Cuando John Petrucci anunció la salida de su primer disco en solitario en quince años, ‘Terminal Velocity’, el mundo del prog y de la guitarra eléctrica acogió con entusiasmo la noticia. Seamos realistas, Petrucci es uno de los guitarristas más agraciados técnica y compositivamente de los últimos 30 años.

Aunque Dream Theater no te acaben de gustar, podrás apreciar el valor intrínseco de Petrucci como instrumentista de altura. Si los setenta tuvieron a Jimmy Page y Eddie Van Halen, los ochenta tuvieron a Steve Vai y Randy Rhoads, los ’90 y el nuevo milenio han sido territorio de John Petrucci. Su influencia en toda una generación de guitarristas neonatos es innegable, algo especialmente inherente al hecho de que el metal progresivo de Dream Theater haya ido impregnando muchas de las formas actuales de entender el rock duro y el heavy metal.

Así pues, Petrucci ha ayudado a formar el estilo y la técnica de multitud de guitarristas, probablemente muchos más de los que jamás lo admitirán. En pleno punto álgido de la carrera de Dream Theater, cuando las salas pasaron a ser arenas, ‘Suspended Animation’ apareció en 2005 y fue un disco que sirvió para que el guitarrista neoyorkino organizase algunas ideas que solía emplear en los directos del proyecto G3 y se diese un paseo para refrescarse tras diecisiete años al frente de su banda principal componiendo, ejecutando y produciendo la gran mayoría de los discos junto al batería Mike Portnoy.

Canciones como “Glasgow Kiss” o “Jaws Of Life” se convirtieron en clásicos menores que luego Petrucci explotaría durante una subsiguiente gira del G3 junto a Joe Satriani y Steve Vai. Pero la maquinaria de Dream Theater marcaba los tiempos y Petrucci no ha vuelto a grabar un nuevo trabajo en solitario hasta que el confinamiento y un repentino cambio de agenda le han abierto una ventana de oportunidad para hacerlo. 

“Dream Theater finalizaron su gira europea a finales de febrero con dos noches en Londres que fueron grabadas para un futuro DVD que vamos a editar”, explica Petrucci en una entrevista en directo a través de Instagram. “Tras eso, el plan era parar unos meses y seguir girando en primavera en Asia y Australia. Mi idea era comenzar a planificar mi disco en solitario a finales de marzo, pero los planes cambiaron drásticamente y tuve que replantearlo todo, evidentemente”.

Petrucci está sonriente a apenas unos días de que salga un disco que los fans de la guitarra eléctrica pasaran meses escuchando, analizando y haciendo covers en YouTube. El mundo puede estar yéndose al cuerno que la productividad de Petrucci no sufre. Pese a que no todas las ideas fueron originales de este período, algo más de la mitad del disco sí que lo fue. “No todas han sido canciones compuestas ahora” explica el músico.

“Cinco de ellas son nuevas. Cuatro son antiguas. El tema ‘Gemini’ es una composición que solía usar en mis clinics de guitarra a mediados de los ’90. Esa pista era una de las que usaba como base de acompañamiento para tocar en los clinics y nunca la grabé en condiciones. Tengo varias composiciones como esas pero ‘Gemini’ seguía gustándome con el paso de los años. De hecho, aparece en un pequeño clip del video instructivo que hice en 1995 pero nunca la grabé completa. Esta vez si que lo he hecho. ‘Happy Song’ y “Glassy-Eyed Zombies” son canciones interpreté en el G3 hace unos años y en mi guitar camp. La gente las había escuchado antes pero nunca las había grabado en condiciones, por así decirlo. “The Way Things Fall” es otra canción de esa época que nunca grabé. Las otras cinco canciones las compuse y grabé en marzo para este disco”, detalla.

