Hace poco nos visitaron como teloneros en la gira de Obscura, pero es ahora cuando Fallujah presenta en sociedad su nueva creación, publicada de la mano de Nuclear Blast y que defenderán por vez primera en la gira estadounidense “Chaos of Carnage”, junto a bandas como Dying Fetus, Whitechapel y Revocation.

Han pasado tres años desde que Fallujah publicara su anterior álbum, pero en ese tiempo no han parado ni un segundo. Tras girar constantemente por todo el planeta, cambiar de vocalista y dar forma a nuevas canciones, el quinteto californiano presenta ahora “Undying Light”, su cuarto y más ambicioso trabajo de estudio hasta la fecha. Hablamos con el guitarrista Scott Carstair sobre el proceso creativo, los aspectos técnicos del nuevo álbum y el futuro de la banda.

Habéis afirmado que “Undying Light” marca el comienzo de una nueva era para la banda. ¿Cuál fue la principal diferencia en lo que respecta al proceso creativo, comparado con vuestros discos anteriores?

El proceso no ha cambiado demasiado, se refiere más al modo de entender el sonido, la mezcla de instrumentos y la forma de escribir música. Siempre seguimos el mismo proceso colectivo al componer, con el grupo muy implicado, pero yo mismo también paso mucho tiempo arreglando y organizando notas, con el fin de construir música que respire y otorgue a la voz un espacio propio donde poder brillar y encajar. Normalmente, me distancio de ordenadores, programas y ritmos de batería.

Fallujah Undying Light

Simplemente improviso durante varias horas y descifro las progresiones y los tempos que me gustaría utilizar. Trato de hilar progresiones que vayan construyendo un determinado ambiente y, a partir de ese momento, voy determinando los riffs y las diferentes partes. Así es como lo hemos solido hacer siempre. Lo que ha cambiado es el modo de dar personalidad al álbum. Hemos intentado que sea muy pesado y melancólico, tanto en el aspecto emocional como en el lírico, tratando de explorar esas sensaciones de diversas formas en cada una de las canciones.

Al trabajar en los nuevos temas, ¿tratas de buscar algún lugar especial, sea físico o mental, con el fin de hacer florecer tu inspiración y creatividad?

Definitivamente. No puedes fabricar emociones oscuras, debes sumergirte libremente en cierto estado mental. Necesito sentarme y construir la parte mientras la voy tocando, sentir que le estoy dando vida. No trato de completar un puzzle o finalizar una ecuación, sino de abrazar un ambiente determinado, el proceso inicial debe ser orgánico, no analítico. No escribo la canción en Guitar Pro u otros programas, sino que improviso junto a mis compañeros de banda, tratamos de crear un universo y, una vez que conseguimos eso, creo que la mayor parte de la canción ya está escrita. Simplemente, tratamos de no desviarnos en exceso del mensaje original que estábamos construyendo. Creo, además, que esto también se nota después en las actuaciones de directo, ya que las canciones no suenan como si estuvieran hechas por ordenador.

“No puedes fabricar emociones oscuras, debes sumergirte libremente en cierto estado mental”

Las guitarras y los bajos de este álbum fueron grabados bajo tu supervisión. ¿Queréis profundizar en esta dirección, o consideráis importante contar con alguien que aporte una visión externa sobre vuestra música?

Hacer todo por nuestra cuenta sería increíble, es una idea que siempre ha rondado mi cabeza. Pero es un salto realmente difícil de dar, especialmente cuando tienes a alguien verdaderamente talentoso a tu lado. Paso la mayor parte de mi tiempo aprendiendo cómo escribir música, teoría, acordes… también imparto clases de guitarra, grabo y mezclo a otras bandas. Pero hay gente que ha pasado décadas implicado en diferentes producciones, aprendiendo cómo trabajar con la música en procesos que, probablemente, me llevaría décadas refinar. ¿Por qué hacer todo por tu cuenta si puedes contar con alguien que ha dedicado toda su vida a ello?

