Imperial Triumphant: Incomprensible para unos, celestial para otros
La música de Imperial Triumphant ha pasado por una gran transformación desde su nacimiento a mediados de la pasada década hasta ahora, a nada de la publicación de ‘Alphaville’. Zachary Ilya Ezrin, frontman y miembro fundador de la banda, repasa algunos de los conceptos sobre los que se rige la formación y cómo traspasa la esencia neoyorquina a sus composiciones.
Imperial Triumphant es una de las nuevas bandas que representan, con su música, la diversidad y personalidad de la Gran Manzana. Parece que el trío de avant-garde metal no se concede ni un minuto de descanso al crear, de nuevo, otro disco de melodías singulares adornadas con todo tipo de detalles que no dejan al oyente indiferente.
¿De dónde sacasteis la idea de llevar estos fenomenales atuendos?
Queríamos representar estéticamente nuestro sonido, de modo que, cuando saliéramos en el escenario, la presentación entre lo visual y el audio estuviera en perfecta sintonía.
¿Qué significado tienen?
A parte de la estética en sí, están basados en varios símbolos de Nueva York. También hay referencias de películas antiguas sobre nuestra ciudad natal en las máscaras.
¿Podrías contar algún argumento a favor y en contra de llevar máscaras?
Ir enmascarado conlleva múltiples inconvenientes: Te impide comunicarte con tus compañeros durante el concierto, tampoco puedes hidratarte como es debido hasta el final de la actuación, una vez ya no estás en escena, por no hablar del calor sofocante que se siente al estar bajo los focos. A favor… Que nunca tienes que preocuparte por estar presentable, físicamente hablando, y tampoco tienes que expresar con gestos lo que quieres transmitir. Basta con plantarse en el escenario y automáticamente uno se ve intimidante y amenazador. Imagina que actuáramos en camiseta y vaqueros… El resultado sería muy diferente. Llevar máscara facilita algunas cosas, pero complica otras.
«Llevar máscara facilita algunas cosas, pero complica otras».
Hablemos sobre vuestro nuevo disco, ‘Alphaville’, que saldrá el 31 de julio. ¿En qué se diferencia de lo que habéis hecho hasta ahora?
Nos negamos a reciclar álbumes, queremos que cada lanzamiento sea único. ‘Alphaville’ es la versión más refinada de nuestro sonido, pues poco a poco hemos empezado a conocernos a nosotros mismos, a forjar nuestro propio sonido. Al escuchar todos nuestros trabajos, se ve que las influencias de los primeros eran básicas y obvias, y que más adelante las fuimos transformando al darle un toque de nuestro carácter, hasta llegar al presente, con ‘Alphaville’. Ha sido un proceso largo pero sumamente satisfactorio.
Hace unas semanas publicasteis el video de “Swarming Opulence”. ¿Cuál es el mensaje de esa perturbadora historia?
“Swarming Opulence” es una canción sobre el verdadero Dios de Nueva York. Históricamente, la ciudad no ha sido particularmente religiosa ni el punto neurálgico de ninguna fe en concreto. Me di cuenta de que no hay ninguna creencia que predomine sobre las otras más que el auténtico Dios de la ciudad: el dinero, el oro, la riqueza. Es lo que todos veneran y se sacrifican por ello. El video retrata, a modo de alegoría, diferentes personajes y perspectivas, distintos caminos que siguen ese propósito, el de adorar el dinero. Tampoco diría que es una crítica, es simplemente una representación de cómo es la ciudad y de su funcionamiento. Una observación poética de la misma.
Es fascinante cómo fusionáis el jazz con el metal. ¿Cuándo os disteis cuenta de lo que era el avant-garde metal y de que esa mezcla de estilos regiría vuestra trayectoria?
