Diamond Head: “De no ser por Metallica, yo trabajaría en una fábrica”
La historia de “Lightning To The Nations” es la de un disco que desafió a su propio destino y se convirtió en influencia de una generación del heavy metal.
Si bien Diamond Head se encontraban en la disyuntiva de fichar por un sello y ser otros grandes de la NWOBHM o ser condenados al ostracismo, el destino se lo puso fácil. El ostracismo les estaba esperando con los brazos abiertos.
Pero a veces hay giros argumentales en la industria de la música que denotan cierta justicia.
Cuando en 1979 Diamond Head grabaron su disco debut, venían de grabar un par de demos que habían suscitado un interés relativo entre varios sellos discográficos y entre la prensa del sector. La banda llego a telonear a AC/DC e Iron Maiden en aquel entonces pero los siguientes pasos no fueron los más acertados. Un management a cargo de un familiar cercano nunca es una buena idea (Linda Harris, madre del vocalista Sean Harris, ostentaba el cargo). Tampoco lo es hacer un disco sin portada ni leyendas de ningún tipo porque tu nuevo manager tenga una fábrica de cartón que puede producir sobres blancos de cartón a bajo coste.
Un giro inesperado
Grabado en apenas una semana con recursos limitados en el Old Smithy Studio de Worcester, Reino Unido, “Lightning to the Nations” termino siendo editado por la banda a través de su propio sello discográfico, Happy Face Records. Si bien el disco les proporcionó cierta notoriedad dentro del movimiento de la NWOBHM, este sería pasajero. No fue hasta que bandas como Metallica o Megadeth acreditaron su influencia que las cosas comenzaron a cambiar. Las versiones de “Am I Evil?”, “It’s Electric”, “The Prince” o “Helpless” que Metallica han hecho a lo largo de su carrera generaron ingresos por royalties a los miembros de la banda, quienes observaron con incredulidad como su música llegaba a toda una nueva generación de la mano de una de las bandas más exitosas de la era. La inclusión de “Helpless” en el EP “Garage Days Re-Revisited” de 1987, además de la grabación de “It’s Electric” para el mitico “Garage Inc.” de 1998 son tan solo dos muestras del afán que tenía Metallica por mostrarle sus influencias al mundo. Y no fue en vano. Tal y como admite el guitarrista Brian Tatler, gracias a eso la banda sigue en pie y él puede seguir haciendo música.
Ahora, cuarenta años después, Diamond Head han regrabado aquel primer disco con tecnología actual y con la formación corriente de la banda, que además de a Tatler, incluye al vocalista Rasmus Bom Andersen, el bajista Dean Ashton, el guitarra Andy Abberley y el baterista Karl Wilcox. La versión de 40 aniversario de “Lightning to the Nations” incluye, así mismo, cuatro versiones de Led Zeppelin, Judas Priest, Deep Purple y los propios Metallica, cerrando así el círculo.
Hablamos largo y tendido con el guitarrista Brian Tatler sobre lo que significa esta regrabación y el lugar que ocupa el disco debut de Diamond Head en el imaginario popular.
¿Os pesaba la idea de que la grabación original de “Lighting to the Nations” no fuese todo lo buena que permite la tecnología actual?
Realmente no. Era algo que hacíamos para marcar el 40 aniversario del disco, sin más pretensiones. El año pasado caímos en la cuenta y normalmente, como banda, habríamos hecho una gira para celebrarlo. Pero claro, este no es el año para salir de gira y celebrarlo, como ya hicimos en 2010. Carl sugirió que regrabásemos el primer disco con la formación actual para darle nueva vida a las viejas canciones, ayudándonos de la producción actual y la tecnología moderna.
Pudimos grabar las baterías y guitarras antes del confinamiento de marzo. El bajista tuvo que enviar sus pistas por WeTransfer y las voces se grabaron y mezclaron en casa durante el confinamiento. Estaba todo acabado a finales de julio.
Los fans del metal old school aman el sonido de discos como aquel. ¿Te preocupaba perder parte de la identidad con ese sonido actual? Suena bombástico, suena a tope…pero, evidentemente, suena distinto.
Pienso que si quieres el disco antiguo, siempre lo puedes conseguir. Y si tienes 18 años y escuchas Diamond Head por primera vez, quizá no tienes ganas de escuchar un disco de hace cuarenta años, sino el de ahora, con nuestro fantástico nuevo cantante. Ahora podemos grabar el disco en buenas condiciones y a buen precio, porque todos tenemos estudios caseros. Realmente, el disco original era casi un disco de demos. Era un disco con el que pretendíamos conseguir un contrato discográfico con el que terminar regrabándolo todo pero, evidentemente, nunca sucedió. No conseguimos un contrato hasta 1982 así que ya no tenía sentido.
