improvisación. Una vez estaba viendo al músico streamer portugués más importante, me puse a cantar una canción en portugués pese a no tener ni idea del idioma y el día siguiente mi cover estuvo en la radio nacional, en los periódicos de Portugal y hasta en un programa de música pop. Son cosas que pasan de repente.

Trivium (Foto: Oscar Gil)

A veces la gente me dice si he visto o escuchado algo y decido echarle un ojo en el momento y me pongo a tocar. Son momentos de improvisación total. Todo llega en medio de los troleos del chat, que son divertidos. Se basa en estar activo y dejar que las cosas sucedan. A veces me pierdo alguna cosa, pero intento estar atento a todo. Puede que lo aplicado que soy a la hora de ser constante en mis horarios de Twitch, la relación que tengo con el chat tengan que ver en que funcione. Al igual que hay que tener todo listo como es el caso del disco que lanzamos ahora, también hay que dejar un pequeño espacio para la improvisación. Todos en el grupo llevamos todo súper ensayado -aunque mis streamings en parte son directos que aprovecho para prepararme el material de Trivium-. Cuando llego a la habitación tengo un par de riffs preparados y el resto es improvisación: cómo podemos hacer algo que nos haga sentir bien.

Creo que es algo igual a lo que sucede con el jiu jitsu. Me gusta aprender las cosas que necesito aprender o que necesito cuando tengo que hacer cualquier ejercicio, pero es completamente improvisación el resto, que es como debe de ser. Hay veces en las que me olvido de algunas de las cosas que debería saber, y es algo que se puede extrapolar a la música o también a los videojuegos o el streaming. Cuando estoy en directo llevo todo preparado pero improviso a mi manera.

Dani Bueno