Portoy-Petrucci: crónica de un regreso anunciado

Para ‘Terminal Velocity’, Petrucci ha vuelto a contar con un formato de trio como en su primer trabajo de 2005. Dave LaRue se ha encargado del bajo pero, sorprendentemente, el puesto de batería ha ido para un viejo conocido y, parece ser, amigo: Mike Portnoy. La foto que publicaron juntos hace un año casi rompe Internet diez años después de la agria salida de Portnoy para unirse a Avenged Sevenfold -algo que duró tan solo unos meses y que terminaría con el batería tocando en multitud de proyectos y bandas como siempre había hecho- pero más.

Mike Portnoy John Petrucci

“Dave hizo el primer disco conmigo hace quince años y hemos hecho muchas giras juntos desde entonces”, dice Petrucci loando a la formación que le ha acompañado. “Lo del disco se comenzó a convertir en una broma que me iba repitiendo de vez en cuando pero siempre le dije a Dave que contaría con él llegado el momento. Ha hecho un trabajo espléndido. Cuando Mike Portnoy estaba en Dream Theater, la formación que empleábamos en el G3 era justo esa, la de Dave, Mike y yo. Hemos tocado juntos unas cuantas veces y sabía que sonaríamos bien. En algún momento de la composición Mike se ofreció y me dijo ‘si necesitas ayuda…’. No lo pensé y acepté su oferta. Eso nos acercó de nuevo. Y aquí estamos. Eso nos sirvió para reunir el espíritu que tuvimos la primera vez que giré en solitario con el G3: Dave, Mike y yo”.

Aunque la salida de Portnoy de Dream Theater no fue especialmente violenta, si que fue agria emocionalmente. La subsiguiente entrada del extraordinario batería Mike Mangini le dio a la banda un chute de energía que necesitaba desesperadamente tras muchos años con la misma formación y un Portnoy expansivo profesionalmente cuya necesidad imperante de un descanso de varios años con Dream Theater enturbió la relación con el resto de la banda. Pero tal y como asegura Petrucci, él y Portnoy nunca dejaron de ser amigos.

“Asumo que mucha gente lo sabe pero no todo el mundo sabe el dato”, previene el guitarra “pero nuestras familias han tenido una relación de amistad desde hace muchos años y eso nunca se paró pese a la salida de Mike de Dream Theater. Nuestras esposas estaban en la misma banda (Meanstreak) hace años, nuestro hijos crecieron juntos y son amigos… nunca hemos dejado de lado el contacto. Lo que pasa es que a medida que han ido pasando los años nos hemos vuelto a juntar más, en vacaciones y cosas así. Siempre de manera social, no musical.

Evidentemente, que Mike toque la batería en mi disco supone lo primero que Mike y yo hemos hecho juntos desde que dejó Dream Theater hace diez años. En este disco compuse todas las guitarras, programé las baterías y toqué el bajo”, prosigue Petrucci. “Luego se lo envié todo a Mike y Dave para que se aprendieran las partes y grabasen remotamente. Al final Mike vino a mi estudio y grabó la batería conmigo. Desafortunadamente no tocamos juntos, sino que él tocó con mis pistas ya grabadas, pero el hecho de que estuviésemos trabajando en el estudio y nos pudiésemos comunicar le dio mucha vida a las canciones e hizo que sonase mucho más vivo. Suena como un trio que está tocando en directo, todos juntos”.

Dream Theater Madrid

Dream Theater (Foto: Javier Bragado)

Aunque había una amistad y un contacto social que iba más allá del compromiso, lo cierto es que Petrucci y Portnoy no habían vuelto a tocar juntos en todo este tiempo, siquiera de manera privada o por diversión. “Esta fue la primera vez que hicimos música juntos desde 2010”, dice el guitarrista. “Claro que tiene un valor nostálgico y claro que la gente lo percibe. Nadie puede negar que Mike y yo funcionamos muy bien como unidad musical. Nos conocimos cuando íbamos a la universidad, a los 18 años, y tocamos juntos en una banda durante veinticinco años. Hay algo, una magia, como lo quieras llamar, que solo tenemos nosotros.

