Dee Snider lo ha visto y hecho todo, salvo tomar drogas y emborracharse. Defensor de la vida sana, su físico a los 65 años es testimonio de una vida que no ha sido ni remotamente similar a la de sus coetáneos.

Tras arrasar el mundo con Twisted Sister en los ’80 y hundirse en la miseria en los ’90 durante los peores años del rock duro, Snider se reinventó exitosamente como artista en el nuevo milenio, reuniendo además a su banda a la vuelta del nuevo milenio. Una reunión a la que puso fin en 2017 con una gira de despedida que puso de manifiesto los distintos niveles físicos a los que se encontraban los miembros de la legendaria banda americana de rock.

Dee Snider optó por reconducir su carrera con una propuesta en solitario que cristalizó finalmente con el disco de estudio ‘For The Love Of Metal’, compuesto por distintos grandes del metal actual como Jamey Jasta (Hatebreed) o Mark Morton (Lamb of God). Y como en los viejos tiempos, un disco en directo que sirvió para poner el broche a un momento especialmente exitoso.

¿Cómo has vivido toda la crisis del Covid-19?

Yo vivo en Belice durante algunas temporadas. Es un pequeño país situado en Centroamérica. Cuando la pandemia comenzó y aparecieron los dos primeros casos cerraron las fronteras por completo. Se pusieron super estrictos con las mascarillas, con el cierre de espacios y con los horarios de salida de la gente. No tenemos apenas Covid.

Dee Snider

Hemos tenido veinte casos y dos muertes, en total. Aunque estamos muy bien, están siendo bastante severos con el uso de mascarilla en la calle y ese tipo de cosas, así que estamos lidiando con la misma problemática que todos los ciudadanos pese a no haber tenido tantos enfermos ni muertos. Llevo aquí varios meses sin salir, la verdad.

¿Te vas a sentir cómodo subiendo al escenario de un festival con miles de personas cantando en tu cara? ¿Qué tendría que suceder para que vuelvas a estar cómodo en una situación de ese tipo?

No tengo una profecía, no soy Nostradamus, pero le dije a mí manager en primavera de 2019 que me iba a tomar un descanso en 2020 y no iba a girar (risas). No tenía ni idea de que todo el planeta se iba a tomar un descanso de las giras en 2020 (risas). De todos modos me comprometí a hacer una docena de shows con Kings Of Chaos, la banda de Matt Sorum con otros músicos.

Eran diez o doce shows y todos se cancelaron o aplazaron por el Covid. Pero hace dos semanas me llegó un email diciendo que uno de los shows era en un casino al aire libre en el estado de Oregon y que quieren hacer el show. En Norteamérica la gente está comenzando a salir de nuevo, como ya sabrás. El caso es que todos los implicados nos quedamos mirando unos a otros: Gilby Clarke, Sebastian Bach, Sorum, James Lomenzo y Warren DeMartini. Nos dijimos: “¿en serio tenemos un show?”.

Imagino que en tu país también lo estarás viendo: hay gente a la que le importa un comino todo y sale a la calle, se congrega, no lleva mascarillas y no guarda distancias. Ahora estamos dudando de cómo hacerlo y hemos acordado testearnos todos antes de los ensayos. También cogeremos un bus solo para nosotros en lugar de ir en aviones. Una pregunta importante es “¿qué pasa con nuestra salud?”.

Pero la otra pregunta es “¿vamos a instigar a que la gente se congregue en un mismo espacio?”. Y lo importante en mi caso, como vocalista: ¿qué le digo a la gente? “Gritad ROCK”, “Gritad WE’RE NOT GONNA TAKE IT” o, en otras palabras, “SALPICAOS DE SALIVA LOS UNOS A LOS OTROS” (risas). ¿Vamos a dejar un espacio entre el público y nosotros para protegernos pero vamos a instigarle a que se escupan los unos a los otros cantando? Lo cierto es que tengo serias dudas. No sé si vamos a hacer ese show. Está previsto para julio y quizá lo hacemos o quizá no. 

