Leo merece respeto. Salió de una de las bandas más exitosas del heavy metal nacional para montar su propio proyecto en solitario y posteriormente rechazó la oferta del gran titán del rock duro en español para ser su vocalista. El dijo que no, que quería seguir con su propia carrera, aunque fuese más difícil y menos beneficioso en lo económico.

Y ahí sigue: Leo Jimenez se ha colado con su nuevo disco, “Mesías”, en el número nueve de las listas oficiales de ventas en España. Sus giras por España y Latinoamérica cada vez reúnen a más fans, aunque no sea especialmente fácil lidiar con los rigores de la carretera, ser tu propio manager y llevar las riendas totales de tu carrera artística y contrataciones. Leo ha demostrado que no necesita a nadie y eso le ha hecho más fuerte. De hecho, cuando cerramos la entrevista que podéis leer ahora en dos partes no lo hizo un encargado de prensa aleatorio de una discográfica o distribuidora de discos: fue Leo Jiménez directamente con quien quedamos.

Así pues, en una inesperadamente gélida noche de finales de marzo, tras una concurrida firma de discos en la Fnac Las Arenas de Barcelona, nos reunimos con Leo en un restaurante de un centro comercial cercano. El exceso de historias y cotilleos hizo que cerrase el restaurante y no hubiésemos ni empezado a grabar la entrevista. Nos trasladamos a un bar cercano a su hotel y tras otras dos horas de charla y anécdotas, encendemos grabadora. Todo lo demás es prácticamente impublicable, pero lo que leeréis a continuación es lo que pudimos salvar. Nota mental: media hora de entrevista con el vocalista madrileño es como dos horas con cualquier otro artista.

Han pasado tres años desde la edición de “La Factoría del Contraste” hasta este “Mesías”. ¿Querías madurar mejor las canciones o Stravaganzza y las giras te han tenido muy ocupado?

La gira de «La Factoría del contraste» ha funcionado muy bien, no imaginaba que fuese a durar tres años, y entre medias he seguido componiendo. Aunque surgió lo de Stravaganzza no dejé de trabajar en temas nuevos. Echamos cuentas de lo que llevábamos sin sacar disco con la gira y comprobamos que llevábamos 2 años y 11 meses, como dices. La gira de ‘La Factoría Del Contraste’ ha sido un éxito. Hemos tres años con el mismo disco sin que haya un parón como banda para componer, de hecho, hemos empalmado giras prácticamente, porque la última gira acabó en diciembre y ahora hemos iniciado la nueva en abril.

¿Tiene sentido sacar un nuevo disco a nivel económico o te saldría más rentable salir de gira sin más?

Podría seguir de gira perfectamente, pero el sentido que tiene editar un disco con un grupo de este nivel a día de hoy es generar una nueva carta de presentación. Es como darle mi número de teléfono o mi currículum a todo el mundo. La gente ya sabe cuáles son las canciones antiguas que conocen del pasado y con las canciones nuevas vuelves a estar en el candelero. Claro que hay grupos que llevan 20 años sin sacar un disco y siguen tocando.

Leo Jiménez Mesías portada

Recuerdo hace unos años cuando hablamos cuando editaste ‘Animal Solitario’ y me dijiste que habías estado haciendo una gira por Latinoamérica en base a un videoclip que te había costado 2.000€. Esto lo digo porque ¿en realidad no te hace falta sacar un disco, no? Con tener algo de material que genere interés puede valer. Por eso te preguntaba antes si tiene sentido sacar un disco. ¿Haces esto más por satisfacción personal que por otra cosa?

