Equilibrium no es una banda que desconozca lo que es estar en el ojo del huracán, ya sea por practicar un folk metal primigenio en su lengua materna o por abandonar esta misma característica en pos de explorar nuevos horizontes. Recientemente han celebrado su vigésimo aniversario, un momento fantástico tanto para echar la vista atrás como para dilucidar que es lo que aguarda un futuro cada vez menos incierto.

Hablamos con René Berthiaume, Berthammer para los amigos, para comentar ya no solo las últimas novedades de Equilibrium, sino para debatir sobre el delicado margen para la experimentación que tienen a veces los artistas y del estado de una escena de folk metal que parece estarse modernizando a ritmos agigantados. 

¿Qué hace de ‘Sagas’ un disco tan especial para Equilibrium?

Wow, es una buena pregunta para empezar, y también muy complicada. Cuando ‘Sagas’ salió en 2008 diría que fue una época muy buena para el movimiento viking y el pagan metal como género. Tenías a todas estas bandas como Moonsorrow, Ensiferum o Finntroll sacando material excelente y, con la perspectiva del tiempo, creo que fue el momento en que la escena alcanzó su punto más álgido. 

En ese sentido creo que ‘Sagas’ fue el disco en el que intentamos muchas más cosas que en su momento no había hecho nadie. Creo que nuestro primer álbum es bueno pero que no tomaba muchos riesgos, se limitaba a repetir lo que otros grupos ya habían hecho, mientras que en ‘Sagas’ decidimos mezclar muchísimas influencias. Hay mucho back metal, hay mucha pretensión por sonar como una banda sonora y, por supuesto, hay mucho folk germano -aunque con algo más de rock and roll-. Hasta nos atrevimos con instrumentales, lo que en su día era inaudito. 

Cuando salió no hubo nada parecido, y como banda teníamos la sensación de haber hecho algo especial, aunque por supuesto, el calificativo al final lo deciden los fans, y a la mayoría les encanta este álbum. 

Ya que mencionas lo de las instrumentales, con 16 minutos “Mana” es la canción más larga que habéis compuesto jamás. ¿Qué nos puedes contar de ella? 

¿Qué ocurrió? Pues que todas las canciones del trabajo ya estaban compuestas, pero sentía que no había terminado. Tenía todas estas ideas que finalmente decidí meter en esta gigantesca canción instrumental. Y de hecho influyó bastante que por aquel tiempo me aficioné mucho al metal progresivo, principalmente a Dream Theater, que son famosos por estas gigantescas composiciones de hasta veinte minutos. 

Esta urgencia por hacer algo más progresivo fue definitivamente lo que me empujó a perseguir una locura como “Mana”, que me tomó una semana entera para terminarse, cuando para canciones más cortas a veces necesito dos. Fue un proceso natural, me puse a escribir, escribir y escribir y puf, de pronto me quedé sin espacio en la cinta (risas).

¿Funcionaría en concierto? Es bastante distinto a lo que soléis hacer habitualmente. 

No creo que funcionaría en directo, en absoluto. Es demasiado larga, tiene muchas capas… Lo que sí que hacíamos era tomar fragmentos y tocarlos. Nunca pasaban los 5 minutos por eso. 

“Unknown Episode” en 2014 fue la primera canción en inglés y desde entonces parecéis constantemente atrapados en el debate sobre si escribir en inglés o en alemán, debate que tiene especialmente divididos a los fans. 

Fue la primera vez que lo intentamos, y en su momento decidimos que era la hora de plantearse que las canciones necesitaban el idioma que más se le ajustara, que no debía de ser siempre en el mismo idioma. Debes entender que fue muy emocionante para nosotros cambiar algo tan importante de nuestra fórmula, pero además sentíamos que tal vez podríamos llegar a un público más amplio. 

Hoy por hoy seguimos bailando entre dos aguas y llegamos a emplear los dos idiomas en una sola canción si así lo creemos necesario. El componer siempre es un viaje. Es obvio que nuestro estilo ha cambiado, pero como artista no puedes hacer lo mismo toda tu carrera. Al crear sentía que quería hacer una cosa u otra, y que nada iba a impedirme llegar hasta ahí, ni siquiera esa insidiosa sensación de que me estaba traicionando a mí mismo. 