Si te gusta el disco original, por su energía, por su autenticidad, lo tienes ahí. Sónicamente creo que ahora podíamos hacer un disco más potente. El metal se ha movido tanto hacia adelante en los últimos cuarenta años que esta nueva versión tiene todo el sentido del mundo.
¿Habéis tenido casos como el que describes? Es decir, fans que han entrado en contacto con la banda en tiempos recientes pero que no terminan de disfrutar del sonido “vintage” de los primeros trabajos.
Nadie te lo dice en esos términos porque deben pensar que es rudo criticar a la banda de ese modo pero me imagino que es el caso, sinceramente. La gente quiere bandas más potentes hoy en día. Quieren que todo sea más heavy, más rápido y más oscuro. Hay una gran cantidad de gente que entró en contacto con Diamond Head a través de Metallica y me imagino que si escuchan la versión de Metallica y luego escuchan el original… Metallica es una banda mucho más dura y hacen versiones más duras de nuestras canciones que las que nosotros hicimos originalmente, claro. Es bueno poder revisitar esas canciones y darles más caña. Tampoco nos hemos pasado mucho tiempo en ello, no habría sido lo correcto. He grabado todas las guitarras en apenas dos días y las baterías se han grabado en dos días también. Hemos sido rápidos.
Conocéis esas canciones del derecho y del revés. ¿Os habéis sentado a estudiar los originales de nuevo?
No, hemos confiado en las versiones que veníamos realizando en directo. Hay siete canciones del disco que tocamos en directo con cierta regularidad. Cinco de ellas nunca se marchan del repertorio y hay un par que van y vienen. Siempre hacemos como “Sucking My Love” o “It’s Electric” pero hay pequeños detalles que hemos ido cambiando a lo largo de años de tocarlas en directo y hemos tirado de esas versiones.
Lo que hemos preparado más son las versiones de otros artistas que hemos incluído. Teníamos que decidir qué versiones hacer aunque ha sido cosa mía sobretodo, y luego todo el mundo tenía que ensayarlas y clavar los arreglos y los tempos.
La regrabación al detalle
El disco original, me imagino, que tuvo un enfoque más rudimentario -sin Pro Tools, sin muchos overdubs y sin claqueta. ¿De qué modo habéis regrabado el disco?
Lo hemos grabado todo con Pro Tools y metrónomo. Incluso en canciones como ‘Am I Evil?” donde el tempo sube y baja un poco, lo hemos adaptado con el metrónomo para replicar justamente eso. En “Am I Evil?” aceleramos toda la canción una vez estaban grabadas incluso las voces. Hay una función de ‘expansión y compresión temporal’ en el programa que te permite hacerlo sin afectar el pitch de la canción. Sin la tecnología de las grabaciones digitales habría sido una pesadilla regrabar esto, además de mucho más caro. Si hubiésemos tenido que trabajar con multipistas y material analógico habría sido mucho más farragoso. Grabar digitalmente es mucho más fácil.
Hay canciones que han recibido justicia con el paso de los años, como “Am I Evil?” o “It’s Electric”. Pero, en tu opinión ¿cuál es la gema infravalorada de éste disco?
Nunca he pensado en ello, la verdad. Creo que, considerando que grabamos aquello en una semana, ha tenido mucha vida. Seguimos hablando de ello 40 años después. Y Metallica han versionado cuatro de las siete canciones del disco. Es un disco que ha sido respetado y que ha sido influyente. Lo he visto en listados increíbles sobre discos más influyentes o discos más importantes de los 80. Ahí estaba nuestro disco junto a trabajos que han vendido muchos millones de copias. Nuestro disco solo tuvo una tirada de dos mil copias y a duras penas pudimos conseguir un contrato discográfico. Considerando la vida que ha tenido y que la gente sigue hablando de él, me parece increíble que hayamos llegado hasta aquí.
Bandas de aquella era como Anvil o Raven recibieron una mano de cartas no demasiado favorable. En parte también fue vuestro caso pero gracias a Metallica las cosas tomaron otro rumbo años más adelante. ¿Cómo valoras eso? ¿Justicia poética o suerte inesperada?
Creo que construyes tu propia suerte. Mirando las cosas con perspectiva, cometimos algunos errores terribles. No deberíamos habernos separado. No deberíamos haber cambiado de dirección y estilo. Deberíamos habernos quedado con lo que hicimos en aquel primer disco, en “Lightning to the Nations”. Era algo muy especial. Debido a que no podíamos conseguir un contrato discográfico seguimos intentando cambiar. La gente nos pedía un hit single para poder entrar a Top of the Pops. Intentábamos ser exitosos porque, para aguantar a la banda unida, necesitábamos dinero. Para eso necesitábamos un disco que vendiese bien. “Lightning to the nations” no funcionó y nos llevó hasta enero de 1982 conseguir un contrato.