Yo creo que sí. Te pongo un ejemplo: me llevo muy bien con Ángeles del Infierno, que hace tiempo que ya no viven aquí en España, viven en México y giran mucho por allí, y no se la de años que se tiran entre disco y disco… te hablo de incluso 10 años… como pueden hacer bandas como Manowar, que tienen más nombre aún. Realmente vives de todos los remanentes que se generaron en su tiempo, y en mi caso, fíjate, con lo que le gusta a la gente la época de Saratoga podría hacer Saratoga 2 treinta mil años más. Sin embargo, soy un poco culo inquieto y a nivel personal me apetece mucho hacer cosas nuevas siempre. Principalmente porque le doy una vuelta de tuerca a lo que ya he presentado y también porque me ha costado muchos años quitarme el de «cantante de Saratoga» o de «cantante de heavy metal» exclusivamente.

Mucha gente no sabía ni que tocaba la guitarra ni que componía y se piensa que ciertos temas de Saratoga que conocen no eran míos y resulta que sí o te tienen encasillado como «el cantante guapito que salió en la portada de la Heavy Rock»… y eso me ha costado muchísimo tiempo y ahora, por fin, ya he conseguido un cierto respeto a base de estos nuevos discos que quizás son la función o la razón principal por la que los estoy haciendo. No quiero vivir de los réditos y quiero demostrar al mundo que soy otra cosa aparte del cantante de Saratoga o el guapito de la Heavy Rock. Gracias a eso, como 10 años después, creo que el 100% de la gente que está en el ambiente del rock español tiene un concepto más real sobre mí, y no lo que tenían en mente.

Aun así me suele pasar. Alguna vez por la calle me dicen: «¿tú eres Saratoga?» y yo… “No, no soy Saratoga, no» (risas). En tal caso sería Leo de Saratoga, no Saratoga.

Escuchando el disco con atención también veo que otra de las cosas que has hecho con tus álbumes es quitarte el sambenito de «cantante chillón». Cantas mucho en rango medio, usas mucho el vibrato de tu voz, los matices, lo que transmites a nivel emotivo.

Totalmente de acuerdo. También es cierto que cuando yo entré en Saratoga lo hice en una banda de heavy metal y en ese momento todo lo que se hacía era ese heavy metal que tira más hacia Helloween, por poner un ejemplo. Entré muy bien por ahí porque en España no había cantantes de ese tipo. Era como el cíclope en el país de los ciegos. Había tan poquitos cantantes de mi estilo que yo por cojones me hice mi camino ya que tenía esa facilidad. Es cierto que yo no venía del heavy metal; antes de Saratoga yo tenía mis bandas de black metal, de doom… unos estilos un poquito más oscuros y aunque siempre he cantado muy melódico, mi estilo era otro. Lo que pasa es que el gran público me conoce de una banda de heavy metal «más puro» por decirlo de alguna manera. Eso me ha traído muchas cosas buenas pero también me ha encasillado mucho.

Leo Jiménez promo Mesías

Lo malo del rock en España y en general es que cuando te encasillan en una cosa ya no hay manera de salir de ahí, y eso es un problema. Hay gente que no me soporta solo porque a una novia suya le gustó un póster de la Heavy Rock de hace 20 años. A mí eso no me gusta, no me hace sentir bien porque yo creo que soy mucho más que eso. Me encanta escuchar los discos antiguos de Saratoga y me encanta escuchar mis primeros discos con Stravaganzza, pero creo que eso es solo una parte de mi carrera. Además, he cambiado muchísimo de imagen en los últimos diez años también para quitarme ciertos estigmas porque la gente no te toma en serio.

Creo que ahora nos tomamos mucho más en serio a Bon Jovi de lo que se le tomaba en los ’80 en el mundo del rock. Ahora que es un señor mayor con el pelo canoso la gente ya ve un señor mayor cantando como Bon Jovi, no al Bon Jovi guapito con el tatuaje de Superman y sin camiseta. Para mí eso es muy importante, y hubo un día en el que me di cuenta de que o me quitaba ese encasillamiento o no iba a evolucionar porque hay muchísima gente que a día de hoy no tiene ni idea de lo que hace el ex-cantante de Saratoga que hace quince años que no está ya en la banda. Están obcecados en que yo debo ser Saratoga 2.