No tomamos esta decisión de manera consciente sino que, simplemente, surgió de manera natural. Todos nosotros éramos músicos de jazz, impartíamos clases y dábamos conciertos en hoteles y restaurantes de la ciudad. Mientras intentábamos tocar y cantar canciones sobre la ciudad pensamos que no tendría sentido que un género como el jazz, tan arraigado en Nueva York, no estuviera presente en esta mezcla. Forma parte de nosotros.
Desde mi punto de vista, hay bandas que han intentado hacer algo similar pero se han quedado en el intento, en el sentido que incluyen este tipo de referencias en una canción y enseguida están de vuelta al black metal, sin más. Nunca ha existido, que yo sepa, nadie que fusione estos estilos como lo hace Imperial Triumphant.
No pasa mucho tiempo sin que Imperial Triumphant saque nuevo material. ¿Cómo os las arregláis para componer y grabar mientras estáis de gira? Últimamente no habéis parado.
No paramos, siempre estamos inspirados. Es decir, si uno se queda sin inspiración, es tan sencillo como salir al exterior y aprender cosas nuevas, echar un vistazo a lo que nos rodea, leer un libro o ver una película. Cualquier cosa puede llevarte al terreno de las ideas. Vivimos en Nueva York y la ciudad es una fuente enorme y constante de inspiración para nosotros. Por ejemplo, tratamos de visitar diferentes zonas y, personalmente, tener diferentes enfoques de la ciudad hace que despierten nuevas ideas en mí.
A menudo subís dibujos de los fans a vuestra cuenta de Instagram. ¿Es importante, para vosotros, estar cerca de vuestros fieles?
¡Importantísimo! La idea de ignorar a los fans o de no interactuar con ellos está pasada de moda y, para mí, es totalmente innecesaria. Creo que es fundamental estar en contacto con los seguidores porque son los que pueden llevarte hasta donde quieres llegar, si es que aspiras a ser un músico profesional. Se trata de apreciarlos como ellos te aprecian a ti.
«es fundamental estar en contacto con los seguidores».
Hace poco tú mismo abriste una cuenta personal.
Lo hice precisamente por eso, para que puedan seguirme y experimentar, a través de la pantalla, mi mundo, una faceta más personal de mi mismo, más allá de mi papel en la banda.
Estáis creciendo bastante y en poco tiempo. ¿Cómo ha afectado la popularidad a vuestra vida diaria?
Pues últimamente no ha cambiado nada, por el confinamiento y todo eso. Pero bueno, aprecio mucho que a la gente le esté gustando nuestros álbumes y que los medios de comunicación nos tengan presentes.
En otoño visitasteis España con el tour de presentación de ‘Vile Luxury’. ¿Notáis alguna diferencia entre tocar en vuestro país y en el extranjero?
La diferencia es abismal. Ni mejor ni peor, me encantan las dos. Me gusta tocar en el extranjero, en Europa, por ejemplo, porque el continente está formado por muchos países, algunos de ellos muy pequeños, pero todos ellos tienen su propia cultura, idioma, cocina… Aunque también sucede algo parecido en Estados Unidos, porque a pesar de ser una sola nación, tiene muchas regiones que son muy diferentes entre ellas. Vamos, que no sabría con cual quedarme, es imposible elegir.
Cuéntanos alguna anécdota que os haya sucedido estando de gira.
A ver, deja que piense… Así, de repente, no se me ocurre nada que se pueda contar sin censura. Bueno, hay una historia de la última vez que tocamos en Bristol… Después del concierto queríamos ir a tomar algo, así que nos pusimos a buscar un bar o algún sitio donde pasar el rato, pero, no sé si es que la gente de Bristol se va a la cama muy temprano o que, pero todo estaba cerrado. El único local que seguía abierto era un bar gay y dijimos, “a la mierda, entramos aquí.” Había karaoke, un ambiente de fiesta total, todo muy colorido, había drag queens… Y luego estábamos nosotros, un squad de metaleros, con nuestras pintas, en medio de la fiesta. Fue muy divertido y relajado, nos lo pasamos muy bien.
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