Fue una pena que nos separásemos en 1985. Evidentemente luego volvimos y grabamos el disco “Death and Progress” y luego volvimos de nuevo en el año 2000 y seguimos adelante desde entonces. Es bueno que una banda se mantenga unida y crezca año tras año. Fue toda una pena que nosotros no pudiésemos conseguirlo con la formación original, que nos quedásemos sin contrato en 1984 y que nos desintegrásemos tras ello.
Metallica fueron, por así decirlo, nuestros salvadores. No sé que habría hecho sin ellos. Financieramente tendría una posición mucho peor. Habría acabado en un trabajo de 9 a 5 o habría acabado intentándolo como músico en bandas amateur para poder vivir. Los royalties de las versiones que hicieron Metallica han significado que podemos tener una vida bastante cómoda y no trabajar en una fábrica o en una tienda. Seguimos pudiendo disfrutar de la música a nuestro ritmo y eso es impagable.
Ojalá Diamond Head hubiesen vendido un millón de discos y hubiesen girado por Estados Unidos pero no pudo ser. La mayoría de bandas no lo consiguen. Intento no compararme con otros grupos. Lo de Metallica es algo que sucede una vez entre un millón. Es un fenómeno. Nunca Diamond Head podrían haber llegado a ese nivel. No teníamos la determinación ni el equipo a nuestro alrededor para conseguirlo.
Hay unas pocas grandes bandas y hay cientos de miles de bandas que quieren ser grandes.
La relación con Metallica
¿En alguna ocasión has intercambiado agradecimientos con ellos? Sus versiones te permitieron seguir adelante como músico y tu música les permitió crear su banda. ¿Qué relación tenéis?
Es una relación de admiración mutua. Voy a ver a Metallica cada vez que vienen de gira y siempre les veo y hablamos un rato. De hecho, acabo de hacer una entrevista para Classic Rock donde Lars era parte de la videoconferencia conjunta. Hablamos de vez en cuando o nos mensajeamos.
Ambos somos grandes fans de la música y amamos lo que hacemos. Ellos se convirtieron en un fenómeno masivo y nosotros no. No sé como deben sentirse al respecto. Creo que se han ganado todo el éxito y posición que tienen. No fue fácil. No empezaron como una banda grande haciendo algo muy obvio. Eran una banda muy poco comercial, hablaban de sí mismos como una banda de garaje. El hecho de que persistiesen, se volviesen mejores y refinasen su sonido ha sido algo alucinante que presenciar. Yo no pude hacerlo. No sabía como hacerlo.
Lars ha sido reivindicado como un pionero en años recientes por su batalla contra Napster en el año 2000. Pero en su momento fue absolutamente vilipendiado y asolado por las criticas. Visto como está el panorama de la industria de la música en el año 2020 ¿qué opinión te queda de aquello? ¿Cómo viviste aquella época y momento en el que la piratería eclosionó?
No hablé con él por entonces, pero me sentí apenado porque fue lapidado por la gente. Él era percibido como la rock star avariciosa que te decía que no podías intercambiar archivos y copiar discos. Pero tenía mucha razón. No era correcto poder conseguir copias digitales perfectas de los discos. No era bueno. Si, claro que años atrás podíamos hacer copias en cassette de discos que se habían comprado nuestros amigos, pero eso dista mucho de hacerte con una copia digital absolutamente perfecta del disco. Eso ha provocado que una generación completa piense que la música debería ser gratis o, como mínimo, muy barata.
Yo quería ser propietario de un disco, de un vinilo, de un CD. Eso es lo que me gustaba y lo que me sigue gustando. No me gusta tener las cosas en mi teléfono, por muy conveniente que sea. Pero así se han desarrollado las cosas. Los artistas ahora consiguen muchos menos royalties de las ventas digitales que de las ventas físicas pero así es la vida.
Espero que nos veamos pronto de gira.
Ha sido todo muy desafortunado. Tuvimos que cancelar todos nuestros conciertos de éste año y el siguiente que tenemos programado es en abril de 2021, así que hemos tenido un año completo sin conciertos. No es bonito. Que te digan continuamente lo que puedes y no puedes hacer no es bonito.
Acabamos de empezar el segundo confinamiento, con restaurantes y bares cerrados durante un mes. Tampoco puedes ir a casa de tus amigos. Si que podemos comprar cosas esenciales y hacer algo de deporte por la calle, pero eso es prácticamente todo. No hay mucho más que hacer. Espero que todo vuelva a su sitio pronto.
Llevo yendo a conciertos desde que tenía trece años. Simpatizo mucho con bandas jóvenes que estén empezando y tenían su disco a punto de editarse y una gira preparada y se han encontrado con esto. Yo tengo mi carrera ya hecha pero imagina que te sucede algo como esto cuando estás empezando. Es una catástrofe.
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