Icono del rock punkarra que se resistía a ser grunge en los años 90, L7 son una muestra de como avanzar dignamente pasado el momento de máximo apogeo. Desde que se reuniesen en 2014 con el documental “Pretend We’re Dead” como trasfondo y una buena ristra de conciertos como excusa.

Desde entonces, han paseado por el circuito de festivales aclamadas como una de las bandas de rock más influyentes y que más han hecho, posiblemente sin siquiera planteárselo inicialmente, por la igualdad de sexos. Tras su paso por el Download Festival de Madrid y con un nuevo disco en ciernes para principios de 2019 hablamos con Donita Sparks en esta entrevista a L7 sobre qué ha llevado a la banda a reclamar su corona -o su tampón- en los tiempos que corren.

Hace unos tres años que L7 se reunieron y se pusieron a trabajar de nuevo. ¿Cual es al evaluación después de este tiempo?

Ha sido lo que esperábamos. La reacción ha sido buena y el público ha sido muy entusiastas con nosotros. Realmente, en un primer momento, no esperábamos que durase más de un año pero al final hemos decidido seguir adelante el tiempo que haga falta.

Todo comenzó, si no estoy equivocado, con el documental que estabas preparando, “Pretend We’re Dead”. En medio de todo el proceso de reunir material y asegurar entrevistas con tus antiguas compañeras de banda, te diste cuenta de que merecía otro intento ¿es así?

Si, tuve que ponerme en contacto con todas las antiguas compañeras de banda para las entrevistas y eso nos puso en contacto de nuevo.

Hagamos como que estamos muertas

Una cosa es hablar para un documental y otra cosa volver a girar juntas por todo el mundo. ¿Como las convenciste?

Creo que todo el mundo quería que nuestra historia fuese explicada. Le dije a todas que tendríamos la aprobación final del documental y que podríamos ver todo antes de que saliese sin sorpresas. Aunque teníamos un director ocupándose del documental…espera…dame un segundo. Estoy en medio de una mudanza y lo tengo todo tirado por aquí (…)

Entrevista L7

Como te decía, aunque teníamos un productor y un director, al final la historia que se está contando es nuestra historia y lo que se iba a usar es nuestro material de video casero de la época. No queríamos darle a un director el poder completo a la hora de contar la historia de la banda. Por eso quería que todo el mundo colaborase en el proceso de entrevistas.

¿Te volviste a enamorar de L7 más de lo que esperabas mientras hacías el documental? ¿Guardabas un recuerdo agridulce tras los últimos años?

Yo estuve más involucrada que el resto de miembros porque tuve que recopilar todo el material necesario. Eso quiere decir que estuve un par de años viendo material de L7, videos, directos, entrevistas y todo lo que le pasé al director. Durante esa temporada me estuve enamorando de nuevo de la banda pero desde una perspectiva distante, quizá. Yo sentía que ya no era esa misma persona y que estaba observando a mi yo de joven. Veía todo lo que sucedió de una manera más objetiva.

Vi las cosas con un nuevo punto de vista y, además, todo esto me permitió analizar mucho mejor la contribución de cada miembro de la banda más que nunca. Me di cuenta de lo valiosa que cada persona era en el contexto de la banda. Fue toda una epifanía para mi. Me ayudó a apreciar mucho más a cada miembro de la banda.

Desde ese punto de vista distante ¿qué es lo que más te impresionó sobre lo que la banda consiguió en los ’90?

Que consiguiésemos ser buenas. Me gusta la música, las interpretaciones que hacíamos. Eramos una muy buena banda en directo. Eramos una banda excitante que ver y que escuchar en directo.

¿Crees que es un aspecto que se ha perdido en muchas de las bandas actuales de punk-rock?

No necesariamente. El caso es que no suelo seguir bandas de la manera en que solía hacerlo. No estoy familiarizada con muchas bandas hoy en día. No sigo a muchas bandas ni lo que hacen las bandas hoy en día. De lo que estoy segura es de que nadie tiene la receta de L7, del mismo modo que nadie tiene la receta exacta de los Ramones.

L7 Download Festival Madrid 2018

Tienen más actitud que un guardia urbano de pueblo en fiestas mayores (Foto: Sergi Ramos)

Os metieron en el saco del grunge en los ’90. La banda siempre ha tenido más Motörhead, Wendy O’ Williams y Ramones que Soundgarden y Nirvana. ¿Fue una suerte o un engorro ser ubicadas en esa escena?

Creo que no supuso ningún problema. Muchos de los que hacían grunge eran punk-rockers que tocaban hard rock. Hablo de las bandas primigenias de grunge, no de lo que vino después cuando se volvió algo popular. L7 veníamos de la escena art-punk de Los Ángeles. Estábamos siempre rodeados de poetas, pintores y escritores. No estábamos rodeados de gente del hard rock, sino de gente del mundo del arte.

¿Como condicionó eso la irreverencia de L7?

Nos tomamos la absurdidad muy en serio (risas). Nos gusta ser disruptivas, nos gusta ser impredecibles, nos gusta ser absurdas…pero siempre hay mensaje tras nuestra locura. No hacemos las cosas solo para causar una impresión o porque estamos locas, sino porque algo ha generado esa reacción o esa acción. Siempre hay un significado tras todo lo que hacemos. Musicalmente, si. También en la manera en que hemos llevado nuestras vidas, lidiado con las contrariedades y demás. Todo eso forma parte de nuestra actitud.