Aunque yo compuse la música y el tocase la batería, él sabe de donde vengo a nivel musical, sabe cómo desarrollo mis ideas y es capaz de darle su propia vibración a mis ideas. Creo que mola mucho. Pienso que no es nostálgico solo para los fans, sino para mí también. Tenerle en el disco ha sido muy positivo. El álbum tiene de todo, desde metal a jazz pasando por latin o shuffle y Mike puede tocar todos esos estilos sin problema, de manera natural y enérgica. El toque familiar es algo que hará a la gente feliz, que me hace feliz y que hace feliz a Mike, sin duda. Al final, estoy muy contento y agradecido de que dijese que sí cuando le pregunté si quería hacerlo”.

Pero la reunión con Portnoy ha abierto una caja de Pandora: la de si el batería podría volver en un futuro a corto o medio plazo a la que fue su banda tanto como de Petrucci. Si bien Dream Theater han sacado grandes discos en tiempos recientes como ‘A Dramatic Turn Of Events’ o el más reciente ‘Distance Over Time’, había una magia en discos como ‘Metropolis Pt 2: Scenes From A Memory’ o ‘Awake’ que difícilmente ha vuelto a repetirse. ¿Consideraría Petrucci una reunión eventual para un concierto o una gira? “Entiendo por qué la gente piensa eso”, dice con cierta resignación.

“Una de las preocupaciones que tenía a la hora de trabajar con Mike Portnoy era justamente esa: que la gente no recibiese el mensaje que no es. Mike Mangini ha sido el batería de Dream Theater durante diez años ya y ¿cuántos discos hemos hecho juntos? Hemos hecho mucha música juntos, hemos girado mucho. No quería que la gente entendiese las cosas mal: que trabaje con Portnoy no quiere decir que vaya a volver a la banda. Siendo egoísta, para mí es genial: puedo tocar con dos de los mejores baterías del mundo, tanto en Dream Theater como en mi disco en solitario. Es maravilloso.

Dream Theater (Foto: José Antonio Fernández)

Creo que es importante que todo el mundo entienda que, por respeto a los dos baterías, no hay intenciones ocultas tras esto. Para mí ha sido muy bonito poder tener a Portnoy en mi disco en solitario y eso es todo. Sabía que esto sucedería, de todos modos. Por eso solo me queda ser lo más transparente posible con el asunto y que la gente no tenga la idea que no es. No quiero causar dramas o malentendidos. Todo esto es positivo: he hecho un disco tras quince años y mi amigo ha tocado conmigo por primera vez en diez años” remacha. 

Pese al contexto actual, Petrucci no descarta la posibildad de sacar el proyecto a la carretera si las condiciones son mejores que las actuales. “Nunca se sabe. No sabemos que va a pasar con las giras y todas las bandas del planeta estamos en una situación similar. Cuando las cosas vuelvan a cierta normalidad, la atención va a estar focalizada en Dream Theater obviamente pero si surge la oportunidad de hacer un G3 o shows en solitario me gustaría llevar esta música al directo. Ahora que tengo dos discos en solitario puedo ir alternando canciones, que llevo quince años tocando las mismas canciones”, se ríe.

Un futuro con incertidumbre

El confinamiento le ha llevado a componer un disco en solitario y darle forma, pero también para ir sentando las bases del próximo trabajo de su banda madre. “Tenemos muchas cosas en marcha este año”, avisa. “Todo el mundo intenta mantenerse creativo. Nuestra agenda ha cambiado, porque habríamos girado durante primavera y verano y descansado en otoño e invierno. Ahora estamos yendo al estudio porque nadie quiere quedarse sentado viendo la vida pasar. Somos músicos, somos personas creativas y vamos a hacer música. Lo que ha pasado es que nuestra agenda se ha invertido, por así decirlo”. 

El streaming ¿ha sido la panacea que se decía que iba a ser durante el encierro de los últimos meses? Petrucci no lo tiene claro. “Siendo realista, tengo más acceso a los números de mi propio disco en solitario que a los de Dream Theater, porque mi disco lo edito yo mismo y lo distribuyo con The Orchard”, detalla. “Tengo más acceso directo a las herramientas y he visto que los números han subido, eso lo tengo claro. En el mundo de Dream Theater debe haber pasado algo similar pero no tengo acceso directo a esas cifras. Además, nosotros no hemos hecho ningún evento de directo en streaming, aunque quizá lo hagamos dependiendo de lo que dure este parón.