‘Renegades’ tiene una aproximación mucho más moderna, y es una decisión que se tomó desde el principio -si bien como ya he dicho, al final componer es un viaje que nunca sabes dónde te va a llevar-. 

Ahora que lo mencionas, ¿“Born To Be Epic” supuso una repercusión más grande para la banda?

Primero de todo, nunca pienso en la repercusión, siempre elucubro sobre la música y sobre cómo hacer lo que quiero hacer en ese momento. Más allá de eso, no me sorprendió en absoluto que una canción como “Born To Be Epic” tuviera mucha más repercusión. Puede que no exclusivamente por la música, ya que el mensaje a transmitir y el cómo hacerlo tuvo mucho ver. Lo lógico habría sido decir: “esto ha funcionado, vamos a seguir haciéndolo”, pero no fue así. Quiero decir, Equilibrium es mi fuente principal de ingresos, pero no soy capaz. 

Equilibrium Madrid

Equilibrium (Foto: Alejandro Ortega)

Como empresario lo lógico sería sentarme en el ordenador y explotar esta fórmula que ha probado funcionar, pero el arte no es así. Y, de hecho, por esa lógica tampoco puedo sentarme y componer lo que los fans más asiduos deseen sin pararme a pensar qué es lo que quiero hacer yo de corazón. 

Nanowar tuvieron el mismo problema al pasar del italiano al inglés -aunque hayan regresado al primero recientemente-. ¿Temes haber de contentar a una audiencia patria a toda costa? ¿Es el idioma algo más secundario? 

Creo que los fans alemanes aprecian mucho que usemos letras en alemán, pero que Equilibrium es una banda global porque al final tocamos en todo el mundo, por lo que es bueno que hagamos letras en inglés. Antes hablábamos de “Born To Be Epic”, y es el ejemplo perfecto porque es una canción que en absoluto habría funcionado tan bien de haberse escrito en alemán pero que en inglés nos llevó a sitios nuevos. 

“XX” suena como toda una declaración de intenciones así como una celebración de la veteranía de la banda. ¿Qué ha cambiado desde que grabarais vuestras primeras demos? 

Cuando escribimos esta canción lo hicimos a partir de fragmentos que ya existían pero que todavía no habíamos usado. De hecho, llegamos a plantearnos no sacarla en absoluto, que fuera como algo exclusivo nuestro. Sin embargo, desde hace un tiempo tratamos de modernizar la forma en la que la banda lanza sus sencillos y se promociona, así que la sacamos adelante. 

Sé que esta canción tiene muchos elementos más old school, y sé que mucha gente se quedó como: “Oh vaya, ¿si siguen siendo capaces de hacer estas cosas, por qué no lo hacen más a menudo?”. Nunca sabemos lo que pasará en el próximo álbum, ¡mucho menos en los próximos veinte años! No sé lo que el futuro nos deparará: canciones más rápidas, más modernas… ¡quién sabe! 

¿Por qué optasteis por el cambio de estilo en ‘Renegades’? 

En lo que atañe a la composición de ‘Renegades’, estaba bastante hastiado de todo lo que vino antes, así que decidí hacer algo nuevo. Lo primero en caer fueron las orquestas, y con ellas todo el rollo bombástico. Su ausencia la supieron sintetizadores y algunos elementos más modernos. Para mí fue algo refrescante porque al embriagar algo nuevo hasta cierto punto cuando vuelves a lo viejo le descubres cosas nuevas.

Como músico fue una experiencia muy enriquecedora, y sí, muchos de los fans de la vieja escuela no conectan con él con tanta fuerza y es algo que entiendo y respeto totalmente. Aun así fue algo muy importante para mí y extraordinariamente necesario para la banda. Me acerque más a aspectos de Equilibrium como un todo que unos años atrás ni siquiera habría contemplado. 

En los últimos años el folk en general parece estar dejando atrás sus raíces más black metaleras en pos de un sonido más moderno. Alestorm, Korpiklani, Ensiferum… ¿Por qué crees que ocurre esto? 