Girl power, antes del Girl Power

L7 era una banda de chicas cuando todavía no era lo más común del mundo ver a chicas con actitud al frente de un grupo, al menos no tanto como ahora. ¿Os tocó ser más competitivas en el directo para marcar vuestro territorio en aquella época?

Cuando estás en una banda de rock duro no puedes mostrar demasiado tus vulnerabilidades. Para nosotros era incluso más importante no mostrar nuestras vulnerabilidades. Teníamos que ser duras, teníamos que marcar nuestro territorio y no dejarnos amedrentar por nadie, especialmente por el público. Teníamos que ser mental y físicamente duras sobre el escenario.

Los miembros del público subían al escenario todo el rato para saltar y hacer stage diving o para golpear nuestro equipo. Nosotras teníamos que actuar como un muro y patearlos fuera del escenario si era necesario. Teníamos que ser defensivas.

¿Alguna vez habéis estado asustadas sobre el escenario?

Muchas veces. Suzi tuvo un accidente durante la grabación de un video para el tema ‘Pretend We’re Dead’. Muchas veces tiene miedo sobre el escenario, sobretodo cuando la gente viene hacia ella. En aquella ocasión casi perdió una oreja durante un accidente, ya que le golpearon en la cara con una cámara y fue grave. Tiene miedo de que la gente se abalance sobre ella o que algo le caiga encima y lidia con ello como puede. Está siempre muy atenta a su entorno sobre el escenario. Creo que, para todas, la visión periférica se ha vuelto muy importante. Cuando estamos mirando hacia adelante, estamos controlando los lados todo el rato. Eso lo hemos desarrollado con el paso de los años y a medida que nos hemos encontrado con situaciones peligrosas.

L7 Download Festival Madrid

El escenario no es un lugar seguro, especialmente desde lo que pasó con Dimebag.

Bueno, te pueden lanzar una botella o cualquier cosa. No hace falta ni que suba nadie al escenario. Hay muchos peligros cuando estás expuesta ante tanta gente.

Ahora que ha salido a la luz todo el tema de Harvey Weinstein y el movimiento #metoo ha comenzado a denunciar situaciones inapropiadas en el mundo del entretenimiento ¿han sido L7 víctimas en alguna ocasión de conductas inapropiadas? ¿Crees que sigue habiendo miedo a levantar la voz dentro de un mundo tan machista aún como el del rock?

No te sabría decir. No tengo comentario al respecto.

¿Alguna vez habéis tenido que pensar dos veces el hecho de trabajar con alguien debido a ese motivo?

Intentamos no trabajar con idiotas, en general. Cuando estás en un sello discográfico grande tienes que trabajar con algunos idiotas, porque están ahí y te los tienes que comer con patatas. Había gente sexista en nuestro sello pero no se atrevían a mostrarlo delante nuestro porque les intimidábamos. Una mujer sola es mucho más vulnerable que un grupo de malas putas como nosotras. Te cortamos con nuestro sarcasmo en dos segundos. La gente estaba intimidada por nosotras.

Habéis tocado en el Download Festival Madrid 2018. Pese a que comentas que no sigues muchas bandas hoy en día ¿te sueles quedar a ver lo que se cuece en los festivales o te largas nada más acabar vuestro concierto?

Algunos de esos festivales tienen carteles donde todo el mundo es más viejo que nosotras. Seguimos siendo las más jóvenes del lugar en ocasiones (Risas). Hey, que tocamos con Ozzy Osbourne y Judas Priest. ¿Sabes lo que te quiero decir? Son leyendas pero son algo más mayores que nosotros. Suzi se quedó a ver Ozzy en un festival en que tocamos en México y yo me quedé a ver a Judas Priest. No me quise quedar a ver a Ozzy porque era el último en tocar y me quería largar de allí antes de que hubiese el éxodo de gente. Solemos quedarnos a ver alguna banda pero los festivales son tan grandes que se hace un poco pesado. No es como antes, donde tenías los escenarios cerca y podías ver a varias bandas en un día. Cada vez hay más escenarios y estás más separados entre si.

¿Como ha influido el hecho de tener a Trump en la presidencia a una banda como L7? Vuestro tema, “Dispatch from Mar-A-Lago”, está frontamente dirigido a Trump.

Como dices, esa canción está inspirada por la casa de invierno de Trump en Florida, que se llama ‘Mar-a-Lago’. Queríamos hacer un tema rápido porque pensábamos que iba a pasar por un impeachment rápidamente y lo iban a echar de la presidencia. Lo que pasa es que está durando mucho. Pensábamos que a estas alturas ya iba a estar fuera de la presidencia, de hecho, y aquí sigue. Teníamos una gran urgencia por hacer esa canción, pues.

El tema ‘I Came Back to Bitch’ habla de ir en contra de todo aquello que intenta anularnos y hacernos la vida más difícil. La idea era que si L7 estaban de vuelta, estaban de vuelta para quejarse (risas). Habrá más himnos del descontento en nuestro próximo disco.

¿Tenéis idea de cuando estará listo?

Esperamos que salga en febrero de 2019. La idea es grabar en otoño y editarlo en febrero. Estamos manteniendo las opciones abiertas y veremos con quien lo editamos al final