Dee Snider

Lo único en lo que pienso es que quizá podemos intentarlo y ver qué sucede. Quizá funciona. Pero volviendo a tu lógica pregunta del inicio: si no podemos rockear como lo hacíamos, no voy a seguir en esto. No es para lo que me metí en esto, no es lo que me gustaría como fan. No vas a un show para estar distanciado de la gente. No me convertí en un entertainer para ver a la gente separada y preocupada. Tenemos que volver a los shows tal y como siempre han sido o yo me largo de aquí.

Recuerdo que cuando Kiss tocaron en Japón en los años ‘70, el control sobre el público era férreo. Si se ponían de pie durante el concierto, un miembro de seguridad les apuntaba con un láser y les hacía sentarse de nuevo. En los pocos conciertos post-Covid a los que he ido ha sucedido algo similar: a la que la gente se pone de pie y se le ocurre bailar, alguien viene y les obliga a sentarse rápidamente. Me imagino que a esto es a lo que jugaremos durante una temporada, hasta que haya una vacuna.

Totalmente cierto. Yo toqué en Japón cuando obligaban a la gente a estar sentada. Si se levantaban, la seguridad del concierto les sentaba inmediatamente. Era algo muy extraño en aquella época y no era nada divertido. No sé que nos depara el futuro pero soy optimista con que un día podremos volver a nuestras costumbres. Lo que no sé es cuando. Ojalá sea el próximo verano.

Por ahora tienes tu disco en directo, ‘For The Love Of Metal – Live!’. Te veo muy motivado con tu carrera en solitario actual. Siempre eres un tío entregado en directo pero desde que vas con tu propio nombre y no el de Twisted Sister parece que sientes la necesidad de demostrar algo. ¿Compartes esa misma sensación?

Todo lo que has dicho es acertado al 100%. Me lees bien y tu análisis es certero. Creo que todos los artistas en solitario que vienen de una banda famosa, incluyendo a Robert Plant, desean poder mantenerse por sí solos y ser reconocidos por su talento individual y no solo por la banda de la que vienen. El sueño es conseguir el modelo de Ozzy Osbourne. Ozzy comenzó y tras unos cuantos años ya solo tocaba sus canciones en solitario y “Paranoid” de Black Sabbath para terminar. Él es Ozzy, libre de su legado con Black Sabbath. Ese es el sueño y yo nunca pude conseguir ningún resultado de peso con los discos que hice después de Twisted Sister. 

Dee Snider

Reconozco que he hecho algunos discos bastante experimentales. Cuando hice ‘Dee Does Broadway’ mi manager me dijo “¿quién va a comprar esto?” y yo le dije “probablemente nadie”. Pero había estado trabajando en Broadway, relacionándome con esa comunidad y tenía la necesidad de hacer un disco de ese tipo. Por cierto, a la comunidad de Broadway le encanta ese trabajo, a nadie más le gusta (risas). 

Mi meta era encontrar un lugar en la escena contemporánea. Lo intenté con Desperado y aquello no funcionó. Lo intenté con Widowmaker y aquello no funcionó. Amo a Twisted Sister y ese es mi legado, pero quería demostrar quién soy hoy en día y nunca parecía poder conseguirlo, hasta que ha llegado ‘For The Love Of Metal’ y he podido situarme de nuevo, algo que tengo que agradecer a Jamey Jasta de Hatebreed, ya que ha sido la luz que me ha guiado en todo esto. 

Estoy revigorizado, tengo las pilas recargadas y tengo una gran banda. La banda que me acompaña comenzó como un grupo de acompañamiento y mi esposa, Suzette (que lleva 44 años conmigo y gira conmigo), me dijo “esta banda no parece ser gran cosa, pero patean culos”. Mi esposa es de la vieja escuela, le mola una banda con una imagen excesiva y ochentera, pero tenía razón: patean culos y se han convertido en una unidad muy potente.

Me han dado una energía y una excitación tremendas. Ellos nunca han tocado ante las cantidades de público que yo he tocado así que poder estar ante 25.000 personas les motiva mucho, es un sueño hecho realidad. Conocen lo que es tocar ante 25, no ante 25.000 (risas). 

¿Crees que los miembros de Twisted Sister estaban “malacostumbrados” y eso afectaba al rendimiento en directo? Todos los componentes de la banda han tocado ante grandes cantidades de gente, han saboreado el éxito y están en otro momento de sus vidas, me temo. 

