John Norum ha vuelto a la actividad con un nuevo disco en solitario mientras Europe se prepara para un nuevo disco de estudio. Hablamos largo y tendido con uno de los guitarristas clave del hard rock melódico.

El guitarrista de Europe ha pasado por unos años que no han sido fáciles. Desde que editó su anterior disco en solitario, su vida ha dado un vuelco completo -de la traumática muerte de una esposa a rehacer su vida y convertirse en padre a la par que sigue girando por el mundo con Europe. Para hablar de su nuevo disco “Gone to Stay” y de la situación actual en Europe, nos ponemos en contacto con John Norum. 

Hace mucho tiempo que no editas un disco en solitario, concretamente hace doce años desde “Play Yard Blues”. Con todo lo sucedido en tu vida ¿Se te hacía cuesta arriba encontrar un momento que dedicar a tu carrera en solitario?

Europe, la banda, ha estado bastante ocupada girando. Justo antes de la pandemia teníamos dos meses de conciertos en Estados Unidos con Foreigner y un montón de festivales previstos y todo se tuvo que cancelar. Pensé “no quiero estar sentado sin hacer nada” y me puse a componer canciones para ir al estudio a grabar otro disco en solitario. He estado mucho tiempo trabajando con Europe y siendo padre, así que necesitaba hacer otras cosas. Tener hijos consume mucho tiempo: no es que sean bebés todavía pero tienes que estar ahí y papá tiene que estar en casa haciendo de papá. Lo disfruto, no me entiendas mal. 

El anterior disco surgió tras el gran trauma de la muerte de tu esposa y, evidentemente, las canciones quedaron informadas por esa circunstancia. ¿Ha sido más positivo el ciclo de preparación de este nuevo trabajo?

Ha sido una diferencia gigantesca. Cuando estaba en medio de la confección de “Play Yard Blues” mi mujer falleció y fue devastador. Fue un momento muy oscuro de mi vida. En ésta ocasión venía de un estado mental radicalmente distinto y la experiencia ha sido diferente. Lo hemos pasado muy bien en el estudio. Además, en éstos años he seguido trabajando con intensidad con Europe y eso me ha mantenido activo. Además, toco la guitarra cada día de mi vida, probando sonidos y amplificadores. Eso sí, la mayor parte del tiempo la dedico a ser un padre a tiempo completo. Son mi prioridad principal y me han hecho mucho más humilde y tranquilo. Soy una persona mucho más relajada. No estoy tan variable como solía estar en el pasado.

Cuando vuelves a casa y abrazas a tus hijos y te dicen “te quiero papi”…es el mejor sentimiento del mundo. Cuando grabé “Gone to Stay”, la experiencia de volver a casa del estudio era radicalmente distinta a la que tuve cuando grabé “Play Yard Blues”. 

Incluso en Europe estabas optando por territorios más bluesies en discos como “Bag of Bones”. “Gone to Stay” parece haber despertado de nuevo un enfoque más hard rockero en tu manera de tocar la guitarra.

Una buena canción es una buena canción y da igual el estilo de guitarra que le apliques. En la banda Europe las cosas son distintas y mantenemos una determinada fórmula pero en mi material en solitario intento hacer lo que me dicta la propia canción. Intento no limitarme en base a estilos concretos o fórmulas predeterminadas. 

A vueltas con Europe

Mucho de lo que escucho en “Gone to Stay” es lo que escucho en Europe también. Cuando la banda se reunió, fue un pequeño shock musical, al pasar del hard rock melódico clásico del grupo a un sonido más contemporáneo, algo que se atribuyó también a tus intereses de entonces como guitarrista. ¿Satisface Europe tus intereses como guitarrista?

Te diría que 50%. Algunas de las canciones que hago con Europe no las habría hecho en uno de mis discos en solitario, por ejemplo. Hay otras que si, que son fantásticas. En “Bag of Bones” hay grandes canciones. “Last Look at Eden”, como canción, es una de mis favoritas y creo que es atemporal. Pero pienso que Europe aún no han hecho un disco completamente bueno todavía. Al menos para mi gusto. No se qué piensan los otros chicos. 