Fallujah Bilbao

Fallujah (Foto: Itsaso Urkia)

Por ejemplo, cuando pienso en las baterías de la banda, me gusta contar con alguien que ha dedicado toda su vida a practicar con las baquetas, porque eso es lo que ama. Sucede lo mismo con la ingeniería musical. Puede que mucha gente no se dé cuenta, pero los ingenieros con los que trabajo son gente de mucho talento, gente que puede moldear y dar nuevas formas al sonido, capaz de hacer nuestra música clara pero a su vez pesada y de gran impacto. Esto me parece realmente impresionante, especialmente en nuestro estilo de música, al contar con tantos elementos y secciones diferentes. No nos interesa redirigir la banda hacia un sonido más digital, nos gusta que todos los amplificadores y la batería tengan un sonido de grabación real, de directo. Y conseguir eso requiere mucho tiempo del que actualmente no dispongo.

La mezcla y la masterización corrieron nuevamente a cargo del reputado ingeniero Mark Lewis. ¿De qué manera ha influido su participación en el resultado final?

Lo más destacable es su habilidad para comprender y hacer realidad lo que tenemos en mente. En “Dreamless”, el primer álbum que hicimos juntos, nuestro modo de grabar, arreglar e introducir efectos en las canciones le pilló por sorpresa, ya que él cuenta con una visión determinada del modo en que la música debería ser grabada. Pero en este disco ha entendido completamente nuestra visión y forma de trabajar, ha sido capaz de utilizar sus conocimientos sobre tono y grabación para llevarnos al siguiente nivel.

Hemos conseguido mantener ese gran muro de sonido que nos gusta crear para Fallujah, pero, a su vez, dar forma a algo más maduro en lo referente a la mezcla. Lewis sabe muy bien cómo sacar nuestra mejor interpretación y los mejores tonos de nuestros instrumentos. En lo que respecta a la batería, es el mejor sonido que nunca hemos conseguido. Las tomas, la sala empleada… además, hemos utilizado la caja Gretsch Bell Brass y un bombo de 20 pulgadas, ambos son elementos claves en discos clásicos de bandas como Rage Against the Machine, Metallica o Deftones. Puedes notarlo en la propia grabación y eso es fascinante.

“Undying Light” marca el debut de Antonio Palermo a las voces. ¿Cuál ha sido su principal aportación al álbum?

Creo que la mayor aportación es el carácter tan personal que posee su voz, fue capaz de expresar emoción a través de sus líneas vocales como nadie antes en esta banda. Ha sido capaz de dar cierta forma estética al concepto tan personal trabajado por el grupo en conjunto. Podría decirse que ha aportado un mayor grado de integridad a la música. Pero Palermo no solo es un gran intérprete, sino también una persona realmente increíble con la que trabajar y componer. Conoce Fallujah desde hace años, por lo que apenas ha necesitado transformar su entendimiento musical.

Su otra banda, Underling, también sigue un sonido similar, depresivo, cercano al post black metal, por lo que se ha integrado realmente bien a nuestro estilo. Además, al ser un nuevo miembro de la banda, está siempre activo, pensando en cómo mejorar su actuación, tratando de asegurarse de que sus líneas, letras y tonos son los mejores posibles. A fin de cuentas, hemos intentado llevar la banda en su conjunto al siguiente nivel y ver ese gran resultado a la hora de grabar las voces ha sido muy gratificante.

Por vez primera, la banda al completo ha construido las letras de forma colaborativa. ¿Ha servido esto para abrir nuevos horizontes creativos?

Nos gusta crear canciones que suenen genuinas, por tanto, intentamos que las letras también igualen esa autenticidad. Pensamos en vivencias y emociones personales, cosas que verdaderamente entendemos, con el fin de que las letras no sean algo que tengamos que fabricar desde la inexperiencia. Crecer, sufrir, morir… Palermo trató de poner esos conceptos sobre el papel de forma metafórica y contar historias a través de ellas.

Escribir pensando en una estética funciona realmente bien en Fallujah y, en esta ocasión, ha sido realmente enriquecedor, ya que hablábamos entre todos sobre cómo trasladar el concepto tanto a las letras como a la propia música, con el fin de que el conjunto sonara lo más cohesionado posible. De todos modos, el mayor mérito es del propio Palermo, el resto simplemente le hemos facilitado el contexto sobre el que construir la creación.