Quiero mucho a mis compañeros de Twisted Sister, pero llegamos a un punto -y la mayoría de ellos estaban de acuerdo- en el que las cosas no eran lo mismo. No quiero hablar mal de nadie pero yo soy un tío con mucha energía sobre el escenario. Me mantengo en forma, hago deporte. Y la mayoría de la banda no estaba tan en forma, dejémoslo en eso. Mas de una vez sentí como que estaba corriendo a su alrededor en lugar de correr con ellos.

Les quiero mucho, pero eso no es lo que Twisted Sister eran: ya no había maquillaje, ya no había trajes… A la gente le seguía gustando lo que hacíamos y tuvimos algunos grandes shows de despedida con grandes momentos, pero sentía que quería hacer algo fresco de nuevo. Uno de los motivos es porque sigo viendo a nuevas bandas de metal en directo. Mis hijos son headbangers y voy a conciertos con ellos, así que cuando veo a ciertas bandas sobre el escenario pienso “wow”.

Dee Snider Rock Fest Barcelona 2019

Dee Snider (Foto: Rock Fest Barcelona 2019)

No hay nadie más peligroso en una habitación que alguien que no tiene nada que perder. Muchos de esos jóvenes músicos no tienen nada que perder, porque no venden discos, no piensan que se van a hacer famosos o ricos. Cuando están ahí simplemente porque les gusta puedes sentir la verdadera energía del rock and roll. Veo a esas bandas y me inspiran mucho. Es muy bueno trabajar con músicos jóvenes o incluso no tan jóvenes. Gente como Lamb of God, Howard Jones, Disturbed y demás no son tan jóvenes, pero comparados conmigo lo son (risas). Ellos me han dado nueva energía.

Te ha llevado un tiempo encontrar la fórmula adecuada para establecer tu carrera en solitario. Todo ha encajado en el momento en el que Jamey Jasta y un montón de compositores de bandas actuales han trabajado en tu nuevo disco. ¿Es importante saber cuándo dejarse llevar y que otros colaboren contigo?

Vuelves a tener razón. Le dije a Jamey que me parecía alucinante la visión que tenía con mi disco en solitario y me dijo “es la primera vez que hago esto” (risas). Me dijo que todo ha funcionado porque he dejado que funcionase. No voy a nombrar a nadie, pero Jamey ha trabajado con otros artistas de la vieja escuela y me dijo que lo único que intentaban era controlarlo todo en lugar de aceptar que condujese otra persona. “Se saboteaban a sí mismos”, me dijo. Como artista, Jamey es muy inteligente. Me estudió. Me dijo que había escuchado cada cosa que yo había hecho en mi carrera antes de ponerse a trabajar en el disco. Escuchó Widowmaker, Desperado, Dee Does Broadway, leyó las letras y buscó la manera de entenderme. Yo confié en él.

Cuando fuimos al estudio, las dos primeras canciones en las que trabajamos fueron “Running Mazes” y “American Made”. “American Made” fue la primera que grabamos y tal y como empezaron a tocar supe que íbamos en la dirección correcta. El grito que hay al principio del tema les hizo saber que todo iba a estar en su sitio. En cuanto abrí la boca todos nos dimos cuenta de que las cosas estaban funcionando. Había probado varias cosas a nivel musical y no terminaba de saber la manera de llegar a dónde quería.

A veces me cuesta incorporar nuevas bandas dentro de mis hábitos de escucha. Uno tiende ir a sus favoritos de toda la vida por defecto. Pero cuando escuché un tema como “Roll Over You” y lo puse en repeat. Me di cuenta de que tu nuevo disco podía resonar con muchos otros fans de la vieja escuela ochentera como yo. 

Y lo hizo. Me da mucha alegría que me digas esto. Es música para mis oídos. El otro día estaba en el gimnasio y estaba escuchando ‘Killing Machine’ de Judas Priest. Le di a repetir en el primer tema, “Delivering The Goods”. Cuando le das a repeat es cuando sabes que ese tema te ha llegado, porque quieres escucharlo automáticamente otra vez. 