Creo que sólo hemos hecho discos buenos al 50 o 60%. Si yo hiciese las cosas a mi manera cambiaría algunas cosas. No solemos trabajar como lo hacíamos antes. No hacemos demasiada pre-producción y no trabajamos demasiado en las canciones antes de contratar a un productor y meternos en el estudio. Creo que deberíamos trabajar como lo hacíamos en los 80: realizar buenas demos que tengan todos los elementos necesarios antes de ir al estudio. Hay muchos juegos y adivinanzas en el estudio y a mi me gusta ir más preparado a grabar.

Cuando hicimos “Bag of Bones” teníamos a un productor americano fichado y teníamos el tiempo de estudio contratado pero no teníamos ni una sola canción. 

¿Tuvisteis que hacerlo todo directamente en el estudio?

Teníamos alguna idea pero teníamos que dar forma a las canciones. Y cuando le estás pagando a un productor mil euros al día lo único que estas haciendo es tirar un montón de dinero. Es mejor trabajar las canciones de antemano y llegar al estudio más preparado. Al menos esa es mi opinión. 

Cuando hago un disco en solitario grabo unas quince canciones, escojo las diez mejores y ya está. No me gusta que haya relleno. Me gustan todas las canciones de “Gone to Stay”, todas tienen un cometido. Si son canciones que nunca tocarías en directo ¿qué sentido tiene ponerlas en un disco? Es malgastar plástico (risas). Algunos de los chicos dicen en Europe “ah, es un tema de disco, no de directo”. Vale, de acuerdo. ¿Pero para qué grabarla entonces? No lo entiendo. Siempre has de encontrar un punto de compromiso en una banda. Hay cinco personas y cada una tira en una dirección. Lo mismo sucede cuando mezclas: todo el mundo quiere su instrumento un poco más alto que el otro y al final termina siendo un desastre.

Cuando grabamos “Walk the Earth” hicimos veintiséis mezclas de la canción. Y seguía sin ser una buena mezcla. Algunas de las otras canciones suenan mejor pero “Walk the Earth” nunca ha sonado bien. La canción es buena, explica una historia y todo eso pero la mezcla… podría haber sido mucho mejor. 

No me da miedo decirlo. Una vez estábamos en Australia de gira y estábamos cenando con nuestros promotores australianos y nos dijeron ‘oh, nos encanta ‘Walk the Earth’, es una gran canción y suena genial’ y yo respondí ‘pues yo pienso lo contrario’ y todo el mundo se quedó congelado. “No digas eso” me decían. Yo digo lo que siento y si a alguien no le gusta, me da igual. Los solos están muy bajos en la mezcla, los teclados están muy altos, la batería no es demasiado buena y hay un Delay-echo horrible en la voz durante toda la canción. Dije eso y todo el mundo se molestó (risas). Pero si a la gente no le gusta, no es mi problema. 

¿Las presiones de la carretera y las giras están poniendo las cosas difíciles en Europe? 

Es un problema de plazos. Roma no se construyó en un día. Si tienes un plazo de entrega y tienes que correr para hacer las cosas, las cosas no salen bien. Es mejor trabajar en un entorno relajado y sin presiones donde no tengas que acelerar las cosas. Hay que reposar las cosas, hay que dormir sobre ellas y hay que repensarlas a veces. Una cosa que te parece buena un día, quizá al día siguiente puede ser mejor. Pero si ya está grabado y mezclado, ya es demasiado tarde.

Hablo de una situación de banda, claro. En mis discos en solitario puedo cambiar las cosas cuando sea. En una banda has de comprometerte y dejar pasar algunas cosas para mantener la paz. 

Un clásico olvidado

Me ha sorprendido que hayas decidido recuperar “Face the Truth” en éste disco. Creo que es una de las joyas olvidadas del hard rock, un pequeño clásico de culto. ¿Como ves aquel disco ahora? ¿Te trae buenos recuerdos o crees que podría ser mejor?

Lo veo como un disco clásico. Es un gran disco que no tiene una sola mala canción. Glenn Hughes canta como Dios pero… la producción no es tan buena. Pero es un disco fruto de su época. Hay mucho reverb, ecos y cosas que no habría usado hoy en día. Hay algunos errores pero las canciones son lo suficientemente buenas como para no fijarse. 