Lecciones de la vida

Aunque estuvieses en Saratoga hace veinte años, para el fan medio del heavy tu eres un artista nuevo. ¿Como llevas esto? Ya sabes: todo lo que no es Iron Maiden y Scorpions es nuevo.

A veces pienso que cuántos más años tendré que llevar para demostrar mi capacidad compositiva o como cantante. Voy a tener 56 años, a empezar a estar cascado de verdad, y tendré que seguir demostrando que soy un vocalista que da agudos y parece que si no haces el agudo pertinente ya no vales, y eso ya lo hice hace veinte años en el primer disco con Saratoga. No necesito hacerlo toda la vida.

Hay que mantener siempre un estado de forma muy bueno para estar a la altura de tu pasado. Es un poco absurdo. No creo que ninguna banda consagrada tenga que seguir demostrando lo mismo que hizo hace veinte años. En mi caso no lo entiendo así, por eso me lo paso un poco por el forro de los huevos, tú me conoces, e intento por todos los medios no repetirme, no vivir de lo mismo.

Leo Jiménez Metal Hammer

Leo Jiménez (Foto: Javier Bragado)

Estoy seguro de que si hiciese un ‘Agotarás 2’ con temas en esa línea habría mucha gente contentísima y algunos de los que ya no me siguen estarían encantados, pero tengo claro que si hiciese eso perdería a todos los miles de personas que se han enganchado ahora con mi música, la cual no tiene nada que ver con lo que yo hacía antes. Mantiene ciertas líneas y ciertas conexiones, por supuesto, porque soy la misma persona, pero creo que hay mucha gente joven que directamente ni me conoce de aquella época porque ni había nacido. He firmado estos días discos y lo he hecho para gente de 18 años. Un montón. Ni siquiera habrían escuchado heavy metal con 10 años. Cuando lo empiezan a hacer con unos 15 años yo ya estaba en solitario en ese momento.

Perdería a muchísima gente nueva que no quiero perder porque estoy haciendo música para ella. Si la gente que me seguía antiguamente me quiere seguir, yo encantado. No voy a forzar mi estilo para hacer lo mismo de siempre y tener contenta a toda la gente de los foros.

¿Qué le diría el Leo de ahora con 39 años al de 19?

Lo primero que le diría sería que no confíe tanto en todo el mundo, que intentase por todos los medios aprender cómo funciona un manager y cómo funciona una discográfica, que intente leer mejor los contratos que firma… Cometería muchos errores de los que cometí en el pasado, seguro, ya que soy una persona muy impulsiva. En realidad tampoco me arrepiento de nada. La vida te tiene que dar hostias por todos los lados para que puedas aprender realmente cómo funciona todo y mejorar. Cambiaría muy poquitas cosas, pero sí le daría una charla en plan: «tío, no seas tan bueno ni te pienses que todo el mundo tiene buenas intenciones, porque no es así… ni en este mundillo ni en ningún otro, pero en este, en que hay muchos egos artísticos de por medio, incluso más».

Líricamente hablando, el disco fluctúa desde la violencia de género hasta temáticas ecologistas. Tocas temas que no son ni la espada de Excalibur ni los clichés del heavy metal ni otros como me he comido a mi perro y he descuartizado a mi madre, que es un poco lo típico de siempre. ¿Qué otros temas podemos encontrar en ‘Mesías’? ¿Qué intereses tienes? ¿Basas las letras en cuestiones que te llaman la atención y escribes canciones sobre ello?

Se me acabaron las cosas bonitas sobre las que hablar hace bastantes años. Se me acabó la poesía y la lírica preciosa de palabras biensonantes con las que convences a tres o cuatro amantes del heavy metal y no dices nada. Letras que no dicen nada y suenan muy bien. Están bien y las respeto, pero no tengo nada bonito que decir porque miro un noticiario y veo una cantidad de mierda que me preocupa soberanamente porque estamos en 2019 pero parece que el ser humano está en plena involución.