Dee Snider Rock Fest Bcn 2018

Dee Snider (Foto: Rock Fest Barcelona)

Tengo que darle crédito a Jamey nuevamente. Ha sabido conectar con mis fans más veteranos y conectar con la escena contemporánea. Es como decirle a los chavales jóvenes “tíos, escuchad esta voz, escuchad cómo canta, canta para vosotros también”. Volviendo a tu primera pregunta sobre cuando me viste en Barcelona… no te imaginas la alegría que me dio escuchar a la gente coreando los “uouo” del tema “Become The Storm”. Salí del escenario y estaba extasiado diciéndole a los otros “tío, estaban coreando el ‘uouo’, ¿lo habéis oído?”.

Mira, yo he visto a Led Zeppelin girando con ‘Physical Graffiti’, cuando el disco acababa de salir. La banda estaba actuando en el Madison Square Garden y cuando empezaron a tocar “Kashmir”, la mitad del público se estaba largando al baño a mear. “Kashmir”, tío. Como no conocían la canción, les daba igual. Además es un tema extraño en directo y la acústica no era la mejor, pero cuando la gente se va al baño es porque les da igual escuchar tu nueva música. ¡Y era “Kashmir”! Que la gente quisiese quedarse a escuchar mi nueva música y la siguiese fue increíble. 

Muchos de tus contemporáneos se han ido convirtiendo en personajes que dan cierta grima. Ya sabes, como ese tío que encuentras en la cena de navidad y que va de guay pero que se ha quedado paralizado en 1986. ¿Cómo evitas convertirte en eso?

Entiendo lo que me estás diciendo, soy muy consciente de eso. Mi hija Shane es hiper heavy, y es la más joven. Le mola el metal más brutal. Es tan heavy que asusta a Jamey Jasta. Jamey vio sus playlists y me dijo “madre mía, esto es ridículo” (risas). Con cada canción que grabábamos me decía “¿qué opinaría tu hija?”. Podías ver cierto alivio en su cara cuando Shane dio el visto bueno a las nuevas canciones, porque es más heavy que la hostia.

Ella está super orgullosa de mi nuevo disco. Ella llama a las bandas clásicas “dad rock”. Me explica que ha ido a un festival y que actuó una banda de “dad rock”. Le pregunté que qué significaba eso y me dijo “bueno, los músicos son calvos y llevan una bandana” y dedican canciones a sus hijos. Da todo mucha vergüenza (risas). Son el tipo de cosas con las que los fans más jóvenes miran hacia arriba en descrédito (risas). Por eso creo que Jamey estaba tan maravillado porque este disco conectase con mi hija. Era su principal preocupación.

Si escuchas el disco en directo verás que hay un momento en el que hago el rollo “dad rock” y digo “este es el breakdown para mi hija Shane”. Todo esto viene porque cuando estábamos grabando el tema “For The Love Of Metal” mi hija me dijo “dile a Jamey que necesita un breakdown” y golpea el “ting” del ride de la batería.

Dee Snider Rock Fest Barcelona 2018

Dee Snider (Foto: Rock Fest Barcelona)

Así que fui a Jamey y le dije: “tío, dice mi hija que necesita un breakdown”, y Jamey le dice a los músicos: “TÍOS, HAY QUE HACER UN BREAKDOWN” (Risas). Ella inspiró ese fragmento del tema. Así que sí, ahora hago “dad rock” (risas). Creo que con este disco sorteé esa bala. Y además tengo mi propio pelo todavía, lo cual no está nada mal.

Muchas de las letras del disco contienen ese rollo “nosotros” contra “ellos” que ayudaron a popularizar canciones como “We’re Not Gonna Take It”. “Roll Over You” es un buen ejemplo. ¿Crees que esa mentalidad confrontacional te ayuda a mantenerte relevante dentro del metal?

Pienso que ese mensaje es eterno. Es tan necesario hoy como siempre lo ha sido. Ahora hablamos de bullying, pero cuando yo era un chaval eso no existía o, al menos, no en la dimensión que existe hoy en día. La letra de “We’re Not Gonna Take It” contiene ese mensaje, dirigido a quién sea, tus padres, tus profesores o tus jefes. La gente te acosa y tu tienes que girarte y decirles “que te follen”. Cantar una canción con intención, con decisión, como en “Become The Storm”, hace que la sientas y la gente la sienta. Eso ayuda a que tus canciones sintonicen con la gente. Es una frustración continua. El bullying es algo que ha existido siempre y a veces necesita que alguien te diga: “no tienes por qué aguantar esto, devuélveselo”. Me alegra ser ese tipo y lo seré hasta el día que me muera.

