Una charla con KK Downing (I): “Rob Halford y Glenn Tipton tenían el ego muy subido por haber hecho sus proyectos en solitario”
Desde hace unos meses se viene anticipando la edición de un libro autobiográfico de KK Downing. El pasado 20 de septiembre finalmente vio la luz bajo el título “Heavy Duty: Days and Nights with Judas Priest”.
El tomo, escrito con la colaboración de Mark Eglinton, supone la primera ocasión en la que un miembro de Judas Priest -técnicamente Kenneth sigue siéndolo empresarialmente hablando- habla de los detalles, los triunfos y las miserias de una de las bandas más importantes del heavy metal, tanto en su éxito comercial como desde una perspectiva de construcción del propio género.
Pese a que KK está en los medios cada día con una multitud de entrevistas dedicadas a publicitar el libro, no queríamos dejar pasar la oportunidad de charlar con el guitarrista inglés, que ahora tiene 67 años, sobre el libro y sobre algunos detalles de Judas Priest. El ha sido el primero en abrir la boca y con ellos ha procurado una visión del mundo secreto de Priest que, pese a ser individual, nos arroja un poco de luz hacia el funcionamiento de un grupo del que nunca se han discutido demasiados trapos sucios en público. KK Downing tampoco abre el cajón de la mierda, por así decirlo. Simplemente deja salir un poco de olor, pero es comedido en los detalles y ofrece una visión general pero no profunda de los conflictos que rodean la historia de la banda.
Llamamos a Kenneth a su móvil personal en una mañana de viernes y nos contesta un tipo afable, de conversación pausada y a veces complicada de hilar. Hace referencias a su propia muerte en ocasiones, lo cual denota a un hombre en la madurez de su vida y encarando su retiro, eso si, desde la decepción que le ha supuesto no ser llamado para sustituir a Glenn Tipton una vez ha tenido que abandonar las giras de Judas Priest a causa de la enfermedad de Parkinson que le aqueja.
Una charla interesante que nos ofrece luz sobre la vida y pensamientos de un guitarrista que fue capaz de darle forma al heavy metal desde su concepción más primigenia.
¿Por qué has escrito un libro autobiográfico justo ahora?
Desde que dejé la banda me han propuesto varias veces escribir un libro sobre Judas Priest y siempre he dicho que no. Ahora, tras siete años desde que dejé la banda, veo que me hago mayor y quizá es el momento. Por otra parte, hay tantas cosas saliendo por internet con lo que dicen unos y otros, Ian, Rob, etcétera… que los fans pueden estar confusos. En ese sentido, es una buena idea escribir un libro para explicarlo todo.
Pienso que es bueno para los fans que me puedan conocer mejor, en primer lugar. Por otra parte, quiero explicar la historia de un joven adolescente que tuvo que superar muchos problemas para llegar a conquistar los mayores escenarios de todo el mundo. Por otra parte, creo que tuve una buena perspectiva para analizar la información de cómo y cuando se hicieron las cosas dentro de la banda. También quería explicar mi salida de la banda y cómo algo así puede llegar a ocurrir. Por todas esas razones quería escribir un libro.
En este punto tengo 67 años y nunca sabes lo que puede pasar. Parece que cada mes perdemos a un amigo del mundo de la música, que alguien muere. No digo que me vaya a pasar a mí, pero nunca sabes lo que va a pasar. El tiempo no espera a nadie, como se suele decir.
Tu infancia fue difícil, como podemos leer en el libro. Tu estilo como guitarrista siempre fue el más hiriente, el más duro. ¿Fue la guitarra una vía de salida para un adolescente con problemas familiares graves como era tu caso? ¿Era tu única manera para canalizar lo que te sucedía?