Dream Theater (Foto: Oscar Gil)

Hay mucha gente que, al no poder disfrutar de la música en directo, intenta conectar con los artistas de una manera distinta. Los recientes comentarios del CEO de Spotify, Daniel Ek, diciéndole a los artistas que quizá no es viable que sigan editando un disco cada tres años levantó ampollas entre multitud de creadores. Los mensajes, mayoritáriamente negativos, tienen una lectura distinta para el guitarrista de Dream Theater. “Hay muchos pensamientos al respecto. En lo que respecta a que la gente pase tiempo escuchando música… bueno, de eso iba ‘The Astonishing’ para mí: sobre la desaparición de la música, sobre lo horrible que será que la música ya no fuese parte de nuestras vidas. Eso era parte de un concepto, una historia, más amplia.

En lo que respecta a Dream Theater y a la comunidad de fans de la banda, la gente sigue consumiendo la música de la misma manera que a nosotros nos parece adecuada. Los fans de la banda están más inclinados a comprar ediciones físicas de LP o CD para disfrutar mirando el artwork y las letras, lo cual me parece alucinante. En lo que respecta a las otras plataformas, conviene no engañarse respecto a lo que son. Apple Music, Spotify y demás están cambiando la manera en que la gente digiere la música, pero son tan solo parte de un pastel más grande y una herramienta más que tenemos disponible para hacer llegar nuestra música y mensaje a la gente. Cuando nosotros empezamos no existía nada de esto y era muy difícil que tu música llegase a la gente”, rememora.

“Teníamos que enviar cintas de cassette por correo, no te olvides. Si lo miras a nivel global, el streaming empodera a los artistas independientes para que su música pueda llegar al público y tener una carrera en este mundillo. Pero has de ser listo y entender lo que es cada cosa: la recaudación del streaming es la que es y no puedes engañarte. Como te decía, creo que Dream Theater estamos contentos con que nuestros fans compren el producto y nos apoyen. El streaming es una manera conveniente y fácil de llegar al contenido cuando te apetece y ojalá hubiésemos tenido herramientas como esas hace muchos años. Como músico has de tener perspectiva y entender para qué sirve cada cosa. Si escuchas el ruido de todo el mundo, que si el CEO dice esto o lo otro, te puedes volver loco”.

Dream Theater Madrid

Dream Theater (Foto: Javier Bragado)

¿De qué modo condicionan los hábitos actuales de consumo de música a un Petrucci que ha visto como todo cambiaba en los últimos treinta años? Muchos artistas han pasado a editar EPs porque los ratios de abandono en Spotify comienzan a partir de la tercera canción. Otros hacen canciones de una duración más adaptada a la capacidad de atención del público. Pero Dream Theater son un animal muy distinto, donde no hay límites. ¿O los hay? “Es difícil describir un proceso creativo pero normalmente todo empieza con una semilla de inspiración que, a medida que la vas desarrollando, te dice por si misma si debe ser más largo o más corto”, explica el neoyorkino.

“No somos artistas de pop, nunca lo hemos sido y nunca nos hemos preocupado por hacer canciones fácilmente digeribles. Hay gente que lo hace y lo hace muy bien, pero cuando compongo un tema instrumental o un tema épico de Dream Theater no puedo pensar en si la gente se va a aburrir o si no tienen la retentiva suficiente para asumirlo. Lo único que podemos hacer como compositores es hacer las cosas lo más interesantes que sea posible para nosotros mismos. Si no nos aburrimos a nosotros mismos y no queremos saltar de canción posiblemente la gente tampoco querrá. El feedback que estoy recibiendo de mi disco en solitario es justamente que la gente se engancha, que las canciones les llaman la atención. Eso es muy complicado de conseguir con un disco en solitario instrumental de guitarra”. 

Sergi Ramos