Canciones como “We’re Not Gonna Take It” también han encontrado un espacio en la política, lo que te ha llevado a ciertas controversias con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que entraba a sus mitines con ella -lo cual transmite el mensaje de que Twisted Sister deben ser simpatizantes de sus políticas-. ¿Qué te parece que se usen tus canciones para cualquier acto político? ¿Te agrada o crees que deberían mantenerse al margen del uso político?

Buena pregunta. Compuse esa canción para todo el mundo, como una temática universal. No compongo canciones que sean muy específicas. Cuando Rolling Stone hizo su reseña de la canción esta tenía tres palabras. Decía “Twisted Sister – We’re Not Gonna Take It: what from whom?” (NdR: “Twisted SIster – “No vamos a tolerarlo”: ¿el qué y de quién?”). Eso fue todo. Tres palabras. Recuerdo pensar “seréis gilipollas”. Era evidente que escogí no apuntar hacía un qué o un quién para que el mensaje fuese universal. Cualquier persona podía asumir el mensaje de esa canción. 

El problema viene cuando veo a organizaciones que representan cosas horribles usando esa canción. Una organización que no tolera la libertad de elección respecto al aborto me parece una organización terrible y eso me molesta y no quiero usen la canción. Encontré una solución con las organizaciones políticas ya que normalmente suelen usar la canción las organizaciones conservadoras. Les digo “¿habéis leído la letra?” y me dicen “sí, claro ‘we’re not gonna take it’” y yo les digo “no, leed la primera línea del primer verso”.  Y dice “we’ve got the right to choose (tenemos derecho a elegir)”. Entonces les pregunto: “¿no sois pro-aborto no?” (risas).

Inmediatamente dejan de usarla, porque la canción representa lo contrario de lo que ellos quieren transmitir. El problema es que yo no puedo frenar a un partido político si quiere usar una canción mía. Lo mismo le está pasando a los herederos de Tom Petty, pues la organización de Donald Trump está usando un tema suyo, “I Won’t Back Down”, en los mitines y ellos se oponen. No puedes frenarles pero no quieren la publicidad negativa que implica tener al autor de la canción en su contra. 

¿Seguirías considerando a Donald Trump un amigo a día de hoy?

Estaba pensando en ello el otro día. Es muy triste. Eramos amigos, las dos familias socializábamos y coincidíamos en eventos caritativos para niños con cáncer y cosas así. Pensé en cómo los sistemas de creencias políticas pueden envenenar una amistad. No pasa solo con Donald Trump. Me pasa también con miembros de mi familia y con amigos de toda la vida.

Cuando estoy en situaciones sociales intento no hablar de religión, deportes o política. Cualquiera de esas tres cosas puede causar problemas. Mira, uno de mis mejores amigos es un fan de Boston y yo soy de los Yankees. Nos encontramos y cada uno lleva su gorra y nunca hemos hablado acerca de los equipos o de nuestras gorras porque sabemos que no seremos amigos nunca más. Será el fin.

Cuando Trump comenzó a hablar sobre sus creencias, sobre sus políticas… yo no puedo ser amigo de alguien que piensa eso. No he hablado con él desde hace años ni con la familia. Si eso es lo que representan, nosotros estamos en el lado contrario. 

¿Crees que todo se reduce a una ideología propia de Trump o crees que políticamente representa una corriente a través de ideas que no necesariamente compartiría a titulo personal?

Tienes razón al 100%. Trump solo quiere ganar. Pase lo que pase. No le importa cómo llegar, le importa conseguirlo. Se ha rodeado de un grupo de gente que le ha permitido llegar ahí. 

Howard Stern conoce a Donald mejor que yo incluso y me dijo “este tío ni siquiera dejaría que la mayoría de sus votantes entrasen a sus hoteles”. Ese perfil de redneck, de hillbilly de escaso nivel cultural con pistola…ese es el perfil de persona que Donald desprecia irremediablemente. Pero si esa misma gente le permite llegar a donde él quiere llegar, no tiene problema en usarla.

Sergi Ramos