Las bandas que mencionas siempre han tenido este concepto de party band, que es algo que va muy enlazado a un sonido más moderno. A la gente le gusta la juerga y pasarlo bien, y este sonido más moderno, casi de discoteca, es el que mejor le va. Si por lo contrario quieres hacer algo épico, oscuro y, bueno, vikingo (risas), te das cuenta de que el metal extremo es lo que mejor le va. Al final es un tema de ser honesto contigo mismo, y que tu orgullo no te impida hacer la canción que necesitas hacer para expresarte como artista. 

Equilibrium (Foto: Sergio Blanco)

Si te digo la verdad, estas bandas de party metal funcionan mucho mejor en directo porque consiguen justo esto: que la gente se divierta. Luego por supuesto hay bandas como Eluveitie, que tienen esta fantástica mezcla entre querer montar una fiesta y de ser muy serios con su mensaje. 

Si miras el catálogo de Equilibrium, hay tantas atmósferas que creo que el sonido no podía ser siempre el mismo. Por supuesto, a la hora de hacer un setlist intentamos equilibrarlo y enriquecerlo en la medida de lo posible. Eso sí, las canciones más fiesteras o simplemente más luminosas siempre acaban teniendo prioridad porque seamos honestos: es genial ver como tu público se lo pasa pipa. 

¿No es Equilibrium un “party band”? Yo me he pegado unas buenas juergas con vuestra música. 

Creo que tenemos muchas canciones que entran en la dirección de ser una party band, y en absoluto lo considero algo peyorativo o que tenga que ver con beber e irse de fiesta. Por ejemplo, en mi opinión Iron Maiden es una gran party band porque la gente se lo pasa en grande y no dejan de saltar durante casi dos horas. 

Sin ir más lejos, he aprendido a beberme una cerveza en lo que tarda en arrancar el primer verso de “Wirthaus Gaudi”. 

Eso tengo que verlo. 

(Ndr: Ante semejante desafío, no pude sino ir a la nevera, coger una cerveza y demostrarle mis habilidades mientras la canción sonaba de fondo. Nos reímos un rato y seguimos con la entrevista. Todo muy profesional)

Siempre se relaciona el cambio de sonido con un appeal de mercado, sino pregunta a Metallica. Como artista, ¿cómo te han sentado las críticas de los fans acérrimos?

Siendo honesto, llevo recibiendo este feedback desde los primeros días de la banda. Cuando sacamos nuestro primer álbum hubo quienes se nos aceraron y nos dijeron: “esto no suena como la demo, habéis traicionado a vuestras raíces, ¡sois unos vendidos!”. Con ‘Sagas’ también pasó, principalmente porqué fichamos con Nuclear Blast, cuándo realmente no hicimos nada que rompiera con la música que veníamos componiendo, sino que simplemente lo llevamos mucho más lejos. 

Equilibrium Madrid

Equilibrium (Foto: Alejandro Ortega)

Creo que la primera vez que tales acusaciones tuvieron algo de credibilidad fue con ‘Armageddon’, y desde entonces nunca ha parado. La verdad es que no sea algo que me quite el sueño o que me entristezca. Yo mismo soy un fan de la música, y hay muchas bandas cuyos primeros álbumes considero mucho mejores que los últimos, así que como opinión es total y absolutamente respetable. 

Aun así, lo que me enerva y no tolero es cuando la gente pierde el respeto. Puedes llegar a irritarte en comentarios que la gente pone online, pero trato no darles muchas vueltas. A veces te dicen mucho más los números que ves en Spotify que los comentarios de alguien furioso. En ocasiones a la gente cuándo le gusta algo tal vez escriben algo agradable, ¿pero si no les gusta? Ten por seguro que pondrán algo horrible. 

¿Cómo fue tocar todos los instrumentos en ‘Erdentempel’? 

No fue algo totalmente nuevo para mí. Toqué todas las guitarras, el bajo y programé las baterías, pero llevaba mucho tiempo que hacía lo mismo como preproducción antes de entrar a grabar nada. Estoy acostumbrado a trabajar solo, pero realmente es muchísimo más enriquecedor trabajar con otros músicos. 

La tecnología también ha cambiado mucho con los años, y ahora es tan sencillo como simplemente conectarme online y hacer una productiva sesión de brainstorming, o quizás me baste con escribir cuatro cosas por Guitar Pro y mandárselas a los muchachos.

Marc Fernández