Estoy seguro de ello. La mayor parte de mi estilo compositivo era heavy, más agresivo, más afilado. Mi estilo componiendo tenía mucho de eso en los riffs. Creo que por un lado, eso era lo más heavy que podía hacer a mi parecer. Por otro lado, había canciones donde buscaba transmitir la melancolía que sentía, como “Run of the Mill” o “Before the Dawn”. Hay canciones como esas que mostraban otro lado de mi estilo tocando.
Creo que, si hablamos de las ideas más comerciales de Judas Priest, Glenn siempre fue el responsable de estas. Yo siempre tuve un toque más oscuro y fui el alma más heavy de la banda. Creo que eso es lo que viene derivado de mi infancia y de mi aspiración por crear una banda con un sonido duro y contundente. Tuvimos la tremenda experiencia de la música negra y el blues, que a principios de los 60 comencé a escuchar en profundidad. Es música para la clase obrera y yo quería crear música para la clase obrera, algo que fuese único para la gente. Esa era mi inspiración a la hora de crear algo. Quería crear algo que no estuviese disponible para la gente en ese momento. Si a mí me gustaba ese tipo de música, estaba seguro de que habría más gente que querría escucharla. Eso fue todo, realmente. Y eso fue lo que paso. Cuando Judas Priest comenzaron a ir de gira a Italia, España, Colombia, Argentina…lo que vi es que la mayoría de fans eran gente como yo, gente sencilla, gente que no tenía mucho dinero y que tenían vidas que podían ser algo difíciles. Los niños blancos ricos tiraban hacia la música pop mientras que todos nosotros y el ejército del metal, por así decirlo, teníamos otros gustos.
El ego de Halford y Tipton
En los 80, especialmente, diste un paso al lado respecto a Glenn Tipton en lo que respecta al protagonismo instrumental. El fue siempre más solista y tu más orientado a la rítmica. ¿Fue una cuestión de ego o fue un reparto pactado buscando los puntos fuertes de cada uno de vosotros? ¿Crees que podrías haber brillado más como guitarrista en algunos de los discos clásicos de la banda?
Pienso que hubo un desequilibrio. No sé como sucedió exactamente. Hubo un punto en el cual Glenn comenzó a tener el monopolio de los solos, especialmente de los solos más largos. Siempre encontraba una manera de meter un solo en las canciones que tenían expectativas de tener un videoclip o de ser un single, como ‘You’ve Got Another Thing Coming’, ‘Living After Midnight’ o ‘Electric Eye’. No es algo con lo que yo estuviese especialmente feliz, especialmente en los últimos tiempos. Yo tengo la perfecta habilidad para tocar cualquier estilo y cualquiera de esos solos.
Estaba pensando en esto justamente ayer: yo he dedicado mi vida a Judas Priest. Nunca he hecho un disco en solitario, nunca he tenido mi propia web, nunca he querido hacer mi propio merchandise. Rob Halford y Glenn hicieron mucho de eso y por algún motivo creo que en ocasiones han pensado que son superiores al resto debido a que pueden trabajar con otros músicos y en otros proyectos. Si acaso, yo siempre fui el que debería haber tenido el ego subido porque fui el que siempre estuvo totalmente dedicado a la banda. Lo tomé como mi deber. Creo que todo eso provocó que se sintiesen más importantes en el contexto de la banda y eso generó un desequilibrio en la democracia interna de la banda y en el proceso de toma de decisiones. Nadie tendría que haber sido más importante que otros en Judas Priest. Un hombre, una voz. Así es como debería ser.
“Nadie tendría que haber sido más importante que otros en Judas Priest. Un hombre, una voz. Así es como debería ser”
Creo que Glenn y Rob piensan que ellos han hecho toda una serie de cosas, sus propias giras y sus propios discos, que les otorgan mas importancia. La importancia de Rob en la banda, evidentemente, reside en que es un increíble vocalista e hizo muchos grandes discos con nosotros. Eso es lo que le importa a los fans de Judas Priest. A nadie le importa que dejase la banda durante catorce años e hiciese música con otros artistas. Tanto él como Glenn tienen un ego superior debido a sus proyectos fuera de la banda.
