Bobby Blitz: “BPMD gira en torno al disfrute”
Habitualmente, los grupos de versiones no suelen gozar del mismo reconocimiento que aquellos que crean su propia música, aunque existen casos excepcionales, como el de la superbanda BPMD y su disco debut, ‘American Made’.
El amor por los ‘70 y las ganas de puro disfrute han unido en torno a este proyecto a Mike Portnoy, Phil Demmel, Mark Menghi y Bobby “Blitz” Ellsworth. Este último nos habla sobre el origen de BPMD y la adaptación de grandes canciones americanas, que en algunos casos nunca llegaron a ser tan populares al otro lado del charco. “Es la época en la que crecí, el tiempo en el que pasé a ser adulto. Era adolescente en los ‘70 y estuve expuesto a esta música desde el momento de su publicación”, asegura “Blitz”. Para el vocalista neoyorquino, conocido en la comunidad del heavy metal por su labor como vocalista de Overkill, se trata de un proyecto “bastante nostálgico”, una iniciativa que le ha permitido transportarse a 1973 y recordar que cantaba esos temas “en la ducha, en casa de los amigos y en la furgoneta”. Insiste en lo “placentero” que ha resultado unirse por “pura diversión”, ya que en su día ese fue el principal motivo que los empujó a la música: “esta grabación recoge el material con el que cada uno de nosotros inició el camino en el que nos encontramos hoy en día”.
Todo comenzó en el jardín de Mark Menghi. “Saturday Night Special” de Lynyrd Skynyrd sonaba en el equipo de música mientras tomaba una cerveza y preparaba hamburguesas para su hijo de ocho años. “Blitz” expande: “este le sugirió que debería versionar la canción, a lo cual Menghi respondió que Metal Allegiance no hace rock clásico. Pero después se dieron cuenta de que podía funcionar en otro proyecto y Mark me llamó de inmediato”. El carismático vocalista estadounidense accedió y, junto a Menghi, comenzó a dar forma a la idea de hacer un disco. “Cada miembro debería seleccionar dos canciones americanas, publicadas en los ‘70 y nadie podría vetar la selección de otro”. Ambos pensaron que estas eran “normas divertidas a las que ceñirse” y, de ese modo, la elaboración del disco se convirtió en una especie de reto. “Blitz” pone el foco en la selección de Phil Demmel: “escogió “Tattoo Vampire” y “D.O.A.”, es decir, Blue Öyster Cult y Van Halen, temas y bandas que conozco, pero nunca había cantado”. El veterano frontman detalla que no hubo desacuerdos a la hora de escoger los temas, y que se trató de sacar “lo mejor de cada uno” para hacer el álbum realidad.
“Cantaba estos temas en la ducha, en casa de los amigos y en la furgoneta”
La elección personal de “Blitz” se compone por dos bandas neoyorquinas, artistas que son esenciales para entender aquella época, pero quedaron en segunda línea. La primera canción es “Never In My Life” de Mountain: “creo que hacer una versión de este tipo es una acción más profunda, esta música no fue popularizada por la radio en Estados Unidos ni en ningún otro lado, era casi underground y por ello la escogí”. El segundo tema es “Evil”, publicado por Cactus en 1971, pero que fue compuesto originalmente por Willie Dixon en los años ‘50. “Blitz” explica: “me encanta el espíritu tan enérgico que tiene, ese estilo que se aproxima a la forma moderna de presentar música”. Teniendo en cuenta que la versión de Cactus es una reimaginación de la pieza original de blues, “Blitz” pensó que coger algo ya modificado y volver a imaginarlo sería “un reto interesante”.
El ejercicio de repensar estas canciones podía haber llevado a los músicos a descubrir nuevos horizontes como intérpretes, pero este no fue el caso de “Blitz”: “era un hombre joven cuando esta música explotó y me sumergí de pleno en el entusiasmo que se respiraba alrededor de ella, la siento como algo natural”. “Blitz” sostiene que son las canciones de bandas como Mountain y Cactus las que posibilitaron el posterior salto al metal y que se trata de una música que siempre le ha acompañado: “ir al garaje y trabajar en mi moto mientras escucho rock clásico es algo habitual, sigue siendo parte de mi vida”.
