Aunque sea más conocido por ser la voz de los gigantes del progresivo Dream Theater, el versátil vocalista canadiense es también célebre por su carrera en solitario, que si bien llevaba algún tiempo sin culminar en un lanzamiento de estudio, ha roto su sequía con un ‘Beautiful Shade Of Grey’, que no podría sonar más diferente a lo que tiene acostumbrado a sus fans.

Le llamamos al sótano que usa a las veces de estudio para comentar todos los detalles de este nuevo capítulo en su aventura en solitario, pero también para hablar sobre el reciente Grammy de Dream Theater, sus peculiaridades personales como músico y sobre su reconciliación con Mike Portnoy.

Un músico con muchas facetas

¿Escribirás más canciones como “Viper King”? Realmente suena muy fresco y excitante, muy poco en la línea de tu discografía, que por lo general opta por tonalidades más oscuras. 

Bueno, la influencia, en este caso, la encontraríamos en el Dodge Viper, que es un modelo de coche que me fascina. Los coches con diseños guapos y poderosos siempre han gustado. Cuando empecé a escuchar las primeras demos de este tema, lo primero que me imaginé fue a mí mismo conduciendo un coche del estilo y simplemente poniendo música a toda hostia -concretamente esta canción-. 

Dream Theater (Foto: Ignacio Sánchez-Suárez)

Por lo general es lo que dices, suelo escribir sobre temas más serios y melancólicos, pero creo que como seres humanos somos muy complejos y en nuestro interior hay espacio para todo. En este álbum quería escribir sobre cosas más ligeras, como ha ocurrido también en “Supernova Girl”, que al final no habla de otra cosa que de conocer a una chica que te encanta y te vuelve loco.  

También hay espacio para la seriedad, como en “Devil In Drag”. De esta canción de hecho me hace mucha gracia cómo ha habido mucha gente que se ha roto la cabeza tratando de buscarle un significado muy profundo y apocalíptico cuando en realidad era simplemente eso: ¿qué pasaría si el diablo apareciera y fuera vestido como un drag queen? Lo que quería decir, es que esta clase de demonio realmente representa los rasgos de una personalidad que vuelven a uno narcisista y egoísta. 

El tema del álbum es más bien un mensaje del tipo: “tómate la vida menos en serio, y si alguien guay entra en tu vida, abandona tus prejuicios y trata de disfrutar un poco del momento”. 

¿No te resulta difícil pasar del intelectualismo grandilocuente de Dream Theater a escribir algo un poco más ameno para el hombre de a pie? 

En absoluto. ¿Sabes por qué? Porque así le puedo mostrar a todo el mundo que hay muchas capas en mí como artista y como vocalista. Por lo tanto, cuando escribo alguna cosa con Dream Theater no busco que sean serias necesariamente pero sí que se alinean en ciertas temáticas. En ambos casos el orden es el mismo: primero está la música, luego hago la melodía vocal y finalmente es cuando aparece la letra. 

Dream Theater Madrid

Dream Theater (Foto: Javier Bragado)

Es la melodía lo que me traslada a uno u otro lugar. Si no logras encajar la letra con lo que transmites, la canción no tiene sentido. Por eso creo que ‘Beautiful Shade Of Grey’ es mi pequeño homenaje a esta época dorada del rock, a Deep Purple, Led Zeppelin y Queen. Son bandas que me han influido e inspirado y quería hacer un disco que estuviera acústicamente basado en todas estos artista. 

¿Qué cantidad de influencia creativa ejerces sobre el aspecto más musical e instrumental de tu trabajo en solitario? 

Muchas veces todo comienza cuando aporto ideas con la guitarra o simplemente melodías con la voz. Entonces suelo mandárselo a Paul, que complementa todo lo que le paso con un montón de riffs e ideas varias para la instrumentalización. A partir de ahí la canción cobra vida propia y nos dejamos llevar un poco por nuestras influencias y por cómo queremos que suene la canción.

No me gusta usar esta analogía, pero es como pintar un cuadro. Es algo que se va manifestando poco a poco y que no sabes apreciar hasta que el producto final está terminado. 

Respecto a tu pregunta, sí, le doy a mis músicos toda la libertad compositiva que quieran más que nada porque sino todo este proceso compositivo que te he explicado no tendría sentido. Con Matt Guillory también he trabajado así. Siempre ha sido un proceso alimentado por la libertad de expresión en la que todo el mundo escucha las ideas de todo el mundo. No creo que a ningún artista le guste trabajar con alguien que le diga lo que puede o no puede hacer.

¿En Dream Theater se suelen dictar qué efectos o que compresión se aplica en tu voz? En ‘Beautiful Shade Of Grey’ suenas mucho más claro con una sensación mucho más hard rockera. 