En tu libro explicas como Rob Halford solía estar contento y satisfecho con determinadas tomas vocales durante la grabación de los discos y que le presionabais y empujabais a seguir intentando porque sabíais que podía hacerlo aún mejor, especialmente en “Defenders of the Faith”, al que te refieres como el pico absoluto de sus habilidades como vocalista. ¿Piensas que Rob era conformista y que parte de su status legendario depende de quienes le empujabais a dar ese toque excepcional en el estudio?
Sí, lo creo. Glenn y yo siempre estábamos… Mira, cualquier cosa que Rob Halford grababa era excelente. No obstante, Glenn y yo siempre estábamos empujándole para que hiciese ese extra final con el que hacer la toma vocal definitiva en las grabaciones. En ocasiones todos nos picábamos y nos empujábamos a mejorar un poco mas y en eso se basa la producción realmente, para eso sirve un productor. Un productor tiene como principal trabajo conseguir sacar lo mejor del artista. No sirve aquello que es casi excelente. Tiene que ser excelente. Esa es la labor del productor. Con el tiempo se puede convertir en algo muy duro, especialmente cuando has hecho veinte tomas de una misma parte. Pero quienes están en la sala de control del estudio pueden distinguir cuando algo es genuinamente mágico. Alguien puede ser un músico excelente pero en ocasiones tienes más habilidad de la que incluso tu mismo crees. A veces dudas de ti mismo. A veces piensa que, si, eres bueno, pero no te das cuenta de que puedes ser excelente. Al final, todo se basa en trabajar duro y ser muy insistentes en el estudio. Una vez las cosas están en el disco, todos tenemos que tocarlas en directo y eso te empuja a ser mucho más exigente contigo mismo. Si quieres ser el mejor, si quieres llegar a lo más alto, has de ser mejor que tus competidores. Eso fue lo que hizo grandes a Judas Priest.
“Glenn, se sustituyó a si mismo en treinta segundos. No tuvo consideración con lo que habrían preferido los fans”.
Miembro de la junta directiva
Aunque no estás en la banda, entiendo que mantienes tu posición dentro del cuadro directivo de la empresa que es Judas Priest Music Ltd. ¿Mantienes un interés financiero en la banda o solo tienes peso como parte del consejo de administración empresarial?
Yo estoy en el consejo de administración de la banda pero la banda no quiere que siga siendo parte de ello. Pienso que yo debería seguir siendo una parte integral de la directiva de la banda y seguir involucrado en la toma de decisiones porque mi opinión es que soy muy capaz de tomar buenas decisiones para el presente y futuro de la banda.
Cuando tomamos decisiones como banda estamos tomando decisiones para los fans de la banda y las personas que se han identificado con esta banda durante décadas. Pienso que esas personas, como tu y como todos los fans que hay ahí fuera, deberían tener su voz dentro de la banda. La banda tendría que tomar las mejores decisiones para sus fans y ellos deben poder tener su voz porque su opinión es importante.
Cuando Glenn se retiró de la banda la pregunta era ‘¿qué querrán ver los fans de la banda ahora que Glenn ya no puede tocar en directo?’. Si le preguntas a cualquier fan qué es lo que querría haber visto, la respuesta es evidente. Yo no creo que mi vuelta a la banda fuera siquiera considerada por ellos. La decisión se tomó sin tener en consideración los intereses de los fans. Eso es lo que pienso. Por eso considero que, como mínimo, me tendrían que haber preguntado. Podría haber dicho que sí, podría haber dicho que no. Pero deberían haber preguntado. Los fans nunca sabrán cuál habría sido mi respuesta porque nunca me preguntaron y nunca fue una opción preguntarme. Glenn, por lo que tengo entendido, se sustituyó a si mismo en treinta segundos. No tuvo consideración con lo que habrían preferido los fans.