Diez grandes clásicos de la música estadounidense han sido transformados por cuatro músicos con pedigrí en la escena metálica, pero la espontaneidad predominó a lo largo del proceso, lejos de egos y discusiones. “Blitz” explica que no hubo grandes debates en cuanto a los arreglos que debían realizar para cada canción, “quisimos mantener el elemento sorpresa, por lo que fueron decisiones de cada individuo en su correspondiente instrumento”. En ese sentido, subraya la facilidad con la que establecieron los cimientos del disco: “solamente pasaron tres semanas desde el momento en el que se nos ocurrió la idea de hacerlo hasta el día en el que fuimos al estudio, en casa de Mike Portnoy”. Montaron el material, comenzaron a tocar versiones para soltarse y “Blitz” se transportó automáticamente a su adolescencia: “fue como revivir los días en los que toqué por primera vez en una banda”. El espíritu añejo se reflejó también en el método de grabación. “Blitz”: “la batería fue registrada como se hubiera hecho en los ‘70, una toma y adelante”, asegura que esto sirvió para sentar una “muy buena base” para la experimentación que vino después. Vuelve a referirse a Phil Demmel, quien “enriqueció” las partes de guitarra y añadió “mucha armonía”. “Blitz” relata que para el ex guitarrista de Machine Head el proceso fue relativamente diferente, ya que “no estaba tan expuesto a algunas de las canciones”. Debido a ello, se sintió en una experiencia “totalmente nueva”.
“Sabía que en este caso buenas voces, baterías y guitarras no serían suficiente. Tuvimos que confiar en el factor X”
Pero si existe un miembro que asumió las riendas del proyecto, ese es el bajista Mark Menghi, fundador de otro supergrupo, Metal Allegiance. Durante la grabación, Menghi interpretó el rol de ‘Policía del Groove’ para asegurarse de que el álbum mantuviera una coherencia general, que las canciones fueran fieles al espíritu de los ‘70 y que cada músico no tirara por un camino diferente. “Blitz” revela que no se dio cuenta de ello “hasta bien avanzado el proceso”, pero admite que el “papel unificador” de Menghi fue “fundamental”. El veterano vocalista explica que no son una banda que haya ensayado una y otra vez hasta el punto de desarrollar “esa química que te hace saber cómo piensan tus compañeros”. Anteriormente, los cuatro músicos habían coincidido en Metal Allegiance, “pero no era una conexión tan profunda como la que, por ejemplo, tengo con D.D. Verni en Overkill”, asegura “Blitz”. Desde el principio, el frontman neoyorquino fue consciente de que en este caso buenas voces, baterías y guitarras “no serían suficiente” y que tendrían que “confiar en el factor X” para que el álbum se hiciera realidad. “Blitz” lo tiene claro: “Menghi acabó siendo ese factor X”. Alaba su trabajo a las cuatro cuerdas y detalla: “viajó en el tiempo a los ‘70 y se convirtió en un bajista de aquella época. Lo conectó todo con sus líneas cabalgantes, acentuando el groove que Portnoy estableció”.
La gloria del rock and roll parece algo del pasado, pero, para “Blitz”, este álbum es mucho más que un mero ejercicio de nostalgia: “Si miramos al pasado desde el punto en el que nos encontramos ahora, nos daremos cuenta de que todo forma parte de la misma cadena. Esa cadena comienza mucho antes que los ‘70, por ejemplo, en los grandes músicos de blues de Chicago”. Y apunta a la conexión existente entre todos los subgéneros de la música metal: “heavy, thrash, death, black, metalcore… todo está enlazado, aunque algunas personas no quieran aceptarlo”. En esa línea, “Blitz” tiene claro que “debemos conocer nuestro pasado” para saber a dónde vamos: “no digo esto como algo meramente instructivo”, el experimentado vocalista va más allá y cree que “BPMD es algo más que mera nostalgia, es una manifestación de la verdad”.