Es algo que me sale muy natural. Si voy a cantar una canción siempre sé cómo quiero sonar. Haga con quien haga la voz para una banda, sé que esperar de mí. En Dream Theater somos cinco tíos y las canciones son muy complejas y basadas principalmente en las secciones instrumentales. Hay canciones en las que la voz puede pasar a un segundo plano ya que existe este bloque musical que lo arrasa todo mientras que en solitario si que es verdad que la voz toma un rol mucho más importante. 

Independientemente de los músicos con los que colabore o el lugar en el que quiera centrar la atención, cuando estoy en solitario la atención siempre estará puesta principalmente en mi voz, mientras que en Dream Theater al final el esfuerzo grupal es más grande. 

Mucha gente se me ha acercado y me ha dicho justo esto, que mi voz en solitario es fantástica y que las producciones de Dream Theater deberían sonar así, pero la verdad creo que son proyectos muy diferentes. En solitario hay cosas que se pueden apreciar mejor, cierto, pero creo que se tratan de dos bestias totalmente distintas. Igualmente, considero que los músicos con los que trabajo también lo enfocan todo de forma muy distinta, y al final del día la forma que tienen de encarar sus composiciones es tan determinante para el producto final como mi voz. 

Muchos se preguntan cómo es que Matt Guillory no ha colaborado contigo esta vez. ¿A qué se ha debido este cambio? 

Sencillamente me apetecía hacer algo distinto. Matt y yo hemos hecho un montón de música extraordinaria juntos y no me cabe ninguna duda de que volveremos a trabajar, pero en ese sentido me apetecía salir de mi zona de confort. Entiendo que haya muchos que le van a echar de menos, y es genial, ¡echadle de menos! El punto está en que hay aspectos de su música que funcionan bien para algunas cosas y otros que son mejores en el momento indicado. 

Dream Theater (Foto: Ignacio Sánchez-Suárez)

En ‘Beautiful Shade Of Grey’ he querido hacer algo totalmente nuevo para profundizar en mis otras facetas y capas como artista. En ese sentido Paul Logue ha aportado un aspecto más clásico que casa a la perfección con lo que quería conseguir y no creo que haya nadie mejor que él para esta aventura. Todo el mundo en este álbum es fantástico, así que no creo que haya nadie que lo haya podido hacer mejor. 

Justamente el batería ha sido tu hijo Chance. ¿Cómo ha sido trabajar con él en este álbum? 

Es un gran músico. Fue increíble porqué él se sentaba y decía: “Venga papá, ¿por qué no pruebas de cantar como haces en “As I Am” o en “Count Of Tuscany”?”. Siempre es un pequeño rebelde (risas). Luego cuando le tocaba grabar me pedía que me largara. Decía que si yo estaba por ahí mientras tocaba le iba a distraer. Pese a todo, yo también le he estado dando feedback en su forma de tocar, aunque solo directrices sin explicarle explícitamente lo que debía hacer o no.

Ha habido muy pocas veces en las que nos hayamos sentido un poco desubicados y por lo general hemos trabajado como dos músicos que solo comparten la música. Y la verdad es que la experiencia ha sido bastante única e irrepetible. 

¿Cómo es que has tardado tanto tiempo en sacar nuevo material en solitario? 

La vida. Dream Theater siempre será la prioridad puesto que es una banda muy grande que da muchísimo trabajo. Nos pasamos mucho tiempo en este ciclo de escribir, grabar, girar un año, tener unas vacaciones, etc. Además, Matt Guillory también ha estado bastante liado y llega un punto en el que has de ejercer como padre y como marido. 

La vida hace que cada vez tengas menos tiempo, sobre todo si tienes en cuenta que hay cosas que simplemente no puedes descuidar. Solo queda esperar que el futuro vuelva a darme un momento de paz que me permita seguir adelante con mis composiciones propias. 

Dream Theater Madrid

Dream Theater (Foto: Javier Bragado)

Ha habido muchos memes por esa vez que en Cameo hiciste una imitación del meme de Big Chungus. Siempre me ha dado curiosidad saber qué piensas de ello. 

Joder, ¿la gente aún se acuerda? (risas). Mucha gente no entiende que no hago estas cosas en Cameo por el dinero sino porque es otra forma de mantenerme cerca de los fans. Creo que soy un tío divertido y al que le gusta hacer el tonto de vez en cuando, y realmente es algo para lo que se necesita bastante coraje. 

Pero claro, de golpe un fan me pidió si podía hacer una imitación de Big Chungus y cuando busqué lo que era no entendía absolutamente nada (risas). Al parecer era una broma entre unos amigos o algo así, pero madre mía, al verlo no podía dejar de pensar que era horrible (risas). 