¿Podrías quedar fuera de Judas Priest Music a nivel empresarial si el resto de miembros de la ‘junta directiva’ vota por echarte? ¿Es eso una posibilidad?
Realmente no. Entiendo que ese es uno de los motivos y me enfada mucho. Judas Priest fue mi creación y el trabajo de toda mi vida y siento que, de algún modo, he sido apartado de la banda porque emocionalmente no podía continuar en ella. Había muchas cosas pasando con las que no estaba contento y pienso que la banda no estaba tocando bien en directo.
Glenn nunca fue un alcohólico ni nada por el estilo, pero estaba bebiendo cervezas antes de salir al escenario y entre canciones. Eso hacía que se ralentizara tocando y moviéndose por el escenario. Luego teníamos a Rob mirando el teleprompter todo el tiempo y eso me ponía muy nervioso. Si alguien bebe antes de coger un coche no esperas que conduzca bien. Pues si alguien bebe antes de tocar la guitarra sucede lo mismo. No es fácil estar en ese escenario, Sergi. Es un lugar peligroso y puede pasar cualquier cosa. Pueden haber problemas técnicos, pueden haber accidentes en el escenario y pueden pasar cosas como lo que le pasó a Dimebag Darrell. Además de tocar música tienes que estar centrado y tienes que hacer una gran interpretación para los fans.
Esa es una de las cosas. La cosa es que cuando me fui de la banda me habían pedido que comenzase a componer canciones para un EP de Judas Priest y eso era una idea con la que no estaba nada de acuerdo. Judas Priest no hacen EP’s, hacen discos. Comencé a sentir que mi capacidad de decidir dentro de la banda estaba siendo limitada y eso me estaba haciendo sentir mal. No me gustaba sentir que estaba teniendo que responder ante unos jefes, como si tuviese un trabajo de 9 a 5. Llegó un punto en el que no podía seguir. No íbamos a ir a mejor y no ha ido a mejor. Si no me hubiese ido, los problemas que teníamos habrían seguido y habrían ido a peor.
Cuando era un niño, pasaron muchas cosas en mi casa y no me sentía cómodo en ella. No quería, a la edad de cincuenta y muchos años, verme en la misma situación en la que me veía de niño. Por eso me fui de la banda y por eso me quité de en medio. Quizá fue una decisión impulsiva pero, en ese momento de mi vida, sentí que era lo mejor que podía hacer para seguir adelante.
“No quería tener cincuenta y tantos años y estar en una banda en la que no me sentía cómodo”
¿Ves a tus ex compañeros de Judas Priest cuando hay alguna reunión sobre asuntos de la banda o envías a tu abogado o representante legal?
No. No me dejan estar involucrado en nada, lo cual no es bueno. No es una buena situación. Esencialmente me fui de la banda porque no podía seguir trabajando con Glenn Tipton y Jayne Andrews, de nuestra oficina. Ellos tienen una especie de relación extracurricular y sentí que las decisiones no las estábamos tomando Judas Priest, sino ellos dos. Creo que el resto de miembros se sentían de una manera similar, creo que compartían una frustración similar, porque habíamos hablado de ello en muchas ocasiones previamente. Por eso, cuando Glenn se retiró me sorprendió mucho que Ian Hill o Rob comenzasen a decir lo que dijeron en la prensa y también que tuviesen tan poca consideración por lo que deseaban los fans de la banda.
Respeto mucho a mis ex-compañeros de banda y les deseo lo mejor en el futuro. Creamos algo muy importante juntos y vivimos una vida juntos. Hemos dejado un legado musical muy grande. Estoy contento de explicarle a la gente la situación pero no pretendo negar lo evidente: que Judas Priest han sido una banda muy exitosa a lo largo de varias décadas. Todo tiene que llegar a su final, pero Judas Priest han durado mucho más que la mayoría de bandas del mundo. Nos ha ido todo excepcionalmente bien y he de estar agradecido por ello.
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