Creo que debería haber escuchado a Bob Ludwig cuando masterizó ese disco en Nueva York. Cuando recibí el primer master tuve la sensación de que era demasiado grave, demasiado rimbombante. Se lo dije por teléfono. Ahora escucho el disco y me parece que suena demasiado fino. Debería haber tenido más graves. A veces cometes errores como esos. Tienes que confiar en la gente. Bob Ludwig ha masterizado discos desde el principio de los tiempos y sabe lo que hace. En ocasiones debería mantener mi boca cerrada y confiar en el consejo de otros.

Te ofrecieron entrar en distintas bandas, como por ejemplo UFO cuando las cosas con Michael Schenker estaban pendientes de un hilo a mediados de los 90. Pasaste por Dokken, por ejemplo. Sin embargo y, dadas tus influencias, tengo la curiosidad de si Scott Gorham alguna vez te propuso formar parte de Thin Lizzy en cualquiera de sus encarnaciones. 

No, nunca. Pero habría sido muy divertido hacerlo durante una temporada. No lo veo como algo que habría hecho una larga temporada porque no me gusta hacer tributos pero habría sido un bonito homenaje a Phil Lynott y todas aquellas canciones que me habría gustado hacer. Tocar con Scott Gorham habría sido un sueño. Fue una de mis grandes influencias. Vi a Thin Lizzy en directo por primera vez en 1977 y les vi muchas veces más después. Scott tiene un estilo tan único y es un tipo tan agradable… Hemos girado bastante con su otra banda, Black Star Riders, y hemos trabado amistad. Habría sido genial hacer algo así durante una gira. 

Así habría sido con UFO. Phil Mogg me llamó y me dijo que si quería unirme a la banda porque Michael Schenker se había largado repentinamente. Le dije que si, que sonaba bien, pero a la semana siguiente me llamó Ian Haugland de Europe para decirme que iba a haber algunas reuniones para poner en marcha Europe de nuevo así que pensé en ello y dije ‘vamos a ver qué tienen en mente’. Pensé que si hacía lo de UFO iba a tener que tocar aprendiéndome las canciones de otro guitarrista, igual que cuando estuve en Dokken. Cuando estuve en Dokken tocamos algunas canciones de nuestro disco “Up From the Ashes”, pero también mucho material de sus anteriores etapas con George Lynch. Querían que tocase exactamente como George. Hicimos otro disco juntos en 2001, titulado “Long Way Home” y no tocábamos demasiadas canciones del nuevo disco, así que todo lo que tocábamos en directo era yo copiando el estilo de otra persona y eso no me satisface demasiado. Cuando tienes 40 años no quieres estar copiando las partes de otros guitarristas. Así que me centré en la reunión de Europe donde podría tocar mi propio material y mis propios solos que yo compuse y grabé. 

Más de 20 años después de la reunión de Europe ¿ha sido lo que esperabas? Comenzó casualmente, como una solución a las deudas tributarias de la banda en Suecia y terminó evolucionando hacia una banda funcional con discos y giras continuamente. ¿Qué valoración haces en perspectiva?

La reunión en sí fue algo curioso, porque todas las bandas de nuestra época se habían tomado un largo descanso. No nos apetecía hacer rock duro bubblegum porque habíamos madurado como músicos y teníamos otros intereses. Nos llevamos bien desde el primer momento y la banda quería hacer un disco más heavy. Editamos “Start From The Dark” y giramos para ese disco y fue fantástico. Ha sido genial, en general. Han pasado 18 años desde que nos reunimos y nos seguimos llevando bien y disfrutando en directo. Pero en mi situación en solitario soy más libre para hacer lo que me apetezca. Me gusta tocar con Europe en el estudio pero, para ser honesto, es más divertido tocar en solitario. Eres tu propio jefe, tomas todas las decisiones y con la experiencia acumulada que tengo tras 40 años de carrera, tengo muy claro lo que quiero hacer y cómo lo quiero hacer. 

Sergi Ramos