Bloodbath: los «Avengers» del death metal sueco

El hablar de Bloodbath es hablar de un seguro dentro de un estilo que con los años ha triunfado por lo confiable. Aunque pasen mil subgéneros y haya grupos que gocen de un éxito inmenso, el death metal originario, bruto y excesivo siempre será el punto de partida al que toca mirar en búsqueda del propósito de cualquier brutalidad.

Charlamos sobre ello con Tomas Akvik, al que el proceso de composición le ha devuelto a esa primera ola de Florida que es tan fácil de ignorar en una era la que el gutural parece ir apegado por fuerza a la melodía.

‘Sickest Of The Sick’ acaba de salir a la luz. ¿Cuáles han sido las reacciones de los fans? 

Pues la verdad es que estoy encantado porqué han sido muy positivas. Yo al menos no he leído ningún comentario por ahí diciendo que es una mierda, y eso que la gente utiliza Internet para descargar su rabia tan pronto como pude. El disco no es más que death metal crudo y en tu cara. No es pretencioso ni voy a aburrir a nadie diciendo que es el mejor álbum que hemos sacado y todas esas cosas que se suelen decir. Creo que gustará a los de siempre, asustará también a los de siempre y dejará un buen recuerdo en la historia global de Bloodbath como banda.

Bloodbath (Foto: Ester Segarra)

Estos años de pandemia han sido complicados. ¿Han afectado las cuarentenas al proceso creativo del álbum

Justamente en lo que menos ha afectado la pandemia ha sido el proceso creativo, pero sí que ha destruido todo lo demás. No podíamos juntarnos y ensayar un poco a ver lo que salía ni podíamos planear un tour con garantías ni nada por el estilo. Afortunadamente, la tecnología ha avanzado mucho y todos teníamos un estudio en casa, por lo que fue tan sencillo como ponernos a tocar por separado e ir poniendo las ideas que tuviéramos en común.

Nunca había tenido que trabajar así pero, la verdad, es un ritmo al que me he adaptado muy bien porque siempre he sido muy casero. Hemos tenido la suerte de que hemos congeniado muy bien, que todo ha salido adelante con mucha soltura y que realmente en Suecia no ha habido las cuarentenas tan brutales que se han vivido el resto de países de Europa; así que si te soy honesto, no me desagradaría seguir trabajando así en el futuro.

Habéis tenido muchos vocalistas invitados Barney Greenway (Napalm Death), Luc Lemay (Gorguts), Marc Grewe (Morgoth)… ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con ellos?

Ha sido increíble. Son músicos con muchísimo talento que le han dado un nivel de profundidad que jamás habría augurado para algunas de las canciones. Algo bueno de Bloodbath es que todo el mundo en la esfera del metal extremo parece ansioso de colaborar con nosotros, incluso grandes leyendas que pudiera parecer que tienen mejores cosas que hacer.

Bloodbath (Foto: Ester Segarra)

Sé que no me lo has preguntado, pero necesito decirlo: la colaboración que más ilusión me ha hecho es la de Barney. El poder escuchar su voz sobre un tema nuestro fue increíble, ¡tuve un momento de absoluto fanboy! (Risas). Son de esas pequeñas cosas que nunca olvidas y que hacen que este trabajo se sienta tan especial.

¿Intimida escribir para Bloodbath? Es un nombre que acarrea mucho caché.

Intimidar no es la palabra que usaría. Sí que hay mucho respeto, pero en muchos sentidos creo que es como si te seleccionan para representar a tu país en el mundial. Claro que es un honor, pero no puedes dejar de asegurarte de que si estás ahí es por algo, por lo que la clave está en tener confianza en uno mismo y sacar adelante lo que lleva siendo mi trabajo desde hace ya muchos años. Algo bueno de lo que hacemos es que simplemente puedes ser bruto, querer pasarlo en grande y los álbumes excelentes salen solos. Al final Bloodbath va sobre eso, sobre pasar un buen rato de la forma más brutal y excesiva posible.

Una Sencillez Brutal

El death metal siempre ha sido un género bastante único. Por un lado siempre ha querido innovar las bases, pero por el otro muchos de sus fans agradecen el saber lo que pueden esperar. ¿En qué lado del espectro situarías a Bloodbath?

Mmm, es una pregunta complicada. No te voy a negar que el death metal en su momento fue algo muy rompedor. En muchos sentidos era una forma de decir: ¿cuán lejos podemos llevar el metal en lo que a brutalidad se refiere? Estos pioneros sí que estaban comprometidos con la experimentación, pero no creo que sea la base sobre la que me guste construir música.

Bloodbath (Foto: Paco García)

Si te digo la verdad, sé perfectamente que ‘Sickest Of The Sick’ no va a cambiar el mundo de la música, pero no esperábamos otra cosa. Creo que la mejor forma de explicarlo sería diciendo: “Ey, solo es death metal, ¡pero nos encanta!”. Ahí supongo que entra el aspecto de confianza que también has mencionado. Sabes que si pones un disco de death metal, sobre todo una de la vieja escuela, te vas a encontrar con unos temas que te aplastarán el cráneo, nada más. En cierto sentido, es lo que he querido volver a hacer con este trabajo y por lo que parece lo hemos conseguido.

¿Qué distinguió al death metal sueco de la escena americana?

La melodía y el éxito comercial, por supuesto. Las bandas americanas lo empezaron todo y en muchos sentidos establecieron las que serían las normas del juego como el cachondeo generalizado que rodea a las canciones pese a su brutalidad. Muchas bandas en Suecia consiguieron darle una vuelta de tuerca y crear un sonido y hoy en día vivimos algo que antaño era impensable, y es que las bandas de death metal melódico pueden llegar a convocar a decenas de miles de personas.

En ese sentido, Bloodbath hemos querido ser los niños brutos del patio. Mientras trabajaba en ‘Sickest Of The Sick’ he estado escuchando mucho a Morbid Angel, que en su rol de pioneros hicieron muchas cosas bien. Puede que lo escuches ahora, en pleno 2022, y pienses que es una fórmula que ha sido trillada hasta el infinito, pero si consigue que sacudas la cabeza y te den ganas de reventar a un tanque de un cabezazo; ¿realmente ha dejado de ser relevante?

¿Podemos esperar que se anuncie un tour en los próximos meses?

Es un asunto complicado y para el que deben alinearse varias agendas muy ajetreadas. Ahora mismo no puedo confirmar nada, pero próximamente espero estar en condiciones.

El concepto de supergrupo siempre me ha parecido muy intrigante, como decir: ey, somos los “Vengadores” del death metal Sueco. Como alguien que ha visto la banda desde fuera, ¿cómo te sientes con este concepto?

Los “Vengadores” del metal, ¡me encanta! (Risas). Claro, visto así, es innegable el poderío que tiene Bloodbath. Si te detienes a observar los músicos que han pasado, es como irte a jugar al FC Barcelona y que te pidan que lleves la camiseta de Messi, pero eso no es algo que he dejado que me afecte a la hora de trabajar. Sí que es un grupo que ha estado muy omnipresente en la escena y ha sido especialmente relevante para engendrar bandas que, con el tiempo, terminaron siendo más relevantes comercialmente.

Aun así, siempre ha sido un grupo por el que todo el mundo ha sentido un respeto absoluto, casi de total reverencia. Que hayan pasado músicos de proyectos más que notables y de un éxito innegable creo que ha tenido poco que ver porque es algo más parecido a una banda con la que todos podemos estar de acuerdo.