Debido a la COVID-19, el próximo verano será desértico en lo que a grandes festivales se refiere, pero cuando los conciertos sean de nuevo una posibilidad, la banda de versiones pretende presentar su trabajo sobre el escenario. “Blitz” explica: “cuando mostramos el álbum a Napalm Records, nos propusieron girar y fue un sí rotundo, siempre que todos los miembros estemos disponibles”. Inicialmente, hicieron planes para este mismo verano: “establecimos la posibilidad de estar presentes en festivales de 2020, entrar en ciertos carteles si alguna banda cancelara su actuación”. La cara visible de Overkill argumenta que son “un grupo de festival”, tanto “por el pedigrí” como por el hecho de que “todo lo que rodea a este proyecto gira en torno al disfrute”. En ese sentido, “Blitz” cree que este disco reafirma los motivos por los que hacen música: “ahora que el coronavirus controla el mundo, sienta mejor que nunca publicar un álbum que nos divierte profundamente”. El reputado vocalista espera poder subirse al escenario en el futuro con sus “tres queridos headbangers”.
“Ahora que el coronavirus controla el mundo, sienta mejor que nunca publicar un álbum que nos divierte profundamente”
El vínculo que los cuatro músicos han construido durante la gestación de ‘American Made’ es tan fuerte, que “Blitz” ve opciones para poder realizar colaboraciones futuras. “Cuando estábamos seleccionando canciones propuse “All Well” de Fleetwood Mac, un tema con un gran riff, voces y ambiente fascinantes; incluso Tom Petty and the Heartbreakers la versionaron y llevaron en directo al teatro, de forma fantástica”. Menghi y Portnoy le recordaron que estaba incumpliendo las reglas establecidas y que las bandas inglesas no valían en este caso. “Blitz” respondió que podrían hacer otro disco, “Reino Unido en los ‘70”. El cantante recuerda que todos rieron y les pareció una buena idea.
Las versiones de BPMD se acercan más al espíritu de Overkill que a Dream Theater o Machine Head y, considerando que las canciones de mayor extensión también han desaparecido del repertorio de la banda de thrash metal de Nueva York, podría decirse que nos encontramos ante un cambio más amplio en la actual dirección creativa de “Blitz” y compañía. “Probablemente hayamos utilizado esos elementos más frecuentemente en los dos discos posteriores a ‘The Electric Age’. Las melodías y fraseos de las canciones con las que crecí siempre han estado en mi caja de herramientas y creo que eso es lo que ha hecho de Overkill una banda diferente a la mayoría del thrash metal”. El vocalista admite que no sabe si su próximo álbum será tan directo o no, “lo fascinante de hacer un disco es verlo desde el exterior, fijarte en ese momento en el que la gente comienza a aportar ideas sin debatir sobre la dirección que deberían tomar”. En ese sentido, cree que si dice a alguien “qué es lo que debería hacer”, está “encasillado” a esa persona. Según “Blitz”, “la forma de expresión más verdadera se produce cuando haces lo que te apetece de verdad”.
El bajista y co-fundador de Overkill, D. D. Verni, ya tiene entre manos nueve canciones para el nuevo disco de la banda y “Blitz” adelanta que “entre los temas hay más medios tempos y tienen un enfoque más heavy”, aunque esto último no va en términos de velocidad. “Hay algunas cosas rápidas y también algunas de blues. Creo que es una mezcla entre los últimos discos y aquellos que hicimos a finales de los ‘80 y comienzos de los ‘90”, a lo que el vocalista añade: “la clave está en hacer que la mezcla funcione y presentarla con una nueva cara en 2021”.
“Blitz” está “seguro” de que, cuando la crisis del coronavirus llegue a su fin, nos adaptaremos a “una nueva normalidad”, pero esto es algo que no le preocupa en exceso: “somos seres humanos y eso es precisamente lo que se nos da bien”. El veterano frontman se muestra preocupado por la gente que ha perdido a sus seres queridos y la gente que, como él, se encuentra en los principales focos de la pandemia. “Blitz” cree que estamos viviendo un tiempo “histórico” y “sin precedentes en los tiempos modernos”, pero confía en que “la excelencia” prevalecerá: “lo que marca a las personas no son los eventos, sino el modo en el que reaccionan ante ellos”. Relata que él lleva meses solo en casa, “salgo con mi máscara, compro algunas cervezas cuando sé que vamos a jugar una partida de hockey en la televisión, hago hamburguesas, escribo música… y pienso mucho”. “Blitz” piensa en que quizás sea el momento de reinventarse y se muestra esperanzado de que mucha gente por todo el planeta estará reflexionando en esa misma línea: “si sacamos el máximo provecho a este tiempo, la excelencia prevalecerá y espero que eso se traslade también a la industria musical”.
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