Simplemente tengo que darme una vuelta por mi barrio, que siempre ha sido humilde, y darme cuenta que antes no había pobres y ahora sí que los hay. Le está quitando el banco la casa a un vecino mío que vivía humildemente pero no debían un duro a nadie, y de repente han empezado a deberle dinero al banco hasta el punto de quedarse sin casa. Eso me parece tan atroz que tengo la obligación, como comunicador, de hablar sobre ese tipo de cosas.

Me parece increíble que en el año 2019 siga habiendo una gran cantidad de casos de maltrato doméstico, maltrato a la pareja… llámalo como quieras… que lejos de acabarse parece que esté en pleno auge. Surgen unos pintamonas como los de «la manada» y ponen de moda eso. No solo no es puntual, sino que les están imitando otras «manadas» de otras partes del país. Me indigna y me toca los huevos hasta el infinito, y tengo la obligación como comunicador de hablar sobre ello para intentar educar a otras personas que vienen detrás e intentar hacerles ver que no tienes que ahostiar a tu mujer, que no tienes que tratar mal a un animal porque es un ser vivo como tú o que tienes que tratar de estar un poco más pendiente de cómo funciona la política o ciertas cosas importantes de la vida. Si les hablo de espadas y dragones a lo mejor soy más heavy que un hierro, pero eso no tiene ningún sentido en mi vida.

Me encanta ‘Juego de Tronos’, ‘El Señor de los Anillos’, pero en mi tiempo libre, cuando quiero ver una película con la que evadirme de la realidad. Creo que el rock siempre ha sido música que se quejaba y se hacía eco de las injusticias y las luchas. Cuando Ronnie James Dio decía que venía volando sobre un dragón no se refería estricta ni literalmente a que venía montado en un dragón, elaboraba símiles y analogías o eufemismos. Los cantantes de heavy metal antiguos hacían analogías para no decir las cosas de una manera tan clara y ser un poco más elegantes.

Yo voy más allá y me siento mucho más identificado con las críticas del Hip Hop o del Pop mil veces más que con las del heavy meta. No hablo solo de las de la música en español, sino en general. No me identifico con las letras del heavy metal. A lo mejor si fuese multimillonario, hubiese ganado mucho más dinero y fuese más famoso de lo que soy viviría en un mundo de piruleta en el que no me preocuparía de nada más que vender un disco más o uno menos o gustar un poco más a cuatro personas más. En mi caso concreto, voy a vender exactamente los mismos discos al mismo número de fans les hable de lo que les hable, porque al final tengo la suerte de tener un público muy fiel que me sigue por mi esencia, no solo por las letras o porque pegue gritos. La gente me sigue de verdad por lo que yo expreso y cómo lo expreso, y yo soy muy sincero.

En este disco se pueden encontrar temas que hablan, por ejemplo, de si alguien le ha preguntado a un toro si prefiere estar vivo o muerto con tal de no ser masacrado durante tantísimos años. Quizá en nuestro caso, como raza humana, si viniese una raza extraterrestre y lo hiciese para masacrarnos y nos diese la opción de vivir a cambio de ser sus títeres, preferiríamos morir ya. Esa letra lleva literalmente ese punto de vista: preguntar al toro si quiere participar o si preferiría ni existir.

En este último disco hay canciones como “La Era de la Individualidad” en la que hablamos de que, en una época en la que se supone que estamos más conectado que nunca por redes sociales, móviles, ordenadores y máquinas, veo a los chavales más jóvenes cada día más aislados entre ellos mismos. Se puede ver a chavales sentados en un garito el uno en frente del otro sin hablarse durante una hora. Ni siquiera están hablando de lo buena que está la chavala que tienen delante porque ni se han fijado, están tan pendientes de las redes sociales y del WhatsApp que no se dan cuenta de que hay una chavala preciosa delante con la que podrían estar ligando, o simplemente hablar entre ellos y que haya un feedback o una comunicación. No la hay.

Sergi Ramos y Dani Bueno