Llama la atención el repentino cierre al final de “Departure”, la última canción del disco. ¿De qué modo conecta esto con el concepto general de “Undying Light”?

No se trata necesariamente de un disco conceptual, ya que cada canción pretende transmitir su mensaje particular, pero es verdad que existe una temática que atraviesa todas las canciones. “Departure” habla sobre la partida, sobre abandonar una situación o un lugar, por lo que concebí una deconstrucción de la música que simbolizara el momento en el que mueres lentamente, ese momento en el que todo lo que te rodea comienza a desvanecerse, se convierte en una luz blanca y, finalmente, corta a oscuridad total. Puedes sentir eso mismo tanto en la letra como en la música de la canción, cómo los elementos sonoros se van lentamente deconstruyendo, derritiéndose hasta convertirse en un ruido blanco y pasar finalmente al silencio absoluto.

Fallujah Bilbao

Fallujah (Foto: Itsaso Urkia)

Insistís en la importancia de ser auténticos y desarrollar vuestra propia voz como banda, ¿existe una falta de originalidad entre las bandas de metal de hoy en día?

Creo que sería ignorante de mi parte decir sí rotundamente. Cada persona hace música por razones diferentes, la autenticidad no está en primera línea para todos. Hay bandas que tratan de juntar a grandes músicos, otras que tratan de hacer la música más loca que se haya escuchado nunca… cada cual tiene sus propios objetivos. Eso no quiere decir que no existan bandas que se sumen a una moda y utilicen elementos de la misma con el fin de ser parte de esa música. Pero estoy seguro que, por cada grupo sin originalidad, existe otro que está creando cosas realmente interesantes. Cada día me encuentro con nuevas bandas de mis alumnos, amigos… nunca he llegado a sentir que la cosa se haya estancado.

“Mucha gente se centra demasiado en el estilo de riffs en concreto y olvida la importancia de dar un sentimiento conjunto a la canción”

En vuestro caso, ¿tratáis intencionadamente de romper los patrones estándares?

No es que trate de evitar ciertos patrones, si la música me lo pide sigo adelanto con ello, siempre que no sea una mera copia. Pero sí, mayormente intentamos crear cosas frescas, asegurarnos de no estar escuchando progresiones y técnicas que hemos mamado durante décadas. En la música metal la batería resulta determinante, el mero estilo de sus golpes asociarán a tu banda con determinados géneros de metal, por lo que debes prestar atención al modo en el que presentas tu banda en sociedad, la estética sonora que estableces con los ritmos de batería y los riffs más estructurales. Es algo que solemos tener muy presente a la hora de componer, siempre tratamos de dar aire a la música, crear diferentes texturas a través de ella. Mucha gente se centra demasiado en el estilo de riffs en concreto y olvida la importancia de dar un sentimiento conjunto a la canción.

Han pasado 12 años desde la fundación de Fallujah. ¿De qué forma ha cambiado tu relación hacia la banda?

Siempre ha sido increíble contar con una plataforma donde poder expresar mi voz interpretativa, me ha servido para tener un objetivo como guitarrista y músico. Esa fue la principal razón por la que empecé a crear con 16 años, explorar diferentes formas de tocar la guitarra, música diversa, teoría… aprender para después aplicarlo a mi proyecto y mejorarlo. Pero la banda se ha convertido en algo más, en una excitante aventura que nos ha permitido girar por todo el planeta, poder conocer diferentes culturas y personas.

Esa sensación mágica de estar dentro de la música sigue ahí, pero cada vez es más grande, hay más gente involucrada y las expectativas también han cambiado. Personalmente, trato de mantener mi experiencia lo más pura posible, y evitar saturarme y ser pesimista sobre ciertas cosas. Una de las claves es, sin duda, estrechar los lazos con los compañeros de banda. Hemos crecido juntos, compartimos este viaje y lo estamos pasando realmente bien, seguimos compartiendo la pasión por esta música que tanto nos gusta. Todo es más fácil cuando las buenas cosas se suceden una tras otra. No todas las carreras son iguales, pero, en nuestro caso, está siendo una gran experiencia.

Mikel Yarza