Nunca me ha gustado la gente que es como super seria, pero madre mía, este cameo me costó sacarlo adelante. Pese a todo, me siento orgulloso de haber hecho esta payasada; creo que así los fans pueden ver una faceta a la que no están acostumbrados. 

¿Antes de tu entrada en Dream Theater eras ya un confeso fan del progresivo o es algo que se desarrollo con tu entrada en la formación? 

¡Era un gigantesco fan del progresivo! Quiero decir, soy canadiense, ¡Rush es mi banda favorita de todos los tiempos! Todos sus discos son fenomenales. Más allá de eso me encantaban Pink Floyd, Queen o Deep Purple, que también tienen muchos elementos progresivos, aparte de bandas puramente progresivas como Yes o Genesis.  

Dream Theater (Foto: Elena Marco)

Recuerdo que cuando Dream Theater me llamaron, el que lo hizo fue Kevin Moore, que me pidió que me querían para tocar con ellos y probarme. Ellos me mandaron ‘When Day and Night Unite’, y me pareció que justamente tenía ese sonido muy influenciado por esas bandas que me encantaban. Aparte pude escuchar un poco de “Take The Time” y “Change Of Seasons” y desde entonces he tenido el honor de no ser solo un fan del progresivo, sino de aportar mi granito de arena al estilo. 

Un cantante en un grupo de Prog

Hace poco se han vuelto virales los vídeos de Maynard James Keenan haciendo gamberradas en las largas secciones instrumentales de los conciertos de Tool. Siempre hay esa broma de que los cantantes en grupos de prog tienden a aburrirse. ¿Qué haces tú en esos momentos? 

Sí, he visto algunos de los vídeos de Maynard haciendo el idiota en el backstage, y no me sorprende en absoluto, ¡está loco! O sea, en el buen sentido, pero está totalmente loco (risas). 

¿Qué hago yo? Pues bebo cerveza, me meto rayas, me lío un porro, ya sabes, cosa de rock star (risas). Nah, en realidad estoy haciendo cosas bastante aburridas. No cambio baquetas por dildos como hace Maynard, pero sí que trato de mantenerme activo. Estoy haciendo estiramientos, haciendo jumping jacks y otros ejercicios que me permitan mantener el nivel de energía sin que me enfríe. Algún día haré como Nicko McBrain en el tour del ‘Live After Death’ y me bañaré en una piscina para pasar el rato mientras el resto tocan. 

Recientemente Mike Portnoy acudió a uno de vuestros conciertos en un momento bastante emotivo. ¿Cómo fue la reconciliación? ¿Qué significó para ti? 

Pues mi manager me avisó de que Mike estaría en el concierto solo dos horas antes y que aparte de venir al show quería hablar conmigo y de algún modo abandonar para siempre nuestras diferencias. Claro, que te digan esto antes de salir a actuar es toda una locura, pero traté de concentrarme. 

Después del show, Mike vino al backstage, nos felicitó y, bueno, tuvimos una conversación muy larga sobre nosotros. Todo terminó muy bien, con un abrazo y buenos deseos. Te diré una cosa: la vida es demasiado corta como para mantener vivas estas rencillas que al final solo te intoxican. De hecho, cuando ganamos el Grammy me escribió para felicitarme, lo que de por sí ya dice lo buen tipo que es. Es fantástico todo haya quedado atrás, y hoy por hoy soy feliz por poder decir que es mi amigo. 

Uno de los mejores momentos de los Grammy fue cuando Dream Theater ganó el premio por “The Alien”. Por lo general, es un premio muy despreciado por la comunidad musical, por lo que pilló por sorpresa a propios y extraños que un grupo tan técnico como el vuestro lo ganara. ¿Cuál fue la reacción de la banda? 

Ya nos habían nominado dos veces antes, así que supongo que, simplemente, a la tercera va la vencida. Para mí creo que simplemente fue la consecuencia de estar en la escena por tantos años, y que de algún modo era inevitable que nos dieran algún reconocimiento. Es gracioso porque la primera vez que nos nominaron perdimos contra Foo Fighters y al terminar la ceremonia Dave Grohl nos vino a decir que le parecía muy injusto que hubiéramos perdido. 

Puede que los Grammys estén comenzando a ver la música como un todo, y que poco a poco vayan apreciando aspectos como la musicalidad o la estructura de las canciones, lo que para mí es fenomenal. También debo decir que la competencia era feroz; era muy dura: Deftones, Mastodon, Rob Zombie… Ganar fue todo un orgullo.

Marc Fernández