Recién estrenados con el sello Wormholedeath, la banda italiana Black Violence saca su tercer trabajo. ‘Extinction Control' es el último resultado de su proyecto, alimentado con empeño y devoción. Así lo cuenta Rafè, miembro de este peculiar trío musical.

¿Cuál es el origen de Black Violence? Es curioso ver tanta diferencia de edad entre miembros de una misma formación.

Empezamos en 2016 tocando covers de Marilyn Manson y HIM. Unos meses después decidimos crear nuestras propias canciones. Y sí, es cierto, hay algo curioso: Anthony y yo somos padre e hijo y John es un amigo especial, así que no somos tan solo una banda, somos una familia.

Otra cosa que os define es vuestro look. Tanto el maquillaje como las vestimentas llaman la atención. ¿Cómo llegasteis a crear estos personajes? ¿Qué mensaje pretendéis transmitir con ellos?

Nos encanta esta pregunta. Desde siempre hemos puesto toda nuestra atención en la apariencia. Estos dos años de parón nos han servido para entender qué queremos ser realmente, no tan solo musicalmente, sino estilísticamente. Así que surgió de manera natural, pues como fans del gothic y el industrial metal mezclamos ambos estilos y llegamos al resultado de hoy. El mensaje que queremos dar a la gente es que sean siempre ellos mismos sin escuchar críticas ajenas. 

No es lo que predomina el hecho de encontrar bandas de metal formadas por tan solo tres integrantes. Vuestro sonido en los discos es potente, pero ¿cómo pasáis esa fuerza a los directos?

Somos tres, el número perfecto. No hay ningún secreto ni fórmula mágica, solamente trabajo duro en el estudio. Usamos equipos profesionales porque es importante para nuestra música. Trabajamos mucho el aspecto de los directos y amamos tocar frente a un público.

Vuestro nuevo álbum se titula ‘Extinction Control’. ¿Es una referencia a lo que estamos viviendo desde febrero de 2020?

Sí, exacto. Me gustaría pensar que todo esto es solo una pesadilla de la que podemos despertar. El concepto de ‘Extinction Control’ también se atribuye a una dictadura.

¿Qué sonidos e influencias hay en el disco?

Hay varias. En este álbum buscamos un sonido muy particular, una mezcla de todas esas influencias. Hay distorsiones modernas, frecuencias de dark bass y synth en las melodías de Black Violence. Queremos ser modernos y novedosos, pero también amamos los sonidos del pasado.

¿Cómo ha sido trabajar con Derek Sherinian?

Fue estupendo. Derek es una persona muy especial y un gran teclista. Recuerdo recibir un mensaje suyo preguntando si teníamos pensado grabar nuevo disco… Y aquí estamos. 

¿Tenéis la sensación de haber evolucionado o mejorado como artistas?

En ‘Extinction Control’ trabajamos sobre nuestra personalidad y pusimos todo nuestro empeño en crear canciones con estructuras sólidas, estribillos pegadizos y diferentes ritmos de los que usábamos hasta el momento. Todo esto caracteriza el álbum y lo convierte en único y variado.

¿Sentís que este lanzamiento está llamando más la atención del público en comparación con vuestros anteriores trabajos?

Crece nuestra fanbase y también lo hacemos nosotros como marca. Estamos contentos de haber encontrado un sello que cree en el proyecto y que nos ayuda en las redes sociales.

En según qué países, el metal es un estilo musical más integrado en la sociedad mejor aceptado que en algunas zonas del Mediterráneo. ¿Crees que bandas como la vuestra, en países como los nuestros, lo tienen más complicado al querer triunfar?

Si crees en el objetivo, sin duda podrás alcanzarlo. En Italia no es fácil destacar haciendo metal, sobre todo dependiendo de la ciudad en que estés -como en cualquier parte del mundo, supongo-. ¡La clave es no rendirse y mantenerse fiel al rock!

¿Hay ya un plan para ir de gira el año que viene?

En este momento estamos en contacto con varias agencias de booking y, si el coronavirus lo permite, pronto sabremos cómo vamos a encarar el 2022. Gracias por la entrevista. ¡Esperamos que disfrutéis de nuestra música y que nos veamos pronto en el escenario!

Marina Salcedo